Canciones perfectas: «Symptom of Terminal Illness» de The Dillinger Escape Plan

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Hoy, no teníamos previsto presentar un artículo especial dedicado a la canción «Symptom of Terminal Illness». Sin embargo, debido a las recientes noticias que han surgido, nos vemos en la obligación de alterar nuestra programación para compartir una noticia que ha capturado la atención de l@s amantes de la música.

Tras intensas discusiones entre ex miembros, The Dillinger Escape Plan ha anunciado un concierto de reunión para conmemorar el 25º Aniversario de su álbum debut de 1999, Calculating Infinity. Este evento único contará con la participación del guitarrista y fundador de la banda Ben Weinman y su vocalista original Dimitri Minakakis, quienes se unirán al bajista Liam Wilson y al batería Billy Rymer.

Este concierto marcará el regreso de la formación desde su emotiva despedida en diciembre de 2017. La cita está programada para el 21 de junio en el nuevo recinto Brooklyn Paramount, y contará con Car Bomb y Candy como teloneros.

Desde la separación de The Dillinger Escape Plan, los miembros han seguido caminos musicales diversos: Weinman se unió a Suicidal Tendencies, Rymer formó thoughtcrimes, y Wilson formó Azusa, en la que también militan miembros de SeaAir y Extol. Es importante mencionar que el gran Greg Puciato, quien parece estar muy ocupado con Better Lovers, no participará en esta emocionante reunión.

Dicho esto, vayamos al turrón…

Introducción

En el oscuro y apasionante mundo del mathcore, hay una canción que destaca como una expresión íntima y visceral de las luchas personales de su creador. «Symptom of Terminal Illness» de The Dillinger Escape Plan no solo se erige como una pieza magistral en el ámbito musical, sino que también desentraña el velo de la experiencia humana. En este artículo, nos sumergiremos en las profundidades de esta canción única, explorando su intrincada conexión con el vocalista Greg Puciato y sus experiencias personales con ataques de pánico y trastorno de pánico. A través de una letra literalmente honesta y la en esta ocasión calmada intensidad sonora que caracteriza a la banda, desentrañaremos los misterios y las emociones que convergen en «Symptom of Terminal Illness».

Explorando las intrincadas fronteras del mathcore: el poder innovador de The Dillinger Escape Plan

El metal es un género musical que se ramifica en diversas subculturas, cada una con su propio sonido distintivo y legado. Dentro de este vasto paisaje sonoro, surge un subgénero desafiante y técnico conocido como mathcore, caracterizado por su complejidad instrumental, estructuras disonantes y una energía caótica que desafía las convenciones del metal tradicional. En el corazón de esta revolución sonora se encuentra una banda pionera: The Dillinger Escape Plan.

El mathcore, también conocido como technical metalcore o experimental metalcore, es una fusión única de elementos del hardcore punk, metalcore y math rock. Este subgénero se distingue por su enfoque técnico, ritmos asimétricos, cambios de tiempo impredecibles y una complejidad instrumental que desafía las estructuras tradicionales del metal.

Formada en Morris Plains, Nueva Jersey, en 1996, The Dillinger Escape Plan se erigió como uno de los máximos exponentes del mathcore. Fundada por Ben Weinman (guitarra), Adam Doll (bajo) y Chris Pennie (batería) bajo el nombre de Arcane, la banda rápidamente evolucionó hacia un territorio sonoro experimental.

Su debut, Calculating Infinity (1999), desató una tormenta sónica en la escena musical. Este álbum marcó un punto de inflexión en el mathcore, fusionando de manera magistral la ferocidad del hardcore con la precisión técnica del metal. Acompañado por el EP Under the Running Board, la banda demostró desde temprano su disposición para explorar límites sonoros.

Ya con Dimitri Minakakis como vocalista, The Dillinger Escape Plan continuó su exploración musical con Miss Machine (2004) y Ire Works (2007). Estos álbumes, aunque sin la participación de Chris Pennie, presentaron una evolución en su sonido, incorporando elementos experimentales sin perder la ferocidad característica.

