Los 5+2 temas imprescindibles de Aerosmith según… Science of Noise

Ha saltado la noticia de que los míticos Aerosmith planean una gira de despedida. Desconocemos si será una de esas despedidas a lo Kiss o Scorpions, que duran más de un lustro, o si de verdad ponen en off los amplis.

Sea como fuere, Aerosmith es una de esas bandas imprescindibles para entender el rock. Quizá las nuevas generaciones los conozcan, básicamente, por sus baladas, especialmente la que sirvió como banda sonora de una peli de catástrofes y salvar el mundo. Su repercusión está fuera de toda dudas, siendo uno de esos grupos que puede gustar a gente de lo más variopinta, tanto por edad como por gustos musicales.

Ahora que, supuestamente, lo dejan, nuestra redacción trae un buen puñado de canciones que considera imprescindibles.

 

«Dream On» por Jordi Tàrrega

Álbum: Dream On (1973)
Discográfica: Motown
Autor: Steven Tyler

Dream On” surgió mientras tocaba el piano cuando tenía 17 o 18 años y no tenía ni idea de cómo componer canciones. Era sólo… aquel soneto que un día empecé a tocar. Nunca me hubiese imaginado que se terminaría convirtiendo en una canción completa ni nada parecido.” (Steven Tyler)

Absoluta maravilla… Cuando en 1973 debutaron Aerosmith con su homónimo primer disco había una composición que sobresalía especialmente y no era otra que el tema que nos ocupa: “Dream On”. Es la segunda canción más interpretada por el grupo detrás de otra inmortal “Walk This Way”, otra que estaba en ese primer disco de portada horrorosa. Este baladón fue escrito en 1965 por Steven Tyler siendo él adolescente y llegó a ser tocada en directo en una de las primeras bandas del icónico vocalista.

La mayoría de críticos se cargaron nuestro primer disco y dijeron que copiábamos cosas de los Stones. Este tema es la suma de toda la porquería que haces cuando entras en un grupo nuevo.” (Steven Tyler)

“Dream On” es una de las más bonitas baladas jamás escritas y cuando suena esa escalofriante entrada con el punteado, el bajo en segunda y la guitarra dibuja ese fraseo tan mítico para que empiece a cantar Tyler sobre el piano… se te hiela la sangre. Joey Kramer entra con la batería para pasar a un verso con toda la banda completa y jugar con la intro en intersecciones. Todo explota en un estribillo colosal y hay magia en todo lo que suena. Hay incluso un sonido-efecto que nunca he terminado de descifrar y posiblemente sea ese plus que hace que esto sea más un hechizo que una canción.

El final está a la altura de la brillante composición subiendo todo de volumen, con el presente bajo de Tom Hamilton y con los míticos agudos de un vocalista que estaba destinado a hacer historia junto a un grupo irrepetible. Cierran con otra vuelta al estribillo y el final lleva un gong con esos efectos finales en fade out. A nivel de letra la cosa es profunda con frases como “Tienes que perder para saber cómo ganar” y que uno debe soñar y soñar en grande porque un buen día todo se termina abruptamente. Es también un dardo contra la prensa de la época que terminó atacando al disco debut del grupo de Boston.


«Draw the Line» por Rubén de Haro

Álbum: Draw the Line (1977)
Discográfica: Columbia Records
Autores: Steven Tyler y Joe Perry

Aerosmith lo dejan y yo con estos pelos. Si bien no es una banda que haya seguido con asiduidad, sí que les hinqué el ojo y las dos orejas durante unos cuantos años de mi más moza juventud. Hablo de una época en la que comprar LP’s era de frikis, comprar CD’s era caro y comprar cassettes, barato. Así que me hice con todos sus trabajos clásicos de los 70 en cinta, y obviamente Draw the Line (1977) era uno de ellos… muy a pesar de su discutible pero creo que icónica portada.

