Kamchatka – Hoodoo Lightning

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 6 de diciembre de 2019
Discográfica: Purple Sage Records
 
Componentes:
Thomas "Juneor" Andersson – Voz, guitarra
Per Wiberg – Voz, bajo
Tobias Strandvik – Batería

Temas

1. Blues Science Pt 1 Thunder Rise (2:06)
2. Blues Science Pt 2 Hoodoo Lightning (3:21)
3. Fool (3:41)
4. Rainbow Ridge (3:36)
5. Supersonic Universe (4:04)
6. Monster (4:05)
7. Let It Roll (5:26)
8. Stay in The Wind (4:31)
9. El Hombre Dorado (4:30)
10. A Drifter's Tale (5:06)

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Cada disco que sacan más convence este trío sueco de retro rock-stoner, y más si tenemos en cuenta ese espectacular directo que lucieron el pasado febrero en salas pequeñas. Si creías que una obra como Long Road Made of Gold iba a ser difícil de superar te invito a que pruebes con este Hodoo Lightning porque viene bien cargado de riffs poderosos y talentosa composición, con esos inmensos dos vocalistas que son Per Wiberg y “JuneorAndersson. Su propuesta es arriesgada y muy personal en la que reviven en mejor rock de los 60 y 70, así que, sí, las referencias a Jimi Hendrix y Cream son constantes. Me atrevería a afirmar que estamos ante su mejor disco, o si más no, el que cuenta con un nivel general más alto. La verdad es que ese parón forzado (por causas médicas) que supuso 2017 les fue de maravilla, tanto en directo como en estudio.

Temas cortos, directos y nada correosos iniciados por una lluvia incesante con truenos de fondo. Las dos partes de “Blues Science” ya nos ponen en órbita. Excelentes composiciones, densas, de pátina oscura y con un sonido absolutamente analógico y real. Mantienen muchos guiños de su anterior obra, pero en general, y como veremos, hay un paso adelante. Cambio de ritmo sorpresivo para pasar a la segunda parte con una batería inmensa de Tobias Strandvik. La guitarra de Juneor se luce, pero es que el bajo de Wiberg es un no parar. La cadencia de “Fool” hipnotiza llegando a hacer sonar al grupo realmente accesible. El solo y la parte instrumental es deliciosamente 60’s con un deje psicodélico incluso. Destacar que a nivel vocal ambos cantantes están a un altísimo nivel y que en cuanto a composición estamos ante una obra de lo más inspiradas. “Rainbow Ridge” es el single y la forma ideal para que caigas de rodillas ante su propuesta. Un tema que les define perfectamente y que conecta con sus inicios.

Una de las que seguro va a caer en directo es “Supersonic Universe” en la que la línea vocal va desnuda de guitarra y se acompaña, en muchas partes, por la base rítmica. Excelente composición, original, eléctrica y efectista. De las que ponen a la sala de pie con los brazos en alto. “Monster” te cala rápido y te contagia ese endiablado ritmo con sus múltiples detalles técnicos. Pero lo que realmente te entusiasma de esta banda es cómo su música se mueve, avanza, se para, sube de densidad y luego todo se disipa… El movimiento orgánico y natural del todo es lo que te mantiene en vilo y hace especiales a Kamchatka: funcionan como un todo. En “Let It Roll” hay cierta similitud con la línea vocal de la portentosa “Speed King” de Deep Purple aunque consiguen darle su propia personalidad y sello. También cabe destacar esa unión de voces que tanto luce y de la que tampoco abusan. En el tramo final de la composición consiguen uno de esos momentos preciosistas ya con la canción mutada respecto a cómo han empezado.

La batería marcial y los guitarrazos definen a “Stay in the Wind” en otra excelente demostración de que este disco es su obra cumbre. Impresionan esos riffs monolíticos y esa densidad stoner con la que juegan, pero también que a la vez sean capaces de añadirle las melodías con suma maestría. No situaría a “El Hombre Dorado” como lo más notable del disco, pero sí que cumple expediente. Quizá está más orientada hacia sus primeros discos, pues recordemos que esta gente tiene ya siete en su haber. Mejoran las cosas con el final que impone “A Drifter’s Tale” combinando un gran solo con ese riff con influencias funk pasadas por su filtro personal.

La portada de un mar embravecido con las olas lamiendo los faros, mientras los rayos iluminan el cielo, es bastante ejemplificativa de lo que suena en esta obra. Pura electricidad, sonidos retros y todo el sabor de las grandes décadas del rock en manos de unos privilegiados que disfrutan en su cometido. Per Wiberg ha estado en Opeth, en Spiritual Beggars, con King Hobo y con muchísimos más, pero más allá de sus trabajos en solitario donde parece más disfrutar es con Kamchatka. Estarán la semana que viene teloneando a Graveyard y a Clutch, una oportunidad perfecta para dejar a la gente ojiplática. No os los perdáis en directo pues este material es dinamita.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1356 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.