Sister – Vengeance Ignited

Si hay un país que lleva alegrándonos lo que va de siglo a los amantes del sleaze y el hard rock más macarra, es sin duda Suecia. Son innumerables las bandas del género que han salido de allí, y todas de una calidad de indiscutible. Una de esas bandas es Sister, que tras cinco años de silencio, cosa rara en ellos, vuelven a la carga con Vengeance Ignited, donde vuelcan toda su renovada energía.

Entran sin rodeos con “Bring out the dead”, donde la desgarradora voz de Jamie, los potentes coros y la velocidad del último sprint dejan muy claro que si en este tiempo no han dado señales de vida no ha sido por falta de forma o de ideas. Una forma de abrir el álbum al más puro estilo Hardcore SuperStar.

“Vengeance ignited” retoma el ligero aroma suciamente punk que caracteriza a la banda, y en contraste se remata con un estribillo tranquilo y melódico, de los de corear puño en alto. La encargada de bautizar el disco le cede el testigo a “Spitfire”, que entra como una apisonadora, veloz y visceral. Toda una descarga de oscuro heavy rock a la que es imposible resistirse.

Calman un poco los ánimos en “Scream of Pleasure”, desprendiendo aire ochentero hasta en el solo, sin perder el personal toque macabro que caracteriza a los de Estocolmo.

Las pegadizas guitarras dan paso a una “Psycho Thrilling” duramente tenebrosa, rebosante de rabia, que llega a recordar a aquel Marilyn Manson de antaño que le echaba ganas a eso de componer. Y la misma línea sigue “Primal Rage”, con esos matices de metal industrial rebosante de fuerza.

Se vuelven a poner sobre la mesa el hard rock más gamberro con “Die with a Smile”, otro cañonazo que se te queda en la cabeza desde la primera vez que lo escuchas.

“Walk with Me” tiene un carácter mucho más heavy, que se compensa con la llegada de “Whispering Winds”, un mano a mano en forma de balada entre la voz y el piano cargado de melancolía que acaban interrumpiendo el resto de miembros dando forma a un tema absolutamente desgarrador y personal.

Se encarga de finiquitar el disco la chulesca “One Last Ride”, y no podría hacerlo de mejor manera. Ligera, fiestera, directa. Un colofón al que no se le puede poner ninguna objeción y que deja a uno con las ganas de darle otra vez al play y dar una vuelta más.

En los quince años que tienen Sister de historia no han parado de evolucionar, y este disco es otro paso más. Toda una descarga de potente calidad y actitud, como nos tenían acostumbrados, pero llevada un poco más allá.

Puti Allin

Melómano empedernido desde la más tierna infancia (lo de tierna es un decir). Todo lo demás que haya que contar, lo contaré sin problema en presencia de mi camarero.