Entrevista a Roine Stolt, líder de The Flower Kings (I): ‘Los Flower Kings vemos la música como algo con vida propia: un animal que va hacia donde quiere, y allí es dónde hay que ir’

Fotografía: Tobias Anderssson

Los músicos de progresivo son siempre grandes conversadores, tienen muchas cosas que contar y les gusta que las entrevistas sean largas y profundas (bueno… Dream Theater no. Hay temas de Dream Theater bastante más largos que el tiempo que te dan para una entrevista). Y Roine no sólo es el líder The Flower Kings y ex miembro de Kaipa; es también miembro del supergrupo Transatlantic.

A sus 65 años, y lejos de pensar en la jubilación, disfruta de un estatus de leyenda del prog y es capaz de sacar un nuevo disco en el que ha combinado material de hace 25 años con composiciones actuales. Un experimento que funciona y que le da para un doble disco, realmente interesante. Esta vez ha huido de las canciones exageradamente largas y ha buscado la comunión del grupo en se estudio en Suecia y el abrazo de lo analógico.

Muchas felicidades, Roine, por vuestro nuevo disco By Royal Decree, Un nombre muy interesante, por cierto. ¿Por qué este titula de By Royal Decree para el nuevo disco?

Todo viene un poco de la película de “Queen”, el biopic de la banda, no sé si la has visto. No recuerdo exactamente en que momento de la película lo dice, pero aparece Freddie haciendo las cosas que solía hacer y suelta eso de: “Esto se hace por real decreto”, que quiere decir que lo hará a su manera (risas). Pensamos todos que era una expresión muy divertida y también por el hecho de que el grupo se llame The Flower Kings.

Lo de por real decreto suena muy de monarquía… es en plan: parar algo con toda la autoridad. Es como si le dijésemos a la gente que hay que escuchar este disco. Esa sería la cuestión, luego hay la broma de la frase ampulosa, y creo que funciona perfectamente junto a la excepcional portada que hemos conseguido esta vez.

Supongo que esta vez la banda tuvo suficiente tiempo para trabajar debido a la pandemia, así que me pregunto: ¿cuántas canciones son nuevas y cuántas eran ideas antiguas? Porque he leído que algunos sitios que en este álbum hay cosas anteriores a vuestro primer disco de 1994.

Sí, eso es verdad. Era algo que quería probar y un poco fue hecho con toda la intención del mundo. En ningún caso ocurrió que estábamos sin ideas y no teníamos más canciones o que necesitábamos recurrir a viejos temas e ideas ya enterradas 25 o 30 años atrás. Lo que sucedió es que con el tiempo uno va cambiando el estilo de componer, y al empezar a escribir canciones en la actualidad, pensé que sería una gran opción lo de combinar lo viejo con lo nuevo.

Y no tenía que ser en absoluto eso de decirle a la gente: “esta canción es de los tiempos de 1997 y esta es reciente”. Es más, decirle a la gente que esta parte de la canción lleva compuesta desde hace muchos años y queda ensamblada con esta otra parte que es reciente. Una canción del By Royal Decree puede contener una intro compuesta en 1996, pero el coro vocal y el verso vocal pueden haber sido escritos hace un año. Se trabajó con esta idea y concepto y se hizo adrede, el probar algo diferente, algo nuevo.

De nuevo, estamos ante un largo disco con largas canciones. ¿Cuál es el secreto para editar tanta música, tener tantos proyectos paralelos y lograr siempre un muy buen nivel en todo lo que haces?

Yo no sé si hay un secreto en esto… yo lo veo más como una cuestión de feeling. Tú escuchas la música y lo que sucede es que, cuando empiezas a pensar y hablar sobre un nuevo disco, todo el mundo me pregunta a ver lo que yo ya traigo hecho. Quieren ver si tengo algo interesante que ofrecer. Actualmente ya no estamos en esa era en la que enviábamos casetes y cintas.

Ahora nos mandamos el material en MP3 o en formatos similares. Y luego los músicos te responden: “Me gusta esta y me gusta esa otra”. Suelo tener hecha la parte instrumental de la canción, pero apenas tengo casi nada del aspecto vocal. Eso hace que podemos ir probando de una forma democrática: votando. Buscamos que canción tiene más votos (risas). Las más votadas son con las que empezamos primero y otras las dejamos de lado.

