Lo mejor y lo peor del Resurrection Fest 2022 según… Aleix Besolí

Fotografía: Resurrection Fest

Acaba de terminar el Resurrection Fest 2022, una edición muy especial, dado que fue de 5 días y es la primera con normalidad después de la pandemia. Está claro que ha sido un reto para la organización, que ha gestionado como ha podido los numerosos contratiempos que ocurrieron. Con un cartel impresionante, nos fuimos a Viveiro a pasar casi una semana en el que es la meca de la música extrema en nuestro país. Ha sido un festival con muchas luces y sombras, que a continuación repasamos:

Los 5 mejores momentos

El espectacular directo de Gojira

El cuarto día fue uno de los gordos. Teníamos a artistas como MastodonCrossfaith, BloodbathToundra o unos Malevolence que me perdí por solaparse con los cabezas de cartel. Gojira ascendió por primera vez a lo más alto del festival al caer la gira de Avenged Sevenfold hace un tiempo, y con su nuevo trabajo están más que preparados para ser unos de los referentes del género en los siguientes años.

Se marcaron un concierto impecable, tanto musical como visualmente. Fuego y humo en las partes clave, un juego de luces inmenso y calculado al milímetro y diferentes efectos en cada canción complementaban la ejecución impecable de los hermanos Duplantier y compañía.

Nos presentaban bastantes canciones de Fortitude (2021) junto a los clásicos más populares como «Flying Whales», joyas antiguas como «Space Time» o temazos más recientes como «Stranded» o «Silvera». Acabaron con «Amazonia» que remató el que posiblemente fuera el mejor concierto del festival.

Fotografía: Resurrection Fest

Judas Priest y un Rob Halford brillante

En los últimos años, viene siendo más habitual que grupos más clásicos, o incluso pacos, si se me permite, acudan al festival. En 2018 hasta llegaron a meter a KissGhostScorpions como cabezas de cartel, y algunos temíamos que el festival perdiera su esencia única y se convirtiera en uno más de los varios que ya hay en España con este tipo de bandas. Que el Barcelona Rock Fest y el Leyendas están de lujo, pero creo que esa diversidad que añade el Resu no debería perderse. Por suerte, al año siguiente todo volvía a la normalidad, aunque algún que otro artista de metal clásico como King Diamond seguiría apareciendo en los carteles.

Este año, pudimos disfrutar de la gira del 50º (+2) Aniverasrio de Judas Priest. Aún sin ninguno de sus dos guitarristas icónicos, como son KK DowningGlenn Tipton sobre el escenario, el espectáculo está garantizado. Había curiosidad para ver como aguantaba Rob Halford después de estos años de parón, y en especial en sets tan largos como los que hacen. Todas nuestras dudas se desvanecían a medida que avanzaban las canciones y comprobábamos que el abuelo del heavy metal aún tiene ese fuego en su interior.

Canciones épicas como «Victim of Changes» o «The Sentinel» convirtieron a cualquier incrédulo. Por su parte, el más joven Richie Faulkner se encargaba de arengar al público y mantener la energía que una banda como esta puede perder con los años. Es un verdadero as de la guitarra, y con la ayuda de Andy Sneap el duo se carga la banda a las espaldas. Clásicos como «Painkiller», «Breaking the Law» o «Living After Midnight» son y serán una influencia para la mayoría de las bandas de las siguientes generaciones. En el mismo festival, Mikael Åkerfeldt de OpethJoakim Brodén de Sabaton mencionaron a Judas Priest en sus actuaciones, mostrando su respeto a la banda legendaria.

Fotografía: Resurrection Fest

Empezando de rave con Serrabulho

Tranquilos, no voy a poner solo a los cabezas de cartel. En la edición de 2019, Serrabulho dieron la gran sorpresa con su bizarro espectáculo. La gente lo flipó, y repitieron para este 2022 en la fiesta de presentación del miércoles, que por los grupazos que iban no estuvo lejos de un día de festival normal. DeftonesBullet for My ValentineAlien Weaponry son algunos de los que pudimos ver ese día. Un poco más temprano, teníamos una cita con los portugueses más delirantes en el segundo escenario.

