Soulfly – Ritual

Después de varios discos hechos con el piloto automático, abandonando de alguna manera sus aspectos más reconocibles, Soulfly nos entrega un álbum que recupera la esencia de los inicios del proyecto de Max Cavalera.

Max Cavalera fue el máximo responsable de obras como Morbid Visions/Bestial Devastation (1986), Arise (1990), Chaos A.D. (1993) y el rupturista Roots (1996) con Sepultura. Nos brindó, en su momento, un disco inaudito hasta la fecha de su publicación como el de Nailbomb (1994) con Alex Newport de Fudge Tunnel, Cavalera Conspiracy que ha servido de proyecto de reunión de los dos hermanos Cavalera (Igor & Max) con discos notables como Pandemonium (2014) o Psychosis (2017), o el aclamado proyecto/superbanda con integrantes de Mastodon, The Dillinger Escape Plan o ex The Mars Volta, Killer Be Killed, que dio como resultado una auténtica joya de disco homónimo en el año 2014.

Pero desde que se separó de sus compatriotas Sepultura, allá a finales del año 96 principios del 97, el proyecto principal donde ha abocado más energías y regularidad ha sido Soulfly. Ah, y se me olvidaba, múltiples colaboraciones con otras bandas, pero me gustaría recordar la que hizo en el disco homenaje al heavy metal de Dave Grohl bajo el nombre de Probot (2004).

Cómo ves el hombre nos ha salido un poco hiperactivo, pero la verdad es que su estilo siempre ha sido muy claro y fácilmente reconocible. Con riffs y riffs machacones, breakdowns, influencias tribales y todo ello con muuuucho groove.

Soulfly nos visitaron este verano. El concierto puso de manifiesto que Max no está en su mejor forma y que, o le pone remedio, o la cosa solo puede ir a peor… Por lo tanto, la expectación por lo que nos pueda brindar una institución del heavy metal como él, va en decadencia y cada vez somos menos los que aguardamos con esperanza que vuelva a coger el pulso y nos ofrezca verdaderos trallazos como solo él puede hacer. Por ello, este Ritual no era muy esperado.

Ritual es un disco Max Cavalera/Soulfly 100%. Colección de riffs sin concesión. La inicial “Ritual”, con el mestizaje típico, en este caso con las sonoridades indioamericanas, “Dead Behind the Eyes” con un final de percusión muy tribal y la colaboración de Randy Blythe de Lamb of God. La rabia de “The Summoning” y “Evil Empowered” con ese groove metal de sonoridad casi punk y breakdowns marca de la casa. El final death de “Under Rapture” con la colaboración especial del cantante y bajista de Immolation, Ross Dolan.

“Demonized” destila mala hostia, a pesar de ese inicio tan groovie y ese final pensado para que el pit no pare de botar y hacer mosh, para mí de las mejores canciones del disco. “Blood on the Street”, reprende la tradición mestiza de Soulfly con esa percusión de las llanuras del Far West. “Bite the Bullet” sigue con la rabia y la mala hostia y “Feedback!” desprende un aroma Motörhead al principio que flipas y se transforma en un temazo groove metal. Y llegamos al final con “Soulfly XI”, la típica y obligatoria pieza acústica que esta vez destaca por ese saxo maravilloso.

La formación, que repite después de la anterior entrega Archangel (2015), hace un gran trabajo, a destacar la destreza de Zyon Cavalera a la percusión (hijo de su padre y sobrino de su tío, no podía hacer otra cosa que mantener la estirpe…) y Marc Rizzo a la guitarra, emergiendo como apoyo más que necesario para sacar a flote un disco que, sin sorprender, sí que recupera la pulsión más genuina de Soulfly, en una entrega repleta de referencias a sus inicios, como ese mestizaje musical y las colaboraciones de músicos de alta talla. Es cierto, no hay nada nuevo, pero yo me lo he pasado en grande reviviendo los buenos tiempos de Max & Co.

Joan Calderon

Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop…  en resumen, la música es mi pasión.