Las 5 mejores canciones de Extreme según… Science of Noise

Extreme es una banda de rock estadounidense formada en 1985 en Boston, Massachusetts. Está compuesta por Gary Cherone en la voz principal, Nuno Bettencourt en la guitarra principal y coros, Pat Badger en el bajo y coros, y Paul Geary en la batería (sustituido posteriormente por el crack de Mike Mangini —ahora en Dream Theater— y luego por Kevin Figueiredo —compañero de Nuno en Dramagods y Population 1—, quien todavía milita en la banda).

La banda se hizo famosa en la década de los 90 con su estilo único de rock melódico y su habilidad para combinar elementos de diversos géneros como el hard rock, el funk y el pop. Extreme ganó reconocimiento por su virtuosismo musical, letras ingeniosas y actuaciones enérgicas en directo.

Extreme ha lanzado varios álbumes exitosos a lo largo de su carrera, pero su álbum más destacado y aclamado es Extreme II: Pornograffitti (1990). Este álbum incluye algunos de sus mayores éxitos, como «More Than Words» y «Hole Hearted», que se convirtieron en himnos y les proporcionaron un éxito masivo en las listas de música.

La banda ha creado un catálogo diverso y memorable de canciones a lo largo de su carrera. Además de sus éxitos más conocidos, Extreme ha lanzado álbumes que han sido elogiados por su calidad musical y composición sofisticada. Canciones como «Decadence Dance», «Get the Funk Out», «Rest in Peace», «Cupid’s Dead» y «There Is No God» son solo algunas de las muchas canciones memorables que han dejado su marca en la historia del rock.

Seleccionar solo cinco canciones para elaborar un Top 5 de Extreme es una tarea difícil, ya que la banda tiene una gran cantidad de canciones destacadas en su discografía. Su capacidad para combinar melodías pegadizas, letras significativas y habilidades instrumentales excepcionales han sido la clave de su éxito duradero.

Así que, aprovechando que a finales de la pasada semana la banda publicaba Six (2023), su sexto álbum de estudio, cuatro intrépidos miembros de la redacción… sí, solo cuatro, hemos sido capaces de condensar en estos escritos nuestra más profunda admiración por una de las bandas de hard rock más memorables y quizá infravaloradas de las últimas décadas.

 

«Kid Ego» por Rubén de Haro

Álbum: Extreme (1989)
Discográfica: A&M Records
Autores: Gary Cherone y Nuno Bettencourt

«Kid Ego» es el tercer corte del homónimo álbum debut de la banda Extreme, lanzado en 1989. La canción, desde su título, sugiere una exploración de la figura de un ego juvenil o exagerado, y su relación con David Lee Roth, vocalista de Van Halen en ese momento, es interesante de analizar.

En primer lugar, es importante destacar que Extreme se formó en la década de los 80, cuando Van Halen era una de las bandas de rock más influyentes y exitosas del mundo. David Lee Roth era conocido por su personalidad extravagante y carismática, así como por su habilidad para llevar al escenario su particular y único sentido del espectáculo.

La canción puede interpretarse como una crítica o una parodia a la actitud de David Lee Roth y a los estereotipos asociados con el típico rockstar egocéntrico. La letra de la canción enfatiza el deseo de atención y reconocimiento de un joven con un ego por las nubes. Podría ser una manera irónica de señalar los comportamientos excesivos y las actitudes arrogantes de algunos músicos en la industria del rock.

«Hey kid, I’m talkin’ to you
What am I supposed to do?
You know that you’re something special
That’s something you already knew»

Considerando la relación con David Lee Roth, es posible que Extreme haya utilizado la figura del kid ego como una referencia a él y a su estilo distintivo. A lo largo de su carrera con Van Halen, Roth se convirtió en un icono del rock con su estilo de vida extravagante y su actitud desenfadada. Sin embargo, también recibió críticas por su egocentrismo y su enfoque en la imagen y el espectáculo en lugar de la música misma.

Al interpretar «Kid Ego» en relación con David Lee Roth, la canción podría sugerir que Extreme era consciente de las actitudes exageradas y el ego inflado que a veces se asocian con el mundo del rock. Podría ser una forma de comentar sobre la superficialidad y el narcisismo en la industria de la música, al tiempo que señala específicamente a una figura destacada como Roth.

«We think your head is getting
Bigger and bigger and bigger
We think you should be taught
Some manners, manners, manners»

Por otro lado, cabe recordar que la relación entre Extreme y Van Halen no acaba aquí, pues Gary Cherone, vocalista de Extreme, fue seleccionado por el propio David Lee Roth como su reemplazo en Van Halen en 1996. Sin embargo, la colaboración entre Cherone en Van Halen fue breve y no resultó en el éxito esperado.