Option Paralysis (2010) marcó el primer álbum con Billy Rymmer en la batería. Este trabajo, seguido por One of Us Is the Killer (2013), destacó la madurez y versatilidad de la banda. The Dillinger Escape Plan continuó desafiando las expectativas, fusionando jazz, hardcore punk y metal en una amalgama única.

Su último álbum de estudio, Dissociation (2016), lanzado bajo su sello Party Smasher Inc., sirvió como un epílogo emocionalmente cargado para la banda. La complejidad sonora y lírica de este álbum reveló una vez más la capacidad innovadora de The Dillinger Escape Plan. La banda se disolvió en 2017 después de una carrera destacada.

Aunque la banda se despidió de los escenarios, sus últimos conciertos tuvieron lugar en Terminal 5 en Nueva York del 27 al 29 de diciembre de 2017 (aquí tenéis las crónicas de la primera, segunda y última noche), su legado sigue vibrando en la escena musical. The Dillinger Escape Plan, junto con otras bandas influyentes como Converge, Cave In y Botch, ha dejado una marca irrepetible y, sobre todo, inolvidable en el noisecore y el mathcore. Su capacidad para fusionar elementos aparentemente dispares y su enfoque innovador continúan inspirando a nuevas generaciones de músicos.

The Dillinger Escape Plan se eleva como una fuerza revolucionaria en el panorama del metal, especialmente en el ámbito del mathcore. Su disposición para desafiar las convenciones musicales y explorar nuevas fronteras sonoras ha dejado una huella duradera. A través de su legado sonoro y su innovación constante, The Dillinger Escape Plan sigue siendo un faro inspirador para aquellos que buscan explorar los límites del metal.

Greg Puciato: la voz inextinguible de la pasión musical

Bandas hay miles, millones diría yo, y cada una suele tener un o una cantante, pero hay pocos artistas que encapsulen la intensidad emocional y la versatilidad vocal como Greg Puciato. Nacido el 27 de marzo de 1980 en Baltimore, Maryland, Puciato ha trascendido las barreras de los géneros musicales, dejando una huella única en la escena musical contemporánea.

El nombre de Greg Puciato se entrelaza inseparablemente con la emblemática banda The Dillinger Escape Plan. Unió fuerzas con la banda en 2001, tomando el lugar de Dimitri Minakakis como vocalista. Desde el principio, Puciato marcó una nueva era para la banda, aportando una energía cruda y una capacidad vocal que se sumergía en las complejidades del mathcore.

La voz de Puciato se convirtió en un instrumento inigualable, capaz de transitar desde guturales desgarradores hasta melodías emocionales con una facilidad asombrosa. Su capacidad para adaptarse a la intrincada instrumentación de The Dillinger Escape Plan lo elevó como un vocalista destacado en la escena del metal, desafiando las expectativas y expandiendo los límites del género.

Pero el alcance vocal de Puciato no se limita a un solo proyecto. En 2002, participó en el EP Irony Is A Dead Scene junto a Dios, vocalista, entre otras, de Faith No More. Esta colaboración audaz demostró su versatilidad y su disposición para explorar diferentes géneros, abriendo un camino que irradia valentía y creatividad.

Tras la disolución de The Dillinger Escape Plan en 2017, Puciato continuó su viaje musical en solitario. Su álbum debut, Child Soldier: Creator of God (2020), revela una faceta más íntima y experimental. Desde canciones melódicas hasta momentos de pura ferocidad, el álbum es un testimonio de la diversidad creativa que reside en su mente. Mirrorcell, su segundo obra en solitario, veía la luz en 2022.

Por otro lado, desde mediados de la década de 2020, Puciato viene ampliado su espectro artístico a través de proyectos como The Black Queen y Killer Be Killed, explorando territorios musicales distintos y revelando su versatilidad como creador.

