Fontaines D.C. se consagran en Barcelona

Fontaines D.C. son cinco chavales de Dublín, sí chavales porqué son insultantemente jóvenes para alguien que ya peina –al menos lo intenta- canas, que se situaron en el centro de todas las miradas con la bocanada de aire fresco que significó con la publicación de Dogrel (2019), su primer disco. Descaro, actitud y frescura, esa fue su carta de presentación. Un año después, en plena pandemia y ante la imposibilidad de presentarlo en directo, publicaron A Hero’s Death (2020), reposado y más oscuro, y porqué no decirlo, menos inspirado y espontáneo que su primer plástico.

Se respiraba ambiente de gran noche -más si cabe después de la actuación memorable la noche anterior en la madrileña Riviera– en la sala grande de Razzmatazz, una sala abarrotada para recibir a “la mejor banda del planeta”, según los premios de la mítica revista inglesa NME. Quizás se nos van los hypes de las manos… Cierto es que Fontaines D.C. pueden ser una de las grandes bandas del futuro, la pista de aterrizaje la tienen preparada, y por lo acontecido esta noche, mimbres los hay, pero aún les queda recorrido de mejora para entrar en las grandes ligas del rock.

Lamentablemente, por cuestiones que no vienen al caso, no llego a tiempo de ver la actuación de los también irlandeses Just Mustard, cuya propuesta post punk más próxima a sonidos shoegaze es de lo más interesante y promete regalarnos un nuevo disco a tener en cuenta. ¿Qué estará pasando en Irlanda que vuelven a salir bandas tan interesantes y apetecibles, con ese regusto indie británico tan atractivo? The Murder Capital, Silverbacks o Movment, sumados a los protagonistas de la noche, Just Mustard y Fontaines D.C. configuran una escena a tener muy en cuenta.

Fontaines D.C.

Con algunos minutos de retraso sobre el horario previsto y tras sonar “Dirt in the Ground” del estratosférico Bone Machine (1992) del gran Tom Waits, muestra de buen gusto de Grian Chatten y sus secuaces, saltaron al escenario para aniquilar cualquier sombra de duda sobre la solvencia del grupo en directo. Una puesta en escena austera, con juego de luces bien trabajado y un fondo en el que se podía leer bien grande el nombre del grupo, como si un ejercicio de auto-afirmación y orgullo de pertenencia se tratara, porqué ellos cinco –Grian Chatten (voz), Carlos O’Connell y Conor Curley (guitarras), Tom Coll (bajo) y Conor Deegan III (batería)- son los que arrasarían con todo esta noche.

El escenario lo ocupaban de forma bastante estática para dar libertad de movimientos a Grian durante todo el concierto. Un tipo curioso este Grian… Gran personalidad y parco en palabras (hubo un “Visca el Barça” y un “Adiós”, ahí tienes todo lo que se dirigió al público), se mueve como un cruce de la chulería de Liam Gallagher y el cortocircuito enérgico del enigmático cantante de Joy Division Ian Curtis. Una mezcla de lo más sugerente, como sugerente es su música.

Un set dividido en dos partes diferenciadas, una primera dedicada a su segundo álbum y una segunda más dedicada a su debut, intercalando los adelantos de su próximo Skinty Fia (2022) que verá la luz a mediados de abril. ¡Y vaya adelantos! Abrieron con las líneas de bajo de “Televised Mind”, siguiendo con los guitarrazos strokeros de “A Hero’s Death”. Sonido potente y la banda muy cohesionada. La base rítmica con Tom al bajo y Conor a la batería, en mi opinión, aguantan el sonido de la banda de manera espectacular. Ello, combinado con un buen trabajo de guitarras y un Grian omnipresente, generan un halo mágico alrededor suyo.

El inicio clashero de “Sha Sha Sha” anima al personal a dar los primeros botes y dar inicio a los primeros pogos. Que la ejecución de “Jackie Down the Line” fue un incomprensible desastre, puso en alerta a más de uno; descompasada, recitada en lugar de cantada, te alertan de que igual… pero no. Fue el único borrón de una noche en la que lo mejor estaba todavía por llegar. Después de enlazar “I Don’t Belong” y “You Said”, fue el turno para, desde ya, un himno de categoría magistralmente interpretada: “I Love You”. Se nota le que tienen cariño a esta canción, dedicada a su querida Irlanda. Ascendente y épica, tendrá un lugar destacado en sus sets, no hay duda.

Y a partir de aquí, todo fue hacia arriba con una segunda mitad del concierto dedicado al más speedico y agrio Dogrel. “Big”, “Hurricane Laughter”, “Too Real” ya generaron un pogo perpetuo hasta estrenar la bailonga “Stinky Fia”. Llegábamos al final. “Boys in the Better Land” serviría para dar por finiquitada la actuación. Si lo hubieran dejado aquí, lo habrían dejado en lo más alto. Pero volvieron para cerrar, ahora sí, con “The Lotts” más cercana al sonido de sus amados The Cure.

Un grandísimo concierto, con dos peros: la interpretación de “Jackie Down the Line” y la duración (poco más de una hora). Sin embargo, la energía demostrada, la ejecución perfecta en el resto de temas, la conexión con el público (a pesar de no mostrarse muy comunicativos) y grandes canciones, hacen de Fontaines D.C. una banda de presente (no muchas bandas pueden decir que han llenado Razzmatazz) y con mucho futuro. Solo nos queda que el próximo junio confirmen su progresión en el Primavera Sound, donde podremos disfrutar de su directo una vez más.

Setlist Fontaines D.C.:

Televised Mind
A Hero’s Death
Sha Sha Sha
A Lucid Dream
Jackie Down the Line
I Don’t Belong
You Said
I Love You
Big
Hurricane Laughter
Too Real
Skinty Fia
Boys in the Better Land
—-
The Lotts

Joan Calderon

Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop…  en resumen, la música es mi pasión.