Yahi – Menhirs

Nuestra Nota


8 / 10

Ficha técnica

Publicado el 17 de marzo de 2017 (6 de julio de 2018 en edición física)
Discográfica: L'Arkada Records
 
Componentes:
Toni Feliu - Voz, guitarra
Joan Gerard Torredeflot - Voz, bajo, violines
Òscar Òdena - Guitarra
Albert Manils - Batería

Temas

1. Món Científic (4:01)
2. Escurnari (6:44)
3. Tul / Havano Emmetzinat (7:14)
4. A l'Obaga (5:36)
5. Menhirs (10:04)
6. En Vols Més (4:31)
7. Rituals (6:54)
8. La Clave (4:38)
9. Sèrie B (7:05)

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Siempre es verdaderamente complicado reseñar el disco de una banda cuyos miembros se pueden contar entre tus amigos de verdad. Porque grupos de colegas y de conocidos hay muchos, pero bien pocos están formados por gente por que te ha acompañado, como mínimo y tanto dentro como fuera de la música, durante los últimos 25 años. Primero (y aunque no sea el caso), porque ese aprecio hace que sea imposible destriparlos sin piedad, pero también porque la cercanía con la banda, con sus miembros y con unas canciones que has visto parir y aparecer poco a poco en sus conciertos hasta encontrar su sitio y versión definitiva en este disco convierten cualquier tipo de evaluación premeditadamente objetiva en una quimera.

Y luego, además, está el componente deseo. Por mi relación personal con ellos, me encantaría que estos chicos lo petaran. Que a pesar de su proverbial gandulismo a la hora de promocionarse o de su exasperante reticencia a mover un dedo que les haga crecer a nivel de popularidad, fueran finalmente descubiertos por un montón de gente y que sus conciertos se llenaran de chavales vitoreando «La Grossa» o sacudiendo la cabeza al ritmo de «Atac de Tos». Así que bien, aunque no os pido que os toméis esta reseña con el mismo grado de infalibilidad objetiva que caracteriza habitualmente mis escritos (ehem), sí que estaría bien que, por lo menos, le pegarais un escucho a este Menhirs, el segundo disco de estudio de los vallesanos Yahi.

Antes que nada, un poco de historia: Yahi es la evolución natural de Miyahi, así como éstos ya fueron la evolución natural de No Time to Think. Bajo una encarnación u otra, el núcleo formado por Toni Feliu, Òscar Òdena y Albert Manils lleva más de veinte años animando el cotarro alternativo vallesano a través de su particular revisión del hardcore melódico, del post hardcore, del rock and roll garagero, del punk progresivo o del post rock con toques indies y mediterráneos o lo que sea que hacen ahora. Ávidos de reencarnaciones, por cierto, hace poco que han inaugurado aún un nuevo proyecto: Tansumica, un trío lleno de energía que no tiene nada que ver con lo que solemos ver en Yahi y que debutará en directo en la inminente nueva edición del Festival Fusiònica, a celebrarse durante este mes de octubre en Granollers.

A la hora de valorar este Menhirs, es inevitable tomar como referencia Ultramar, el disco de estreno que los vallesanos publicaron en 2011. Aquél era un trabajo verdaderamente ambicioso, conceptual en lo musical y con multitud de colaboraciones y sonidos. Menhirs, grabado hace ya dos años, es otro rollo. Hay alguna colaboración, sí, pero en general se trata de una obra más compacta y, por decirlo así, más centrada en el propio grupo. El encargado de darle forma y sonido ha sido, de nuevo, el reputado Santi Garcia en sus Ultramarinos de Sant Feliu de Guíxols, y me atrevería a decir que ha conseguido un resultado más potente y compacto que en su predecesor.

Mirando a la inicial y pegadiza «Món Científic», un tema inspirado, directo y melódico con potencial para gustarle a todo el mundo, uno podría pensar que en Menhirs estos Yahi han taimado un poco sus idas de olla habituales. Nada más lejos de la realidad, y las primeras evidencias las podemos encontrar en un «Escurnari» donde la cosa ya empieza a soltarse algo más y a dejar entrever la presencia, por primera vez, de esos fascinantes ritmos playeros que van a resultar recurrentes a lo largo del disco. El bajo de Joan Gerard Torredeflot se erige como gran protagonista de la canción, como definidor de ritmos y sonidos, y así ocurrirá en múltiples momentos de Menhirs. Además de su habilidad a las cuatro cuerdas, Joan Gerard ejerce de voz principal, contraponiendo sus capacidades melódicas a los gritos post hardcore de Toni Feliu.