En 2015, Puciato co-fundó The Black Queen junto a Joshua Eustis (ex Nine Inch Nails) y Steven Alexander. Este proyecto se aparta completamente de las raíces frenéticas del mathcore, sumergiéndose en un sonido electrónico, oscuro y atmosférico. Su álbum debut, Fever Daydream (2016), y el posterior Infinite Games (2018), están repletos de capas de sintetizadores, ritmos hipnóticos y la inconfundible voz de Puciato, que explora nuevas profundidades emocionales.

Por otro lado, tenemos a Killer Be Killed. Formado en 2011, es un supergrupo que reúne a figuras prominentes del metal, incluyendo a Max Cavalera (Soulfly, ex Sepultura), Troy Sanders (Mastodon) y Dave Elitch (ex The Mars Volta). Su álbum homónimo debut, lanzado en 2014, es una obra maestra que fusiona elementos de thrash metal, groove y metal alternativo. El poder combinado de estas leyendas del metal crea una experiencia auditiva única y poderosa.

Estos proyectos adicionales no solo ilustran la diversidad musical de Greg Puciato, sino también su capacidad para trascender géneros. Con The Black Queen, se aventura en paisajes sonoros más introspectivos y electrónicos, explorando nuevas formas de conectar emocionalmente con la audiencia. Por otro lado, Killer Be Killed revela su destreza en colaboraciones globales y su habilidad para mantenerse fresco en la vanguardia del metal.

La incursión de Greg Puciato en The Black Queen y Killer Be Killed no solo destaca su maestría vocal, sino también su disposición para desafiar los límites musicales. Su habilidad para adaptarse y sobresalir en contextos tan diversos revela un artista en constante evolución, dispuesto a explorar nuevos territorios y llevar a la audiencia consigo en este viaje sonoro. A medida que continúa su carrera multifacética, queda claro que el legado de Puciato se forja no solo en la intensidad del metal, sino también en la expansión y experimentación constantes de su expresión artística.

Pero ahí no acaba la cosa, porque no hace demasiado que veíamos el nacimiento de un interesantísimo nuevo proyecto musical: Better Lovers, una nueva banda formada este mismo año después de la disolución de Every Time I Die. La banda encontramos, además de a nuestro protagonista, a los guitarristas Jordan Buckley y Will Putney, el bajista Stephen Micciche y el batería Clayton Holyoak. La banda, bajo el auspicio de SharpTone Records, lanzó su EP debut, God Made Me an Animal, a inicios de julio. A menudo se les etiqueta como un supergrupo, ya que la banda cuenta con miembros que anteriormente formaban parte de Every Time I Die (Buckley, Micciche y Holyoak) y The Dillinger Escape Plan (Puciato), así como un miembro actual de Fit for an Autopsy (Putney).

La historia de la banda es bastante interesante. Jordan Buckley, Stephen Micciche y Clayton ‘Goose’ Holyoak fueron parte de la banda de mathcore Every Time I Die, junto a Andy Williams y el hermano de Jordan Buckley, Keith. En diciembre de 2021, Keith se tomó un descanso de la banda citando problemas de salud mental, pero luego acusó a su hermano Jordan y a sus compañeros de banda de «marginarlo» dentro de la banda. Every Time I Die emitió un comunicado diciendo que estaban trabajando en las cosas en privado, y dieron un último show el 11 de diciembre. El 18 de enero de 2022, Jordan Buckley, Williams, Micciche y Holyoak emitieron un comunicado diciendo que ya no estaban actuando como Every Time I Die debido a la incapacidad de comunicarse directamente con Keith o llegar a un acuerdo para continuar como banda, efectivamente disolviendo la banda después de 24 años de carrera.

