Crónica y fotos del Hellfest - Clisson (Francia), 22 de Junio 2018

Hellfest Summer Open Air 2018 (I): El día que Meshuggah y Sólstafir nos hicieron olvidar que tambien tocaba Judas Priest

Datos del Concierto

Hellfest

Bandas:
Malemort, The Walking Dead Orchestra, Tesseract, Schammasch, Benighted, Converge, Meshuggah, Steven Wilson, Sólstafir, Suffocation, Bad Religion, Napalm Death, Rise Against
 
Fecha: 22 de Junio 2018
Lugar: Clisson (Francia)
Promotora: Hellfest
Asistencia aproximada: 200.000 personas

Fotos

Fotos por Beto y Pepo Lagarda

Con un poco de retraso debido al overbooking festivalero de estas últimas semanas de puro infarto vamos a hablar de lo que pasó y de lo que pudimos ver en el Hellfest francés, un festival en el que ya llegas sabiendo que como mucho podrás ver un 33% de grupos del cartel, eso si, más de 15 horas de música diaria para un total  de 46,5 horas acumuladas en las tres jornadas. ¡Casi nada!

Nuestra sexta presencia seguida en las tierras de Clisson se presentaba inmejorable con uno de los carteles más completos de las 13 ediciones del festival, y no solo en las bandas el Hellfest puede presumir de ser el estandarte del metal actualmente, cada año mejoran aspectos de movilidad, confort, seguridad y decoración. Las novedades de este 2018 serian las nuevas pavimentaciones en los primeros metros de los dos mainstage y en la WarZone, zonas donde los continuos circlepits levantaban un irrespirable polvo; otra de las inversiones principales fue en el gran bar central de los mainstage y su contigua zona de refresco con una gran ducha animada, todo un placer para combatir el calor.

Y ahora si, vamos a lo que nos importa, el repaso de bandas de esta primera jornada capitaneada por Judas Priest, Stone Sour, A Perfect Circle y Hollywood Vampires, cuatro bandas de las que no vimos ni un solo tema, avisados estáis.

Malemort

Arrancando oficialmente Hellfest 2018 nos acercamos a Mainstage para degustar a Malemort, un combo francés de metal – rock’n’roll  bastante original en cuanto a propuesta y muy resultón encima el escenario grande de Clisson. Los parisinos disponían de 30 minutos en los que nos regalaron hasta ocho temas, siete de ellos de su último trabajo Ball Trap. Pese que las habituales colas de entrada hacen que las primeras bandas en tocar tengan poca repercusión en cuanto a asistencia, se reunieron alrededor de 3000 personas que vibraron con ganas con temas como «Cabaret Voltaire» o «Madame».

The Walking Dead Orchestra

Vamos a dejar claro que el escenario Altar es uno de nuestros preferidos y como comodín para descubrir bandas es fantástico y casi siempre cumple con las expectativas. Puntualmente a las 11,40 arrancaba el único grupo de deathcore de todo el festival, The Walking Dead Orchestra. La banda de Grenoble con dos discos bajo el brazo estaba dispuesta a arrasar en la hora del vermouth y desplegó una artillería de breakdowns dignos de mención a lo largo del show. Basaron prácticamente todo el tiempo disponible en su último disco Resurrect de 2017, álbum notable del que destacó «Holy Cleansing» y «Vengeful Flavours» pero la palma se la llevó el tema de cierre «Catharsis for the Fallen» de su álbum debut «Architects of Destruction», tema con el que arrancaron al público al primer circle pit del día. La banda mejora en directo con su voluntad y entrega y dejaron un muy buen sabor de boca a los asistentes.

TesseracT

Tras unas vueltas por el recinto volvimos a mainstage para ver a una de las primeras bandas ya conocidas internacionalmente que debutaban en el festival, los británicos Tesseract aterrizaban con nuevo álbum bajo el brazo (publicado la misma semana de su actuación) y venían dispuestos a ganarse al público con su peculiar Djent Progressivo con toques de metalcore. Sin ser especialmente fan me sorprendió el caché del que gozan siendo capaces de reunir ya un número considerablemente alto de asistentes pese ser las 12.50 de la mañana.