Sus números parecían interminables. Circle pits atravesando la pista entera, congas por el público, wall of death de culos… y todo mientras no paraban de lanzar hinchables para hacer crowdsurfing encima de ellos. Hasta trajeron a dos cheerleaders y a un gañán enmascarado para animar aún más el cotarro. Parece increíble que una banda de grindcore sea capaz de montar tal fiestón.

El final de fiesta con Enforced

Vamos del principio al final. Era el último día y estábamos todos reventados. Acabábamos de ver a Bring Me the HorizonHeaven Shall BurnKnocked LooseAngelus Apatrida o a Phil Campbell y casi no nos teníamos en pie. Me fui un rato a ver a Doyle, y me quedé con ganas de ver su set entero, porque a la una de la mañana tocaba cambiar de escenario para ver a Enforced cerrar el festival.

Son un grupo relativamente desconocido, que recientemente han pegado un subidón gracias a su segundo trabajo Kill Grid (2021) y firmando con Century Media Records. Los estadounidenses practican un crossover thrash duro y terco, que parecía perfecto para clavar un directo. Y así lo hicieron. Nos llenaron de alegría al comprobar que tenían un sonido tan vergatario como en el estudio.

Sacamos fuerzas de flaqueza para unos últimos círculos y mosh bastante pacíficos, pues estuvo lloviendo todo el día y el suelo estaba algo embarrado. No nos íbamos a romper a una hora de acabar el festival… pero madre mía, lo pasamos como niños en una tienda de golosinas. «UXO» o el implacable «Malignance» hicieron las delicias de los petaos que quedábamos frente al escenario Ritual. Parece que no tenían repertorio para una hora entera, pero nos regalaban un agresivo «Trespasser» como bis, para irnos a dormir bien calientes. Personalmente, fue el concierto en el que mejor lo pasé en los cinco días de festival. Espero repetir pronto y recomiendo encarecidamente que los pilléis en directo si tenéis la oportunidad.

Descubrir a grupos especiales como The Picturebooks

Una de las cosas que más me gusta de los festivales es que descubres un montón de bandas que de otra forma jamás hubieras encontrado. En los escenarios ChaosDesert hay multitud de artistas nacionales y de fuera que vale la pena ver. Este año, por ejemplo, hemos tenido a bastantes grupos de barcelona, como BlowfuseKids of RageCrim, o We Exist Even Dead que rebentaron el Chaos. Aquí son muy conocidos, pero para mucha gente seguramente son descubrimientos sorprendentes.

Para mí, las sorpresas del festival fueron bandas como Totengott, Gaerea, Frutería Toñi, o The Picturebooks. Estos últimos me dejaron flipando. Para empezar, son un duo de guitarra y batería, Pero Philipp Mirtschink no lleva ni un plato. El tío tiene suficiente con dos bombos (uno lo toca con las baquetas), una caja, un goliat, y un par de accesorios para hacer todos sus ritmos. Eso y las hostias que pega, a veces incluso a mano limpia, lo hacen sonar muy contundente mientras acompaña al cantante y guitarrista Fynn Grabke. Es difícil definir lo que tocan, pero ellos mismos dicen que son una banda de rock ‘n’ roll, así que les haremos caso. Con un set tan minimalista consiguieron poner al público del Desert a cantar, bailar e incluso a hacer mosh en algunas partes. ¡Tremendos!

Fotografía: Resurrection Fest

Los 5 peores aspectos

Korn y el resto de cancelaciones

Está claro que este punto ha sido el más jodido para los fans, aunque parece que la pandemia ha dejado de hacer estragos en la música en directo, la situación aún no se ha normalizado del todo. Este año, un gran nombre de bandas se han caído de los carteles de festivales de verano. Sin ir más lejos, el Barcelona Rock fest perdió a ManowarSaxon o Insomnium a poco de empezar y por diversos motivos. Lo de Manowar se ha hecho meme y ha circulado como la pólvora, pero eso es porque pasó antes que lo del Resu

Evidentemente, que una banda te cancele la gira, no es culpa de la organización del festival. Si System of a DownAvenged Sevenfold cancelan toda su gira veraniega, qué le vas a hacer. Lo que no esperábamos era la ristra de cancelaciones de último momento que nos íbamos a comer. Se cayeron del cartel una docena de bandas aproximadamente, y solo entraron un puñado para remplazarlas. También es comprensible que no se pueda sustituir a todos los grupos con tan poca antelación, pero al final el que acaba fastidiado es el fan.

