Soilwork – Verkligheten

Nuestra Nota


9 / 10

Ficha técnica

Publicado el 11 de enero de 2019
Discográfica: Nuclear Blast Records
 
Componentes:
Björn "Speed" Strid – Voz
Sylvain Coudret – Guitarra
David Andersson – Guitarra, bajo, piano
Bastian Thusgaard – Batería
Sven Karlsson – Teclados

Temas

1. Verkligheten (1:44)
2. Arrival (3:47)
3. Bleeder Despoiler (3:36)
4. Full Moon Shoals (4:46)
5. The Nurturing Glance (5:24)
6. When the Universe Spoke (5:22)
7. Stålfågel (4:25)
8. The Wolves Are Back in Town (3:24)
9. Witan (3:48)
10. The Ageless Whisper (5:01)
11. Needles and Kin (4:57)
12. You Aquiver (4:03)

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Hace ya unos cuantos años que Bjorn Strid y sus compañeros de Soilwork se encuentran en un momento compositivo verdaderamente brillante. Y eso que uno podía pensar que la marcha de Peter Witchers, principal responsable de esa faceta hasta que decidió dejar la banda en 2012, podía trastocar los planes de los suecos de forma fatal, pero al final acabó por ocurrir just lo contrario. Para sustituirle incorporaron a una máquina compositiva como es David Andersson (compañero de Bjorn en The Night Flight Orchestra, ya por aquel entonces) y con ello repartieron la responsabilidad en esas tareas entre todos sus componentes. El resultado: una serie de discos que se cuentan, en mi opinión, entre lo mejor que ha hecho nunca la banda: afilados, variados, potentes, frescos, inspirados y pegadizos.

Tanto The Living Infinite (2013) como The Ride Majestic (2015) son dos trabajos magníficos que siguen patrones musicales similares (longitud global a parte), así que uno podría haber tendido a pensar que dentro en este Verkligheten íbamos a encontrarnos con algo similar. Y si bien esa suposición tendría sentido, habríamos obviado una variable, quizá inesperada pero absolutamente clave, en el estado mental y profesional de Bjorn y David: The Night Flight Orchestra. La banda paralela de AOR/funk/hard rock clásico que ambos tienen junto a Sharlee d’Angelo les ha pegado realmente fuerte y, con ello, su espíritu ha aterrizado de lleno en la sede de operaciones de Soilwork, tanto que por momentos este disco parece colocarse en un punto intermedio entre ambas esencias. Eso es algo que a mí me encanta (porque The Night Flight Orchestra me encanta), pero puedo imaginar que más de un y más de dos fanes de toda la vida se estarán arrancando las orejas en este preciso momento.

En la entrevista que le hicimos hace poco a David Andersson (que a día de hoy ya ha agarrado el timón compositivo con las dos manos, firmando nueve de los doce temas que encontramos aquí), nos dijo que el objetivo de Soilwork como banda es que cada vez que entran de nuevo al estudio sea para intentar hacer algo que ni ellos ni nadie haya hecho antes. Este es un objetivo tremendamente ambicioso que pocas bandas se atreverían a suscribir, pero está claro que estas valientes intenciones se reflejan, y de qué manera, en el resultado final. Verkligheten es un disco variadísimo donde ninguna canción es igual que la anterior. Los Soilwork de los últimos años siguen ahí, pero a ellos se les añaden un montón de nuevos aspectos bastante sorprendentes. Alguien podrá juzgar que el resultado no le convence del todo a nivel de gustos, pero nadie podrá decir que Bjorn y los suyos no hayan sido valientes.

Y es que sacarse un disco como éste de la manga es tener la confianza por las nubes y, con permiso de la expresión, unos cojones bastante gordos. El adelanto con la brutal «Arrival», repleta de blast beats y de agresividad desbocada, no podía hacer sospechar que Verkligheten iba a ser un trabajo tan distinto a todo su catrálogo y que contendría tantísimos elementos clásicos y melódicos que, a priori, no parecerían propios de ellos en absoluto. Aunque bueno, todos los que los hemos seguido a lo largo de los años ya tenemos claro que en el ADN Soilwork hay siempre una gran dosis de atrevimiento y de ansias de evolución absolutamente alienos a los palos que les puedan caer, así que esto de ahora no es una completa sorpresa. Death metal melódico, metalcore, metal alternativo y metal progresivo siempre han estado en el pack, y ahora toca añadir un rock clásico lleno de groove que no nos esperábamos pero que a mí me ha convencido plenamente.

