La carrera de Ritchie Blackmore en 5+5 canciones según… Albert Vila

English guitarist Richie Blackmore of rock group Rainbow, performing on stage, UK, circa 1975. (Photo by Michael Putland/Getty Images)

Que Ritchie Blackmore es una figura absolutamente pivotal de la historia del rock es algo que supongo que nadie debe dudar a estas alturas. El guitarrista inglés fue la principal fuerza detrás del gran éxito de uno de los grandes iconos del hard rock setentero como fueron (y son) Deep Purple, así como de la incepción de Rainbow, una de las primeras bandas que hicieron, con la ayuda del gran Ronnie James Dio, lo que hoy podemos llamar heavy metal tal y como lo conocemos ahora. A principios de los noventa, después de su enésima disputa con sus compañeros en Deep Purple, Ritchie se cansó de todo el mundo del rock y se retiró a hacer de juglar junto a su mujer Candice, fundando la banda de música medieval y ambiental Blackmore’s Night.

Por el camino, Ritchie nos ha dejado una cantidad casi insultante de temazos icónicos, y aprovechando que estos últimos años está reviviendo Rainbow y que una de sus paradas en este verano será en el Rock the Coast malagueño, me ha apetecido pegarle un repaso a lo largo y ancho de su carrera. Vaya por delante que me considero fan de Deep Purple y de los primeros Rainbow (no tanto de los Rainbow post-Dio), y vaya también por delante que no intento ni dejo de intentar poner los temas más conocidos y ya está (puedo oir voces de «¿dónde está «Smoke on the Water»? ¿Y «I Surrender»? ¿»Since You Been Gone»? Este tío no tiene ni puta idea») sino temas que me gustan a mí y que puedan reflejar las varias facetas de su carrera sin recorrer a nada demasiado oscuro ni poco representativo. Vamos allá pues.

«Child in Time»

Artista: Deep Purple
Álbum: In Rock (1970)
Autores: Ritchie Blackmore, Ian Gillan, Roger Glover, Jon Lord e Ian Paice

Aunque se trata de un tema que cuenta con tantos adoradores que la aman como detractores que no pueden tocarla ni con un palo, a mí «Child in Time» me parece una obra maestra (casi) a la altura de grandes temas épicos setenteros como «Stairway to Heaven» o «Bohemian Rhapsdy». Entiendo que a algunos ésta os parezca una afirmación exagerada, peroa a mí «Child in Time» me enganchó desde el primer momento (incluso en plena época donde escuchaba poco más que death y black metal) y no ha dejado de gustarme hasta ahora.

Las batallas y los intercambios que se marcan Ritchie y el añorado Jon Lord a los teclados son absolutamente fantásticas, y también los altibajos de ritmo y tempo que se suceden durante sus más de diez minutos me parecen maravillosos, con sus crescendos gritones y gimientes, sus momentos agresivos y rockeros y sus pasajes inequívocamente psicodélicos. Además, las líneas vocales de un potente pero sensible Ian Gillan. que se encuentra aquí en uno de los mejores momentos de su carrera, son igualmente memorables. Vamos, un temazo sencillamente brutal.


«Highway Star»

Artista: Deep Purple
Álbum: Machine Head (1972)
Autores: Ritchie Blackmore, Ian Gillan, Roger Glover, Jon Lord e Ian Paice

Históricamente, Machine Head siempre fue mi disco favorito de Deep Purple. Y no precisamente gracias a «Smoke on the Water», que creo que es un muy buen tema y al que le compro la condición de clásico inmortal pero que nunca me pareció superior a piezas que le acompañan en este mismo disco como «Maybe I’m a Leo», «Lazy», «Space Truckin'» o, sobretodo, la inicial «Highway Star», probablemente mi tema estrella de la primera época dorada de los Purple (la firmada por el mítico y celebrado Mk.II: Gillan, Blackmore, Glover, Paice y Lord).

