Anvil! The Story Of Anvil: el sueño de una banda de rock

El documental Anvil! The Story Of Anvil (2008) es de las mejores maneras de ver lo que es la realidad de las giras de bandas que están lejos de las grandes promotoras o de los focos mediáticos. En el Reino Unido se convirtió en el documental musical de mayor recaudación de la historia. Naturalmente, aquí costó verla. En mi caso fue en una especie de ciclo de cine amateur sobre música donde se proyectó a modo de broma. Pero no tiene nada de gracia, porque ver en esta película-documental como a tres heavies les putean y les estafan en casi cada bolo pues, como fan de la música, te sabe mal.

Anvil fueron unos pioneros del thrash metal, pero no supieron estar en el momento… ni en el lugar adecuados; como muchas otras bandas. Quizá esto los hace tan próximos. No hay que ser fan de la banda para empatizar con ellos, ya que es el día a día de cualquiera de nosotros en nuestras vidas. El director es Sacha Gervasi, guionista de The Terminal (2004) de Steven Spielberg. Gervasi filmó algunos de los shows de la banda, entrevistó a algunos músicos y fans, y lo estrenó en Sundance, donde tubo una muy bien acogida.

El documental plantea los hechos con pura frialdad y con una objetividad absoluta. Busca la historia humana y la emoción que hay detrás; la actitud y la personalidad de sus protagonistas. La cinta es un drama sobre perdedores, con un perfecto montaje, donde Anvil siguen siendo una banda simpática y, gracias a este film, son, ahora mismo, una banda de culto. Vemos la relación de éstos con sus amistades y, sobre todo, con su familia, y con toda una serie de personajes, como el mítico productor Chris Tsangarides, fans históricos como Cut Loose o Mad Dog, periodistas o músicos como Scott Ian, Lemmy, Slash, Lars Ulrich o Tom Araya. Todos ellos llenan de momentos peculiares esta cinta.

Empieza cuando los creadores del himno “Metal On Metal” (Metal On Metal, 1982), tocan en el Super Rock Festival de Japón de 1984, donde comparten cartel com Bon Jovi Whitesnake, y ya se les pone la etiqueta de perdedores. A partir de aquí, la banda se muestra como es, tocando con un consolador, apareciendo en bolas en fotos de promo, o sacando la nieve en su Toronto natal. Steve Kulov, más conocido como «Lips», trabaja en un bufet preparando los pedidos. Él no vive del éxito de Anvil y se muestra como un ser normal. El batería, Robb Reiner, aparece en escena picando el suelo de un estudio. Al momento los podemos ver tocando en la fiesta del 50 aniversario de «Lips» y, a partir de ese momento, la infra-historia de esta banda camina entre la desgracia y la cruda realidad. Nos muestran dónde empezaron, sus apariciones televisivas, comentarios de ex miembros, hasta que llegamos a la pieza clave del documental: Tiziana Arrigoni, la manager que les promete una gran gira por Europa. En Suecia coinciden con Michael Schenker, Robbo, J.J. French, Tommy Aldridge o Carmine Appice, y su aventura parece empezar bien. Pero, realmente, es solo un espejismo de lo que se les viene encima. Desde a quedarse tirados en una estación de tren con todos los instrumentos, a tocar en sitios donde les venden que habrá 5.000 personas y no van ni 200. Esto hace que la gira se llene de tension y de malos rollos.

Pero ellos son Anvil y no se rinden. Se ponen a componer y a intentar sacar un nuevo disco para sacarse el mal sabor de la gira. Este par de amigos, que les une algo más que el metal (es como si fueran hermanos de sangre), recibe una última llamada para tocar en Japón. Supongo que, a estas alturas, ya sabréis que siguen en activo, pero la cinta desvela muchas más cosas. La verdad es que os recomiendo que la recuperéis, o la veáis por primera vez, y os pongáis en la piel de «Lips», Robb y compañía, quienes demuestran que su vida es el metal y que, por poca luz que vean o intuyan al final del túnel, seguirán siempre hacia adelante.

Ray Molinari
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Adicto a los vinilos y a los directos. Fotografo allì donde no haya sol y suene buena musica, con ya mas de 25 años pisando salas de concierto, ha visto de todo en todas las salas. Coleccionista de lp's y 7" que acaban sonando en sus sesiones como dj