Crónica y fotos del concierto de U.D.O. + Existance - Sala Salamandra (L'Hospitalet de Llobregat), 22 de octubre de 2022

U.D.O. y Existance nos dejan claro que el heavy metal sigue gozando de buena salud

Datos del Concierto

Bandas:
U.D.O. + Existance
 
Fecha: 22 de octubre de 2022
Lugar: Sala Salamandra (L'Hospitalet de Llobregat)
Promotora: Madness Live! / ITM Agency
Asistencia aproximada: 675 personas

Fotos

Fotos por Manu Damea

Llegar puntual para el inicio de un concierto en los últimos tiempos se está convirtiendo en un deporte de alto riesgo, especialmente entre semana en que la mayoría de los mortales atendemos a nuestras obligaciones laborales no siempre a la vuelta de la esquina del recinto donde se produce el evento y en el que el tránsito en las grandes ciudades no ayuda tampoco. Por suerte esta vez conseguí asomar dos minutos antes del inicio de la aparición puntual de Existance sobre el escenario, por lo que podemos ofrecer crónica completa.

Existance

La sala lucía ya un medio lleno para la hora que la banda francesa empezó su descarga con “Wolf Attack”, perteneciente al trabajo homónimo que venían a presentar de este pasado 2021. Existance muestran todas sus cartas con este tema desde un buen principio, heavy metal enérgico con muy buen sonido y que anima a seguir dejándose llevar por el siguiente “Heavy Metal Fury”, un tema en la línea del anterior, bastante predecible pero más que correcto y con un buen solo a dos guitarras para finalizarlo. No me acaban de convencer las voces de Julian Izard (que sí a la guitarra). Si ya en disco me pareció que su acento inglés era justito, con sus pequeñas intervenciones durante la noche corroboro tal sensación, aunque sí se ha de reconocer que en el transcurso de su actuación consigue ir de menos a más, entonando cada vez mejor y con una muy buena actitud frente a la audiencia.

“Steel Alive” de su homónimo primer álbum del 2014, vuelve a ser otra descarga de heavy metal clásico ochentero en el que descubrimos que también apunta maneras su bajista, Jullien Robilliard. La banda es compacta, pero para mi gusto fallan un poco esos estribillos facilones de muchas de sus canciones, una pequeña lástima porque en general ganarían enteros si se lo trabajaran un poco más en ese sentido. Con un “Moltes gràcies, Catalonia“ introducen “Dead or Alive”, un tema de potentes riffs guitarreros y cuidados solos por parte de ambos guitarristas, el ya mencionado Julian Izard así como Antoine Poiret, pinchando de nuevo un poco a la hora de los estribillos, que aunque a mí me patinen, la gente corea con ganas. La instrumental “Existance” es sin duda lo mejor de su recital, tanto por su gancho e intensidad como por la ausencia de voz que yo personalmente agradezco. Nada desdeñable es la tarea durante toda la actuación del batería Gery Carbonnelle, al cual han dejado arrinconado en un lado del escenario con su kit, pues la oculta batería de U.D.O. ya está ocupando gran parte del espacio central desde el principio.

Estamos ya a medio setlist, momento que aprovechan para recuperar “We Are Restless” de su trabajo anterior, Breaking the Stone (2016), tema que conecta de nuevo bien con el público y del que destacaría esas guitarras afiladas que vuelven a encandilar con sus solos. La potencia de “Power of the Gods” nos devuelve al último trabajo y nos lleva directos a la finalización del show con un tema del primero, “From Hell”, cerrando de esta manera el círculo de la carrera musical hasta la fecha de Existance, pasado y presente de una banda a la que le queda aún recorrido por delante pues ganas no les faltan. Tras tres cuartos de hora de actuación, se despiden presentándose y con un moltes gràcies. A vosotros por amenizar la jornada.

Setlist Existance:

Wolf Attack
Heavy Metal Fury
Steel Alive
Dead or Alive
Existance
We Are Restless
Power of the Gods
From Hell

U.D.O.

Continuando con la tónica anterior, U.D.O. aparece puntual sobre un escenario ocupado principalmente por el kit de batería de Sven Dirkschneider (que, por cierto, es espectacular) y en el que destaca la portada del último trabajo de la formación Game Over (2021) como telón de fondo. El resto de los músicos se reparten el poco espacio frontal libre; los guitarristas Dee Dammers y Andrey Smirnov uno en cada extremo, y el bajista Peter Baltes más centrado junto a Dee Dammers. Unas enormes letras repartidas al fondo nos dejan claro que Udo es el protagonista de la noche, y es que, tras más de cuatro décadas de carrera, se lo ha ganado a pulso a base de trabajo duro y persistente, tanto ejerciendo como vocalista de Accept, como en solitario. Para mi sorpresa, la sala presenta un lleno superior a lo que esperaba y constato con alegría que debo de ser de las más jóvenes de la sala (y eso que mi edad casi coincide con la duración de la carrera de Udo…).