A pesar de la ruptura y la cobertura pública, Jordan Buckley, Williams, Micciche y Holyoak continuaron practicando juntos, con la intención de formar una nueva banda bajo un nombre diferente. En noviembre de 2022, Buckley publicó unos videos en sus redes sociales de él trabajando en material nuevo con Micciche, Holyoak y el productor Will Putney en su estudio en Nueva Jersey. Putney había producido los dos últimos álbumes de Every Time I Die, Low Teens (2016) y Radical (2021).

El 17 de abril de 2023, Buckley, Micciche y Holyoak anunciaron oficialmente la formación de Better Lovers con su primer sencillo, «30 Under 13». La banda reveló que Putney era oficialmente un miembro del grupo como guitarrista, y que se unieron a Puciato. ¡Tremendo culebrón!

Esta nueva alineación, que incluye a Greg Puciato, añade una capa adicional a la narrativa musical. La influencia magnética de Puciato, fusionada con su capacidad para transmitir emociones crudas y autenticidad, se convierte en un componente esencial en el lienzo sonoro de Better Lovers. Su conexión íntima con la audiencia se suma a la promesa de una experiencia musical que va más allá de las notas, marcando un capítulo intrigante en la trayectoria de estos músicos. La fusión de talentos y experiencias personales entre los miembros de Better Lovers, guiada por la presencia destacada de Puciato, promete no solo revitalizar sino también redefinir el panorama musical en el que se embarcan. Un nuevo capítulo se despliega, tejido con la emoción cruda de Puciato y el dinamismo musical del resto de sus compañeros de banda, prometiendo una travesía que resonará más allá de las expectativas convencionales.

Y es que no solo estamos ante un vocalista destacado, sino que nos topamos de bruces con un arquitecto de experiencias sonoras. Su capacidad para evolucionar, explorar y reinventarse ha consolidado su posición como una fuerza insustituible en la música contemporánea. Ya sea liderando frenéticas canciones de mathcore o explorando territorios sonoros más introspectivos, Puciato es un faro de creatividad, recordándonos que la música, cuando es genuina, puede trascender las barreras y tocar el alma. Su legado continúa, una sinfonía en constante evolución que resuena más allá de las notas y reverbera en la esencia misma de la expresión artística.

Entre acordes y emociones: componiendo la superación a través de la música

Escribir una canción sobre experiencias personales con ataques de pánico y trastorno de pánico puede ser una forma poderosa de expresar emociones, conectarse con otros que puedan estar pasando por situaciones similares y, al mismo tiempo, proporcionar conciencia y comprensión. Quizá fuera esto lo que buscaba Greg Puciato al escribir «Symptom of Terminal Illness».

Antes de comenzar a escribir, es importante que el artista reflexione sobre sus propias experiencias. Esto puede incluir identificar desencadenantes, síntomas específicos y el impacto emocional que los ataques de pánico han tenido en su vida.

Una vez superado el primer paso, hay que decidir el tono general de la canción. ¿Será reflexiva, esperanzadora, desafiante o introspectiva? La elección del tono ayudará a transmitir el mensaje de la canción de manera más efectiva. Y para la ocasión, el artista optó por rebajar las revoluciones drásticamente. Experimentar con diferentes estilos musicales puede ayudar a encontrar el tono adecuado para la canción. Desde baladas emotivas hasta arreglos más enérgicos, la elección del estilo musical puede complementar la narrativa de la letra.

Siempre hay que escribir desde el corazón. La autenticidad es clave. Anima al artista a escribir desde sus experiencias y emociones personales. No es necesario ser demasiado técnico; lo importante es transmitir la verdad y la sinceridad. ¿Cómo? A menudo, el uso de metáforas y simbolismos puede ayudar a transmitir la complejidad de las emociones asociadas con los ataques de pánico. Esto puede permitir que la audiencia se relacione más fácilmente con la canción, y creo que esto se ha logrado con creces con «Symptom of Terminal Illness». No hay más que ver que le estoy dedicando un extenso escrito.

