Crónica y fotos del concierto de Omnium Gatherum + Wolfheart + Nothgard - Sala Boveda (Barcelona), 22 de noviembre de 2018

Los finlandeses Omnium Gatherum se doctoran en Barcelona

Datos del Concierto

Bandas:
Omnium Gatherum + Wolfheart + Nothgard
 
Fecha: 22 de noviembre de 2018
Lugar: Sala Boveda (Barcelona)
Promotora: Madness Live!
Asistencia aproximada: 350 personas

Fotos

Fotos por Silvia Diez (Missaghast Photography)

Después de dos fines de semana pegándome la quilometrada padre para ir a Zaragoza y a Vitoria, y después del gran concierto de Slayer pocos días atrás en el Sant Jordi Club, afrontaba la visita de los finlandeses Omnium Gatherum y Wolfheart casi como un respiro y como la primera piedra de la recta final de esta densa temporada de otoño. Es curioso, porque a pesar de que durante estos dos últimos meses ha habido mucha chicha en casi todos los estilos, el death metal melódico (abundante en otras épocas recientes) ha estado un pelín marginado. De hecho, y si no queremos contar el concierto de Kataklysm e Hypocrisy como death metal melódico (yo no lo contaría), ésta era la única cita en la que los fans del estilo (entre los que sin duda me incluyo) podíamos satisfacer nuestras ansias de caña, melodía y melancolía a partes iguales.

Eso sí, será la única cita, pero menuda cita. Quizás ni los unos ni los otros son bandas de una relevancia mediática top, pero su indudable calidad tanto en disco como en directo les ha generado un respeto y admiración que ha derivado en que hubiera una expectación notable (y para mí, quizás inesperada) ante la llegada de esta gira. Y es que a pesar de que ambas formaciones son muy habituales de nuestros escenarios (las dos han pisado Barcelona un par de veces en cosa de año y medio), la Sala Boveda presentó un aspecto magnífico casi desde el primer minuto. Y es que probablemente la gente pensó lo mismo que yo: «Les he visto hace bien poco… y más de una vez, pero joder, ¡cómo disfruté! ¡Habrá que volver! «. Sus últimas visitas como cabezas de cartel habían tenido lugar en Razzmatazz 3, así que durante estos meses han dado un salto de popularidad que dice mucho de su solvencia en directo y, también, de la calidad de sus nuevos trabajos.

Además, y curiosamente, en lo personal ambas bandas están entre las que más he seguido a nivel periodístico desde que invierto horas de sueño en esto de Science of Noise. Dos reseñas de disco, dos entrevistas y un concierto por parte de Omnium Gatherum, y dos reseñas de disco, dos entrevistas, un top 5, un concierto y dos festivales con Wolfheart como protagonistas en tan solo un par de años. No está nada mal, y deja muy a las claras el interés que tanto unos como otros me generan tanto a mí y como a nuestra revista. Así que… ¿cómo no iba a tener ganas de este concierto?

Nothgard

Los encargados de abrir la velada iban a ser los alemanes Nothgard. Aunque en el cartel promocional de la gira los bávaros aparecen a la misma altura que Wolfheart, a nivel de expectación y reclamo (almenos aquí) me dio la sensación que estaban un par de peldaños por debajo de los finlandeses. Personalmente, no tenía el gusto de conocerlos hasta que los investigué tímidamente en estas últimas semanas, y he de confesar que las pocas escuchas que le he dado a su reciente Malady X me convencieron solo a medias. Con evidentes raíces en el death metal melódico pero sin dejar de lado un cierto deje a power metal (que a priori me echaba un poco para atrás), el cuarteto liderado por Dom R. Crey (guitarrista también de Equilibrium, por cierto) saltó al escenario con ganas de comerse el mundo y sonando mucho más tralleros de lo que lo hacen en disco.

Adornando su actuación con dos columnas de humo que siempre dan el pego, Nothgard dio un concierto potente que pareció convencer a la mayor parte del público a pesar de cometer alguna que otra imprecisión evidente y de que tengan canciones con cambios y enlaces tirando a inexplicables. El sonido fue solo regulero, con las trabajadas melodías guitarreras escondidas tras una inmensa bola sonora, y con los teclados (grabados) sonando irritantemente pizpiretos por momentos. Pero en los 35 minutos de los que dispusieron apuntaron maneras y me gustaron más de lo que esperaba, especialmente en el muy buen final que protagonizó la épica y mayestática «Fall of an Empire». Una banda con unas buenas condiciones técnicas que, por qué no, puede dar que hablar en el futuro.

Setlist Nothgard:

Voyage to Decay
Malay X
Age of Pandora
Epitaph
In Blood Remained
The Sinner’s Sake
Fall of an Empire

Wolfheart

Me atrevería a decir que, en los últimos años, Wolfheart se ha convertido uno de mis grupos fetiche. La música de Tuomas Saukkonen siempre me ha llegado a lo más hondo, ya sea al frente de Before the Dawn o de cualquiera de sus múltiples bandas anteriores, pero Wolfheart, quizás, han conseguido calarme aún con más fuerza que ningún otro de esos brillantes proyectos. Su propuesta fría, cruda, densa y severa mezcla potencia, agresividad y dulzura de una manera que es capaz de tocarme el corazón sin que pueda explicar exactamente cómo, y disco tras disco se han ido superando a ellos mismos hasta encontrarse, a día de hoy, listos para dar el salto al olimpo del estilo.