Tras una breve intro, empiezan a salir todos los miembros de la banda al escenario, siendo el mismo Udo el último en hacerlo una vez iniciado el primer tema de repaso a Game Over, “Prophecy”. La intensidad del sonido ha bajado respecto al grupo anterior, pero poco a poco consiguen ajustarlo y hacen de la escucha algo más envolvente y agradable. U.D.O. no destacaría por ser un líder carismático ni por ser la alegría de la huerta precisamente, pero ahí está ejerciendo su labor vocal de forma profesional e impecable desde el minuto cero, por lo que nos tiene el respeto más que ganado. Lo que sí nos queda claro es que es un tipo listo que sabe rodearse de un buen equipo solvente más joven y enérgico que le arropa en todo momento sin eclipsarlo. Dice mucho de él también que haya sabido solventar la ausencia de su bajista habitual por baja médica, Tilen Hudrap, por su antiguo compañero de filas en Accept, Peter Baltes, siendo éste un reemplazo natural que le sienta a las mil maravillas y que al final nos retrotrae sin darnos cuenta a esa etapa de su carrera. Andrey Smirnov y Dee Dammers son los encargados de repartirse las labores a la guitarra, compartiendo protagonismo también a la hora de ejecutar los solos. Andrey Smirnov inicia esta sucesión de virtuosismo en este primer tema de la noche que fue presentado en su día como sencillo de Game Over, y que hoy sirve como pistoletazo de salida a un setlist de dos horas de duración. Seguimos instalados de nuevo en este último trabajo con “Holy Invaders”, un tema que se presta tanto a las palmas como a corear su estribillo y que hace entrar de cabeza al personal en la propuesta de la noche. Dee Dammers se lleva el protagonismo esta vez con varias intervenciones solistas durante el tema. Tras un breve saludo, nos toca ya tirar de clásicos y el primer escogido es “Go Back to Hell”, tema con buena acogida y con el que aprovecho para destacar las buenas funciones corales de toda la banda. Todos los miembros, incluido Sven Dirkschneider a la batería, participan de los mismos, haciendo que los estribillos suenen muy directos y compactos.

“Never Cross My Way” es un bonito medio tiempo que sirve para coger un poco de aire a la banda, y nos enlaza con otro clásico “24/7”, muy coreado y aplaudido por el público. “Independence Day” tiene mucho ADN de Accept, y en este caso es Udo quien más protagonismo se lleva, pues es un tema en que la instrumentación queda más bien en segundo plano, destacando también un gran solo de Dee Dammers, que lleva ya unas cuantas intervenciones de quitarse el sombrero a estas alturas de la noche. La temperatura de la sala sube de golpe unos cuentos grados en el momento que entra “Breaker”, la primera concesión de la noche a la etapa Accept. Una iluminación agresiva en blanco y negro nos deja a ratos medio ciegos, pero lo cierto es que le va que ni pintado para trasmitir esa sensación de fuerza que destila el tema. Peter Baltes está que se sale aquí, se nota que lo está disfrutando tanto como el público, que se desgañita cantándolo. Y tras la descarga anterior, toca bajar las revoluciones con la primera balada de la noche, “Rose in the Desert” introducida por un extenso tramo a la guitarra por parte de Andrey Smirnov. Está bien que muestren esa otra faceta en directo, ya que no solo de potencia vive Udo. Sorprendente también es cómo le añade Sven Dirkschneider a la parte del estribillo unos toques muy trabajados a la batería que no aparecen en el original y que le aportan un plus de calidad.

Game Over nos visita de nuevo con dos temas seguidos, “Kids and Guns”, un tema desenfadado muy en la onda AC/DC, y “Like a Beast”, otra descarga de heavy metal clásico de alto voltaje que gana enteros en directo. Dos segundos de la intro guitarrera de ”Princess of the Dawn” son suficientes para poner a cantar a toda la audiencia, no en vano es uno de los temas más emblemáticos de Accept. Temazo donde los haya, si algo consigue es la interactuación con el respetable, tanto en su estribillo como en esos oh oh oh que se repiten mil veces y que Udo no duda en alentar con un “muy bien, muy bien”, y un “una más” en un perfecto castellano. Es justo en este momento que empiezo a pensar en la historia de amor/desamor que Udo mantiene con su etapa en Accept, tanto te monta una gira bajo el nombre Dirskschneider para recuperarla, como te lanza unas declaraciones diciendo que no está interesado en ella… ¿se aclara o no? De todas maneras y como fan agradezco que por fin haya encontrado el equilibrio perfecto incluyendo ciertos temas imprescindibles en su actual gira, esa etapa está ahí y no debe ser obviada de ninguna manera, pues si Udo es tan estimado es en gran parte por sus orígenes como vocalista de la susodicha formación.

