Ozzy Osbourne – No More Tears (Especial 30º Aniversario)

Ficha técnica

Publicado el 17 de septiembre de 1991
Discográfica: Epic Records
 
Componentes:
Ozzy Osbourne - Voz
Zakk Wylde - Guitarra
Michael Inez - Bajo
Bob Daisley - Bajo
Randy Castillo - Batería
John Sinclair - Teclados

Temas

1. Mr. Tinkertrain (5:56)
2. I Don’t Want to Change the World (4:06)
3. Mama, I’m Coming Home (4:12)
4. Desire (5:45)
5. No More Tears (7:24)
6. S.I.N. (4:48)
7. Hellraiser (4:53)
8. Time After Time (4:20)
9. Zombie Stomp (6:14)
10. A.V.H. (4.13)
11. Road to Nowhere (5.10)

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A inicios del año 1992, año olímpico, paseando por el centro de Barcelona con mi amiga del instituto, sorprendentemente hallamos un sobre con cien mil pesetas. Una auténtica casualidad, realmente excepcional. Digamos que de forma parcial, este extraño suceso es la breve introducción al No More Tears (1991) de Ozzy Osbourne. El inesperado encuentro, lo dividimos entre dos y nos dirigimos a Discos Balada (tienda ya desaparecida que estaba ubicada en el carrer de Pelai). Vacié toda la cubeta de discos de Black Sabbath y la de Ozzy Osbourne. El por qué tenía esa necesidad en parte podría ser… ¿como se va a resistir un adolescente inmaduro e influenciable a introducirse en la música de un catador de murciélagos, decapitador de palomas o urinador del Álamo? Ese día volví a casa con dos bolsas cargadas. Contenían todos los LP’s de Black Sabbath con Ozzy Osbourne, desde Black Sabbath a Never Say Die; también el Heaven and Hell con Dio, el Born Again con Ian Gillan e incluso The Eternal Idol con Tony Martin.

A parte, me agencié todos los discos publicados del Madman hasta el momento; desde Blizzard of Ozz (1980) a nuestro protagonista No More Tears. No los menciono porque como bien sabéis, hay unos cuantos, como curiosidad decir que incluyo rarezas como Speak of the Devil, el esencial Tribute o el EP Just Say Ozzy. Adentrándonos en el No More Tears, decir que contiene algunos temas que en actuaciones, lanzamientos directos o recopilatorios, suele incluir nuestro protagonista. Un ejemplo es el Live & Loud, grabado durante una macro gira realizada alrededor del mundo durante los años 1991-1992. A partir de ésta, la cabeza privilegiada para las ventas de su esposa y manager Sharon, se ingenió realizando un juego de palabras con el No More Tears y aprovechando el tirón de la gran canción, para sacarse la gira No More Tours (parece que se extendió durante décadas derivando en No More Tours 2; vamos, de chiste pero muy eficiente).

Como última anécdota antes de comentar  el disco No More Tears decir que la misma amiga del instituto que presentaba al inicio, me regaló una camiseta que compró en Londres de Ozzy. En la parte posterior en letras rojas ponía No More Tours 1992, y en el frontal sentado en la taza, el bueno de Ozzy leía una revista. Con el paso de los años y con mucha perspectiva, es de chiste, porque finalmente se me presentó la oportunidad de ver en directo a Ozzy en la gira No More Tours 2, un jueves 5 de julio de 2018 en el Rock Fest de Barcelona.

Lógicamente disfruté como un loco. El caso es que tuve la duda, hasta último momento, de si ponerme la camiseta del No More Tours del 92 de Ozzy, o una de Black Sabbath del álbum Reunion de los cuatro de Birmingham; al final me decanté por Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, que al fin al cabo es el inicio de todo este rollo y son insuperables. En el concierto cayeron cuatro temas del álbum No More Tears. Vamos ya al disco; la pegadiza “I Don’t Want to Change the World”. Es uno de los cuatro temas en los que participa en la creación Lemmy Kilmister. Es un temazo potente con un Randy Castillo a los parches consistente y con mucha pegada. “Mama, I’m Coming Home” parece ser que es lo que le dice Ozzy al teléfono a Sharon cuando se acerca el final de una gira. Se aprecia en la guitarra de Zakk Wylde cierto aire sureño de country-rock. En este corte también participa Lemmy en la composición. Es una excelente balada marca de la casa, igual que “Road to Nowhere”; aquí el sonido de la guitarra es muy acorde con los tiempos de gestación del disco.

Otro tema que nunca falta en recopilatorio o directo es la canción que da título al disco: “No More Tears”. En este corte Mike Inez hace un trabajo espectacular con su línea de bajo abriendo la canción genial. Posteriormente aparece Ozzy con su diabólica historia de un asesino que amenaza a strippers. Zakk Wylde se luce a la guitarra y resaltar el break en el que aparece la sección de violines y el buenísimo teclado orquestal de John Sinclair. El video de este tema está realmente elaborado. Un poco a cuenta de Zakk Wylde, decir que como bien sabemos, Ozzy siempre se ha rodeado de buenísimos músicos, y partimos de la base de que Zakk Wylde es espectacular, es un guitarrista brutal, realiza excelentes solos y utiliza notables armónicos. De esto no hay duda, y para gustos colores. Pero es que Ozzy Osbourne, inició su carrera con Randy Rhoads, un auténtico talento capaz de diseñar riffs tan potentes como el de “Crazy Train” y posteriormente condicionado por la desgracia, su reemplazo Jake E. Lee era capaz de desarrollar riffs tan demoledores como el de “Rock and Roll Rebel”. Quiero decir que el nivel era altísimo y todos sus músicos buenísimos.

Volviendo al disco protagonista, “Desire” es otro de los temas con aportación en la creación de Lemmy. Un tema muy acertado con estribillo potente y lucimiento de la banda en general, sonando compacta y compenetrada. El cuarto tema y última colaboración de Lemmy, es “Hellraiser”. Es un tema bien facturado que entra muy bien. “Time After Time” es otra balada al estilo Ozzy con un solo de Zakk Wylde buenisímo y un arpegio inicial muy envolvente. El inicio del álbum con Mr.Tinkertrain sonando una cajita de música es ideal, el posterior riff de guitarra estructura la canción para preparar la entrada posterior de Ozzy  presentando la historia de un malvado depredador. Los temas “S.I.N.”, “Zombie Stomp”, y “A.V.H.” desde mi punto de vista son más flojos que el resto, no obstante, la misión de relleno la cumplen con nota en un disco notable.

Está claro que Ozzy inició la década con uno de sus álbumes de mayor éxito. Para mi gusto, son superiores todos los clásicos publicados previamente, el Blizzard of Ozz, Diary of a Madman, Bark at the Moon, The Ultimate Sin, lo cual en cierta medida es normal, e incluso el cuestionado y debatido No Rest for the Wicked (1988), el cual supuso el debut de Zakk Wylde, a mi me convence y disfruto su escucha. Bien es cierto que en este caso, si que prefiero el No More Tears, pero como digo, también me gusta. Ozzy continuaría prosperando, publicando discos interesantes como Ozzmosis (1995), a partir de ahí alguna que otra canción buena en cada una de las entregas. Por ejemplo “Dreaming” en Down to Earth y alguna cosa más. Es curioso que cierta popularidad le llegó con el reality show The Osbournes. A día de hoy el madman continua al pie del cañón. Su último álbum Ordinary Man (2020), es bonito poder escucharlo; Let the madness begin!

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Sobre Víctor Salas 58 Artículos
Me gusta la música en su abanico más amplio, las películas de terror con sus monstruos más famosos, y leer sorprendentes relatos.