Podríamos decir que, en mi vida, hay dos momentos clave en mi relación con los de Boston. El primero, la llorera que me pegué cuando no pude ir a verlos al Palau dels Esports de Barcelona junto a Mr. Big, el 4 de noviembre de 1993, dentro de su Get a Grip Tour. No por decisión propia, sino porque mis padres no me dejaron ir solo; tenía solo 16 años. El segundo, tuvo lugar unos meses más tarde, el 10 de junio de 1994, en Zaragoza para más señas. No sé si por insistencia mía o porque mis padres se sentían culpables por no haberme dejado ir a verles en Barcelona meses antes, o quizá porque en aquélla ocasión no iba yo solo, pues mi padre nos llevó en coche a mi hermano, a mí y a una amiga, a verles actuar junto a Extreme en la Plaza de Toros de la capital maña. La única vez que les he podido ver en vivo, así que espero que se dejen caer por aquí para poder despedirme de ellos com cal.

Decenas, centenares de temazos podemos encontrar dentro de su discografía, pero para este Top, me he decantado por uno de los temas preferidos de la banda —a tenor de las veces que lo han tocado en directo— y omitidos por casi tod@s los fans a la hora de nombrar sus piezas preferidas. Retrocedamos atrás en el tiempo hasta finales de los 70…

Draw the Line, el álbum, no fue tan inspirador como los dos álbumes que le precedían —Toys in the Attic (1975) y Rocks (1976)—, quizá porque los miembros de la banda estaban más por otras cosas: peleas, choques de ego, excesos de todo tipo… A diferencia de los éxitos de sus primeros álbumes, la banda evita experimentar en el estudio e incursionar en diferentes estilos; en cambio, regresan al hard rock simple y directo. La canción principal que abre el álbum presenta un riff de slide guitar gloriosamente abrasivo, mientras que la más bien punk «Bright Light Fright» es el primer tema de la banda cantado por el propio Joe Perry. Otros aspectos destacados incluyen la reinterpretación de «Milk Cow Blues», tema del grupo anterior a Aerosmith de Perry, Jam Band, así como «I Wanna Know Why», «Critical Mass», «Get It Up» y mi segunda preferida del trabajo, «Kings and Queens». Draw the Line resultaría ser el último verdadero álbum de estudio de la formación original de Aerosmith en casi una década.

«Draw the Line», el primer single extraído del quinto álbum de Aerosmith, veía la luz en un momento en el que su estilo de vida estaba marcado por el consumo de drogas, lo que estaba obstaculizando su productividad. La cosa estaba bastante tensa cuando alquilaron una finca en Armonk, Nueva York para grabar el álbum, por lo que la banda hizo entre muy poco y nada durante las seis semanas que estuvieron allí encerrados. La mayor parte del álbum se grabó en The Record Plant en la ciudad de Nueva York. El productor, Jack Douglas, dice que el título era un indicador de lo que estaba pasando en la banda. Según declararía el propio Joe Perry, las líneas de coca y de heroína les perseguían. Fue el guitarrista quien escribió esta canción con la ayuda de Steven Tyler.

«Éramos drogadictos incursionando en la música, en lugar de músicos incursionando en las drogas.»

«Draw the Line» es como muchas canciones de Aerosmith: una sucesión de letras que consisten en frases descriptivas —en este caso, girando alrededor del mundo de las drogas—, unidas de una manera que suenen bien… ¡y vaya si suena bien este tema! Pero son letras esencialmente aleatorias que describen situaciones aleatorias, que no están relacionadas de una manera para que tengan uno u otro sentido. Es, en definitiva, una serie de imágenes geniales, improvisadas en un esquema de rima.

