Greta Van Fleet – Starcatcher

Nuestra Nota


7.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 21 de julio de 2023
Discográfica: Republic Records / Lava Records
 
Componentes:
Josh Kiszka - Voz
Jake Kiszka - Guitarra
Sam Kiszka - Bajo, teclados
Danny Wagner - Batería

Temas

1. Fate of the Faithful (4:46)
2. Waited All Your Life (4:26)
3. The Falling Sky (3:38)
4. Sacred the Thread (5:21)
5. Runway Blues (1:17)
6. The Indigo Streak (4:04)
7. Frozen Light (4:32)
8. The Archer (5:00)
9. Meeting the Master (5:12)
10. Farewell for Now (4:28)

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Esta es la tercera reseña que escribo de Greta Van Fleet para Science of Noise. Mi primer contacto con la banda fue a finales de 2017, cuando publicaron su EP de debut From the Fires y reconozco que se me cayeron los cojones al suelo:

«Han sido comparados con Led Zeppelin que, si bien es un gran cumplido, también añade demasiada (mucha) presión al tratarse de una nueva banda. Entiendo la comparación, pues fusionan el hard rock, los sonidos más acústicos, esas voces agudas y gimientes, y una excelente musicalidad. Pero, aunque hay similitudes definitivas, Greta Van Fleet es su propia banda con su propio sonido. De hecho, suenan como un revival del que, quizá, fuera el momento más emocionante para la música rock, los años 70, pero su sonido, a su vez, también podría considerarse “moderno”; lo mismo sucedió con The Black Crowes a inicios de los 90, por ejemplo.»

Unos meses más tarde me animé a repasar Anthem of the Peaceful Army (2018), su primer larga duración, un trabajo que vino a demostrar su capacidad para diferenciarse de sus más claras influencias, agregando a su propuesta musical una dimensión algo más diversa y variada… pero los ramalazos inspirados en la banda del Sr. Plant seguían todavía muy presentes.

La conexión entre Led Zeppelin y Greta Van Fleet es un tema recurrente en las conversaciones sobre música rock, pues el estilo musical de nuestros protagonistas es notablemente similar al de Led Zeppelin, una de las bandas de rock más influyentes de todos los tiempos. Por mucho que intentes evitarlo, es una faena cuasi imposible debido a las evidentes similitudes en el estilo musical, las declaraciones públicas de influencia y el contexto histórico de la música rock. Estas comparaciones pueden enriquecer las reseñas al ayudar a los oyentes y lectores a comprender mejor el sonido y la evolución de Greta Van Fleet, pero también es importante reconocer que la banda tiene su propio enfoque y creatividad única, independientemente de las comparaciones con sus predecesores.

Y así nos plantamos en el verano de 2023 y parece (pero no) que el tiempo no haya pasado. Hace unas semanas que veía la luz Starcatcher (2023), el tercer LP de los de Frankenmuth, Michigan, y la historia se repite. Aquí, los dos momentos más Led Zeppelin son el dichoso solo de armónica inspirado en «When the Levee Breaks» —el clásico de Memphis MinnieKansas Joe McCoy que Led Zeppelin reinterpretó para su álbum de 1971 Led Zeppelin IV— que encontramos casi al final de «The Falling Sky» y la introducción de batería literalmente robada de esa misma canción en «Sacred the Thread». La banda que a tod@s les encanta odiar, pero que siguen llenando estadios en todo el mundo, ha vuelto, y aunque se están alejando cada vez más del sonido original de Led Zeppelin, todavía es muy evidente de qué fuentes beben.

Aún así, ser un hater de Greta Van Fleet no me mola nada pues entiendo que sonar cómo suenan es algo buscado por el cuarteto. De hecho, hay muy pocas bandas que intenten recrear el sonido pesado del blues rock de principios de los 70 en la escena del rock actual. Pero tratar de replicar el sonido de posiblemente la mejor banda de rock que jamás haya existido no es fácil. Además, Greta Van Fleet no se lo está poniendo fácil, ya que, a medida que pasan los años y su discografía va en aumento, se van alejando cada vez más del blues para empezar a abrazar detalles más progresivos, brillantes, pretenciosos y, porqué no decirlo, pomposos; no hay más que ver cómo ha evolucionado su estilismo en estos últimos seis años.

Si analizamos Starcatcher, canción a canción, funciona bien. La acústica «Meeting the Master» es su «The Rain Song» particular, una impresionante balada de fantasía con letras sin sentido sobre lo que podría ser la muerte o la vida dependiendo del estado de ánimo del oyente. Instrumentalmente, es difícil no quedar impresionado, especialmente por la forma de tocar la guitarra de Jake Kiszka. Es el miembro de la banda que más se acerca a replicar el sonido y el estilo de su ídolo Jimmy Page.

Por otro lado, tenemos a su hermano Josh Kiszka, a quien se le podría decir eso de: «Sabemos que  puedes alcanzar todas las notas altas, pero ello no te da derecho a hacerlo durante todo el álbum». Él es un showman enfundado en brilli brilli, perlas y capas blancas, una especie de joven Freddie Mercury que pretende imitar a Robert Plant o viceversa. Y la mayoría de las veces, suena terrible, incluso ensordecedor. Ojo, no de trata de una crítica, pues el tipo canta, pero no hace falta estar ahí arriba siempre.

Lo que convirtió a Led Zeppelin en un grupo tan inmortal fue que tenían al mejor cantante de blues rock del mundo, al guitarrista técnicamente más hábil de su época, al bajista más estricto y, quizás lo más importante, a John Bonham, un poderoso batería, de los más influyentes. Greta Van Fleet apunta a las estrellas más brillantes que el género jamás nos haya regalado, y (casi) mueren en el intento. Aún así, el cuarteto también tiene sensibilidades más modernas en su música y es en eso en lo que hay que fijarse. Ahí sí que brillan con luz propia y no me parece justo compararles con Led Zeppelin… por muy buenos que sean tratando de hacerles sombra.

En conjunto, Greta Van Fleet ha producido un álbum bastante correcto que gustará a sus fans. Starcatcher es de fácil escucha y nos ofrece una cara cada vez más profunda (y compleja) de la banda y de su manera de entender el rock más clásico en pleno siglo XXI, pero hasta que no llegue el día en que no se mencione a Led Zeppelin al analizar alguno de sus trabajos, no habrán ganado.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 530 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.