Crónica y fotos del concierto de Mr. Big + Jared James Nichols - Sala Razzmatazz (Barcelona), 30 de marzo de 2024

Mr. Big y Jared James Nichols nos regalan una noche (casi) perfecta

Datos del Concierto

Bandas:
Mr. Big + Jared James Nichols
 
Fecha: 30 de marzo de 2024
Lugar: Sala Razzmatazz (Barcelona)
Promotora: Madness Live!
Asistencia aproximada: 2.100 personas

Fotos

Fotos por Ray Molinari

El poder de convocatoria de las denominadas giras de despedida es algo que ya hemos ido comprobando a lo largo de los años que resulta un recurso infalible a la hora de llenar salas. El pasado sábado 30 de marzo no fue una excepción a ello, y la sala Razzmatazz presentó un lleno absoluto como hacía tiempo que no veía.

La nostalgia hizo que muchísimos aficionados se acercaran a la sala con sus mejores galas —las de toda la vida— y por un momento creí viajar en el tiempo y estar en aquel lejano año 1994 cuando pude ver a Mr. Big en esta misma sala (llamada Zeleste por aquel entonces) por primera vez… 30 años han pasado desde entonces, pero hay cosas que permanecen inalterables y al parecer, una afición fiel a esta banda es una de ellas. Madrid colgó el cartel de sold out con un par de meses de antelación, Barcelona se hizo esperar un poco más, pero a 10 días de la fecha, hizo lo propio.

Jared James Nichols

He tenido el privilegio de seguir los pasos de Jared James Nichols desde sus inicios y verlo crecer musical y escénicamente, ya que, por suerte, se prodiga a menudo por nuestros escenarios, así que cuando se anunció su presencia como artista acompañante de Mr. Big no pude hacer otra cosa que alegrarme por él. Está claro que telonear a esta banda le va a dar una mayor notoriedad entre un público quizá no tan habituado a su propuesta más cercana el blues rock que no al hard rock más comercial de Mr. Big. Tras escuchar su recital y ver la reacción del público, doy fe de que, al menos desde Barcelona, se va con un buen puñado más de seguidores. Y es que su directo es de aquellos que te dejan con la boca abierta. Jared es efectivo con tan sólo su guitarra Gibson y su potente voz, haciéndose acompañar por dos miembros más completando un power trío que siempre funciona de maravilla en directo.

Los encargados esta vez de la sección rítmica fueron Brian Weaver al bajo y Ryan Rice a la batería. Jared tan solo dispuso de tres cuartos de hora para convencer, y se centró casi en exclusividad en su último homónimo disco de principios del 2023, del cual pudo abordar hasta seis temas que brillaron especialmente en directo. En mi opinión, la evolución más evidente con el paso de los años en Jared es que con cada nuevo álbum consigue componer piezas con más gancho para el directo, su hábitat natural, lugar donde se le ve en su salsa y donde puede demostrar la autenticidad de una propuesta que no requiere de grandes efectos añadidos, sino que fluye desde los instrumentos a la audiencia de manera natural. Muy a favor de esta manera de entender la música.

“Easy Come, Easy Go” viene iniciando todos los recitales de Jared en este último año y aquí no fue la excepción, y es que le va que ni pintado para enganchar a la audiencia desde el primer acorde. Are you ready to rock’n’roll?, nos preguntó Jared tan solo arrancar, y eso es lo que nos dio con este tema, un perfecto equilibrio entre dureza y protagonismo guitarrero, con un estribillo al que sumarse fácilmente y un solo lo justo para poder comprobar que este artista de garra y virtuosismo va sobrado. “Down the Drain” bajó un poco las revoluciones para mostrarnos una faceta musical más oscura cercana al grunge que ha asomado en este último disco pero que también le permite lucir un tono más desgarrado de voz y unos solos melódicos acordes con el sentir del tema.