Ésta es la cuarta vez que los veo en directo, y para ser justos no siempre han estado brillantes. Su pasada visita a Barcelona como cabeza de cartel, hará cosa de año y medio, fue brutal, mientras que su actuación en el último Rock Fest se contó como uno de los momentos más brillantes del día. En cambio, en el Iberian Warriors del año pasado sonaron sinceramente mal y no acabaron de encontrarse nunca, así que hoy tenían la responsabilidad de demostrar(me) que aquel concierto fue un accidente y que su versión habitual es aquella en que se convierten por 60 o 70 minutos en una brutal y sensible apisonadora. Por desgracia, y no sé si por culpa de un sonido tirando a confuso (aunque fuera de menos a más), de un setlist sorprendentemente recortado o de unas expectativas demasiado altas, Tuomas y los suyos no acabaron de volarme la cabeza. No estuvieron mal, no, pero la cosa tampoco pasó de ahí.

Como siempre, la imponente y severa figura de Tuomas Saukkonen dominó el escenario con su característica e impertérrita seriedad, cerrando sentidamente los ojos en muchos de los intensos pasajes de su música sin acabar de mediar nunca ni una palabra con el público, ya que como es habitual fue el bajista Lauri el que se encargó de esta tarea de animador, una tarea en la que aparenta sentirse perfectamente cómodo. Como novedad, para esta gira la posición de guitarra solista le corresponde a un tío atractivo y con sonrisa de Casanova (del que no he sabido encontrar el nombre) que sustituye temporalmente a un Mikka Lammassaari que ha causado baja forzosa para estas fechas europeas. A parte de darle empaque a la parte visual con su planta y sus poses, su habilidad a las seis cuerdas quedó más que patente en todos y cada uno de los solos que atacó con insultante solvencia.

Como era de esperar, empezaron su descarga con la épica pieza que abre su nuevo trabajo, «Everlasting Fall». Con sus diez intensos minutos, se trata de un tema (y de un disco) que costó un pelín de entrarme, pero ahora reconozco que he pecado, señor, y acepto que se trata de otro señor discazo a añadir a su impecable colección. Completaron la representación de Constellation of the Black Light con su segundo single, «The Saw», y con la trallerísima y casi blackmetalera «Breakwater» (ante la que pidieron un pogo que no llegó a ocurrir nunca). Además, sonaron tres clásicos imprescindibles como «Aeon of Cold» (quizás su canción más icónica), «Zero Gravity» (con su estribillo brutal) y «The Hunt» (otro corte maravilloso), pero sorprendentemente aquí acabó la cosa.

Y lo peor es que no lo parecía, ya que después de «The Hunt» los componentes de Wolfheart se bajaron del escenario sin despedirse demasiado efusivamente y dejando unas luces ténues y una música ambiente de fondo ante la que dábamos por hecho que vendría un bis, pero cuando volvieron al cabo de unos instantes entre los aplausos del público, en vez de agarrar los instrumentos se pusieron a desmontar la batería, sumiendo al público en la más absoluta de las confusiones. Seis tristes temas y una ignorada absoluta a su magnífico Tyhjjys (un disco que a mí me encanta pero que parece que a ellos no tanto, ya que lo han marginado en directo desde casi su salida) para completar un concierto que a mí se me hizo corto y me dió la sensación de incompleto.

Así que sí, que Wolfheart siguen siendo muy buenos, pero me quedé con sensaciones tirando a agridulces. Por un lado, las canciones son brutales, yo me emocioné en muchos momentos y mucha gente me vocalizó lo grandes que les habían resultado (cosa que me extrañó un poquito, lo confieso). Por otro lado, su descarga fue inusualmente corta (con hasta tres canciones menos de lo que ponía en el setlist), el sonido fue mejorable e, incluso, detecté cierto pasotismo en varios momentos y, sobretodo, en ese extraño y abrupto final. De cuatro veces que les he visto en directo, me han volado la cabeza en dos mientras me decepcionaban en las otras dos. Un bagaje algo pobre para una banda que me flipa y que tiene todos los mimbres para estar ahí arriba. Veremos que ocurre en la quinta, que seguro seguro que volveré a estar ahí.

Setlist Wolfheart:

Everlasting Fall
Aeon of Cold
Zero Gravity
Breakwater
The Saw
The Hunt

Omnium Gatherum

Si alguien se pensaba (yo lo hacía, iluso de mí) que estábamos ante una gira en la que Omnium Gatherum y Wolfheart iban a compartir más o menos el protagonismo, estaba muy pero que muy equivocado. Mientras los segundos gozaron de prácticamente una hora y media de concierto y de un sonido más que digno, los de Tuomas Saukkonen tocaron 45 minutos y ni tan siquiera pudieron colgar un triste telón de fondo. Me da la sensación que entre el público que el interés estaba un poco más repartido (quizás porque aquí Wolfheart tienen más tirón que en otros sitios), pero lo que es indudable es que la banda liderada por Jukka Pelkonen y Markus Vanhala se ganó el protagonismo y la responsabilidad de ser lo más grande que iba a ocurrir esta noche.