Por último, creo que lo más importante. Nunca hay que olvidarse que la música tiene el poder de conectar a las personas a un nivel profundo, y abordar temas como el pánico puede ser una forma poderosa de crear empatía y conciencia.

Explorando el laberinto musical: la desafiante tarea de seleccionar las mejores canciones de The Dillinger Escape Plan

El reto de elaborar un top definitivo de las mejores canciones de The Dillinger Escape Plan surge de la evolución sonora de la banda, que desafía la fácil categorización. Su discografía es un viaje laberíntico a través del hardcore, metalcore, mathcore y territorios experimentales. Cada álbum es una exploración sonora que empuja los límites de las normas musicales convencionales, lo que contribuye al desafío de seleccionar sus mejores pistas de manera concisa.

A lo largo de las dos décadas de carrera de The Dillinger Escape Plan, la banda ha entregado una serie de álbumes que han dejado una marca imborrable en la escena musical. Al explorar sus mejores canciones en orden cronológico (obviando sus EP’s), se revela la evolución constante y la innovación que caracteriza a cada uno de sus lanzamientos. Es por ello que he osado seleccionar una canción de cada uno de sus trabajos, dejándome en el tintero decenas de soberbias y enormes canciones. Lo siento…

Calculating Infinity (1999):
→ Mejor canción: «43% Burnt»

Esta canción, la segunda de su álbum debut, personifica la intensidad cruda y la complejidad técnica que marcarían la trayectoria de The Dillinger Escape Plan. Sus cambios de tiempo impredecibles y ritmos caóticos establecen el tono para el mathcore.

Miss Machine (2004):
→ Mejor canción: «Panasonic Youth»

La lucha contra el capitalismo es muy fiel a las raíces punk de The Dillinger Escape Plan. A menudo aclamada como una de las canciones más intensas de la banda, trata sobre cuánto las grandes empresas no se preocupan por la gente. Al final tod@s somos desechables y solo quedan las ganancias. La parábola de la ira en esta canción es deliciosa a su manera.

Ire Works (2007):
→ Mejor canción: «Milk Lizard»

Esta pista demuestra la capacidad de la banda para combinar complejidades técnicas con ganchos melódicos. La fusión de caos y accesibilidad en «Milk Lizard» la convierte en un hito en la evolución de su sonido. Puedes escuchar las influencias de grandes bandas de metal como Carcass y Death Angel, y creo que está subestimada a pesar de la notoriedad que ganó.

Option Paralysis (2010):
→ Mejor canción: «Farewell, Mona Lisa»

¿Gira entorno a la figura de una mujer? Quizás se trate de perder la integridad artística para sobrevivir como artista. Por supuesto, podría tratarse simplemente de una sobrecarga sensorial, que cada año más personas afirman experimentar. Cualquiera que sea la raíz, una de las cosas maravillosas de la música es que puedes filtrarla a través de tu propia percepción y disfrutarla independientemente.

La complejidad estructural de «Farewell, Mona Lisa» destaca, mostrando una fusión magistral de agresión y melodía. Es un testimonio de la capacidad de la banda para desafiar las expectativas sin perder su identidad.

One of Us Is the Killer (2013):
Mejor canción: «Prancer»

«Prancer» encapsula la madurez artística de la banda, con riffs intrincados y una entrega vocal apasionada. La fusión de elementos técnicos y emocionales destaca la evolución continua de su sonido.

Dissociation (2016):
→ Mejor canción: «Symptom of Terminal Illness»

Esta pista, quizás una desviación de su norma, destaca por su enfoque melódico y emotivo. La inclusión de este corte muestra la capacidad de la banda para experimentar sin comprometer su esencia.