De hecho es que este tema lo tiene absolutamente todo: un groove fabuloso, una línea vocal inmejorable que me flipa, un trabajo magnífico de todos los músicos (con especial mención para Roger Glover y Ian Paice, tradicionalmente en un segundo plano al lado de los dos grandes espadas de la banda, aunque estos – Jon y RItchie – brillan también lo suyo). Aunque parezca sorprendente vistos mis gustos generales, cuando conocí a las tres grandes bandas de hard rock de los setenta (Zeppelin, Sabbath y Purple), mis favoritos fueron siempre estos últimos – ahora la cosa tiene más matices, claro, pero también está ahí ahí -, y me atrevería a decir que esta maravilla de tema fue en gran parte culpable de ello.


«Burn»

Artista: Deep Purple
Álbum: Burn (1974)
Autores: Ritchie Blackmore, David Coverdale, Glenn Hughes, Jon Lord e Ian Paice

Tanto gallo en el mismo gallinero no podía durar, y por muy maravilloso que fuera ese mítico Mk II (porque tela), hubo en punto en que se acabaron odiando unos a otros (sobretodo Gillan y Blackmore, porque nuestro protagonista será un crack y un visionario, pero alguien de fácil trato, pues como que no). Por ello, poco después de publicar el mediocre Who Do We Think We are (1973) el agudo vocalista hizo las maletas y, acompañado de Roger Glover, abandonaron la banda a su suerte. Eso podría haber supuesto un auténtico desastre, pero el resto de la banda demostró tener muy buen ojo para escoger a sus sustitutos: un buenorro y entonces desconocido David Coverdale y un bajista que resultó que también sabía cantar llamado Glen Hughes. Y la energía y la calidad de ambos supusieron todo un renacimiento en la capacidad creativa y el mojo banda.

El primer tema con el que pudimos escuchar a esta nueva formación (bien, yo no, que aún me faltaban unos cuantos años por nacer) fue la canción que abría y daba título a ese interesante disco que es Burn. Y chicos, menudo temazo. De una forma u otra se trata de un tema con una estructura más o menos parecida a la de «HIghway Star» (y que rivaliza con él como mejor opener de la historia de la banda), pero la voz más rugosa y masculina de David y los coros fabulosos de Glenn le dieron una textura que la hacía aún más rockera. El riff es magnífico, los toques clásicos (que Jon Lord siempre ha luchado por meter) encajan de forma mágica con el ambiente rockero y el solo de Ritchie es icónico como el sólo. Una de mis canciones favoritas de Deep Purple y, seguramente, la que siempre me habría gustado versionar si hubiera sabido cómo.


«Soldier of Fortune»

Artista: Deep Purple
Álbum: Stormbringer (1974)
Autores: Ritchie Blackmore y David Coverdale

Anda que no me he metido yo lloreras con este tema. Y es que «Soldier of Fortune» es la balada más bonita de la historia del rock. Y punto.

 


«Stargazer»

Artista: Rainbow
Álbum: Rising (1976)
Autores: Ritchie Blackmore y Ronnie James Dio

Al final fue el propio Richie el que acabó hasta el moño de sus compañeros en Purple, y después de un Come Taste the Band que sí pero no, decidió enviarlos todos a pastar (lo que supuso el final de la banda) y liarse a montar su propia agrupación, un lugar en el que pudiera hacer y deshacer a su antojo como siempre había querido. Por ello, dejó claro quién mandaba allí y le puso al combo el nombre de Ritchie Blackmore’s Rainbow, para que nadie tuviera ninguna duda quién cortaba el bacalao. Eso sí, a su alrededor reclutó a una serie de tíos que de mancos tenían bien poco, empezando por el magnífico Cozy Powell tras los parches y un chico llamado Ronnie James Dio, que cantaba en unos tales Elf.

No sé si el hecho de que la voz de Dio lleva el heavy metal impregnado en todos sus matices, pero esos primeros Rainbow, aunque herederos evidentes de Purple, tenían un poso mucho más protometálico, por llamarlo así. En 1975 sacaron su disco de debut, titulado como la propia banda y con temazos como «Man on the Silver Mountain», «Catch the Rainbow» o «The Temple of the King», mientras que Rising contaba con temas notables como «Tarot Woman» o «Startruck». Pero su gran joya y mi gran debilidad me ha parecido ser siempre este espectacular «Stargazer», un temarral épico, piscodélico y progresivo con momentos verdaderamente memorables. Sus ocho minutos y medio la convierten en uno de los temas más largos de su carrera, pero aquí no sobra ni una nota, y la unión de los talentos de Dio y Blackmore vive aquí uno de sus momentos más brillantes.