“Hard Wired” completó la primera tríada de temas del último disco y es de esos en que el formato power trío brilla especialmente, todos a una, ayudando a dar coherencia a la estructura cuando necesario, y relajando el acompañamiento cuando Jared decide arrancarse con uno de esos solos suyos de infarto marca de la casa. Más que notable la aportación de Ryan Rice durante este tema. “Threw Me to the Wolves”, tema lanzado como sencillo aislado durante la pandemia, tiene un aire sureño precioso que nos muestra otra de las facetas estilísticas con las que más cómodo se siente Jared, en la que las melodías vocales son de vital importancia y que fueron secundadas por los coros de Brian para darles mayor énfasis.

Inevitable colar un solo lleno de sentimiento para lucimiento propio, tras lo cual, y sin dejar de sonar el tema, se pasó a presentar a los miembros de la banda, permitiendo también que Ryan Rice tuviera su escaso minuto de gloria tras los parches. Jared debe ser un enamorado de The Rolling Stones pues no hay concierto en el que no intercale las melodías de “Miss You” en alguno de sus solos y éste fue el momento para hacerlo, completándolo con punteos de cosecha propia a continuación. Gustó y mucho, por lo que fue recompensado con un sonoro aplauso.

La siguiente tríada de Jared James Nichols se inició con la interesante “Skin ‘n Bone”, un tema contundente y melódico a partes iguales que en directo convence, seguido de “Bad Roots” en el extremo de la dureza pesada de unos Black Sabbath que de nuevo puso nuestras cervicales a trabajar (y que se concluyó emulando la melodía principal de “Norwegian Wood (The Bird Has Flown)” de los mismísimos The Beatles), y culminado con “Good Time Girl”, de aire más desenfadado y divertido. Tres propuestas bien distintas que tienen como denominador común un artista que se sabe mover por todas ellas con una soltura encomiable y un toque personal inconfundible.

Si eres perro viejo ya sabes que si quieres dejar el pabellón por todo lo alto para acabar un recital no tienes más que apelar a la nostalgia y tirar de un clásico atemporal como es, por ejemplo, “War Pigs”, de los idolatrados Black Sabbath. Jared lo tiene clarísimo y así finaliza habitualmente sus conciertos y de verdad que la reacción que consigue del público es brutal. Y es que el tema parece hecho a medida para él, tanto a nivel instrumental como vocal, lo cierto es que lo borda. Para nada su voz de asemeja a la de Ozzy, pero es que ese tono suyo potente tirando a desgarrado le viene que ni pintado también. Otro que se lució especialmente durante “War Pigs” fue Ryan Rice a la batería, poniendo toda la carne en el asador una vez más. Escuchar a toda una sala Razzmatazz coreando este tema al unísono son esas cosas difíciles de olvidar y que nos vamos a llevar como un eterno souvenir del recital que nos ofreció Jared James Nichols. Mis dieces para este pedazo de artista que me tiene robado el corazón desde sus inicios.

Setlist Jared James Nichols:

Easy Come, Easy Go
Down the Drain
Hard Wired
Threw Me to the Wolves
Skin ’n Bone
Bad Roots
Good Time Girl
War Pigs (Black Sabbath cover)

Mr. Big

De verdad que tengo el corazón dividido a la hora de iniciar esta crónica porque si bien la noche fue (casi) de diez, para los allí presentes no nos pasó por alto que una parte muy importante de Mr. Big estuvo a medio gas y no nos permitió el disfrute máximo de lo que podría haber sido un concierto perfecto. Y si bien puedo no obviar ese contratiempo, también puedo pasarlo un poco por alto y pretender que no tuvo la importancia que tuvo… y he ahí mi gran dilema. ¿Soy del equipo de la botella medio llena o medio vacía? Pero es que la botella no estuvo a medio llenar, sino que estuvo casi desbordante, y es que cuando algo así sucede, la rabia es aún mayor por ese pequeño faltante que no pudo estar a la altura… Vamos a ponerle nombre ya, mal que nos pese, pues tampoco es un secreto que Eric Martin venía tocado de la voz a las citas españolas, molestias que venía ya arrastrando de fechas anteriores y que fueron suplidas con la presencia de un refuerzo vocal en la figura de Michele Luppi. No fuimos agraciados en Barcelona, suponemos que por los compromisos de este artista con Kee Marcello, quien está a punto de comenzar gira en Suecia a principios de abril repasando sus éxitos con la formación Europe.