Después de la salida del vocalista Sammy Hagar de Van Halen en 1996, la banda buscaba un nuevo cantante y Roth, quien había dejado la banda en 1985, regresó brevemente para trabajar en un nuevo álbum con ellos. Sin embargo, las diferencias creativas y la falta de éxito comercial llevaron a su separación en 1999, y Cherone dejó Van Halen poco después. Tras su salida de Van Halen, Cherone regresó a Extreme y continuó con la banda. Aunque Cherone tuvo una breve incursión con Van Halen, su principal contribución musical y reconocimiento se encuentra en su formidable trabajo con Extreme.

En resumen, la relación entre Extreme y David Lee Roth se inició en 1989 con «Kid Ego» y «acabó» (pongamos todas las comillas del mundo) cuando Gary Cherone fue elegido para reemplazar a Roth como vocalista de Van Halen. Sin embargo, cabe destacar que Nuno Bettencourt, guitarrista de Extreme, cita a Eddie Van Halen como uno de sus ídolos de la guitarra debido a la influencia significativa que Eddie tuvo en el mundo de la guitarra y su impacto en la música rock en general.

Eddie Van Halen fue reconocido como un innovador y revolucionario de la guitarra eléctrica. Introdujo nuevas técnicas, como el tapping, y creó un sonido distintivo y virtuoso que influyó a innumerables guitarristas posteriores. Su estilo único y su capacidad para combinar riffs pesados con solos técnicos y melodías pegadizas dejaron una huella duradera en la música. Nuno Bettencourt, al igual que muchos otros guitarristas de la época, quedó impresionado y cautivado por el talento y la creatividad de Eddie Van Halen. Bettencourt pudo haberse sentido atraído por la forma en que Van Halen combinaba la destreza técnica con la musicalidad y la energía en sus interpretaciones.

Se como fuere, Bettencourt ha sido reconocido por su enfoque innovador de la guitarra. Ha explorado técnicas y sonidos únicos, aportando nuevas ideas y enfoques a su interpretación. Además, ha utilizado una amplia gama de efectos y pedales para expandir su ya de por sí enorme paleta sonora. Su habilidad para combinar influencias diversas y crear un sonido distintivo y reconocible demuestra su originalidad y visión artística. Estamos ante un Guitar Hero que ha dejado una huella significativa en la historia de la guitarra y es considerado uno de los mejores guitarristas de rock debido a su técnica virtuosa, versatilidad musical, habilidades compositivas e innovación. Su legado como músico influyente y respetado sigue vigente en la industria de la música hasta el día de hoy.


«Decadence Dance» por Rubén de Haro

Álbum: Extreme II: Pornograffitti (1990)
Discográfica: A&M Records
Autores: Gary Cherone y Nuno Bettencourt

Sí, soy yo otra vez. Me cuesta llegar a comprender como no hemos sido capaces de encontrar a una quinta persona para colaborar en este Top, de ahí que me vea maravillosamente forzado a analizar otra canción de Extreme, en este caso incluida en el que para much@s es su mejor trabajo.

«Decadence Dance» es la canción que inaugura el segundo álbum de estudio de Extreme, Extreme II: Pornograffitti (1990). Se trata de una canción que destaca por varias razones. Para empezar, su energía y actitud. Este primero corte tiene una energía contagiosa y una actitud poderosa. Desde el primer acorde, la canción te atrapa con su ritmo vibrante y su impulso implacable. El riff de guitarra y el ritmo enérgico de la batería crean una base sólida y pegadiza que te invita a moverte y disfrutar de la música.

Además, la letra de la canción aborda temas relacionados con el exceso y los vicios de la sociedad moderna (de inicios de los 90). La canción critica la cultura de la decadencia y la obsesión por el placer instantáneo sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo. El mensaje de la canción es provocativo y desafiante, incitando a la reflexión sobre nuestras elecciones y prioridades en la vida.

«Trying so hard to keep up with the Joneses
Running a rat race won by our noses
Always put one foot in front of the other
And dance to the beat of the decadent drummer»

Además de una letra, que podríamos tildar de «provocativa», nos topamos —como sucede siempre que nos topamos con Nuno Bettencourt— con unos pasajes instrumentales brillantes. La canción exhibe la destreza técnica de todos los miembros de Extreme. Los riffs de guitarra de Bettencourt son agresivos y llenos de estilo, mientras que la sección rítmica formada por el bajista Pat Badger y el batería Paul Geary proporciona un respaldo sólido y poderoso. Además, el solo de guitarra en la canción muestra la habilidad virtuosa de Bettencourt y su capacidad para tocar con velocidad y precisión.

la canción combina elementos de hard rock con melodías pegadizas y cambios de ritmo acojonantes. La canción tiene una introducción impactante; esa tormeta, ese piano, esda madre preocupada por su hijo.

«Francis!
Francis! Be careful!»