«Long Live Rock ‘n’ Roll»

Artista: Rainbow
Álbum: Long Live Rock ‘n’ Roll (1978)
Autores: Ritchie Blackmore y Ronnie James Dio

Como contrapunto radical a la épica y la complejidad expuesta en «Stargazer», Rainbow abría su tercer álbum (y noveno de Ritchie durante los setenta, ojo) con un pepinazo tan directo y pegadizo como es «Long Live Rock ‘n Roll». De hecho todo el disco, llamado igual que la canción, ya suponía un paso bastante claro hacia una cierta simplificación y accesibilzación de su música, tal y como podemos comprobar igualmente en otros temas estrella como «Kill the King» o «Gates of Babylon», una accesibilización que se iba a exagerar en sus próximos trabajos.

Es posible que ésta fuera la primera canción de Rainbow que escuché (o al menos que me llamó la atención), y si bien quizás no es del todo representativa de lo que es la banda (aunque en una banda tan camaleónica y con tantas paletas como el propio arcoiris que le da nombre no sé si ninguna canción puede representarla por sí sola), sí que me enganchó y me despertó la curiosidad para bucear y ponerme a descubrir todo lo mucho que viene detrás. Pero sin necesidad de ir más lejos, este propio «Long Live Rock N’ Roll» es un himno inmortal con un riff icónico y un estribillo impresionante que no me imagino que no pueda motivar (y mucho) a cualquiera que tenga un poco de rock and roll corriendo por sus venas. Yo, al menos, me rindo totalmente ante él.


«All Night Long»

Artista: Rainbow
Álbum: Down to Earth (1979)
Autores: Ritchie Blackmore y Roger Glover

Como ya se apuntaba en el disco anterior, Rainbow estaban en pleno proceso de apartarse de los sonidos más metálicos y más rebuscados para abrazar sin demasiados complejos el AOR que empezaba a copar las listas de éxitos a ambos lados del charco (aunque sobretodo al lado de más allá, claro). Por ello, estaba claro que Ritchie y Dio no iban a entenderse: el primero ya estaba harto de batallitas épicas de guerreros y estrellas, y el segundo no veía nada claro eso de ponerse a hablar del deseo lascivo que sentía por cienes de chicas, así que, obviamente, a Ronnie James le tocó hacer las maletas, cerrar la que para mí es la etapa más brillante de la carrera de Rainbow y dar el salto a otro gigante del hard rock y el heavy metal como es Black Sabbath, con los que iba a sacar casi inmediatamente otro de los discos pivotales de la época como es Heaven and Hell).

Personalmente, esta etapa de Rainbow en la que tanto Graham Bonnet como Joe Lynn Turner se encargan de las voces (y que cuenta con el ex-Purple Roger Glover al bajo) no es precisamente mi favorita, y si bien tuvieron un éxito masivo y hay algunos temas incontestables, a mí me pone bastante menos (y la conozco bastante menos) que todo lo demás. Está claro que las canciones más conocidas y representativas de esta época son «Since You Been Gone» y «I Surrender» (las dos escritas por el hit maker Russ Ballard, por cierto), y ojo que ambas son muy buenos singles, pero yo me quedo con la rockera y vacilona «All Night Long», ese tema con un cierto aire a Kiss que abre Down to Earth y que, a pesar de contar con una letra bastante pésima, musicalmente no podemos negar que tiene su gracia y su groove.


«Perfect Strangers»

Artista: Deep Purple
Álbum: Perfect Strangers (1984)
Autores: Ritchie Blackmore, Ian Gillan y Roger Glover

Rainbow se sumió poco a poco en la insustancialidad con algunos álbumes tirando a pobres (eso de sacar un disco por año durante los últimos quince también debe quemar lo suyo), así que Ritchie decidió aparcar su arcoiris y volver a intentarlo con Deep Purple (millones mediante, supongo). Para ello, y ante las reservas más que justificadas de todos, el celebrado Mark II se volvió a juntar en un estudio diez años después para grabar Perfect Strangers, un disco que debo confesar que no he escuchado con mucho detalle pero que contiene un tema título absolutamente espectacular que consiguió hacerse un hueco casi inmediato en la lista de favoritos entre los fans de la banda.