Ya empezado el festival, anunciaban que por razones logísticas Korn no podían quedarse hasta la noche y tocarían el domingo a las 16:15 de la tarde. Algo impensable en un festival de este tipo, pero mejor eso a que no haya concierto, ¿no? Pues preparaos, durante la madrugada del domingo se disparaban los e-mails anunciando que Korn finalmente no podrían tocar porque su avión estaba averiado. No soy ningún vidente, y permitidme hacer un poco de cuñado, pero tras todos estos contratiempos, que de repente le pete un motor al avión que ibas a cojer me parece algo extraodinariamente improbable.

Y claro, la organización no es responsable si un grupo no se presenta, pero opino que por lo menos, a la gente que vino solo el domingo (con entrada de día), se le debería devolver parte del coste. Imagino que a Korn no les habrán pagado si no han venido, o al menos hay seguros que te cubren en estos casos, así que devolver algo a los asistentes, que son los que al final salen perjudicados, sería lo mínimo.

Dicho todo esto, como en el ajedrez, lo importante es lo que hay sobre el tablero y no lo que ha salido. A pesar de las numerosas cancelaciones, las bandas que quedaron seguían formando un cartel muy atractivo. Al final fueron 5 días llenos de música, con artistas más grandes y más pequeños que nos hicieron disfrutar de lo lindo.

El corte a Angelus Apatrida

El domingo fue un día de emociones fuertes. Con la cancelación de KornBring Me the Horizon eran los nuevos flamantes cabezas de cartel del día. Justo antes de ellos, Angelus Apatrida presidían el Ritual stage, donde tocan sobre todo grupos de metal extremo (death, black, thrash, etc.) y se encuentra de cara al escenario principal, de modo que nunca se solapan entre ellos y se van turnando.

Como todos sabemos, los horarios en los festivales son muy estrictos y se ve que Angelus tuvieron que empezar con un ligero retraso su concierto (en eso coinciden banda y festival). Yo no estuve durante gran parte de su concierto, pues ya les he visto un buen puñado de veces y tengo planeado pillarles más adelante este verano. Además, se solapaban con Knocked LoosePhil Campbell and the Bastard Sons. Sí, una triple solapación bastante jodida para estas tres bandas… Así que después de ver un rato a los hardcoretas más locos y al ex guitarra de Motörhead y su prole, me dirigí a ver el final de los albaceteños.

Tocaron «Sharpen the Guillotine» y a unos tres minutos del final de su tiempo según el horario, empalmaban «You Are Next», con la que suelen acabar, mientras Guillermo bromeaba con que ya acababan, que les iban a cortar. O al menos pareció una broma entonces. Cuando el temazo estaba a punto de acabar, (le quedaría la estrofa y el estribillo finales, no más de un minuto) el volumen empezó a bajar hasta que las PA quedaron a 0 y solo se oían sus amplis desde dentro del escenario. Les habían cortado a solo unos segundos de acabar. Ellos siguieron hasta el final con el apoyo del público, y se hicieron la foto de rigor.

No entendimos nada, pues BMTH, que iban a tocar a continuación, no empezaron hasta pasados unos siete minutos más. Por si fuera poco, la organización había prometido que tocarían una hora y media como cabezas de cartel por sustituir a Korn, y finalmente acabaron tocando la hora y cuarto que estaba planeada antes de la caída de los californianos. Empezaron después y acabaron antes de lo que tocaba.

No sabemos si la decisión la tomó una sola persona o la organización, pues estos temas son y siempre serán muy opacos, pero está claro que fue una cagada y de las gordas. El propio corte ya duró casi lo que iban a tardar en acabar, y se habrían ahorrado el marrón de faltarle a una de las bandas más respetadas de nuestro país, a la que acogen habitualmente en el festival, y a sus fans. La mañana siguiente, Angelus publicaron este comunicado en sus redes. No puedo hablar más allá de lo que vi, pero la parte que acabo de contar, concuerda.

Realmente, un episodio para olvidar en esta edición del festival. Veremos si finalmente hacen las paces y vuelven en el futuro, o no volvemos a verles en el Resu.