Puntualizado este tema, vamos a adentrarnos ya en la crónica del concierto de despedida de Mr. Big en su gira The BIG Finish, que anunciaba el repaso íntegro al disco más emblemático de la banda, Lean Into It (1991), así como a otros clásicos de la formación. Empezar el recital con el tema de apertura de su primer disco homónimo de allá el año 1989 me parece de un acierto total y para muestra un botón, una sala totalmente motivada se desgañitó en dejar claro que nos encontramos ante uno de sus clásicos por excelencia y que, a pesar de lo justo de la voz de Eric, tanto el público como el resto de los integrantes de la formación estaban ahí para su rescate.

Recordemos que en la actualidad, junto a Eric Martin a la voz, se encuentran todos los miembros originales, (Billy Sheehan al bajo y Paul Gilbert a la guitarra) a excepción del fallecido batería Pat Torpey, quien ha sido sustituido por Nick D’Virgilio (Spocks Beard, Big Big Train) para la gira que nos ocupa. Ganas tenía de comprobar el encaje de este enorme músico no solo reconocido por sus excelentes labores tras los parches, sino por tocar multitud de otros instrumentos, así como por cantar, y el veredicto no puede ser más que satisfactorio. Si bien es un músico habituado a tesituras más progresivas, es evidente que ha sabido imprimir su propia personalidad a la música más hard rockera de Mr. Big, dotándola de un punto más virguero con la batería, casando a la perfección con el increíble nivel de sus compañeros con sus respectivos instrumentos.

El pabellón se puso muy alto con un inicio así de potente, y la recompensa en forma de un caluroso aplauso no se hizo esperar, aprovechando la emotividad del momento para recordar la figura de Pat Torpey. “Take Cover” fue el tema abordado a continuación, el más “moderno” al que dieron repaso perteneciente a Hey Man (1996), dejando claro que la noche iba a ser un ejercicio de nostalgia con el que recordar los mejores y más emblemáticos temas de los 90s.

Y si con Lean Into It la banda alcanzó el mainstream, la consolidación llegó de la mano de su siguiente trabajo, Bump Ahead (1993), el cual tuvo también cierto protagonismo en el setlist de la noche y del que se rescató en ese momento “Price You Gotta Pay”. Eric se las vio y se las deseó para dar el callo con este tema, es evidente que tablas no le faltan e intentó de todas las maneras posibles suplir sus limitaciones acortando frases, alargando silencios, cambiando las líneas melódicas a tesituras menos complejas o dando protagonismo al público durante toda la noche, pero, aun así, se echó en falta ese carisma suyo a la voz tan inherente a la música de Mr. Big. Apenas hace dos años que pudimos disfrutar de sus dotes vocales en Rock Imperium repasando temas de esta banda en formato acústico junto a Oliver Hartmann, y allí cumplió sobradamente, por lo que le deseamos una pronta recuperación para afrontar el resto de la gira como tan solo él es capaz, que aún le queda un buen trecho para darse por concluida. Regresando a “Price You Gotta Pay”, a destacar a modo anecdótico el solo de armónica a cargo de Billy Sheehan, momento que aprovechó el mismísimo Eric para sacar sus brazos desde atrás para continuar tocando la línea melódica de su bajo.

Llegó el momento de iniciar el repaso íntegro a Lean Into It, en el mismo orden que en el disco, y evidentemente la locura se desató con quizás uno de los mejores temas de la discografía de Mr. Big, la eléctrica “Daddy, Brother, Lover, Little Boy (The Electric Drill Song)”, que fue secundada por el público como si no hubiera un mañana y que celebró con gran alegría el momento en el que hicieron aparición dos taladros para darle el sello característico a los solos de guitarra y bajo tal y como aparecen en el disco. Aún no habíamos hecho mención especial a Paul Gilbert y ya va siendo hora de que le demos su merecido protagonismo en esta crónica justo en el momento de inicio del siguiente “Alive and Kickin’”, pues su guitarra es la que le da el pistoletazo de salida.