El toque ligeramente western e instrumentalmente modernizado de la intro ya tiene su qué, y la entrada que nos ofrece la brutal «Arrival», con un principio que recuerda a bandas como los últimos Wolfheart u otras más cercanas incluso al black metal, es indudablemente genial. Un tema, éste sí, que podría encajar fácilmente en cualquiera de los dos discos anteriores de la banda, pero casi un espejismo para aquellos que habían venido hasta aquí a buscar una ración de death metal melódico más o menos ortodoxo. Los twin leads son geniales, las partes más atmosféricas son tremendamente evocadoras, las líneas vocales son pegadizas y, en general, se trata de todo un temón que te acribilla a puñetazos de buenas a primeras.

«Bleeder Despoiler» sigue con altas dosis de dinamismo y un ritmo algo inquietante, mientras que «Full Moan Shoals» fue el segundo adelanto y se erige como otro de esos temas especialmente brillantes, con un aire a Iron Maiden al princio bastante indisimulado y un interesante riff entre progresivo, groovey y moderno que se repite en varios contextos. Quizás podría tener más chicha y más densidad en las partes más veloces y thrasheras, pero el estribillo funciona perfectamente y, en general, se trata de un corte magnífico.

La extraña mezcla que se han pegado en «The Nurturing Grace» no puede sino sacarme una sonrisa: un punteo melódico y escandinavo a saco, un riff sleazy ultra vacilón acompañado por voces a lo Satyricon, un bridge épico, un estrbilllo pegadizo y 100% The Night Flight Orchestra, un solaco jebi (que me recuerda a los buenos Megadeth) y un final apoteósico e in crescendo. Maravilloso, vamos. Los blast beats vuelven en «When the Universe Spoke», en esta ocasión acompañados de una bonita y sencilla melodía de guitarra. Se trata de otro tema veloz y muy completo que mezcla la tralla con ciertos toques de heavy metal clásico y otro estribillo dulce y resultón de esos que esta gente son capaces de sacar con tanta facilidad.

Muchos no pensaréis lo mismo, lo sé, pero en mi opinión el valiente medio tiempo «Stålfågel» es la verdadera joya de la corona. Con un groove brutal, ese aire a The Night Flight Orchestra que me resulta tan irresistible, unos coros femeninos estridentes y espectaculares, unos guturales puestos perfectamente a medida y una formulación sencillamente genial (y aún no sé del todo por qué), se postula como un himno infalible y como un inquilino fijo de mis listas de reproducción de tiempos presentes y futuros.

La segunda parte del disco empieza con la notable «The Wolves are Back in Town», un tema directo y al grano con otro muy buen estribillo (esta gente no tiene fondo en este sentido, en serio) y algunos pasajes progresivos verdaderamente interesantes. «Witan», por su parte, es también magnífica como exponente de un death metal melódico más clásico que no se prodiga del todo a lo largo del disco pero que también (y por supuesto) es muy bienvenido.

Estando como estoy absolutamente enganchado a The Night Flight Orchestra, es inevitable que entre mis canciones favoritas de Verkligheten a día de hoy (quizás la que más, mirad lo que os digo) esté la fabulosa «The Ageless Whisper,» que alterna con maestría un estribillo impresionante y ultra melódico con un riffaco afilado, complejo y repleto de groove y de mojo. ¡Si es que hasta se toman prestada a la azafata francesa que nos come la oreja en la orquestra de media noche! Confianza a tope la que demuestran los suecos aquí. Una confianza verdaderamente atractiva.

Para acabar con la bacanal, en los dos temas que cierran el disco podemos disfrutar de las voces invitadas de Tomi Joutsen de Amorphis en «Needles and Kin» y de de un tal Dave Sheldon en la final «You Aquiver». Ambas son una vez más canciones disfrutables, frescas y divertidas, y la primera de ellas da pie a que Tomi se suba a cantarla con ellos durante la gira que Soilwork y Amorphis compartirán el mismo mes que viene. Dos temas que sirven para cerrar 50 entretenidos minutos de brillantez que, la verdad, pasan volando. Discazo (de nuevo) el que se han marcado los suecos, una de las bandas más en forma y con más confianza, sin duda, que podemos encontrar en el panorama contemporáneo. Bien por ellos.

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Sobre Albert Vila 952 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.