Con tres temas de su primer EP Concealing Fate de 2010 y tres de su nuevo trabajo Sonder la banda llenó el tiempo de actuación marcado por la calidad de las composiciones y por un Daniel Tompkins pletórico en el micro. «Luminary» marcó el arranque de un show que en poco tiempo se intuyó que seria grande y los de Milton Keynes no defraudaron ni a fans ni a curiosos. El cierre con la nueva «King» y la primera parte de «Concealing Fate: Acceptance» fue formidable y el sentido aplauso final del público demostró que había ganas de Tesseract.

Schammasch

La oscuridad de Temple cobraba vida con los suizos Schammasch, uno de los objetivos primordiales de este arranque de jornada. La banda de Basilea es un valor en alza estos últimos tiempos en parte gracias al brutal Triangle, álbum que editaron en 2016 y les encumbró como una de las bandas con más proyección del black metal actual. Recientemente la banda publicó un notable EP titulado The Maldoror Chantnas y en Hellfest era el momento de presentar en sociedad la oscuridad que representan.

Chris SR enfundado en un traje ritualístico y bajo una cara totalmente negra rugió durante 40 minutos de penumbras musicales, los enérgicos y desconocidos M.A. en la guitarra acompañante y A.T. en los bajos no dejaron de moverse para contrastar con la estática pose del líder del grupo. En el despliegue de temas no faltaron «Metanoia» ni «Consensus», ambas de su obra magna Triangle, como tampoco faltó «Golden Light» de Contradiction. Impecable aunque corto show de los suizos que siguen ampliando el círculo de fans allí por donde pisan y siguen sembrando oscuridad en cada escenario en que despliegan su black metal.

Benighted

Una de las bandas extremas fetiche de los franceses son los Saint-Ettienses Benighted con su brutal death metal de otra galaxia. Pocas bandas «pequeñas» logran sonar como ellos pese a la brutalidad de su sonido y pocas bandas tan extremas reúnen tanta gente en Altar (sin contar con Cannibal Corpse o Suffocation claro). Impecable una vez más el show de los franceses con un sonido arrollador y atronador, con una puesta en escena siempre vistosa y con su despliegue de recursos y growls habituales que convirtieron el Altar en una auténtica pesadilla de maldad.

Diez temas se sacaron de la manga, nueve propios y una berraca cover de «Biotech is Godzilla» de Sepultura, en el setlist no faltaron sus habituales himnos «Slut», «Collapse», «Asylum Cave» o «Let the Blood Spill Between my Broken Teeth». Sonora respuesta de un público encandilado con una de sus bandas patrias preferidas y como es habitual, un show para recordar.

Converge

Ver a Converge en directo normalmente es una experiencia intensa, pues la entrega de los artistas sobre las tablas es habitualmente exquisita, los americanos esta vez tocaban a media tarde en Mainstage (las anteriores visitas fueron en Warzone) con lo que el nivel de asistencia aumentaba muy considerablemente. Saltar como un torbellino enérgico y acabar arrasando esta en la orden del día. La banda de Kurt Ballou y Jacob Banon regresaban tras dos años y con su brillante nuevo trabajo bajo el brazo, The Dusk in Us, álbum del que tocaron hasta ocho temas, entre ellos «Reptilian» que sirvió para arrancar el show.

También hubo tiempo de rescatar temazos más antiguos como «Drop Out», «Heartless» o «Last Night» de You Fail Me, la berra «Dark Horse» del disco Axe to Fall, dos de las gemas de su penúltimo disco All we love we leave behind como son «Aimless Arrow» y «Empty on the inside» y como colofón final «Concubine» de su aclamado Jane Doe que acabó de rematar un brillante show en el que Jacob Banon no reposó quieto un segundo secundado perfectamente por la gran capacidad técnica de sus compañeros Kurt Ballou, Ben Koller en la batería y Nate Newton en el bajo.

