5 chutes de energía según… Xavi Prat

El otro día hablaba con una reputada psicóloga tuitera, María José, sobre la incidencia que puede tener la música en nuestro estado de ánimo. Ella, que sabe (obviamente) mucho más que yo, afirma que podemos elegir nuestro estado de ánimo escuchando (escuchando, que no oyendo) según qué canciones o estilos de música. Yo no sé si llegamos a tanto, me falta formación, pero por experiencia propia vivida en carnes, afirmo y reafirmo que, si ya sentimos algo, podemos potenciarlo escuchando determinados temas. El ejemplo más claro es estar tristón y darse un empacho de «Believe» de Savatage. Acabas con ganas de tirarte por un precipicio. ¿Quién no ha experimentado algo así, sea en el sentido que sea?

La vida, además, no es lineal. No vamos a estar bien o mal siempre. Buda ya lo decía hace 2.500 años, todo es temporal, y el refranero español escupe eso de que «todo llega y todo pasa». Yo, hoy, os invito a que, cuando la cosa empieza a ir hacia arriba, potenciemos esas ganas, esa motivación y felicidad. Ese hambre por comerse el mundo y alargar lo máximo posible un estado que no durará para siempre. Os traigo cinco temas que, para mí, han supuesto, en algún momento de mi vida, un chute de energía positiva y redescubrimiento y evolución personal. Hay cientos, ¡miles!, pero yo os traigo estos.

 

«I’m Alive»

Artista: Helloween
Álbum: Keeper of the Seven Keys Pt. 1 (1987)
Autor: Kai Hansen

Empezamos con no solo uno de mis temas preferidos de uno de mis grupos de cabecera, sino con la primera canción (intros aparte) de uno de los álbumes más importantes de mi vida, del heavy metal y el disco padre, gestacional o fundador del power metal. «I’m Alive» es toda una declaración de intenciones y una tarjeta de presentación inmejorable. No hace falta más que leer la entrevista que hice a Michael Kiske para entender lo que implica el tema para mí.

A lo que hace Helloween se le ha llamado de muchas formas, especialmente back in the 80’s. Wagner metal, por su poderío, power metal, metal alemán, por su origen, y también happy metal. Es evidente el por qué, ¿no? Desde sus inicios, pero especialmente a partir del disco que hoy nos corresponde, la alegría, las ganas de vivir el optimismo han sido santo y seña de las calabazas. Escuchar sus guitarras dobladas es siempre sinónimo de sonrisa, y leer sus letras, de felicidad y ganas de seguir adelante. «I’m Alive» es todo eso, su título ya lo dice todo. A veces solo necesitamos a un buen amigo que nos ayude a creer en nosotros (solo ayude, que ya sabemos todos que todo esto nace en uno mismo) y cantar al mañana. ¡Grandes Helloween!


«Carry On»

Artista: Angra
Álbum: Angels Cry (1993)
Autor: André Matos

Hay inicios e inicios, y el de Angra es uno de los más bestias que he visto (escuchado, en este caso) en mi vida. Sí, tenían ya algún EP y cierta reputación en su Brasil natal, pero su tarjeta de presentación fue el estallido que hoy traemos, uno de los discos debuts más bestiales que haya escuchado en mi vida.

Angra, como grupo, lo tiene (tenía) todo, tanto en su etapa inicial, la que hoy tratamos, como la posterior. Lástima que luego las cosas, a mi gusto, se torciesen tanto.

Dentro del pepinazo que es Angels Cry, incluso me atrevería a decir que dentro de su discografía, destaca «Carry On», quizá la canción de Angra. Ya existía, ya estaba compuesta antes de que se formara el grupo (en eso Matos era un puto maestro, y como duele hablar en pasado), pero la unión hace la fuerza, y la maestría de los otros miembros hicieron de esta oda a la vida y al seguir hacia adelante, pase lo que pase, una tremenda obra de arte. Lo dice su letra (más o menos traduzco): «Sigue adelante, hay un significado para la vida que quizá encontremos; sigue adelante, es hora de olvidar los restos del pasado para avanzar.» ¡Olé ellos!


