Red Hot Chili Peppers – Blood Sugar Sex Magik: 30 años de un disco tan bueno… que la industria creó una nueva etiqueta: «metal alternativo»

Ficha técnica

Publicado el 24 de septiembre de 1991
Discográfica: Warner Records
 
Componentes:
Anthony Kiedis - Voz
Michael Peter Balzary "Flea" - Bajo
John Frusciante - Guitarra
Chad Smith - Batería

Temas

1. The Power of Equality (4:04)
2. If You Have to Ask (3:37)
3. Breaking the Girl (4:55)
4. Funky Monks (5:23)
5. Suck My Kiss (3:37)
6. I Could Have Lied (4:55)
7. Mellowship Slinky in B Major (5:23)
8. The Righteous & the Wicked (3:37)
9. Give It Away (4:04)
10. Blood Sugar Sex Magik (4:31)
11. Under the Bridge (4:24)
12. Naked in the Rain (4:26)
13. Apache Rose Peacock (4:42)
14. The Greeting Song (3:14)
15. My Lovely Man (4:39)
16. Sir Psycho Sexy (8:17)
17. They're Red Hot (1:12)

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A pesar de haber empezado su trayectoria como una banda punk pronto las influencias se fueron instalando en el grupo hasta conformar algo realmente grande. Clave fue el disco de 1987 The Uplift Mofo Party Plan en cuanto a cambio de sonido y el posterior Mother’s Milk (1989), puesto que allí entraba Rick Rubin como productor, puliendo, aportando y encauzando el caudal de ideas y potencial. Tocaba desprenderse de vigorosos riffs casi metálicos y buscar algo más accesible. En ese equilibrio entre metal, música negra y funk residía el secreto del éxito. Y lo consiguieron.

Una de las ideas más locas fue la de alquilar la mansión del mago Harry Houdini en Los Ángeles para inspirarse y grabar, lo cual fue enormemente positivo para algunos de ellos y un desastre para otros. Flea y Kiedis tomaron una inspiración brutal de esos inacabables pasadizos lúgubres y silenciosos. Smith se asustó hasta el punto de no dormir ni una noche en ella. Y Frusciante… ya hablaremos luego del efecto nocivo que supuso en él. Recorría toda la casa, embelesado por el lugar, y la cosa no terminaría bien…

El disco

La joya más absoluta del disco es sin duda alguna “Breaking the Girl”. Ha sido volver a este disco y quedarme atrapado en esta maravillosa pieza deudora de Led Zeppelin, si bien dentro del estilo de los Red Hot. Es imposible hacer un tema acústico con reminiscencias folk de tanto calado. De la sencillez hacen una virtud y añaden una cuerda más a su arco, inmenso de esta obra. Posiblemente sea el tema que más se sale del guion de los 17. Esto es pura magia en puro estilo Peppers. Las flautas entroncan con los Zeppelin del IV y hay ese deje de Def Leppard de la maravillosa “From the Inside”. Es sencillamente espectacular lo que encierra este tema.

El himno atemporal capaz de definir los años 90 es sin duda alguna “Give It Away”. Memorable canción que te muestra todo el poder de los Red Hot y el estado de gracia en su punto más álgido posible. Nunca ha sido superada. Es buenrollismo mediante cadencia funk, y posiblemente para ella (y para el “Killing in the Name” de Rage Against the Machine) se inventó el apelativo de metal alternativo. Cuando apareció, miles de chavales en el mundo cayeron rendidos ante la magia de este tema, que situaría al mismo nivel del “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana. Estamos hablando de algo histórico, y no en términos personales, es algo totalmente objetivo. Hay referencias en la letra hacia Bob Marley, un guiño al riff de “Sweat Leaf” de Black Sabbath. Ambas son referencias a la marihuana. Es insuperable.

La otra canción enorme que elevó a Red Hot a las masas es “Under the Bridge”. Esa balada, siempre en su estilo, les llevó al Olimpo del gran público. Y cuando la tocan en directo es de lagrimita… Lo he podido vivir. Otra vez vuelven a lo acústico y sencillo haciendo que sea insultantemente fácil componer y mantenerla dentro del estilo nuevo, que busca los estadios sin pudor alguno. Pero… ¡lo consiguen! El momento en el que entran las voces femeninas es el clímax estelar, elevando el tema a himno. Otro más en este disco. La canción trata sobre cuando Kiedis tocó fondo por las drogas viviendo bajo un puente, pero casi lo dejamos para un reportaje de canciones perfectas.