Y qué decir de los coros: memorables.

«Dance, dance
Dance, dance
Dancing to the decadence dance, dance
Everybody decadancing
Dancing to the decadence
Dancing to the decadence dance, dance, dance»

La canción refleja las influencias variadas de la banda, que van desde el rock clásico hasta el funk y el metal. La fusión de estilos y la habilidad de Extreme para combinar elementos diversos en su música les otorga un sonido distintivo y único. «Decadence Dance» captura la esencia del estilo musical de Extreme y su capacidad para crear canciones poderosas y memorables.


«Get the Funk Out» por Toni López

Álbum: Extreme II: Pornograffitti (1990)
Discográfica: A&M Records
Autores: Gary Cherone y Nuno Bettencourt

Cuarto corte y segundo single del aclamado segundo disco de Extreme, Extreme II: Pornograffitti (1990), que si bien llegó a despuntar en las listas algo más que su predecesor como single, «Decadence Dance», quedó lejos del número uno alcanzado por su icónico «More Than Words» que sería el tercero en ver la luz, contrariamente a lo que se podría pensar dada su trascendencia histórica.

Se trata de un tema de fácil digestión y de apariencia simple que esconde más de lo que aparenta, y que convierte este tema en un clásico instantáneo tanto para los amantes del hard rock como para gente poco familiarizada con el género. Y es que su base contiene una buena dosis de funk como su título acierta a apuntar, pero también una clara estructura blues que hace esta canción accesible a mucho más público del que apuntan este tipo de bandas.

En sus poco más de cuatro minutos encontramos desde ese inicio del bajo de Pat Badger marcadamente funky, hasta unas estrofas y estribillo que juegan a mezclar las guitarras de Nuno Bettencourt con una base rítmica hard rockera apoyada en la pegada de Paul Geary tras los parches.

Una de las partes estelares de esta canción es sin duda el solo de guitarra. Nuno afina medio tono más bajo de lo normal, en Mi bemol, lo cual le da una sonoridad a la pieza menos estridente de lo que podría ser una afinación corriente, y el lucimiento en el poco más de medio minuto de solo es total sin necesidad de recurrir a técnicas especialmente complejas, pero con una facilidad pasmosa para ligar notas combinando tapping con el fraseo frenético en que nos sumerge.

Otro elemento que apoya la canción y realza ese aire funky son los vientos, usados con precisión en partes donde apoyan y destacan la melodía principal sobre la que trabaja la voz.

Gary Cherone, además de cantante, es el letrista de la banda, y en esta ocasión nos ofrece una canción vacilona, de temática desenfadada, y usando un juego de palabras que además de hacer referencia al estilo con el que flirtea el tema, evita posibles censuras de las siempre comedidas grandes empresas de entretenimiento, especialmente americanas, donde la banda de Boston tenía su mayor mercado. La expresión «Get the fuck out», que sí usa por ejemplo Skid Row en un tema de Slave to the Grind (1991), que no aparece en todas las ediciones del disco por el tema de la censura precisamente, y que quiere decir más o menos “vete a la mierda” o a tomar por algún sitio, aquí mantiene todo su sentido en relación a la letra, pero evitando la palabra malsonante, y por tanto, la censura.

«If you don’t like what you see here
Get the funk out
We won’t try to force feed you
Get the funk out»

«If you don’t like what you see, get the funk out» dice el estribillo. Claro y meridiano. Una excelente canción relegada al segundo plano por el éxito de «More Than Words», que vale la pena rescatar, así como todo el Extreme II: Pornograffitti, que fue una estrella brillante en una hard rock que se apagaba en los grandes medios especialmente, y que con Extreme entre otras bandas, mantuvo el tipo durante un tiempo en el que los americanos solo miraban hacia Seattle y otro tipo de sonidos.


«More Than Words» por Susana Masanés

Álbum: Extreme II: Pornograffitti (1990)
Discográfica: A&M Records
Autores: Gary Cherone y Nuno Bettencourt