Meshuggah

Tras el tormentón vivido con Converge llegaba el turno de otra de las grandes bandas extremas que tocaban en Mainstage, los suecos Meshuggah. Pese no tocar en un horario que les sea propicio a usar su espectacular juego de luces habitual, Meshuggah no requiere de agentes ajenos a su música para demostrar que actualmente es una de las formaciones con el directo más perfecto. En su cuarta presencia en las tierras de Clisson, la banda capitaneada por Jens Kidman solo pudo ofrecernos ocho temas, pero escogidos perfectamente para no dejar respirar a nadie. Con un telón de fondo espectacular y su sobria vestimenta, los de Umea arrancaron con «Born in Dissonance», uno de los temas más duros y completos de su último trabajo The Violent Sleep of Reason, álbum del que más tarde rescatarían su tema homónimo.

Tras el tema inicial viajamos a 2012 para introducirnos plenamente en Kolos, pues hasta tres temas salieron de ese plástico: «Demiurge», «Do Not Look Down» y «The Hurt that Finds you first». Aunque la palma de oro se la llevó como siempre Bleed, el perfecto tema de Obzen, tema que seguramente es el preferido de todo fan de la banda estandarte del Djent. Tras ocho temas quedó la sensación de haber asistido a uno de los mejores conciertos del día y difícilmente superable en todo el festival, Meshuggah son apabullantes y sus directos dudo que flaqueen en algún momento.

Steven Wilson

Ver a Steven Wilson acostumbra a ser una experiencia única para los amantes del rock y del progresivo, pero encajonar en Main Stage al genio de Porcupine Tree tras los shows de Converge y Meshuggah puede ser realmente peligroso y las esperanzas de ver un sublime show del inglés se evaporaron como el agua en el caluroso ambiente del Mainstage. Pese anunciar que haria un show lo más contundente posible la sensación de tranquilidad y pausa llegó incluso a aburrir a los fans más acérrimos del progresivo, su conexión con el público fue escasa, solo envalentonada por las interpretaciones de algunos temas de su antigua banda Porcupine Tree. Tampoco mejoró el asunto el alejarse de esta vertiente más rockera para interpretar bastantes temas de su último disco, el cual me parece formidable, pero no encaja tras ver a Meshuggah arrasar con su brutalidad minutos antes.

Sólstafir

Si pudiste ver la última gira nacional en sala de Sólstafir sabrás que están en otra liga y, aún sin traer todo el juego de luces íntimo que lucieron en 2017, los islandeses son un valor seguro en directo. Con la carpa del Temple rellena hasta los bordes se respiraban ganas de ver el delicado black metal atmosférico gestado en los gélidos páramos de la isla de hielo y fuego. Cuatro años pasaron des de su última visita al festival francés y su posición en el cartel era ya la de las mejores bandas del día. Una hora de tiempo tenían para lucirse y vaya si lo hicieron.

Presentando su último trabajo Berdreyminn, la banda capitaneada por A. Tryggvason arrancó de mejor forma imposible con la nueva «Silfur-Refur» seguida de las aclamadas «Otta» y «Köld» con las que el Temple si vino abajo. Contundencia y ternura son una mezcla perfectamente ejecutada por la banda de Reykjavik y su conexión con el público acostumbra a ser realmente increíble. Momentos ahora para viajar a 2011, los tiempos de Svatir Sandar del que nos regalaron el increíble tema «Fjara». El cierre apoteósico lo firmaron con «Godess of the Ages» del álbum Köld con el que lograron arrancar algún que otro sollozo entre los fans y con el que acabaron por finiquitar otro memorable show en su haber.