Las maravillas son constantes en esta obra y la cadencia de “Naked in the Rain” es absolutamente magistral. El bajo de Flea domina a sus anchas esta canción consiguiendo que la fuerza que emana de su poder de composición lo eleve todo hacia el insulto a sus compañeros de generación. Todos y todas quedaban lejos de los Red Hot. Pero el listón alto ya empieza con algo tan sublime como es “The Power of Equality”. Certero tema con ínfulas de single, cadencioso y con ese groove tan maravilloso. Las voces narradas se combinan con ese bajo estelar y esa guitarra fresca y sencilla definiendo estilo y apuntando a ideas rompedoras. La verdad es que la primera parte del disco indaga mucho en lo funky y “Funky Monks” es el perfecto ejemplo de ello.

En “If You Have to Ask” hay voces femeninas invitadas que van a marcar un poco el devenir del disco. Puede parecer extraña, pero es el sello de los Red Hot en su punto álgido. Palabras mayores en la cadenciosa “Suck My Kiss” en la que la base rítmica formada por Chad Smith a la batería y Flea al bajo demuestra todo su poder y potencia. Es un himno plenamente 90 y una de sus mejores canciones de siempre.

Las baladas pueblan los surcos de este vinilo y “I Could Have Lied” es otra de las bellas que aparecen aquí. La situaría por debajo de “Under the Bridge” y “Breaking the Girl”, pero estamos hablando de un clasicazo absoluto, con un trabajo excepcional y delicado de John Frusciante a la guitarra. Trata sobre la ruptura sentimental del vocalista Anthony Kiedis con Sinead O’Connor, y si os fijáis, anticipa muchos futuros singles y estilo que les hará crecer un par de lustros después.

El riff de “Mellowship Slinky in B Major” es de la escuela de Black Sabbath, si bien con todo el porte y bagaje que posee el grupo. Realmente logrado a pesar de que nunca la han tocado en directo. Los juegos con el bajo en intrincados patrones de bombo y caja dan alas para que Kiedis entone la original y puramente Peppers de sus inicios “The Righteous & the Wicked”. Incluso añaden un detallito acústico en los arreglos que la hace brillar todavía más.

“Naked in the Rain” es de lo más musculoso y a la vez notable de esta obra. Hay aquí el estilo definitorio por el que les recordamos y reconocemos a la primera. Suenan contundentes, lo que sorprende es que esta canción no haya tenido la presencia que merecería en sus directos. El estribillo vuelve a ser brillante, y el bajo de Flea es soberbio, incluyendo solo. “Apache Rose Peacock” mantiene el estilo y aquí lucen originales arreglos arropando el tema, incluyendo una trompeta. Un medio tiempo en el que realmente luce el estilazo que gasta el grupo.

Funciona “My Lovely Man” con esa batería de sonido tan acústico y real. Es una de las más queridas del grupo en este disco, puro groove. Luego hay una de las canciones más especiales del LP como es la extensísima “Sir Psycho Sexy” que aborda lo casi teatral en ritmos funkies. El tema evoluciona casi con orquestaciones terminando siendo una rara avis en su discografía, o si más no, en el disco.

Se les pidió componer una canción sobre coches y chicas por parte de Rick Rubin, y eso terminó en “The Greeting Song”, un tema que siempre odió su vocalista. No la tengo entre mis favoritas, pero no desentona en absoluto. Hay también al final una curiosísima versión de Robert Johnson de poco más de un minuto. Es totalmente libre y se nos revela como una celebración al terminar esta mastodóntica obra. Otra vez encontramos en un gran grupo la presencia del primer mártir del blues.

Veredicto

El grupo terminó apareciendo en The Simpsons con todo merecimiento y demostró que el futuro del heavy metal en esa época estaba en la mezcla y la fusión mestiza de estilos. Es el mejor disco de Red Hot Chili Peppers, pero esa obra se cobró un inesperado peaje: John Frusciante. El guitarrista descendió a los infiernos al más puro estilo Syd Barret para reaparecer años más tarde. Una pérdida muy sensible para el grupo de Los Ángeles pues se resintieron de su pérdida a pesar de estar ya en la cima del mundo.

Lo más insultante de todo es la inmensa calidad del producto, pues estamos hablando de que son ni más ni menos que 17 cortes de una calidad por encima de toda media y aportando aire fresco a la escena. El llamado metal alternativo tiraba la puerta abajo y se inventaba esa etiqueta para considerarlo y tenerlo en cuenta a partir de entonces. Reconozco que mi afinidad por la banda se fue perdiendo a medida que sacaban discos y para un servidor era un combo que poco o nada me interesaba… hasta que pude verles en directo por vez primera y quedé rendido a sus pies. En fin… más allá de todo lo criticable a los Red Hot, Blood Sugar Sex Magik es una obra maestra.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1368 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.