«Tul» empieza con dos simples notas que se repiten de forma hipnótica e insistente. Al cabo de unas vueltas se convierten en la base sobre la que desarrollar un par de riffs ondulantes la mar de molones que, finalmente, acaban por desembocar en un post rock/hardcore gritón y un estribillo sorprendentemente melódico y accesible. No sé si se corresponde a cuando la canción deja de ser «Tul» y se convierte en «Havano Emmetzinat», imagino que sí, pero hay un punto en el que se produce un cambio radical de dirección, dejando atrás las guitarras y la sala oscura y sudorosa en el que nos encontrábamos para agarrar unas maracas y plantarnos en un chiringuito a media tarde.

Son curiosos estos pasajes así como playeros que se repiten constantemente. Inquietantes, cálidos y frescos, están muy presentes a lo largo del álbum y destilan un inequívoco sabor mediterráneo que pegaría perfectamente como una especie de banda sonora de un Mecanoscrit del Segon Origen modernizado. Esto continúa con «A l’Obaga», que a pesar del nombre está cantado enteramente en inglés. Se trata de un tema un poco más épico, con evidentes toques a Karate, que cuenta con un estribillo muy potente y pegadizo, quizás uno de los que más. Personalmente, me gusta mucho la presencia tan protagonista de unos violines que, años ha, habían sido clave en una de las múltiples etapas de los entonces Miyahi, y que en este caso sirven, sobretodo, para ayudar a construir un apoteósico y emotivo final.

Si hasta aquí, de todas maneras, podríamos llegar a decir que el disco transcurría en unos derroteros de cierta normalidad, con el inquietante tema título Yahi rompen la jarra y se empeñan en transportarnos por extraños derroteros. Con un toque pinkfloydiano y misterioso, la larga e impactante introducción se sirve de sonidos industriales, violines y coros etéreos para dar pie al que es, sin duda, el tema central de este trabajo tanto en posición como en concepto, el punto de inflexión sobre el que todo gira. La intro acaba sobre el minuto tres, y aunque en los siguientes siete siguen experimentando sin ninguna prisa y con notable éxito con sonidos, ritmos y texturas, sí que toma un cauce algo más convencional aunque trate de búhos y de caracoles.

Como si se tratara de la segunda rebanada del sandwich a la intensa atmósfera de «Menhirs», «En Vols Més» es un espejo de «A l’Obaga» tanto por su toque post rockero y energético como por estar cantada en inglés. Personalmente no me parece tan inspirada como la primera, pero los contrastes que crea son indudablemente interesantes. Los cambios de ritmo e intensidad continúan con «Rituals», un tema instrumental y repetitivo que juega con los matices y las capas para convertirse exactamente en eso, en un ritual meditativo e hipnótico que abre la caja de los truenos para que dos de los mejores temas que encontraremos aquí le pongan la guinda al disco.

Y es que tanto «La Clave» como «Serie B» son temazos divertidos y bastante brillantes que, con sus infinitas diferencias, vienen a definir un poco la falta de límites que caracteriza a esta banda. La primera baila (nunca mejor dicho) entre sinuosos ritmos latinos y un hard rock garagero a lo International Noise Conspiracy, con energía creciente y pianolas a tutiplén. La segunda es un tema instrumental, cinemático y verdaderamente curioso que, tal y como se anuncia en el título, repasa unos cuantos estilos cinematográficos pertenecientes a la tan damnificada Serie B, desde Louis de Funes a la Munster Family o al surf rock atmosférico propio de los spaghetti westerns más casposos. Es fascinante ver también como la misma melodía evoluciona lenta y decididamente desde ahí hasta un post rock repetitivo, intenso y climático que sirve para cerrar el disco con nota e, incluso, se hace merecedor de un tímido aplauso final. Ciertamente, uno de los mejores temas de un álbum que, escuchado con detenimiento, tiene mucha chicha.

En resumen, ni este disco ni la música de Yahi en general son para todo el mundo (quizás tampoco son para el metalero medio que lee habitualmente nuestra revista), pero aquellos con ganas de descubrir algo distinto quizás vean despertada su curiosidad al pegarle un tiento a su post rockcore mediterráneo con ruiditos. Para bien o para mal (eso ya depende de la opinión de cada uno), no suenan en absoluto como los demás. Y de eso se trata, ¿no?

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Sobre Albert Vila 951 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.