Demon Hunter – Exile

Nuestra Nota


7.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 28 de octubre de 2022
Discográfica: Weapons MFG
 
Componentes:
Ryan Clark – Voz
Patrick Judge – Guitarra, coros
Jeremiah Scott – Guitarra, coros
Jon Dunn – Bajo
Tim Watts – Batería

Temas

1. Defense Mechanism (feat. Max Cavalera) (3:37)
2. Master (4:07)
3. Silence the World (feat. Tom S. Englund) (7:13)
4. Heaven Don’t Cry (4:25)
5. Another Place (4:16)
6. Freedom Is Dead (2:53)
7. Praise the Void (5:30)
8. Revolutions (5:35)
9. Chemicals (6:25)
10. Godless (feat. Richie Faulkner) (4:54)
11. Devotion (4:59)
12. Along the Way (8:08)

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Cuando en 2019 Demon Hunter publicó el que, hasta hace solo unos días era su último trabajo (doble) de estudio –War / Peace-, ya os pegué la chapa sobre lo ridícul@s que resultáis aquell@s que tan abiertamente criticáis la música cristiana, así que me lo ahorraré, no sin antes recomendaros que aprendáis inglés de una puta vez. Amén.

Dicho esto, y aunque yo no comparta (pero sí respete, mucho) el mensaje de los de Seattle, Demon Hunter es definitivamente una de mis bandas favoritas, más por razones emocionales. Para tod@s vosotr@s, oyentes que no acudís a la iglesia con asiduidad, puedo anticipar que, líricamente hablando, no estamos tratando con letras tan -en ocasiones- banales al más puro estilo Stryper, pues la sección lírica aquí está revestida y/o camuflada entre palabras más crípticas. Estilísticamente, la banda liderada por el vocalista/artista Ryan Clark es difícil de comparar con bandas como Stryper; de hecho, no podrían ser más diferentes. Estamos ante un grupo que navega mayoritariamente por las aguas del metalcore, sonando más o menos alternativos en contadas ocasiones, muy punk en otras y, en alguna que otra ocasión, se dejan querer por el sonido más melodeth muy en la onda de propuestas como las de In Flames o At the Gates. Los primeros álbumes sí es cierto que bebían más de un estilo hardcore punk pero, con el paso del tiempo y de los álbumes, desarrollaron una forma de entender la música más profundamente arraigada en el death metal melódico. Trabajos como True Defiance (2012), uno de sus álbumes más exitosos hasta la fecha, lograron convencer a (casi) tod@s. En mi opinión, es uno de sus mejores y más potentes obras, pero eso es cuestión de gustos. Para mí, su mejor trabajo todavía sigue siendo el segundo, Summer of Darkness (2004), quizá porque es más alternativo y menos death.

Es importante tener en cuenta que a lo largo de toda la discografía de la banda, siempre han habido algunos experimentos incorporados a su manera de entender la música para mantener la tensión del oyente, y este Exile (2022) no es una excepción. Si estos experimentos funcionan, perfecto, pero si no, es una pena… y en esta nueva entrega, la duodécima en su ya dilatada carrera, la mayoría de los experimentos no acaban de cuajar, al menos desde mi punto de vista. Por ejemplo, una canción que destaca por una característica inusual es la segunda, «Master». Los versos se caracterizan por un golpeteo casi mántrico del bajo de Jon Dunn, que probablemente te ponga de los nervios si lo escuchas varias veces. El resto de la canción resulta ser una balada típicamente Demon Hunter, muy al estilo de «I Will Fail You», uno de mis temas favoritos de la banda que está incluido en su trabajo de 2014 Extremist. «Freedom Is Dead», el primer adelanto que veía la luz hace ya casi medio año, es también uno de esos temas que tratan de asustar/intimidar al oyente con una estructura… no diré que molesta, pero sí poco usual en el verso. El estribillo, aunque contundente y demoledor, tampoco es particularmente destacable; la que para much@s será la pieza clave de este trabajo, para mí no deja de ser uno de los momento más bajos del álbum. Un último ejemplo, «Defense Mechanism», el tema de apertura que destaca por la colaboración de Max Cavalera y que  puede presumir de tener cierto regustillo a los últimos Sepultura antes «del cambio», se ve mimado por una parte con un sonido techno / industrial poco común, muy en la onda de Fear Factory; de hecho, por momentos me resulta incluso un plagio de «Cyber Waste». En general, se nota que la proporción de efectos electrónicos y trucos ha vuelto a aumentar en comparación con el último álbum.

Exile no es un mal álbum, ojo, pues contiene canciones muy bien elaboradas y vertebradas alrededor de cómo me gusta que suenen Demon Hunter. «Praise the Void», «Another Place», «Chemicals» y «Heaven Don’t Cry» son los mejores ejemplos, especialmente esta última, con ese solo tan conmovedor y esa voz igualmente emocional que te atrapan de inmediato y es, en mi opinión, una de las mejores canciones que he escuchado en lo que va de año, con el permiso de «Silence the World», tercer corte del álbum en el que colabora el vocalista de Evergrey Tom S. Englund. No hace demasiado, alguien comentaba que «Englund siempre mejora cualquier canción en la que aparezca», y no podría estar más de acuerdo con dicha afirmación. La mejor canción del album es, de nuevo, una balada o medio tiempo, cómo le queráis llamar. Tremendo temarral. Su estribillo se te quedará clavado en la mente cual Jesucristo en cruz:

«How do I silence the world?
How do I live through the noise?
Pull me from out of the tide
How do I silence the world?
Silence the world.»

La lista de colaboraciones se cierra con «Godless», en la que presta sus servicios el guitarrista Richie Faulkner (sustituto de K. K. Downing en Judas Priest), un tema que pasa con más pena que gloria y que no tiene nada destacable… ni tan siquiera la pista de guitarra.

Una cosa cuanto menos curiosa de Exile es que se han publicado varias versiones. La versión normal incluye 12 pistas y dura aproximadamente 60 minutos. Hasta aquí, todo bien, ningún reproche. Pero es que existe una versión Deluxe que contiene algunas pistas más (¡ocho más!) que son verdaderos interludios que hacen que el disco sea más coherente en líneas generales. Con ello quiero decir que la versión lujosa de este trabajo es mejor, pues se entiende mejor el concepto del álbum (después de todo, está pensado como un álbum conceptual), porque sin estos interludios las piezas suenan de alguna manera desconectadas. Además, la canción principal -«Exile»- solo se incluye en la susodicha versión Deluxe. Además de tener más canciones, también contiene un cómic (el primero de una serie de cuatro) escrito por Ryan Clark, las letras en un libro de 40 páginas con fotos exclusivas, un póster desplegable a dos caras y una litografía ilustrada también por el propio Ryan Clark. Obviamente, esta versión está agotadísima no, lo siguiente.

No, Demon Hunter no me han fallado. La culpa es mía y solamente mía al quizá no estar lo suficientemente abierto a sus experimentos sonoros. Curiosamente, son los adelantos, los singles, los que más fallan en líneas generales, pero gracias a Dios, afortunadamente, en Exile encontramos algunas canciones que son realmente destacables.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 530 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.