Suffocation

Tras la «calma» llegó la tempestad y con ella Suffocation. Seis largos años habían pasado des de su última aparición en el festival y las ganas de verles eran grandes. Con más de la mitad del setlist con temas de más de 20 años los newyorkinos aplastaron a diestro y siniestro con cuatro temas de su primer trabajo Effigy of the Forgotten:

«Effigy of the forgotten», «Infecting the Crypts», «Jesus Wept» y «Liege of Inveracity», y eso es quedarse corto, pues de su otro clásico Pierced form within tocaron el tema homónimo y la gran «Thrones of Blood». Poco caso le hicieron a su último trabajo, el poco valorado …of the Dark Light, pues solo dos temas rescataron del mismo. Lección de violencia y death metal por igual en un show sin florituras pero con un sonido perfecto y una ejecución mejor. Todos echaremos de menos a Frank Mullen pero su cantante actual cumple perfectamente con el vacío dejado por el frontman original de la banda.

Bad Religion

La recta final de la noche quedaba ya cerca y los tres últimos grupos a escoger eran un tema complicado, pues en el saturado Main Stage teníamos a Stone Sour, Judas Priest y A perfect Circle, en las carpas teníamos a Corrosion of Conformity, Satyricon y Therion… Al final tiramos a lo que posiblemente reuniria menos espectadores así el disfrute podía ser mayor. El primero de ellos fue Bad Religion y como siempre, fue un acierto. La banda de Los Angeles volvía tras dos años a capitanear la Warzone, esta vez con Rise Against y su show no podía ser menos que perfecto, los de Greg Graffin siempre cumplen con su obligación de hacer disfrutar al público.

En plena gira de celebración de los 25 años del Suffer el cual estaban tocando en su totalidad en la gira europea nos dejaba las dudas de si seria un show convencional con un repaso de más de 20 temas de su repertorio habitual o tendríamos la suerte de poder degustar en directo al completo una de sus obras magnas, y finalmente quedó en un repaso de 22 temas entre los que no podían faltar «Atomic Garden», «You», «Infected», «Against the Grain», «Punk Rock Song»… concierto ideal para saltar gritar y cantar a pulmón, volver a recuperar la juventud de los 90 al ritmo de esos temazos que nos vieron crecer y disfrutar con los temas más modernos y maduros de la banda como lo son «Fuck You», «Sinister Rouge», «Sorrow» o «The new Dark Ages».

Napalm Death

Otro de los tiros a asegurar son como no Napalm Death, puedes haberlos visto 10 veces pero siempre encarta un buen show de los británicos para pasar un buen rato. Comodín perfecto en cualquier cartel del Hellfest, pues esta era ya su sexta presencia en el Altar. Recuperando como siempre muchos temas de sus obras atemporales Scum y From Enslavement to Obliteration entremezcladas con temas más actuales como «Cesspits», «Oh So Peseudo», «The Wolf I Feed» y «Standardization» de sus últimos trabajos Apex Predator – Easy Meat y Utilitarian respectivamente.

Pese a que Mitch Harry anunció unos días antes que volvía a la banda en su labor de guitarra, en Hellfest aún pudimos ver a su sustituto. Como siempre un espectáculo ver a Shane Embury rasgar el bajo y a Barney Greenway moverse como poseído micro en mano y sudando como si no hubiera un mañana. Otro buen concierto de la banda de Birmingham que acostumbra a no fallar nunca.

Rise Against

Y el fin de fiesta fue para Rise Against que llenaba el recinto de la Warzone, muchas ganas teníamos de ver a los americanos tras la cancelación a última hora de su estimada última presencia hace unos años siendo esta su primera presencia en Clisson. Pese a las ganas la banda actualmente ofrece un setlist algo flojo y la impresión generalizada tras el bolo fue de que podría haber sido un conciertazo y quedó todo a medias. Con una ejecución muy buena por parte del grupo y un juego de luces exquisito, los clásicos no acababan de llegar y temas más monótonos de sus últimos trabajos iban copando la hora de la que disponían, solo el rescate de «Prayer of the Refugee», «Ready To Fall» y «Survive» del brillante The Sufferer and the Witness y una descafeinada «Savior» del disco Appeal to Reason.

Primer día superado con éxito con Meshuggah, Bad Religion y Sólstafir como claros vencedores y con la decepción final del descafeinado show de Rise Against.

Beto Lagarda
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