Mención especial:
→ «Happiness Is a Smile»

Los seguidores de The Dillinger Escape Plan estaban emocionados ante el anuncio de una nueva canción para la gira de 2014. Sin embargo, la emoción se vio atenuada por un par de inconvenientes significativos. En primer lugar, la canción, «Happiness Is a Smile», solo se lanzó en formatos de vinilo de siete pulgadas y casete durante los conciertos, lo que hizo que obtener una copia física fuera un desafío para muchos admiradores. En segundo lugar, la gira solo incluyó fechas en América del Norte, dejándonos a los fans de otras partes del mundo sin la posibilidad de experimentar el tema en vivo.

La situación dejó a muchos seguidores desilusionados, ya que parecía que escucharían la canción solo si asistían a uno de los conciertos en América del Norte y, aún así, conseguir una copia física sería todo un desafío. Sin embargo, la banda dio un giro positivo a la situación al lanzar el videoclip de «Happiness Is a Smile», brindando a los fans de todo el mundo la oportunidad de compartir la experiencia auditiva de esta nueva composición, aunque adquirir una copia física seguía siendo una tarea complicada y algo lamentable para los verdaderos coleccionistas y amantes de la música en formato físico.

Explorar las mejores canciones de la banda en orden cronológico revela una narrativa musical fascinante. Desde los primeros días caóticos hasta la exploración melódica posterior, cada álbum y su mejor canción (obviamente, siempre bajo mi prisma) representan un capítulo en la evolución de la banda, demostrando su capacidad para desafiar las expectativas y redefinir constantemente los límites del mathcore… de la música.

Las complejidades del legado musical de The Dillinger Escape Plan, marcado por la innovación, la exploración que desafía géneros y un paisaje sonoro en constante evolución, hacen que la tarea de crear una lista definitiva de las diez mejores sea un desafío desalentador. El viaje de cada oyente a través de su discografía revela un conjunto único de favoritas, demostrando que su verdadera esencia no reside en canciones individuales, sino en la impresionante totalidad de su odisea musical (aka impresionante discografía).

Dissociation: una caótica despedida

Dissociation marca el explosivo y emocional epílogo de la carrera de The Dillinger Escape Plan, una banda que ha definido los límites del metal experimental y el mathcore desde su formación a mediados de los 90. Este álbum se erige como una obra maestra, caótica y calculada al milímetro, que encapsula la intensidad y la innovación que ha caracterizado a la banda a lo largo de los años.

Desde el inicio, «Limerent Death» golpea al oyente con una ferocidad inigualable, con riffs discordantes y cambios de ritmo abruptos que son la firma de la banda. La voz visceral y desgarradora de Greg Puciato se entrelaza con la instrumentación, creando una amalgama de agresión sonora que sirve como preludio de lo que está por venir.

A medida que el álbum avanza, se revela la diversidad musical que ha sido una constante en la trayectoria de la banda. Canciones como nuestra protagonidta, «Symptom of Terminal Illness», y «Low Feels Blvd» presentan un enfoque más melódico, pero no menos impactante, demostrando la capacidad de la banda para fusionar elementos dispares en un lienzo musical cohesivo.

El título del álbum, Dissociation, no solo es representativo de la música caótica y fragmentada que ofrece, sino que también refleja la ruptura inminente de la banda. La decisión anunciada previamente de que este sería su último álbum de estudio añade un matiz adicional a la experiencia auditiva. Cada pista parece impregnada de un sentido de urgencia y despedida, como si la banda estuviera desgarrándose a sí misma en un último acto de creatividad desenfrenada.

La producción magistral de Steve Evetts permite que cada instrumento resuene con una claridad brutal, lo que acentúa la complejidad técnica de la música de The Dillinger Escape Plan. La batería frenética de Billy Rymer, los intrincados riffs de guitarra de Ben Weinman y Kevin Antreassian, y la inquebrantable presencia del bajista Liam Wilson se entrelazan para formar un tejido sonoro que desafía las convenciones del metal contemporáneo.