Lo de Paul Gilbert es de un nivel escandaloso, y es quizás esa facilidad suya con el instrumento la que nos hace pensar de forma engañosa que no se requiere de un gran esfuerzo para tocar tal y como él lo hace. Pero la realidad es otra bien distinta, Paul Gilbert es todo un virtuoso que sabe encontrar el equilibrio perfecto entre técnica y sentimiento para acompañar la música de Mr. Big, dejando para su carrera en solitario su faceta más shredder. El desfile de guitarras durante la actuación, cuatro eléctricas y una acústica, fue constante, siempre en busca del sonido más adecuado para cada canción, y así, con ese aspecto entre elegante y desgarbado a la vez de persona corriente, nos fue deleitando tema tras tema, dejándonos claro que es uno de los mejores guitarristas en activo.

Lo bueno de tener a un público motivado es que al final te acabas contagiando de esa energía y empiezas a olvidar que sobre el escenario hay algo que no acaba de funcionar, fijando tu atención en esas otras mil cosas que sí lo están haciendo y además a un gran nivel, así que, lo dicho, de “Alive and Kickin’” me quedo con esos imponentes coros de todos los miembros de Mr. Big que salvaron la papeleta sobradamente y cómo no, con la gran labor de Sheehan y Gilbert con sus respectivos instrumentos, que incluso se atrevieron a añadir más matices de los que aparecen en la pieza original, menudos máquinas.

Tonalidades verdes sobre el escenario dieron la entrada a la característica intro de guitarra de “Green-Tinted Sixties Mind”, esa preciosa balada/medio tiempo tan melódica que volvió a brillar gracias a los grandilocuentes coros de Sheehan, D’Virgilio y Gilbert y que fue secundada unánimemente por el público.

Llegó el turno para la primera de las versiones de la noche, “CDFF-Lucky This Time” de Jeff Paris, y también para que hiciera aparición el bajo de doble mástil de Billy Sheehan que ya se quedó con él buena parte de la noche. La intro de guitarra de “Voodoo Kiss” y su ritmo vacilón inicial es quizás lo más destacable del tema, que si no fuera por el repaso exhaustivo a Lean Into It posiblemente hubiera quedado fuera del setlist. Bajó un poco la conexión con el público que hasta ese momento había sido máxima, y parecido le pasó a la siguiente “Never Say Never”, otro medio tiempo descafeinado que no acabó de enganchar hasta sus “uououos” finales que parecieron resucitar a la audiencia.

Seguimos ubicados en la estela de los temas tranquilos y directamente pasaron a abordar una de las baladas más queridas, “Just Take My Heart”, con la que cantar a pleno pulmón, cosa que hizo el respetable sin complejos, echando, de nuevo, un capote al bueno de Eric. De “My Kinda Woman” nos explicaron que aun siendo de los primeros temas a ser compuestos por Sheehan, Gilbert y Martin, nunca había entrado en su setlist, así que bienvenido sea ni que sea treinta y pico años después de su creación… La voz más grave que es capaz de sacar Billy Sheehan de su persona nos introdujo las primeras notas de “A Little Too Loose”, ese tema tan macarra que narra los desfases de todo famosillo que se precie y que volvió a generar entusiasmo entre los asistentes.

El inicio a capella de “Road to Ruin” nos dejó claro, una vez más, del potencial vocal de la formación al completo, enriqueciendo en todo momento esos estribillos tan contagiosos a los que no tardamos en sumarnos a la espera de calentar las cuerdas lo suficiente para corear la balada por excelencia de Mr. Big que estaba por llegar a continuación y echa el cierre a Lean Into It, “To Be With You”. Era el momento acústico de la noche, el de bajar las revoluciones y simplemente dejarse llevar por las bellas melodías que la banda ha sido capaz de crear a lo largo de su historia. Tanto ésta, como la siguiente en sonar “Wild World” (versión de Cat Stevens incluida en Bump Ahead), son las piezas por excelencia por las que Mr. Big son más conocidos, le pese a quien le pese, por lo que el reconocimiento a ambas piezas fue máximo.