Fotografía: Bastian Rodríguez

Los Precios dentro del festival

Es entendible que con estos años de parón, la organización del festival tenga más de un apuro económico. Sin embargo, la subida de esta edición en los precios de todo ha sido exagerada para muchos. El Resu era un festival con precios más o menos asequibles. En 2019, por ejemplo, un token valía 2€, con lo que una birra te costaba 2€, nada mal para un festival de verano.

Pues parece que los tokens se fabrican con gasolina, porque este año, el precio del token (y por lo tanto el de una birra) ha subido a 3€. Un 50% más caro. Si, ya sé que en otros festis también es así, pero esos precios más asequibles eran parte del espíritu del Resu. Por si no fuera poco, no era posible comprar comida con euros, todo funcionaba con la moneda del festival. Estamos hablando de pagar 7,5€ por un perrito caliente, o 9€ por una hamburguesa mediocre, así iba la cosa. Menos mal que por ley se puede entrar con comida y agua en los festivales. Viveiro también goza de una buena cantidad de restaurantes y mesones de muy buen comer, así que personalmente, os recomiendo hacer una comida fuerte y coger algo ligero para cenar en el festival.

Precios 2019 Vs. 2022

Gestión de las entradas de otros años

Es fácil de prever que con dos años seguidos aplazando el festival, iba a quedar mucha gente que no podía organizarse para venir en 2022. Gente que había comprado el abono para todos los días y que ahora se iba a desaprovechar. Como solución, la organización del Resu montó una plataforma de reventa lícita en la que se podían vender esos abonos. Como muchas cosas en la vida, la teoría era genial, pero la práctica… no tanto.

Finalmente, la plataforma de reventa ética cerró cuando aún quedaba mucho para el festival. Por lo tanto, mucha gente se tenía que comer las entradas o revenderlas por otras vías. Era habitual ver comentarios en las publicaciones del festival en las redes sociales con personas que querían vender su abono, algunos incluso a precios muy por debajo del original. Todo esto teniendo en cuenta que el festival en ningún caso permitía la devolución del abono. Si querías ir por la vía legal, tenías que revenderlo en una plataforma que no acabó de funcionar bien, o comértelo con patatas.

Problemas en los campings

En el Resu hay varios sitios donde acampar durante la noche y descansar entre conciertos. Algunos son de pago y otros gratuitos. En el camping A, donde estábamos, todo funcionó generalmente bien. El agua de las duchas salía muy fría pero… qué quieres, si es gratis. Normalmente, los otros años teníamos una carpa de Eroski a modo de supermercado al lado, que facilitaba mucho las cosas. Por lo que fuera, este año no ha sido así, a ver si en el futuro la recuperan, porque la verdad es que era muy útil. Los buses lanzadera son una bendición cuando hay que volver por la madrugada, pues andando hasta y desde el festival se tarda una media hora. Tienen muy buena frecuencia y el precio de 1€ por viaje sale muy a cuenta. Hasta aquí todo bien y felicito a la organización por ello.

El camping B se encuentra más lejos del festival, con espacio para caravanas o furgonetas y se anunciaban también buses lanzadera. Finalmente, el viernes 1 de julio el festival anunciaba que no habría estos buses lanzadera en el camping B, dejando tirada a la gente que contaba con ellos. No sé como lo harían para bajar al festival, pero no me gustaría estar en su lugar, la verdad.

En los campings de pago la cosa no mejoraba. En el glamping, parece que las tiendas que había (puestas por el propio camping) no aguantaron la lluvia (que tampoco era eso un diluvio) y quedaron mojadas por el interior. Pero no acaba aquí la cosa. Parece que el ruido de los generadores fue un problema a la hora de dormir, las duchas y grifos eran insuficientes o no funcionaban… Y todo eso a partir de 170€.

Sé que puede parecer que me ha quedado un artículo muy hater, pero en general considero que ha sido un buen festival y la organización ha apagado los fuegos que ha podido. Estoy seguro de que los cientos de trabajadores se han dejado la piel para que saliera adelante, y desde aquí les felicito. Algunos de estos problemas son muy difíciles de solucionar, y más con presión de tiempo. Veremos si la siguiente edición vuelve más a la normalidad y eso les permite mejorar en estos aspectos. Habiendo estado allí, en general he visto contenta a la gente, así que a seguir adelante, ¡no tengo dudas de que en la edición de 2023 consiguen mejorar!

Aleix Besolí
Sobre Aleix Besolí 330 Artículos
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias! Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas. También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.