El punto culminante del álbum, y quizás de la carrera de la banda, es la monumental «Dissociation». Con más de seis minutos de duración, esta epopeya musical encapsula la esencia misma de The Dillinger Escape Plan. Desde sus momentos más frenéticos hasta sus pasajes más melódicos, la canción sirve como una síntesis de la innovación y la brutalidad que han caracterizado a la banda desde sus inicios.

A medida que Dissociation llega a su conclusión, queda claro que este álbum es más que una simple colección de canciones; es una declaración de despedida. The Dillinger Escape Plan ha dejado una marca innegable en el paisaje del metal más experimental, y este álbum sirve como un tributo apasionado y tumultuoso a una carrera que desafió las expectativas y redefinió los límites del género.

Si queréis saber más, os emplazo a leer la reseña que redacté en su día (aquí), que además representa mi primera incursión en el mundillo del periodismo musical, cuando escribía para Metal Symphony, meses antes de que fundáramos Science of Noise.

La letra

«To those of you I loved
This pains me to lose
I hate to feel used

I’m frightened in sleep, thinking my world will be gone
Promise me I won’t die
I panic in dreams from when I was still young
Please don’t turn on that light
I can’t see it

To those of you I’ve lost
That pained me to love
Please know that I tried
Please know that I tried

I’m frightened in sleep, thinking my world will be gone
Promise me I won’t die
I panic in dreams from when I was still young
Please don’t turn on that light
I can’t see it

Do you really think
That I would leave you?
But I couldn’t stand myself
So I had to choose
Still you turn me on
The wild in your eyes
But now I can’t trust myself
To keep on the light
For us to see with

I’m frightened in sleep, thinking our world will be gone
Promise me I won’t die
I panic in dreams from when I was still young
Please don’t turn on that light

I’m frightened in sleep, thinking our world will be gone
Promise me I won’t die
I panic in dreams from when I was still young
Please don’t turn on the…»

Análisis de la letra

Quién mejor que su propio autor, Greg Puciato, para hablarnos de lo que se esconde tras la letra de «Symptom of Terminal Illness». Según el vocalista, la letra de la canción es una expresión directa de sus propias experiencias con ataques de pánico y trastorno de pánico. Puciato destaca que la letra es de las más literales y menos metafóricas o abstractas que jamás haya escrito. La canción se convierte así en un medio directo de comunicar sus luchas y desafíos personales relacionados con los ataques de pánico.

El hecho de que Puciato mencione que la canción ya es «increíblemente extraña» implica que la experiencia personal que se explora en la música es en sí misma única o inusual. Además, el hecho de que no esté dispuesto a profundizar más en el significado de la letra sugiere que las experiencias personales detrás de la canción son sensibles y privadas para él. Esto resalta el carácter íntimo y personal de la obra, lo que la hace aún más impactante para el artista.

«Es lo más literal y no metafórico o abstracto que he escrito nunca. Ya es increíblemente extraño que la canción exista en primer lugar, así que profundizar aún más y hablar al respecto significaría que tendría que hablar de mi vida personal, y simplemente no estoy dispuesto a hacerlo.» (Greg Puciato)

En general, la declaración revela la autenticidad de la expresión artística de Puciato al abordar directamente sus propias luchas, al tiempo que subraya la importancia de respetar la privacidad del artista en lo que respecta a detalles específicos de su vida personal.

«To those of you I loved
This pains me to lose
I hate to feel used»

Estas líneas inicialmente expresan un dolor profundo asociado con la pérdida de personas queridas y la aversión a sentirse utilizado en relaciones. Desde la perspectiva de las experiencias personales de Puciato, estas líneas podrían reflejar la carga emocional vinculada a sus relaciones y la dificultad de lidiar con la pérdida.

«I’m frightened in sleep, thinking my world will be gone
Promise me I won’t die
I panic in dreams from when I was still young
Please don’t turn on that light
I can’t see it»

El coros de la canción captura la ansiedad que experimenta durante el sueño, temiendo la pérdida de su mundo y la preocupación por su propia mortalidad. La petición de no encender la luz, «Please don’t turn on that light», sugiere la resistencia a enfrentar ciertas verdades o realidades, posiblemente relacionadas con su salud mental.

