Suicidal Tendencies – Lights… Camera… Revolution: 30 años del final de la mejor formación de los de Venice Beach

Ficha técnica

Publicado el 3 de julio de 1990
Discográfica: Epic Records
 
Componentes:
Mike Muir - Voz
Rocky George - Guitarra, coros
Mike Clark - Guitarra, coros
Robert Trujillo - Bajo, coros
R. J. Herrera - Batería

Temas

1. You Can't Bring Me Down (5:50)
2. Lost Again (5:16)
3. Alone (4:24)
4. Lovely (3:45)
5. Give It Revolution (4:22)
6. Get Whacked (4:23)
7. Send Me Your Money (3:24)
8. Emotion No. 13 (3:43)
9. Disco's Out, Murder's In (3:07)
10. Go'n Breakdown (4:39)

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No me andaré con rodeos: durante varias semanas odié a saco uno de mis compañer@s de redacción. Como seres humanos duchos en esto de las nuevas tecnologías que somos casi tod@s, tenemos varios documentos en un Drive compartido en el que anotamos todo lo que está por venir, ya sean novedades discográficas, entrevistas y, como no, tenemos una sección de aniversarios de discos clásicos que se te va la olla.

Existe un refrán en castellano que se refiere principalmente a aquellos que, cuando hay un interés de por medio, corren, se adelantan a los demás para conseguirlo primero, para obtener un beneficio, para sacar el máximo provecho. Se utiliza mucho para alentar y animar a otr@s de modo que no pierdan oportunidades o no se queden atrás. Obviamente, como os podréis imaginar, es imposible saber de memoria todos los aniversarios que tendrán lugar durante, por ejemplo, este año 2020. Es más, a veces estoy en medio de la noche y me da un aire y me viene uno a la cabeza y yo, raudo y veloz, abro el mencionado Drive para apuntarlo. Pero claro, existe la posibilidad de que ya se le haya ocurrido a alguna otra persona antes que a mí, y esto es lo que me sucedió hace unos meses con este trabajo que aquí nos ocupa. El que no corre, vuela.

Pero, oh sorpresa, el día que este ser (nos criamos medio juntos sin saberlo) dijo no tener tiempo material para hacer esta reseña en condiciones, y preguntó si había algún voluntario para hacerse cargo de los putos Suicidal Tendencies, ¡me faltaron manos para alzar! Pero a los tres minutos me di cuenta de que, mejor que alzar la mano yo solo desde la soledad de mi hogar, lo mejor esa responder a su WhatsApp para decirle que no buscara más, que yo era su hombre.

Pero, ¿por qué tanto interés? ¡Pues porque este disco es simplemente increíble! Probablemente el punto culminante en la carrera de los de Venice Beach. Todo un hito que realmente merece llevar aquella coletilla de «obra de culto».

La banda comenzó a hacer ruido a principios de los 80. En sus inicios, sus estilo era muy punk, tal y como dejarían patente en su primer y homónimo álbum lanzado en 1983. Después de un silencio de cuatro años y de cambios en la formación -hecho este que se convertirá en un hábito en la carrera del grupo-, vería la luz su segundo álbum, Join the Army (1987), en el que la banda toma una dirección musical claramente metálica. Su siguiente álbum, How Will I Laugh Tomorrow When I Can’t Even Smile Today (1988), se movería más por unos derroteros thrash. Estos cambios de estilo le otorgarían a la banda su estatus de padres fundadores del crossover, un género que combina el metal con estilos de rock más alternativos.

Si permanecemos durante unos instantes en aquel año 1988, nos encontramos con que estos cinco californianos, combo que siempre ha girado (y todavía hoy gira) alrededor de su frontman Mike Muir, ya había abierto nuevas dimensiones dentro del amplio espectro del metal. Su estilo, increíblemente violento y arraigado en el punk y el hardcore, fue catapultado a otro nivel superior por medio de impresionantes riffs, por obra y gracia de esa leyenda llamada a Rocky George, una producción brillante y densa y, por supuesto, debido a la extraordinaria personalidad vocal del mítico Sr. Muir. Y cuando parecía que los chicos de Suicidal Tendencies habían asestado el golpe definitivo, cuando parecía que habían creado la obra definitiva del thrash metal, va y se cascan este Lights… Camera… Revolution, un trabajo que debe parte (o todo) de su éxito a Robert Trujillo. El de Santa Mónica tuvo una gran influencia en la dirección musical del grupo al infundir el veneno del funk al metal de la banda. Una extraña y contundente mezcla de géneros, entre punk, thrash y funk, que pasaría a ser copiada por otras bandas a partir de entonces.

Esta combinación única de guitarras jugosas que hacen que se te acelere el pulso, esos bajos grasientos a cargo de Trujillo (no me cansaré de repetir, una y mil veces, lo desaprovechado que está en Metallica) y esos tambores, secos y masivos de R. J. Herrera (quien abandonaría la banda en 1991 debido a «diferencias personales no especificadas»), se amoldan a la perfección a las cualidades de Muir como compositor e intérprete. La agresividad y la credibilidad de sus vivencias callejeras, ese inconfundible y doloroso estilo suyo que se mete debajo de tu piel y que te incita a salir a la calle a aporrear coches de policía, enfundado en tu bandana, a bordo de tu Santa Cruz, están muy presentes.

¿Quieres algunos ejemplos? Así, de sopetón, y a modo de opener, te cascan ese puto aggro himno -que todavía a estas alturas de su película suele abrir casi todos sus bolos- que es «You Can’t Bring me Down», seguido por «Lost Again» y «Alone». Y por si eso no fuera poco, acto seguido, el chico nuevo (os recuerdo que este es el primer disco de Suicidal con Trujillo) se te mea en la cara con la funkarra «Lovely». ¡Menudos cuatro temarrales así, de buenas a primeras! Los tipos no han perdido un ápice de su pólvora en este álbum. También tenemos la política «Give It Revolution», la típica canción acelerada de Suicidal que es «Get Whacked» y la irónicamente divertida e irreverente «Send Me Your Money», en la que destrozan, con placer y mala baba, a los tele-predicadores, ensañándose especialmente en la figura de Jim Bakker, quien hizo millones predicando y pidiendo dinero a sus tele-feligreses. ¡Y ojo, que la canción cuenta con dos solacos de bajo de Trujillo!

Con este disco, Suicidal Tendencies crearon y sentaron un estándar que nunca más llegaron a alcanzar, y escribieron una parte de la historia de la música que jamás nadie ha superado (ni igualado) en su género.

Estamos ante una obra maestra. Las canciones (todas) son sólidas, la música es pesada y las letras están en sintonía con el tan característico sentido del humor del grandioso Mike Muir. No hay una sola canción en este álbum que no sea un clásico. HISTORIA DEL HARDCORE PUNK EN MAYÚSCULAS.

SUICIDAL 4 LIFE!!!

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 536 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.