A veces descartamos material porque suena a cosas que ya hemos hecho en anterioridad, otras veces porque ya hay demasiadas canciones lentas en un disco… Otras veces hay demasiados momentos con voces y coros, así que pasamos a trabajar en cosas más instrumentales para poder insertarlas allí. Este proceso lo llevamos a término durante varios meses. Incluso cuando entramos en el estudio todavía hay tiempo para ir probando cosas que no nos terminan de convencer.

A veces el groove de la batería no es el que más nos convence, por lo que paramos y le damos tiempo a la canción. Incluso otras veces, directamente, nos centramos en otra canción. Es un largo proceso que te lleva unos meses en el que no sabes del todo cómo va a quedar el disco. No somos ese tipo de banda que tiene una lista de canciones que hay que grabar y con un orden ya predeterminado de empezar y terminar. Trabajamos con el material y se va desarrollando todo poco a poco.

Solemos empezar con unas partes que nos gustan más y es el disco el que va tomando forma ante ti. Pero es que esto incluso nos sucede en el momento en el que estamos mezclando. Hay veces que estás en la fase de mezcla y tienes que parar porque ves que algo no funciona del todo ya que la batería y el bajo no van como esperabas, o que las capas de voces no terminan de convencerte. Y eso a pesar de llevar incluso días intentando mezclar un tema.

Es justo cuando lo que quieres oír en tu cabeza no se plasma en el resultado final. Otras veces te sucede lo contrario: una canción en la que no confiabas mucho, la mezclas, y te parece muy buena. Eso significa que la canción está creciendo… Un poco es como si la música fuera algo con vida. Es como un animal y va hacia donde quiere, y allí es dónde hay que ir. Los Flower Kings siempre hemos sido ese tipo de banda. Hay muchos mails proponiendo por lo que todo va mutando en forma de diálogo fluido entre todos. Siempre es así hasta llegar a ese punto en el que damos por terminado el disco.

Una de las cosas más experimentales del disco es el oboe en “Blinded”. Me recordó a Roxy Music. ¿Son ellos una gran influencia para ti?

¡Los Roxy Music, por favor… claro! No te puedo decir que sean mi banda favorita, pero me encantan. Hace dos días me entrevistaron y hablábamos de la música en general y el chico se sorprendía de que yo escuchase habitualmente música pop. Pero yo lo hago. A mí me encantan The Eagles, me gusta U2 y he ido a ver a Muse. Y también amo a todas esas viejas bandas de progresivo.

A ver… que si King Crimson vienen a mi ciudad voy al concierto de cabeza, pero mi vida no se nutre de rock progresivo solamente. Yo por ejemplo soy muy fan de la banda sueca de pop ABBA. Ellos tenían un gran sonido, y me gustan mucho también Fleetwood Mac de los 70, aunque también me gusta su etapa blues de los 60. Pero claro, también soy muy fan de esos Fleetwood Mac de los 80 que sacaron discos de pop y que vendieron millones y millones de discos. Y es que mi mente y mis orejas están abiertas a todo y no me importa que estemos hablando de jazz, rock progresivo o de cosas más complejas como las vanguardias o la música clásica.

Siempre trato de estar muy abierto a todo, y así ha sido con The Flower Kings desde el principio. Es por esto que con esta banda a veces podemos sonar más simples o incluso comerciales. Sé que hay fans que disfrutan especialmente cuando hacemos esas canciones épicas de 25 o 30 minutos. El otro día estaba remezclando y remasterizando el disco Flower Power. Allí está “Garden of Dreams”, un tema de 60 minutos.

Pero eso es sólo una de las caras de The Flower Kings. Comparas esa canción con este doble disco de canciones más cortas y hay diferencia, pero hay aquí también una temática que se va repitiendo y vamos volviendo a ello en lo vocal o en lo instrumental. Pero es que si me pones una parte del disco tampoco sabría decirte exactamente qué parte concreta o qué canción es exactamente. Que nuestra música sea una especie de “todo” es algo inherente a The Flower Kings… una tradición, te podría decir incluso.

Y eso es algo que les sucede a muchas bandas de progresivo. Es lo que le pasaba a la gente de Genesis. Es que seguro que venían con fragmentos de canciones y los iban ensamblando para crear un mismo tema. Esa en el fondo es la tradición en el rock progresivo. Y allí estamos The Flower Kings, manteniéndola, pero… a la vez con la mente muy abierta a todo.

