Metallica – Live Shit: Binge & Purge: 30 años de los directos definitivos de los de San Francisco

Este álbum es un ejemplo de lo que hace grande a los álbumes en directo: una de las mejores bandas de metal tocando con pasión y energía en su momento más dulce. Si te obligaran a poseer solo un álbum en vivo de Metallica, olvídate de S&M (1999) y quédate con este. Este álbum captura la atmósfera de los conciertos de Metallica en la Ciudad de México, con una audiencia entusiasta, una buena interacción entre la banda y los fans, y una selección de canciones que abarca toda su carrera hasta entonces. Es cierto que hay muchas canciones de su álbum homónimo de 1991, pero hay que entender que fue grabado durante esa gira. Además, hay suficientes clásicos para compensar en caso de que seas un@ de es@s que cito más arriba.

El primer disco empieza con la célebre intro del genio Ennio Morricone, enlazando con «Enter Sandman», que suena potente y fresca. Luego siguen «Creeping Death» y «Harvester of Sorrow», que son puro metal. Acto seguido, «Welcome Home (Sanitarium)», que pierde un poco de intensidad en directo, pero sigue siendo una (muy) buena canción. Luego vienen más canciones del Black Album: «Sad But True», pesada y contundente, «Of Wolf and Man», un tema que me mola mil y que siempre gana en directo, y «The Unforgiven», que sorprende por su calidad. El disco termina con un medley, con un popurrí de fragmentos de canciones del …And Justice for All (excepto «One», que está en el siguiente disco). También hay un largo solo de bajo/guitarra con guiños al «Dazed and Confused» de Led Zeppelin, que podría haber sido más corto y dejar espacio para más canciones de su trabajo de 1988, pero bueno.

El segundo disco comienza con «Through the Never», que mejora la versión de estudio, con más velocidad y un mejor solo. Luego tocan mi tema favorito de ellos, «For Whom the Bell Tolls», que es fiel a la original. «Fade to Black» viene a continuación, que es una de las mejores canciones del álbum, derrochando emoción y fuerza. A continuación, como no, la célebre «Master of Puppets», que es una puta obra maestra, pero que lamentablemente cortan por la mitad. Sin embargo, la parte que tocan es genial, y viene seguida de otra joya: «Seek & Destroy», toda una fiesta de metal. Y para rematar, tocan «Whiplash», que es una descarga de adrenalina.

El tercer disco empieza con la balada «Nothing Else Matters», que es un poco aburrida, pero se la vibra se recupera con la épica «Wherever I May Roam». Luego tocan otra versión, «Am I Evil?» de Diamond Head, un tema que siempre bordan en directo. Y hablando de versiones, no olvidar «Last Caress» de The Misfits, que es divertida y cañera. Después hace acto de presencia «One», que es una buena canción, pero, en mi opinión, un poco sobrevalorada. Me hubiera gustado escuchar, por ejemplo, «Blackened» en su lugar. Luego tocan otra versión, la penúltima, «So What?» de Anti-Nowhere League, que se unen con «Battery», una de las mejores canciones de metal de la historia. Encarando ya la recta final, viajan atrás en el tiempo para interpretar «The Four Horsemen» y «Motorbreath», que suenan rápidas y furiosas. Y para terminar, otra versión, la del clásico de Queen «Stone Cold Crazy», a la que le dan su toque personal que tan bien le sienta.

En general, este conjunto de tres discos tiene todos los grandes éxitos de Metallica antes de que tuvieran la oportunidad de tocar algo que no fuera (tan) bueno en un disco en directo. Supongo que la única queja real que alguien pueda tener es que hay demasiadas canciones del Black Album y que los solos de guitarra y bajo son demasiado largos. Pero si puedes sortear estos pequeños fragmentos, escucharás/verás a Metallica tocando material clásico de una manera muy enérgica.

Live Shit: Binge & Purge es un testimonio del poder y la energía de Metallica sobre el escenario, y sigue siendo una pieza esencial en la discografía de la banda. Este álbum en vivo captura a Metallica en su apogeo y ofrece a los fans una visión íntima de la banda en acción durante uno de los períodos más emocionantes de su carrera.