«To those of you I’ve lost
That pained me to love
Please know that I tried
Please know that I tried»

Este segundo verso expresa un mensaje de arrepentimiento y esfuerzo en las relaciones perdidas. La repetición de la solicitud de comprensión refuerza la importancia de transmitir sus intentos y la dificultad asociada con estas pérdidas.

«Do you really think
That I would leave you?
But I couldn’t stand myself
So I had to choose
Still you turn me on
The wild in your eyes
But now I can’t trust myself
To keep on the light
For us to see with»

En el puente de la canción se sugiere un conflicto interno significativo. La incapacidad del narrador (Puciato) para confiar en sí mismo y mantener «the light» («la luz») (posiblemente la claridad mental o la estabilidad emocional) destaca la complejidad de las luchas internas asociadas con los ataques de pánico y el trastorno de pánico.

«I’m frightened in sleep, thinking our world will be gone
Promise me I won’t die
I panic in dreams from when I was still young
Please don’t turn on that light»

La repetición de estos versos refuerza la persistencia de los miedos del narrador y su búsqueda de seguridad y tranquilidad.

En resumen, la letra de «Symptom of Terminal Illness» se vuelve una ventana directa a las luchas personales y desafíos emocionales de Greg Puciato, ofreciendo una representación literal y sin adornos de sus experiencias con los ataques de pánico y el trastorno de pánico. Las metáforas directas y la repetición de temas refuerzan la sinceridad y la autenticidad de la expresión artística en esta canción.

Conclusión

«Symptom of Terminal Illness» de The Dillinger Escape Plan se revela como una obra profundamente personal y visceral gracias a la expresión directa de las experiencias de Greg Puciato con ataques de pánico y trastorno de pánico. A través de una letra que el propio artista describe como una de las más literales y menos abstractas de su repertorio, la canción se convierte en un testimonio íntimo de sus luchas emocionales.

La narrativa de la canción destila una mezcla intensa de miedos existenciales, pérdida y conflictos internos. La sinceridad con la que Puciato aborda sus propios desafíos añade una capa de autenticidad y conexión emocional a la música. Cada verso resuena con la angustia y la vulnerabilidad del vocalista, creando una experiencia auditiva que va más allá de lo artístico y se sumerge en lo personal.

«Symptom of Terminal Illness» no solo es una de las obras más calmadas y sosegadas dentro del esquizofrénico repertorio de la banda; es una ventana a la mente del creador, un viaje a través de sus miedos más profundos. La canción se erige como un testimonio valiente que desdibuja las líneas entre la creación artística y la experiencia humana, y te llega, sobre todo si tú también te has enfrentado a luchas similares. En última instancia, la canción se convierte en un recordatorio poderoso de la capacidad transformadora de la música cuando se fusiona con las vivencias más íntimas del artista.

Incluida en su último esfuerzo musical, la canción no solo destaca por su potente carga emocional, sino que también sirve como un capítulo significativo en la despedida de la banda. La elección de abordar temas tan personales y desafiantes parece ser una declaración final y valiente por parte de Greg Puciato y la banda en su conjunto. Al optar por compartir estas experiencias íntimas, la canción se convierte en un testimonio no solo de la individualidad del vocalista sino también de la sinceridad que caracteriza a The Dillinger Escape Plan.

Dissociation no solo representa un cierre musical, sino también una despedida emotiva de una banda que desafió límites y definió géneros, y la inclusión de «Symptom of Terminal Illness» actúa como un epílogo resonante, teñido de la honestidad y la vulnerabilidad que definen el trabajo final de la banda. En su totalidad, el álbum y esta canción en particular se erigen como una despedida impactante y memorable para The Dillinger Escape Plan, dejando una marca imborrable y quizá inigualable en la escena musical.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 531 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.