Aparte de eso, «Draw the Line» es una canción, un temarral de lo más rockero, probablemente uno de sus cinco o seis mejores temas. Rebosa actitud y entra de maravilla. Es absolutamente simple, y funciona debido al poder del slide riff del bueno de Joe Perry y la fuerza de la voz principal del aún más bueno de Steven Tyler. En directo, además de ser uno de sus temas fetiche —solo superado por clásicos del calibre de «Walk This Way», «Dream On», «Sweet Emotion» o «Love in an Elevator»—, puede ser bastante trascendente, especialmente la interpretación de Perry. Si alguien piensa que es fácil escribir un riffaco así, que lo intente… y fracase estrepitosamente. Sin embargo, como letrista, Tyler es una especie de paradoja. Algunas de sus líneas son geniales, inteligentes y fonéticamente poderosas. Pero sobre todo, una gran línea es seguida por una algo/bastante más débil, y nunca parecen sumar ningún tipo de descripción de algo específico. Es, para entendernos, como las letras de Héroes del Silencio. Frialdad surrealista. Pero, ojo, es genial si no te importa que la letra no tenga sentido.

Aún así, ante esa aparente inconexión interna, las letras de Steven Tyler suelen estar cargadas de imágenes vagamente libertinas que hablan de un momento salvaje con una chica llamada Carrie. Cuando la revista Rolling Stone le preguntó sobre la línea «She was a wet nap winner», Tyler explicó que una «wet nap» («siesta húmeda») es algo con lo que limpias el trasero de los bebés, añadiendo:

«En el pasado, si tenías la suerte de ligarte a una azafata en un avión y liarte con ella en el baño, todo lo que tenías para limpiarte era una ‘siesta húmeda’. Las mejores letras son como los huevos revueltos que tienes en tu cabeza sobre una situación en concreto. Y tengo esta extraña manera de entretejer la mierda.»

«Draw the Line» es, en definitiva, una de esas canciones de relleno pasadas por alto que realmente molan… ¡mucho! Cuanto más la escuchas, más la amas.


«Dude (Looks Like a Lady)» por Xavi Prat

Álbum: Permanent Vacation (1987)
Discográfica: Geffen Records
Autores: Steven Tyler, Joe Perry y Desmond Child

Escoger una sola canción de una discografía tan amplia como la de Aerosmith es harto complicado. Tienen temas muy buenos, himnos del rock, como una de nuestras secciones, así que toca deshojar la margarita. Si bien es cierto que el primer tiro iba hacia «Road Runner», al ser una versión la descarté, y como un «Dream On», un temazo absolutamente inmortal, ya estaba cogida, me decido por esta gran pieza.

«Dude (Looks like a Lady)» tiene todo lo que le pido a un buen tema de rock. Tiene actitud. Tiene cachondeo. Tiene melodía e, incluso, tiene historia. La crearon inspirándose en Mötley Crüe, más concretamente en su cantante (que, según ellos, parecía una chica), y que constantemente iban llamándose dude (tío). A partir de ahí, y más con el video que acompañó al lanzamiento, la controversia sobrevino tachando al grupo de transfóbicos y demás lindeces, ya que la comunidad LGTBI lo tomó como una crítica, a pesar de que el propio Desmond Child, uno de los autores del tema, es gay.

Más allá de polémicas, el tema es una buena excusa para mover las caderas cada vez que suene, y escuchar la sección de viento de acompañamiento no hace más que sumar puntos a esta sensación de sobradez que desprende.

¡Grande Dude y grandes Aerosmith!


«Love in an Elevator» por Abel Marín

Álbum: Pump (1989)
Discográfica: Geffen Records
Autores: Steven Tyler y Joe Perry

Pues sí, amig@s, parece ser que Aerosmith han decidido poner punto y final a su carrera con una megalítica gira de despedida…. Espera, eso me suena. ¿No era la misma gira de despedida con la que vinieron al Rock Fest en 2017? Pues tiene pinta que la historia vuelve a repetirse. Así pues, amigos de Kiss, Scorpions y demás leyendas, ya tenéis otros compis con los que acordar dónde tocar copando las cabeceras de los festivales, hasta no se sabe bien cual será el último. Pero no estoy aquí para juzgar a nadie, únicamente soy un humilde fan de la música, sino para elegir un tema emblemático o personalmente importante para un servidor.