Siguiendo con la crónica, “Blind Eyes” es la siguiente balada en hacer aparición, seguida de un más animado “The Bogeyman”, viajes ambos al pasado de la carrera en solitario como U.D.O., que nos llevan directos a otro de los platos fuertes de la etapa Accept con “Fast as a Shark”, con presentación incluida por parte de Udo y Peter Baltes. Regresan esas luces intermitentes en blanco y negro tan molestas pero que tan bien casan con el ritmo trepidante del tema. Udo se lleva una de las grandes ovaciones de la noche y aprovecha para avisarnos que esto está tocando a su fin, pero que depende de nosotros que añadan más canciones. “Metal Never Dies” es el tema de su último trabajo elegido para cerrar de una forma muy digna este primer bloque previo a los bises. La banda se retira a tomarse un pequeño respiro mientras el público se prepara para reclamar su reaparición, pues hay ganas de más.

Permitidme que haga un inciso “metalpaco” justo en este momento porque si no reviento, pero es que la noche estuvo plagada de anécdotas curiosas que pasaré a resumir brevemente y que me devolvieron a mi tierna adolescencia como por arte de magia. ¿Os acordáis de aquellos tiempos mozos en que cualquiera excusa era buena para ir a ligar, daba igual si era a un pub heavy o a un concierto, y la música era tan solo la excusa? ¿Os imagináis eso en la actualidad con personas de una media de edad cercana a la cincuentena haciendo exactamente lo mismo? Pues eso es lo que pude vivir a mi alrededor en gran medida, multitud de personajes “pacos pacos“ con la testosterona/estrógenos a un nivel desbocado y tirando la caña durante el bolo a todo ser colindante. Sin ir más lejos, uno de mis acompañantes masculinos de la noche sufrió tocamientos no autorizados por parte de una fémina con nocturnidad y alevosía. Por cierto, a raíz de este suceso, descubrimos que la sala Salamandra dispone de “Punto Lila” para lidiar con este tipo de situaciones, lo que no nos quedó nada claro es si se pueden dirigir a él tanto mujeres como hombres, si eso el próximo día preguntamos…

Pero no perdamos el hilo y regresemos de nuevo a los bises. Se inician con “I Give as Good as I Get” un tema en el que Udo no se desenvuelve bien, las estrofas principales son tirando a graves y se le ve un tanto fuera de lugar entonando. Suerte de los coros que cubren un poco estas deficiencias, así como del estribillo en el que ya consigue recuperar su tesitura de voz habitual. A continuación, se atreven con dos temas de sus discos homónimos de los años 2002 y 1987 respectivamente, “Man and Machine” y “Animal House”, dejando claro que tras hora y media larga de repertorio las ganas no han decaído en absoluto ni por parte de la banda ni por parte de la audiencia. Udo nos avisa que tan solo queda un tema para llegar al final, pero que, si el resto del equipo se anima, igual añaden alguna sorpresa, y así es tal como sucede, dos trallazos de Accept para despedir la velada, “Midnight Mover” y el clásico “Balls to the Wall”, que hacen las delicias de todos los nostálgicos de la etapa Accept. Entre tema y tema Udo se “pica” con sus guitarristas, entonando melodías y esperando réplica por parte de ellos, un momento distendido que da paso, como comentábamos, al esperado, celebrado y coreado “Balls to the Wall” que echa el cierre a la noche. Durante él se produce, como no podría ser de otra manera, ese momento de interactuación gargantil (Balls to the Wall, oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh, oh oh oh oh oh oh oh) que es parte intrínseca del tema, pero que a mí se me hace un tanto largo cuando lo interpretan en directo. Al son de “Show Must Go On”, U.D.O. se fotografía y recibe un merecido aplauso antes de retirarse, pues ha sido un buen bolo se mire como se mire. Si algo nos ha quedado claro tras la finalización de este concierto es que todavía le queda mucha cuerda a Udo Dirskschneider. ¡Larga vida!

Setlist U.D.O.

Prophecy
Holy Invaders
Go Back to Hell
Never Cross My Way
24/7
Independence Day
Breaker
Rose in the Desert
Kids and Guns
Like a Beast
Princess of the Dawn
Blind Eyes
The Bogeyman
Fast as a Shark
Metal Never Dies
—–
I Give as Good as I Get
Man and Machine
Animal House
Midnight Mover
Balls to the Wall

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Sobre Susana Masanés 138 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!