Antes de continar, una pequeña mención a la excelente entrada que este combo fue capaz de congregar en la sala Boveda. Las aproximadamente 350 personas que le daban un aspecto genial a la sala no estan alcance de todos, menos aún para un concierto entre semana y en temporada altísima de giras, cuando todo el mundo ya está un pelín cansado de asistir a algun bolo dos o tres veces por semana. Todo un triunfo para una banda que hasta hace un par de años, cuando vino teloneando a Amon Amarth y Dark Tranquillity, era casi una extraña de nuestros escenarios. Un escenario, por cierto, que hoy tuvo que ampliarse cosa de un metro en uno de sus laterales para poder acomodar a los seis miembros de la banda de Karhula, muy activos en todo momento.

El concierto, como también era de esperar (en esta banda y en la mayoría que presentan disco) empezó al igual que lo hace su nuevo trabajo The Burning Cold. Primero fue la intro «The Burning», que sonó potentísima, y después el primer single «Gods Go First», donde de nuevo comenzaron a vérsele las costuras a un sonido que no acabó de brillar en toda la noche. En este caso lograron arreglarlo relativamente rápido, y los finlandeses ofrecieron un concierto mucho más completo y regular que sus dos predecesores. De hecho, enseguida cogieron velocidad de crucero, y con dos semi-clásicos como «Ego» y «Frontiers» (el gran single de su anterior Grey Heavens), se apresuraron a colocarse al público en el bolsillo para no soltarlo ya hasta el final del concierto.

El simpático Jukka Pelkkonen es todo un nervio en directo, saltando siempre de un lado para otro, pidiendo insistentemente que la gente haga el símbolo de la banda (esos cuernos horizontales que imitan el -[]-) y, en general, consiguiendo que el escenario se le quedara inmediatamente pequeño. Aún así, es el alegre Markus Vanhala quien ofrece la imagen más icónica sobre el escenario (un Markus, por cierto, que también dobla como guitarrista en sus compatriotas Insomnium, donde toca una Jackson negra que contrasta con la blanca que usa aquí), siempre sonriente y elegante. El resto de la banda (incluido un teclista que se agradece en la era del todo grabado), con sus camisas a juego y su actividad frenética, completan una formación que realmente funciona y que contagia su buen rollo y su energía a todo aquel con un mínimo de predisposición.

Volvieron a su último trabajo interpretando una «Be the Sky» que les quedó genial y un «Refining Fire» muy trallero que no sonó del todo bien. La lenta, pesada y melancólica «Deep Cold», con sus casi diez minutos, puso a cientos de metaleros a sacudir la cabeza con violencia, mientras que la icónica, melódica y pegadiza «The Sonic Sign» puso a prueba nuestras cuerdas vocales. Como era de esperar, uno de los momentos estelares de la descarga vino de la mano del que es uno de sus temas más brillantes (personalmente, mi favorito de la banda), la preciosa e intensa «The Unknowing», en la que no les costó nada llenar la pista de cuernos enfervorecidos y de melenas al viento gracias a su maravillosa, icónica y sentida melodía.

Llegamos a la recta final de una descarga que acabó resultando magnífica con «Nail» (el tema más antiguo que tocan, y no es que lo sea mucho) y un «Skyline» que brillo con luz propia gracias a sus ritmos pesados, sus infecciosas melodías y a un solo épico con el que Markus se pegó un señor baño de masas al borde del escenario. Con ella los seis miembros de la banda se retiraron por unos instantes, y lo que nos esperaba al volver no iba a ser ninguna sorpresa: la épica instrumental «Luoto» y la final «New Dynamic», que elevó la temperatura de la sala unos cuantos grados y, por fin, generó el primer y único pogo que vimos en toda la noche.

Aunque la música de Wolfheart, en general, me gusta más que la de Omnium Gatherum (y eso que ésta también me gusta mucho), para mí no hubo ninguna duda en quien se erigió como gran triunfador de la noche. Ya sé que, evidentemente, este no es un juego de vencedores ni vencidos, pero el sexteto liderado por Juha Pelkkonen y Markus Vanhala me contagió en todo momento con su energía y con un cancionero que, puesto así uno detrás de otro, impresiona lo suyo, mientras que los de Tuomas Saukkonen, con todo el dolor de mi corazón, me dejaron bastante a medias. Sea como fuere, dos bandas que van decididamente para arriba y una velada de death metal melódico que satisfizo sobradamente nuestras ansias.

Setlist Omnium Gatherum:

The Burning
Gods Go First
Ego
Frontiers
Be The Sky
Refining Fire
Deep Cold
The Sonic Sign
Over the Battleflield
The Unknowing
Fearless Entity
Nail
Skyline

Luoto
New Dynamic

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Sobre Albert Vila 952 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.