Cabe destacar que para no ser absolutamente seguidor de los de Boston, me ha costado decidir entre varios hits de su dilatada carrera. Ahí tenía apuntados en la lista “Walk This Way” con Run- D.M.C., “Sweet Emotion” o cualquiera de su aclamadísimo Get a Grip (1993), disco con el que recientemente celebramos su 30⁰ Aniversario. Nunca he indagado demasiado en su extensa discografía, pero sí me he recreado en su interesante actividad audiovisual, pues hay que reconocerles que, al igual de hitazos, de videoclips tienen muchos y muy bien paridos (gracias papi Steve por presentarnos a nuestra idolatrada Liv).

Así pues, una vez escogida la canción, ¿cuál ha sido el motivo? Mi primera toma de contacto con el videoclip y la canción, sí en ese orden. Aún recuerdo esas tardes en la que varios amigos adolescentes nos dedicamos a devorar esos recopilatorios en VHS. DIO, Motörhead, Krokus, Iron Maiden y un largo etcétera eran visionados en bucle, siempre y cuando no cayera entre nuestras manos cualquier otro soporte visual, con cierto contenido para adultos, que hiciera postergar nuestro amor por el metal para dedicar nuestra atención y esfuerzos en lo que allí se mostraba.

Es en esos momentos de despertar metálico y sexual que nos impactó este “Love in an Elevator” que me ocupa. Así como esa extraña portada en la que aparecen dos camionetas solapadas simulando un acto de apareamiento. ¿Los padres de Matter de Cars? Creo que necesito unas vacaciones.

El inicio se mostraba fuerte, con esa espectacular y escotada botones invitando pícaramente al Sr. Tyler a ir going down, mientras por otro lado Joe Perry se pasa todo el videoclip arrimando cebolleta y retozando con una señorita rubia de muy buen ver. En todo el videoclip se nos dejaba intuir, a modo de pasarela de moda o espectáculo circense, cualquier filia sexual que se nos pudiera imaginar. Hasta el más íntimo y solitario acto onanista tiene cabida (sólo hay que ver a ese actor con una revista bajo el brazo). 

¿Qué decir de la banda? allí estaban actuando sobre un escenario mostrando clase y desenfreno a partes iguales. Se encontraban en un estado de forma espectacular y así lo mostraban. Lo más vistoso, a parte de los pantalones de estampación de vaca con flecos de Joe Perry (¿Tendrá algo que ver con la icónica portada de su siguiente disco?) y la elegancia en el vestir del resto de músicos,  es ver a  Steve Tyler enfundado en un traje rojo y negro con encaje dándolo todo contoneándose y arrastrándose lascivamente allá por donde podía. Siempre me hipnotizaron sus eléctricos movimientos (¿Mick Jagger y él fueron separados al nacer?).

Así que a pesar de lo cansina que pueda ser si eres oyente de Rock FM (como dirían en el podcast El Condensador de Fluzo, si ponéis Rock FM sonará ahora después de “The Trooper”) esta será, junto a “Walk This Way”, mi canción favorita, ya que siempre es bonito recordar como empezó todo esto.

Disfrutad y… Going dooown


«Livin’ on the Edge» por Albert Vila

Álbum: Get a Grip (1993)
Discográfica: Geffen Records
Autores: Steven Tyler, Joe Perry y Tyler Hudson

Hace poco celebramos los treinta años de la publicación de Get a Grip y se me quedó en en el tintero escribir algo sobre este disco, ya fuera a nivel de artículo, de canción perfecta, de «Himno del Rock» o de lo que fuera que se me ocurriese. Por suerte, los dioses del destino me ofrecen esta nueva oportunidad de hacerlo gracias a la (teórica, que yo ya no me creo nada a estas alturas) gira de despedida final de Steven Tyler y compañía, y como a los dioses del destino mejor que no les toques los huevecillos, no seré yo quien me atreva a desaprovecharla de nuevo.

