Crónica y fotos del concierto de H.E.A.T + Reach + Temple Balls - Sala Razzmatazz 2 (Barcelona), 22 de mayo de 2022

La ola de calor derrite Barcelona: H.E.A.T + Reach + Temple Balls

Datos del Concierto

Bandas:
H.E.A.T + Reach + Temple Balls
 
Fecha: 22 de mayo de 2022
Lugar: Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)
Promotora: Black Harbour Entertainment
Asistencia aproximada: 800 personas

Fotos

Fotos por Javi Puntas / Sergi Ramos (The Metal Circus)

Temperaturas de infarto en la ciudad condal. Un mayo que parece agosto. Sudor, luz… y calor, mucho calor. Vamos, que si escribiésemos esta crónica en inglés, hablaríamos de heat para referirnos a lo vivido con H.E.A.T.

Casi dos años ha tardado la gira en llegar, pues no olvidemos que venían presentando II (2020), su último lanzamiento, y que en agosto, el día 5 para ser más precisos, lanzarán su nuevo álbum, “Force Majeure”, cosa que nos hace intuir que en relativamente poco los volveremos a tener por aquí. Oiga usted, por mi ninguna queja, ¿eh? Especialmente tras lo vivido el domingo. Pero empecemos por el principio, ya que los protagonistas no venían solos.

Temple Balls

No había escuchado yo de ellos, y me hago cargo del error. Como pista, escribo esto la mañana del 23 de mayo, es decir, horas más tarde del concierto, y estos señores ya están sonando a tope en mis altavoces. Hacen lo que hacen, y lo hacen muy bien. Sí, un poco cacofónico, pero yo me entiendo. Hard rock festivo, alegre, divertido y que funciona muy bien en directo. Los chicos (porque son eso, chicos) se desenvuelven muy bien encima de las tablas, demuestran una gran comunión con el público, un buen hacer más que destacado y, con temas como “Strike Like a Cobra”, “Bad Bad Bad” o “Thunder From the North”, un gusto musical exquisito.

Cuando empezaron, a y media raspadas, la sala estaba a un 50% de su aforo, aproximadamente, y lo lamento por los rezagados, pues como ya pasó la última vez que H.E.A.T visitó la misma sala, hace ya una pandemia y pico, fueron unos teloneros a la altura de las circunstancias.

Reach

Tampoco conocía a Reach, y estaba con ganas de descubrir cosas. ¿Y qué descubrí? Un gran grupo, muy disfrutable, complejo para lo que estamos hablando (¿cuántas pistas pre grabadas llevarían?) pero… siempre hay un pero, ¿no? En esta ocasión, es que creo, sólo creo, que no estaban en la gira indicada. A ver, que me gustaron mucho y el bolo, separado de todo y aislados, hubiese brillado con luz propia, pero como ya les pasó a One Desire, poner esa música tan estática (el bajista no se movió de sitio) entre dos torbellinos mientras llueve confeti, hace que según quien arrugue la nariz. Tiene cosas de hard rock, sí, pero del de americana y, casi, corbata.

Aún así, el trío bordó lo que hizo, defendiendo sus temas muy bien, entendiendo la complejidad que puede tener su música y que son eso, un trío. Destaco temas como “Motherland” (mi preferida, cabaretera absoluta), “Young Again” o “The Law”. Yo los disfruté mucho, la verdad.

H.E.A.T

Pero no nos engañemos, estábamos ahí por los cabezas de cartel. Teníamos ganas de los nórdicos, teníamos ganas de Kenny  y ver si, más allá de la voz, estaba a la altura de su predecesor en cuanto a carisma y tablas encima del escenario. Teníamos ganas de “Come Clean”, “One by One” y otras tantas, y es que no olvidemos que un servidor escogió el disco como el mejor de su año, lo mismo que una de las canciones. La cosa se iba a resolver enseguida.