«Wake Up the King»

Artista: Edguy
Álbum: Theater of Salvation (1999)
Autores: Jens Ludwig y Tobias Sammet

Si con el primer tema del top hablaba de uno de los grupos de mi cabecera, lo que he tenido con Sammet, desde que lo conocí en el 98 hasta, más o menos, 2006, cuando sacaron el Rocket Ride, fue un amor de esos que arden tanto que no sabes si estás vivo o te están quemando por brujería. Desde aquél año, el 98, en el que estaba en la esquina del sofá de mis padres, Discman en mano y leyendo las letras del Vain Glory Opera, me di cuenta de que había alguien ahí fuera que me conocía, que me conocía de verdad, aunque nunca nos habíamos visto ni intercambiado una palabra. Sammet, en ese periodo, ha sido un gran conocedor de las personas y sus anhelos y querencias, y el cenit de esa «espiritualidad» (pues, con unas palabras u otras, escribía sobre lo que puede leerse en esa sección de cualquier librería grande) llegó con Theater of Salvation (1999).

Todo el álbum podría catalogarse de conceptual, pues a su manera, cuenta una historia de autoconocimiento y autorrealización. Y dentro de esa historia, uno de los temas que más sobresale es «Wake Up the King». El título lo deja bastante claro, pero por si acaso, nos llama a poner la alarma del despertador para a ser nosotros mismos y sacar al rey (aka el puto amo) que todos llevamos dentro, nuestra propia esencial que, a veces y por diferentes circunstancias, queda enterrada en toneladas de mierda, rutina y qué dirán. Este tema es un llamamiento a que nos importe muy poco lo que otros piensen y a ser felices por nosotros mismos.


«Ain’t Dead Yet»

Artista: Eclipse
Álbum: Bleed & Scream (2012)
Autores: Erik Mårtensson, Miqael Persson y Magnus Henriksson

Rompemos la monotonía del power con el nuevo (o ya no tanto) chico de oro del hard rock escandinavo. Fue, precisamente, con este álbum con el que Eclipse dieron el salto de calidad y popularidad que un par de años antes ya reclamaron con su anterior disco. Bleed & Scream (2012) es un tremendo disco de esa nueva oleada que nos viene del norte, con un Erik en plenitud y en el proyecto en que más luce, a años luz de cualquier otro. Sí, no hacen nada nuevo, no han inventado la rueda, pero lo que hacen, joder cómo lo hacen, de maravilla. Su música tiene gancho, tiene ritmo, tiene coreabilidad, es facilona y se engancha más que una lapa.

Es difícil escoger entre tanto temazo del disco (yo me quedaría con «Take Back the Fear», que podría usarse aquí, quizá), pero teniendo en cuenta el tema del que hablamos, aún con alguna duda, como he expresado, creo que «Ain’t Dead Yet» es el más indicado. Con unas guitarras más agresivas que su media y una mala leche más presente, el tema es un canto a estar preparado para enfrentarse a todo tras haber pasado por mil infiernos. Qué, vida, ¿quieres darme más? Pues venga, estoy listo para contraatacar.


«Faster Than Light»

Artista: Unleash the Archers
Álbum: Abyss (2020)
Autores: Grant Truesdell, Scott Buchanan, Brittney Slayes y Andrew Saunders

La última canción que ha llegado a mi vida, en el sentido de este post, ¡y de qué forma lo ha hecho! Como un elefante en una cristalería, y más rápido que la luz (ejem), rompiéndolo todo (y, en este caso, «todo» es una situación algo convulsa) para que la luz rebote en esos trozos de cristal y haga que todo brille. Debería dedicarme a la poesía…

«Faster Than Light» es un canto muy claro a seguir hacia adelante, como decíamos canciones más arriba. Nos llama a olvidarnos del pasado, a dejar atrás tantas tonterías, a luchar contra todo eso y dar un paso más, otro, hasta que ya no nos haga falta, incluso no queramos, mirar atrás.

Durante la última semana (ya hará unas cuantas cuando estés leyendo esto), «Faster Than Light» ha sonado una y otra vez en mis reproductores, me ha hecho saltar, reír, gritar y cerrar los puños. Me ha hecho soltar alguna lagrimilla por la esquina del ojo, apretar los dientes y dar algún puñetazo en la mesa. Como decía en la introducción al top, la música es terapéutica, y este tema hasta me ha hecho escribir este artículo. Así de potente es.

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 393 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.