El hecho es que, tras las primitivas y aún tentativas adquisiciones de discos de Roxette, Dire Straits, Bruce Springsteen o Depeche Mode, éste y no otro fue el primer álbum de hard rock que decidí comprarme. En consecuencia, los de Boston pasaron a ser mi primera banda favorita de verdad y (más importante aún a los catorce años), fueron también protagonistas destacados del primer uniforme del que me sentía realmente orgulloso y que llevaba tan a menudo como fuera posible: Panama Jack marrones, pantalones azules, camiseta negra con la portada del Get a Grip y camisa de leñador de cuadros rojos y negros abierta.

Es posible que esta pasión por la banda fuera meramente circunstancial y se debiera al simple y aleatorio hecho de que este disco fue publicado exactamente en el momento correcto para mí (y si lo hubieran publicado tres meses más tarde, este lugar de privilegio lo hubiera tomado cualquier otro), pero ávido como estaba por empaparme de nueva música, la aparición de «Livin’ on the Edge» en Los 40 principales supuso una pequeña obsesión temporal para mí (he de deciros que yo soy mucho de pequeñas obsesiones temporales). La canción me flipó por todos lados y me quedé irremediablemente prendado de la magnífica guitarra acústica inicial, de la voz de Steven, de las patinadoras metiéndole stickazos a los coches aparcados, la presencia de John Connor, la estética de la banda, los morros y la dentadura perfecta del señor Tyler, la letra, los coros y los guitarrazos, los punteos y la actitud pasota de Joe Perry.

Inmediatamente después vino la compra del disco y el descubrimiento de nuevos singles como «Eat the Rich» y el trío de baladas casi intercambiables formado por «Cryin'», «Crazy» y «Amazing». El fondo de armario con «Fever», «Walk on Down» o «Line Up» tampoco me desagradó para nada, pero «Livin’ on the Edge» siguió siendo siempre mi favorita, y muy probablemente aún lo es. Se trata de una canción relativamente simple en su estructura pero llena de momentos épicos y de hooks irresistibles. Es pegadiza como ella sola y repite muchos pasajes sin ser pesada en ningún momento, y se ha convertido por méritos propios en una pieza imprescindible de los repertorios de la banda desde su salida (según setlist.fm, top ten de la historia de la banda y segunda de este disco tras «Cryin'»).

Hablando de repertorios, mi pasión temporal por la banda tenía que verse apoteósicamente refrendada con la asistencia al concierto que venían a dar al viejo y mítico Palau d’Esports de Montjuïc el 4 de noviembre de 1993 junto a Mr. Big (por lo que veo, ojo, la primera vez que tocaban en España de siempre). Mis amigos y yo (junto al padre de uno de ellos, que sin acompañamiento de un adulto no podíamos entrar…..) nos compramos la entrada con tanta ilusión como decepción me supuso que, a la hora de la verdad, el concierto coincidiera con las colonias del instituto (¡una noche al año que nos íbamos de colonias y tenía que ser justamente esa!), con lo que me fue imposible ir (y ya nunca pisé ese recinto). Aunque bueno, como mis amigos y yo no nos conocíamos nada más allá de Get a Grip y ese día no tocaron más que cuatro temas contados, pues supongo que no nos lo pasaríamos tan bien, ¿no? ¿No…? 🙁

Al cabo de bien poco tiempo descubrí a Metallica, a Maiden, a Megadeth, a Slayer y a mil bandas más, así que Aerosmith quedaron relegados rápidamente a mi pasado, y mientras ellos lo petaban componiendo bandas sonoras de Armaggeddon, yo me centré en descubrir las cosas más pútridas, oscuras y satánicas que pululaban por el mundo extremo metálico. Con los años, he escuchado y apreciado sus discos clásicos como no hice en su momento, y no fue hasta su visita al Rock Fest BCN de 2017 que pude verlos por fin. No me pillaron muy metido en su música, pero en todo caso me encantó verlos y pienso que se marcaron un señor bolaco. Bandaza como una casa con un carisma nato y una carrera de merecido éxito a pesar de sus innegables altibajos. ¡Gracias por todo, Aerosmith!