Paul Gilbert recuperó su eléctrica a continuación para regalarnos un extenso solo de guitarra en el que desplegar sus habilidades a base de pedacitos encastados como una pieza de orfebrería. Pudimos identificar un extracto de “Gonna Fly Now” de la banda sonora del film Rocky, así como las melodías principales de “The Whole World’s Gonna Know” y “Nothing But Love” (una bonita manera de homenajear a ese Bump Ahead que tanta fama les reportó en su día). Y ya entrados en la nostalgia por ese preciado álbum, qué mejor manera que abordar uno de sus temas insignes, “Colorado Bulldog” a continuación… Genial escuchar en directo toda esa energía que desprende y lucimiento total de todos y cada uno de los instrumentistas que se coordinan a las mil maravillas, mostrando virtuosismo individual sin oscurecer el trabajo en conjunto.

Uno de los momentos de la noche, sin duda, que vino seguido del esperado solo de turno de Billy Sheehan. Considerado uno de los mejores bajistas del mundo, ya os podéis imaginar el despliegue de técnica que nos ofreció al alcance de pocas personas. Nos tuvo un buen rato embobados viendo a la velocidad que se mueven sus dedos sacándole humo a su instrumento, finalizando su recital con una improvisación sobre una base de acordes que iba marcando con su pedalera. El nivel de los aplausos de reconocimiento fue brutal, es una persona que se hace querer y así se lo demostramos. Me encantó el detalle de dejar que ese protagonismo continuara con el siguiente tema escogido para la ocasión, “Shy Boy”, perteneciente al proyecto anterior de Sheehan denominado Talas. Suyas fueron también las labores vocales del inicio de este enérgico tema que en directo se sale. Estribillo facilón pero efectivo que sonó de lujo.

A partir de aquí, todo fueron más versiones y no temas propios, elección que me sorprende un tanto al tratarse de una gira de despedida y tener tan amplia discografía de la que bien hubieran podido seleccionar algún clásico más. “30 Days in the Hole” de Humble Pie fue la siguiente en aparecer en escena, divertida y juguetona (que tuvo su lugar en el homónimo primer disco de la banda), no estuvo para nada fuera de lugar, consiguiendo que la gente se lo pasara muy bien con ella. Que los músicos de Mr. Big son un fenómeno es algo que a estas alturas de lo que no tenemos la menor duda y así lo demostraron al intercambiarse los instrumentos en la siguiente “Good Lovin’”. Sheehan y Martin permutaron roles, así como Gilbert y D’Virgilio, invitándonos como público a sumarnos a los múltiples yeah yeah yeah que van apareciendo durante la canción y haciéndonos así partícipes de la fiesta. Y ya para dar por concluida la velada quedaba tan solo una bala en la recámara, una nueva versión con la que poner punto y final a la despedida de Mr. Big de los escenarios por todo lo alto. ”Baba O’Riley” de los The Who fue la escogida para tal menester, un tema en clave mucho más emocional que las tres versiones anteriores, de un carácter más alegre y desenfadado. 

Supongo que las despedidas ya lo tienen eso, un punto de sobriedad con el que decir adiós de una forma solemne para que perdure en nuestras retinas y corazones por mucho tiempo. Tan solo me queda añadir que si The BIG finish tour acaba siendo tan solo un amago de despedida y regresan a los escenarios de aquí a un tiempo… los vamos a recibir de nuevo con los brazos bien abiertos. 

Setlist Mr. Big:

Addicted to that Rush
Take Cover
Price You Gotta Pay
Daddy, Brother, Lover, Little Boy (The Electric Drill Song)
Alive and Kickin’
Green-Tinted Sixties Mind
CDFF-Lucky This Time (Jeff Paris cover)
Voodoo Kiss
Never Say Never
Just Take My Heart
My Kinda Woman
A Little Too Loose
Road to Ruin
To Be With You
Wild World (Cat Stevens cover)
Solo de guitarra
Colorado Bulldog
Solo de bajo
Shy Boy (Talas cover)
30 Days in the Hole (Humble Pie cover)
Good Lovin’ (The Olympics cover)
Baba O’Riley (The Who cover)

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Sobre Susana Masanés 139 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!