Bueno, eso de enseguida es un decir, pues en la espera sonó, al menos, medio discografía de AC/DC, llamando al público al canto y jolgorio. Y ese jolgorio del que hablo aumentó hasta la locura cuando la ya mítica intro “The Heat Is On” de Gleen Frey, saxo incluido, empezaba a sonar. En ese momento giré la cabeza (yo estaba en segunda fila, pero de eso ya hablaremos) y diría que, perfectamente, unos 3/4 de sala estaban llenos de alegría y ganas de música, que se tradujeron en vítores y aplausos cuando los primeros compases de “One by One” atronaron.

La primera pregunta era obvia. Kenny debía substituir a alguien nacido para estar encima de los escenarios o delante de las cámaras. Alguien que, sin duda alguna, lleva el arte (que no el canto) en las venas. ¿Estaría a la altura? Desvelémoslo: sí, y de qué forma. No diría que supera a su antecesor, porque eso es muy difícil, pero el recital que dio el nuevo-viejo cantante fue muy de aúpa, tanto en el aspecto vocal (aquí sí que creo que supera a Erik) como en el aspecto de conductor. Madre mía, si yo estoy haciendo el cabra de esa manera cinco minutos, no más, tienen que llamar a la ambulancia y llevarme a urgencias. Gran morlaco, el señor Kenny, idea que se reforzó cuando se quitó la chupa de cuero y mostró unos brazos tan grandes como mis piernas. Mejor no enfadarse con él, por si las moscas…

Como decía antes del paréntesis, “One by One” sonó potentísima, pero es que “Rock your Body” y “Dangerous Ground” formaron un trío de  apertura de muchos quilates. Energía, sintonía y comunión con un público muy entregado. ¡Es que teníamos ganas! Casi dos años esperando esa gira se hacen notar, tanto que las masas cobran vida per se. Empecé, por decirlo así, en la quinta fila y escorado un poco a la izquierda. Acabé en segunda totalmente a la izquierda, haciendo compañía a los fotógrafos (desde aquí un saludo y un agradecimiento a  los amigos The Metal Circus por cubrirnos la baja de última hora de nuestro fotógrafo, las fotos son de Javi Puntas y Sergi Ramos). Quizá por eso, por la localización, el sonido no fue todo lo bueno que podía ser. Creo que de haber estado en otro sitio de la sala hubiese sonado impecable. Pero oye, ¡que me quiten lo bailao!

“Emergency”, “Redefined” y “Straight for Your Heart” nos trajeron unos H.E.A.T que no suelen prodigarse en directo, y estoy casi convencido que es por el cambio de cantante, cosa lógica.

“Come Clean” me moló mucho, mucho mucho mucho, no en vano la escogí la mejor canción de su año. La defendieron muy bien, al igual que uno de los dos temas de adelanto del disco que saldrá el 5 de agosto, “Back to the Rhythm”. Curiosamente la había estado bailando por la tarde con mi hija, estando muy seguro que horas más tarde la bailaría solo… o con varios centenares de personas. Así pasó, y para el que escribe fue uno de los momentos de la noche. Tras esto vino un pequeño bajón con “Cry”. No, en un concierto así no veo lugar a baladas, lo siento. Pueden llamarme radical.

La cosa acabó con otro adelanto, “Nationwide”, y “A Shot at Redemption”, que aunque tiene un estribillo que ni el superglue, para mi gusto es repetitiva hasta la saciedad.

Fue un concierto más corto que el del resto de la gira. Faltaron, bien bien, dos o tres temas, y es el primer bolo al que voy que no tiene bises. Quizá fue porque era domingo y al día siguiente tocaba madrugar, o porque la gente no lo entendió y se fue sin esperar lo suficiente, pero me quedé un poco con cara de WTF. Por otra parte, yo hubiese hecho varios cambios en el set list. H.E.A.T tienen temas de sobra para hacer un show en el que no sobre ninguna canción,  y en este añoré unos cuantos (empezando por “Rise”, el primer tema de “II” que cantó Kenny), pero esto va a gusto.

Fue una buena noche. Una gran noche, y una aún mayor reivindicación del nuevo cantante, que logró que no pensáramos en Erik. Si el calor tiene que ser así, que siga llegando, por favor.

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 385 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.