«Amazing» por Susana Masanés

Álbum: Get a Grip (1993)
Discográfica: Geffen Records
Autores: Steven Tyler y Richard Supa

Si recientemente celebrábamos el 30º Aniversario del último gran disco de la carrera de Aerosmith, Get a Grip (1993), es momento de profundizar en una de sus baladas por antonomasia para entender muchas de las cosas que sucedieron a la banda por aquel entonces. «Amazing», una de las tres power ballads incluidas en este álbum, además de ser una canción enorme, esconde una historia tras ella que no tiene desperdicio y merece ser revisada a conciencia.

Esta canción nos ofrece una mirada retrospectiva sobre las adicciones de Steven Tyler, entrelazándola con la trayectoria de la banda. En la letra encontramos muchas alusiones literales y otras un tanto más sutiles, pero fácilmente reconocibles, que nos ayudan a comprender la montaña rusa por la que su frontman circuló a finales de los años 70 y los 80. Richard Supa, co-compositor del tema junto a Steven Tyler, quien sufrió de las mismas adicciones que él (entrando incluso en la cárcel al ser detenido por posesión de drogas), fue readmitido como colaborador una vez completado su proceso de rehabilitación, tal y como hiciera el cantante unos años antes que él, de ahí que surgiera tan buena sintonía entre ambos a la hora de crear la lírica de manera conjunta.

De este oscuro pasado común surgieron muchas de las estrofas que iremos comentando brevemente e incluso el título del tema, «Amazing», el cuál podríamos traducir como sorprendente. A raíz de una conversación telefónica en la que ambos se sorprendían de que hubieran logrado salir de las drogas, surgió la idea de este tema y consecuentemente, su título. La primera de sus estrofas, sin ir más lejos, la aportó Richard Supa al haberla escuchado en una de sus sesiones de alcohólicos anónimos, ya que le pareció muy definitoria de su experiencia pasada:

«I kept the right ones out, and let the wrong ones in / Dejé las cosas buenas malas fuera, dejé que entraran las malas»

En su segunda estrofa, se sirven del concepto del álbum, Get a Grip, para describirnos el descenso al mundo de las drogas:

«When I lost my grip and I hit the floor / Cuando perdí el control y me estrellé contra el suelo»

El estribillo, tal y como hemos adelantado, pivota sobre la idea de la recuperación, del sorprenderse por el hecho de tomar la decisión de salir del submundo de las adicciones y, además, hacerlo con éxito. A continuación, durante el puente, se hace alusión literal a Permanent Vacation (1987), momento de resurgimiento de la banda posterior a la rehabilitación de Steven Tyler, y se preguntan de una forma un tanto metafórica cómo hubieran podido resistir estando metidos en sórdidos asuntos («How high can you fly with broken wings / Cuán alto puedes volar con las alas rotas»), entendiendo que las alas que mencionan son las que aparecen en el logo de Aerosmith. Una última estrofa nos vuelve a describir las duras vivencias de épocas pasadas, pero para no dejarnos con ese regusto amargo, recuperan el mensaje positivo a través de una repetición del estribillo, cerrando el círculo de esta manera. No está nada mal para ser una autobiografía.