Está claro que el AOR imperante impactó también en las musas compositivas de la banda en esta canción y este disco, pero eso no impidió que el resultado fuera un tema redondo, accesible y absolutamente icónico. Esas fantásticas líneas orientaloides y misteriosas, inspiradas probablemente en el «Kashmir» de Led Zeppelin, son quizás lo más reconocible y motivante del tema, pero tanto la línea vocal como el estribillo como la cuidada instrumentación ponía de manifiesto que Deep Purple aún mantenían intactas sus capacidades en plenos ochenta. Con la perspectiva del tiempo hemos visto que jamás volverían a alcanzar el altísimo listón que se pusieron 10-15 años antes ni mucho menos, pero algun que otro tema disfrutable salió de allí.


«The Battle Rages On»

Artista: Deep Purple
Álbum: The Battle Rages On… (1992)
Autores: Ritchie Blackmore, Ian Gillan, Jon Lord e Ian Paice

El último disco de Ritchie Blackmore con Deep Purple, publicado hace ya casi 30 años, es un trabajo algo irregular que, eso sí, nos ofreció algun que otro temazo que ha acabado haciéndose un hueco en la memoria de los fans menos felipes de la banda. Supongo que los que destacaremos la mayoría, que son los mismos que destaco yo, son tanto «Anya» como el inicial tema título. A mí las dos me gustan entre bastante y mucho, pero me quedo finalmente con esta última porque su rollo vagamente alternativo es representativo de lo inconspicuamente camaleónicos que han sido capaces de ser Purple (y especialmente Ritchie, principal fuerza compositiva siempre que ha estado ahí) a lo largo de los años.

Después del impacto de Perfect Strangers y de un irregular The House with the Blue Light que a mí nunca me dijo nada, The Battle Rages On fue un paso adelante, y esta canción es un buen ejemplo de ello, con un muy buen riff, un excelente estribillo (¿quizás no tanto como el de «Anya»?) y una concreción que la hace bastante disfrutable. Los ocho años que duró esta segunda encarnación del Mk II son mucho más de lo que lo hizo la primera, y aunque aquí se lo tomaron con mucha más calma que en los setenta, se veía a venir que un día u otro se iban a acabar tirando los trastos a la cabeza. Eso ocurrió finalmente después del concierto de Oslo en esa gira de 1993, tras el que Ritchie abandonó a la banda para no volver nunca más a unos Deep Purple que continuaron con Joe Satriani primero y con el actual Steve Morse, con el que siguen girando y sacando discos con cara de pasárselo pipa.


«Diamonds and Dust»

Artista: Blackmore’s Night
Álbum: Ghost of a Rose (2003)
Autora: Joan Baez

Sí, ya sé que «Diamonds and Rust» es una versión de un tema de Joan Baez (que fue popularizado hace ya muchos años entre la metalada gracias a Judas Priest), pero teniendo en cuenta el limitado conocimiento que tengo sobre este proyecto liderado por Ritchie y su mujer Candice Night, personalmente es el que más me llega. Ya me perdonaréis por ello los true fans de Blackmore’s Night (que no sé si habrá demasiados entre los lectores de nuestra revista, todo hay que decirlo). Dejando atrás todo el rollo del rock y del show business del que ya se cansó, Ritchie se calzó el sombrero de trovador y se refugió en este proyecto intimista de música medieval y dulzon con el que aún va sacando discos con cierta regularidad.

La versión de la que hablamos es dulce, preciosa y evocadora, y aunque algo facilona, a mí siempre me ha encantado (mucho más que la de Judas, ande vas a parar). La voz de Candice es maravillosa y la destreza de Ritchie a las seis cuerdas es indiscutible, con lo que el conjunto final es sencillamente impecable. Además, si en otras (buenas) canciones de este disco (que es el único suyo que he escuchado con detalle), como son «Way to Mandalay» o el tema título acaba habiendo algun toque folk medieval que me pone un poquito de los nervios, aquí se mantienen siempre en un tono neutro que compro sin problemas. No es del todo rock, pero me gusta. Un colofón estilístico a una carrera prolífica y variada como pocas.

Avatar
Sobre Albert Vila 952 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.