La banda publicó dos singles ya: «Revolution» y «A Million Stars». ¿Estaba claro que estas canciones tenían que ser los avances del disco?

La verdad es que no… Si te soy sincero, yo puedo tener una idea concreta de lo que podría ser un posible sencillo de un disco, pero mis ideas no son definitivas. Yo no pienso en los singles como algo que pueda llegar a emocionar a nuestros fans. Ellos comprarán el disco, o no lo comprarán. Yo cuando pienso en singles tengo en mente a la gente que le suena el nombre de The Flower Kings, que nos ha escuchado y que puede que no le hayamos gustado. Y justo un single es una de esas canciones que pueden abrirle los ojos a tu banda, incluso para gente que no haya escuchado el grupo con anterioridad. Ese es mi punto de vista sobre los singles y su función.

Cuando la compañía de discos te propone varios singles concretos, pues les decimos que OK, aunque también pregunto al resto de la banda a ver si tienen alguna idea concreta para el sencillo. Aunque reconozco que es un trabajo que delego en la compañía discográfica. La única cosa que recuerdo de este disco fue que les sugerí el “A Million Stars” como single ya que posee mucha presencia de guitarras acústicas, una melodía muy directa y una onda muy positiva, y eso es algo que considero que todos necesitamos en estos días. Y más desde la semana pasada (invasión rusa).

¿Cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero?

El primer disco… supongo que te refieres a los LP de 33 revoluciones. Pues te diría que el primero que me compre fue uno de los Monkees. Lo creas o no, a mí los Monkees me gustaban mucho. Eran divertidos y salían por la televisión y veíamos su programa, ya que los Monkees tuvieron su propio programa de televisión. A ver, si te soy honesto… su música no era tan buena como la de los Beatles, pero era buena y a mí me gustaba. Y juraría que el segundo disco fue el primero de Procol Harum.

Yo ya tenía el single del “A Whiter Shade of Pale”. Obviamente me gustan mucho Procol Harum y probablemente, después de los Beatles Procol Harum fue mi siguiente gran banda. Luego vino Jimi Hendrix, pero Procol Harum me gustaba mucho todo lo que hicieron. Y luego, después de un par discos de los Harum, comencé a indagar en Vanilla Fudge, una banda estadounidense que todavía existe.

Ellos empezaron haciendo versiones como el “You Keep Me Hanging On” de las Supremes, y lo hicieron a su manera. Pero hicieron muchas otras cosas pues sabían cómo hacer que sus versiones fueran muy suyas. Y luego escribieron sus propias canciones, pero también hicieron alguna de los Beatles.

Yo me referiría a ellos como una de las primeras bandas de metal porque en ese momento, estamos hablando ahora 66 o del 67, y realmente no había nada de metal: Ya sabes… Black Sabbath y Deep Purple no eran realmente grandes en esos días. Así que Vanilla Fudge fue probablemente una de las primeras bandas de metal.

Carmine Appice era su baterista… tocó en Barcelona y pude asistir a su concierto.

Un gran baterista y… ¡lo sigue siendo! Él sigue tocando y su hermano Vinnie Appice también. Ambos son geniales, grandes bateristas, pero me refiero a que todos estos tipos, siguen en buena forma, como el antiguo cantante de Vanilla Fudge: Mark Stein, todavía puede cantar. Eso es realmente bueno ya que estos muchachos deben estar entre los 75 y los 80 años, pero aún saben que pueden tocar y cantar, y eso es algo genial.

Me encantan los nombres de tus hijos: John Sebastian y Peter Gabriel, maravilloso… pero… ¿y si hubieras tenido una niña? ¿Qué nombre hubieras elegido?

Oh, esa pregunta ya me la hicieron una vez, juraría, y… realmente no lo sé, tal vez no hubiera sido un nombre dentro del mundo de la música. No lo sé, la verdad, pero supongo que mi esposa y yo probablemente hablamos de eso mismo porque no sabíamos si íbamos a tener una niña o un niño.

Nosotros no lo queríamos saber, simplemente aceptamos lo que fuera, y mira, ambos fueron niños. Pero juraría que sí que hablamos sobre ello y el nombre de la madre de mi esposa era Inés, sí, en español, y creo que es un nombre muy hermoso. Pensamos ese nombre para honrarla ya que murió de cáncer cuando mi esposa Lilian era muy joven. Así que creo Inés sería el nombre elegido.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.