Musicalmente hablando, «Amazing» dio de nuevo en el clavo comercial como su predecesora en el álbum, «Cryin'». De largo es la balada más emocional de Get a Grip, pues tal y como hemos visto en su letra, es la que toca temas más personales. El uso del piano, ya utilizado en el pasado en baladas como “Dream On”, unido a la instrumentación de cuerda, sirven para potenciar esa profundidad emotiva perseguida. ¡Y vaya si lo consiguen! Su estructura no presenta grandes sorpresas, quizás lo más destacado sería el final, un solo de guitarra que se alarga y alarga in crescendo para culminar el tema por todo lo alto. Curiosamente (en la mayoría de casos, se suele optar por todo lo contrario), este solo se alarga más en el vídeo que editaron para este tema y que resultó todo un éxito al ser emitido incesantemente por la cadena MTV. No podemos obviar que tuvo una gran repercusión al tratar algo tan novedoso como lo era la realidad virtual en aquél entonces. No obstante, yo me pregunto, ¿qué relación tiene la historia propuesta en el vídeo con la temática real de «Amazing»? ¡Ninguna! Un vídeo estupendo con fines meramente comerciales. Ahí lo dejo a modo de reflexión.


«Jaded» por Beto Lagarda

Álbum: Just Push Play (2001)
Discográfica: Columbia Records
Autores: Steven Tyler y Marti Frederiksen

Ya sabéis que soy el tipo raro al que le gustan los peores discos de las bandas… no es por tocar los xxx, simplemente que siento conexión especial por ciertos trabajos en función de alguna etapa concreta de mi vida. En el caso de hoy, siempre he sido admirador de Just Push Play (2001), uno de los discos más odiados de Aerosmith.

Mi incursión en el hard rock clásico fue algo tardía y muy puntual. Nunca he profesado mi más alta admiración por el estilo. Aunque si hay una banda a la que siempre he considerado especial por encima del resto es Aerosmith. Con el permiso de Led Zeppelin claro.

Viajo atrás en el tiempo, principios de los 2000. Tras ya disfrutar de bandas como Metallica, Iron Maiden, Megadeth, Slayer, Black Sabbath… un cambio de escuela propició algunos cambios en mis hábitos musicales. Abandonar el colegio de mi infancia en mi pequeño pueblo y arrancar una nueva vida en una escuela mayor en pleno Barcelona me abrió caminos nuevos enfrente de mi jovial acné y mis greñas deshilachadas. Allí, en mi nuevo curso conocí varios compañeros ya metidos en el mundo del metal y el rock. Recuerdo como si fuera ayer el primer día de clase, sentado yo en la última silla y justo en frente tenía un “lanudo” con una “chupa” con el parche de Get a Grip (1993) de Aerosmith. A mi me sonaban claro, pero les había escuchado relativamente muy poco. Pero ese motivo fue el que me acercó al chaval, “Eh! A mi también me molan Aerosmith, era un poco mentira piadosa, pero fue la excusa para abrir conversación. Aún hoy, aunque casi no hablamos y nunca nos vemos, sigo teniendo cierta amistad con el chico.

Al poco de todo esto y de mi nueva incursión en la discografía de la banda de Steven Tyler, salió a la venta Just Push Play y acabé por comprarlo. Un, disco que en su momento disfruté mucho. Tenía un sonido más actual, un rock más moderno. Aunque con el tiempo he acabado por dar al razón al mundo mundial y admito que es uno de los trabajos más flojos de Perry & Co., aún hoy le sigo teniendo un cariño especial.

Y como no podía ser de otra forma, mi canción escogida para ilustrar este pequeño homenaje que destinamos a Aerosmith tras conocer que, parece ya que ahora sí, será su última gira, me declino por una canción del disco: “Jaded”.

“Jaded” es una canción muy dinámica, con melodías muy contrastadas con un gran trabajo rítmico y un gran gancho. La producción es increíble. Muy nítida y limpia, con un sonido de fondo estremecedor y mucho espacio entre los instrumentos. Aerosmith sabe buscar el sonido setentero y actualizarlo en pleno cambio de milenio. Steven se muestra intratable y nos vuelve a recordar que es uno de los mejores cantantes de rock de todos los tiempos. El gran trabajo de guitarra rítmica, principal y de gancho de Whitford es también genial.

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