Freedom Call – The M.E.T.A.L. Fest

Nuestra Nota


7.75 / 10

Ficha técnica

Publicado el 14 de julio de 2023
Discográfica: AFM Records
 
Componentes:
Chris Bay – Voz, guitarra
Lars Rettkowitz - Guitarra, coros
Francessco Ferraro - Bajo


Artistas invitados:>/b>
Chris Widmann – Batería en "Metal Fest"
Kevin Kott - Batería en "Regensburg"
Klaus Sperling - Batería en "70.000 Tons of Metal"

Temas

1. The M.E.T.A.L. Fest (3:56)
2. Intro (1:24)
3. Union of the Strong (5:05)
4. Tears of Babylon (4:06)
5. Spirit of Daedalus (5:15)
6. Sail Away (4:29)
7. Metal Invasion (7:11)
8. M.E.T.A.L (6:20)
9. 111 - The Number of Angels (3:54)
10. The Ace of the Unicorn (3:25)
11. Freedom Call (7:13)
12. Power and Glory (3:59)
13. Metal Is for Everyone (5:34)
14. Warriors (4:51)
15. Far Away (3:32)
16. Land of Light (5:42)
17. Outro (0:55)

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Cuando hubo la saturación de power metal a principios de los 2000 estaba claro que sólo los mejores iban a mantenerse, y puede que en muchas quinielas no estuvieran los alemanes Freedom Call, por lo almibarado de su propuesta y por auto-colgarse la etiqueta de happy metal. Bordeaban la parodia, pero años más tarde Dragonforce hacían lo mismo a la velocidad de la luz, además de que hay muchísimas bandas que beben de su sonido exagerado, añadiendo elfos e historias como pueden ser Twilight Force o Angus McFive. El tiempo le ha dado la razón a Freedom Call, y a pesar de que no tienen el nombre de las bandas emergentes, consiguieron algo importante en su día y se mantienen con elegancia.

Entre sus filas empezó el que fuera gran baterista de Gamma Ray Dan Zimmerman, ya hace años fuera del grupo, y Chris Bay es la referencia de siempre: un vocalista excepcional y plenamente reconocible. Han perdido a Ilker Ersin, gran bajista, pero se mantiene a lo largo de los años la guitarra de Lars Rettkowitz. Este su tercer directo en su haber y en este han aprovechado material grabado en un crucero, en un festival de Pilsen (Chequia) y en Regensburg. En los tres conciertos hay baterías diferentes, pero no baja, ni el nivel tras los parches, ni hay apreciables cambios de sonido.

Tiran de intros épicas y tópicos dragoniles y espádicos, pero es que más allá de los cásicos, han conseguido canciones actuales con mucha gracia y pegada. Es el caso de “Union the Strong”, y eso que para muchos críticos en su día parecía que ya con sus dos primeros grandes discos la cosa no podía ir a más. Juegos ultramelódicos y canciones positivistas y exageradas, dotadas de estribillos empalagosos a doble bombo a manos de las baterías como todo un Klaus Sperling o de Kevin Kott, dependiendo de cada concierto grabado. La primera canción clásica es el “Tears of Babylon”, con derroche de teclados pregrabados en un himno de batalla que les define. Trote caballuno, épica y almíbar.

Personalmente me fascina que el grupo, tras tano tiempo, sea capaz de conseguir canciones tan lucidas como “The Ace of the Unicorn”, pues son irresistibles para los fans del estilo. Es un tema de teclados plenamente ochenteros, con un maravilloso estribillo y con la fórmula que se asemeja a lo que se consiguió con la maravillosa “Far Away”, si bien allí el instrumento clave era la gaita. Si el power metal tiene que seguir adelante, pueden pasar la mano por la cara a muchas bandas actuales que necesitan de muchos trucos en directos y de bordear la parodia con unicornios hinchables y demás. Y ya que citamos a “Far Away”, no podía faltar esta en este directo. El día que la hagan con gaitero en directo llegarán a demostrar mucho de lo que pueden llegar a ofrecer. Me sigue pareciendo una de las mejores canciones del grupo y uno de los más grandes himnos de power metal de este siglo XXI.

Presentación de Bay para “Spirit of Deadalous”, con grandes guitarras por parte de Lars Rettkowitz y del vocalista alemán. Suena realmente a cabalgada caballuna en otro tema prototípico de lo que es el power metal de raíces. Chris juega con los vibratos vocales con maestría y el tema da el pego, corto, permitiendo parlamentos. “Sail Away” funciona como medio tiempo cargado de teclados, siendo otra canción resultona de última época. Festival de coros y tópicos bien engalanados con exceso de “uooos, uooos”. Luego encaran el “Metal Inviasion”, corte del que bebieron en su día Powerwolf con muchas ganas (incluyendo el latín). Enormes coros y disfrute generalizado.

Está claro que el grupo estaba presentando su disco de 2019 M.E.T.A.L., por lo que composiciones del mismo como “M.E.T.A.L.” o “111 – The Number of Angels” son piezas que refuerzan la convicción de que, tras tantos años, el combo del sur de Alemania, sigue siendo capaz de ofrecer un material melódico y adictivo para todos los públicos. Y queda claro que el gran líder de todo es el gran Chris Bay, un vocalista plenamente reconocible. El combo también disfruta a la hora de golpearte con sus clásicos, y qué mejor que “Freedom Call” para hacer que cante el respetable… a pleno pulmón en otro de sus himnos definitivos.

Sigue la fiesta con un coreo masivo de “Power and Glory”, con gaitas sampleadas, en otra de sus composiciones más emblemáticas y efectivas, al igual que el “Metal for Everyone” y la maravillosa tonada de “Warriors”, que les aupó directamente en el Olimpo del happy metal. De verdad que prefiero que hayan obviado su versión del “Hallelujah” de Leonard Cohen y su coro terrible en el que gritamos eso de “Happy Metal – Freedom Call” (pero la incluyen en el extra del DVD en el crucero). En fin, que menudo tramo final de power metal felizón y dulce cargado de grandes estribillos, pero también de potentes dobles pedales y guitarras cortantes.

Decir que en “Warriors” Bay se desmarca de un par de agudos finales, pero luego vuelve a emocionarnos con “Land of Light”, poseedora de un riff de teclado de los que se te clavan en la materia gris. Buen final en un concierto que dispone de intro y outro permitiendo que el gentío deje patente su presencia y entrega en todo momento, ya desde la inicial “The M.E.T.A.L. Fest” que termina siendo una especie de bienvenida al show, una llamada a que han vuelto y que están preparados para rockear. Normalmente este tipo de temas en estudio que se ponen en un directo van al final, pero los Freedom Call lo han hecho al revés.

Freedom Call cumplen 25 años el año que viene y siguen estando en capacidad de girar en salas por toda Europa. Tienen su público y mucho más respeto del que se les dio cuando en 1999 parieron una obra del tamaño de Stairway to Fairyland. Innegablemente ha habido muchas bandas que les han seguido y han tomado influencias, pero tras tantos lustros son pocos los que realmente se atreven a decir que Freedom Call son una influencia básica. Y es que sin haber sido nunca un gran fan de ellos, no se puede negar que el power metal actual no anda lejos de lo que ellos empezaron.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1368 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.