«More Than Words» es un tema que representa muchas cosas en mi entrée particular en el mundo adulto. Fue el tercer sencillo de Extreme II: Pornograffitti (1990), y aunque su fecha de lanzamiento data del 12 de marzo de 1991, pegó fuerte sin duda en el verano del 1991, cuando yo me encontraba trabajando en Irlanda con tan solo 17 años. Se trataba de pasar el máximo tiempo posible en ese país para perfeccionar el idioma sin arruinar a mi familia, y la única opción laboral que encontré fue hacer de au-pair en Dublín, ciudad escogida intencionadamente con el fin de resolver un asunto amoroso inconcluso del verano anterior. Ironías de la vida, a veces tus planes “idílicos” se dan de bruces con realidades curiosas que en ningún momento has contemplado y he aquí que di con una de esas situaciones tan solo llegar. En mi familia de acogida solo había un bebé que cuidar. ¿Pero cómo se supone que voy a mejorar mi inglés hablándole a un bebé? Sea como fuere, allí estaba yo pasando muchas horas en solitario con aquella criatura, intentando empaparme del idioma vía televisiva y escuchando, cómo no, mucha radio (¡la música que no falte nunca!). Y ahí descubrimos “More Than Words” (yo y el pequeño ser al que cuidaba). Era sonar las primeras notas que la cogía en volandas para bailar y le cantaba, arrancándole muy posiblemente las primeras carcajadas de su existencia. La cara de felicidad de esa criatura en aquel momento es algo imborrable por muchos años que hayan pasado. Si le “inoculé” algo de amor por la música a ese pequeño ser a tan temprana edad nunca lo sabré, pues le perdí la pista a esa familia, pero ojalá haya sido así; al menos por mi parte intenté transmitirle algo que para mí siempre ha sido importante.

Regresando a «More Than Words», como comentado, mi acercamiento a él fue a través de la radio y es curioso que en ningún momento se me pasó por la cabeza que su autoría pudiera provenir de una banda de metal. Yo simplemente lo escuchaba y alucinaba con ese juego armónico tan bonito de las dos voces de Gary Cherone y Nuno Bettencourt y la guitarra acústica. Al regresar a España y gracias a una parabólica un tanto pirata que teníamos en casa, di con el vídeo y ¡sorpresa! Dos melenudos con muy buenas pintas y unas sencillas imágenes en blanco y negro de ellos interpretando el tema me descubrieron a unos Extreme que me enamoraron ya del todo. Fue tirar del hilo y escuchar Pornografitti en su integridad y su predecesor, Extreme (1989), para darme cuenta de lo innovador y original de su propuesta comúnmente etiquetada como funk metal, pero que abraza muchos estilos más. «More Than Words» fue una bendita maldición para Extreme, pues por un lado los catapultó al mainstream, y por otro los condenó a ser considerados algo con lo que no se sentían del todo identificados. Las baladas forman parte de su ADN en una pequeña proporción dentro de un variado crisol, pero no hay una especial predilección hacia ellas —simplemente, les salen bien y gustan—, por lo que tener que rendir siempre cuentas en este sentido, es algo que les ha pesado como una losa. De todas maneras, la banda puso en orden sus sentimientos encontrados hacia “More Than Words” hace ya tiempo y han vuelto a incluirla en sus setlists siempre que pueden.

«What would you do
If my heart was torn in two?
More than words to show you feel
That your love for me is real

What would you say
If I took those words away?
Then you couldn’t make things new
Just by saying, ‘I love you'»

No hay duda de que, aunque la hayamos escuchado cientos de veces, «More Than Words» sigue siendo una balada como la copa de un pino. Se necesitan más que palabras para describir toda la belleza que transmite, así que, let’s music do the talking (al final resultó que algo de inglés sí aprendí aquel verano, e incluso, me atrevería a afirmar que marcó mi orientación laboral posterior).


«Stop the World» por Jaime Arjona

Álbum: III Sides to Every Story (1992)
Discográfica: A&M Records
Autores: Gary Cherone y Nuno Bettencourt

A diferencia de la gran mayoría de los mortales, que seguramente elegirían Extreme II: Pornograffitti (1990), III Sides to Every Story (1992) es mi disco favorito de la banda americana. Además, es un disco al cual le tengo un extremado cariño, ya que fue el primero que escuché de ellos cuando aun era un imberbe pardillo (no como ahora, que soy un pardillo con barba), y puedo decir que el tercer trabajo de los de Massachusetts son de esos discos a los que suelo acudir con bastante asiduidad, un disco que, aun pasado los años, sigue estando presente dentro de mis rotaciones.

Dividido en tres partes bastante diferenciadas, siempre he sentido predilección por la central, nombrada como “Mine”, y aquí he tenido bastantes problemas para elegir un corte que represente mi nombre en este top que hemos realizado a pachas. La beatleniana “Tragic Comic”, la delicada “Our Father”… ufff… difícil elección que al final ha recaído en “Stop the World”, el que fuese su segundo sencillo.

Las variaciones de los acordes, la voz de Gary Cherone, el solo de Nuno Bettencourt, como marca el ritmo el bajo de Pat Badger, la delicada orquestación… todo ello envuelto en un aura muy hermosa y nostálgica desde que arranca ese tren del principio, ese tren que representa a la vida. ¿A quien no nos gustaría parar el tiempo, aunque sea durante unos segundos, y respirar con calma y sosiego para volver a nuestro punto de partida? Un tiempo que va demasiado rápido algunas veces haciendo que lidiar con la vida sea una ardua tarea para muchas personas. Ojalá pudiéramos hacerlo.

Stop the World, stop the World, I wanna get off…

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