Entrevista a Tomaso De Mattia “Dema”, vocalista de Talco: ‘Hay mucha gente que puede ver el Bella Ciao como un tema festivo y superficial pero es una canción fundamental de la historia y la lucha de Italia’

No es que sea un fan a muerte de Talco y ni de su estilo más allá de sus recurrentes temas “Maradona” y “Saint Pauli”. Les pude ver en el Barna n’ Roll de Barcelona y no entendía lo alto que estaban en el cartel, entre Propagandhi y Offspring. Pero el concierto me gustó y seguí asociando a los venecianos con la fiesta y el pasarlo bien. Su show colorido con vientos, metales y múltiples coros en itálico les definen.

Pero mi opinión cambió bastante al escuchar su último trabajo en unplugged: LockTown. Aquí no hay fiesta -o sí la hay- pero también tristeza, melancolía y un gran trabajo de arreglos para vestir a las canciones de etiqueta. Esta pandemia esta haciendo que muchas bandas se pongan en serio en los desenchufados y nos los ofrezcan a un nivel de calidad altísimo. Me enganché al disco de una manera tal que pedí por favor una entrevista con Tomaso De Mattia “Dema”, líder de la agrupación. Un crack.

Hola Dema, es un placer hablar contigo. ¿Está todo bien en Italia o está todo como en España?

En estos momentos la cosa ya está bastante bien porque podemos comer al mediodía y tenemos el toque de queda a las diez de la noche. En el fondo… está todo un poco más tranquilo.

Vives en Venecia, ¿no?

Sí, sí, soy de Venecia.

Bueno quería decirte que mi experiencia con Talco es poquita, os conocía de alguna canción y os vi en el concierto de Barcelona que hicisteis en el Barna n’ Roll y la verdad es que muy bien, pero sí que os encasillaba más en un grupo de fiesta. Con este unplugged supongo que un poco la idea que teníais era de sonar un poco diferentes y ofrecer algo distinto de lo habitual. Es una cara diferente de Talco y la verdad es que me ha encantado.

(Risas) Muchas gracias, de verdad. Tengo que decir que era algo que ya llevábamos muchos años pensando en ello y se ha aprovechado este momento de inactividad. Hemos podido convertir en positividad todas esas cosas que nos faltaban en los tiempos de pandemia. También deseos que no habíamos realizado todavía… El desenchufado era algo que siempre habíamos tenido como opción más allá de nuestro habitual punk rock o el punk festivo y hemos decidido separarnos un poco del alma de los Talco habituales para darle un poco de valor también a nuestro lado más sombrío.

¿Es cierto que en primera instancia querías hacer un trabajo en solitario o una especie de proyecto paralelo?

La verdad es que no sabía qué hacer. Estaba hecho un lío en febrero, poco antes del primer confinamiento, que en Italia fue bastante duro (especialmente en marzo). Apenas podíamos salir de casa, a un máximo 250 metros y no podíamos visitar a nuestros familiares. Antes estuvimos en Terrassa grabando nuestro nuevo el disco nuevo (eléctrico), y cuando nos encerraron empecé a darle vuelta a las ideas acústicas que tenía: «vamos a ver qué tal«. Tenía también una historia en marcha ya había empezado a esbozar cuatros años con «Silent Town». Primero tenía la idea de escribir un libro, luego un guion… y al final me decidí a musicarlo todo en acústico. Pues lo dicho… Escribí seis o siete canciones. Después, David, el manager de HFMN, nos propuso de tocar en acústico durante el verano, con distanciamiento y medidas de seguridad. Y yo me dije que, teniendo rodadas las canciones: “¿Por qué no vamos a hacer un proyecto paralelo con un disco y todo?” Él decía que sí, que le parecía una buena idea, y luego hicimos los diez o doce conciertos desenchufados. A la gente le gustó mucho y hemos decidido tirar todo esto adelante.

¿Y el nombre es ahora Talco Maskerade?

Sí, así lo hemos decidido para dar una impronta un poco diferente. Es siempre Talco puesto que están allí sus seis miembros, pero es a la vez otra banda por mucho que esté allí el mismo compositor y las mismas personas que tocan en la otra. Esto no quiere decir que Talco vaya a desaparecer como tal.

Es curioso, parece que con la pandemia está haciendo que muchas bandas opten por el formato en unplugged. Te lo digo porque últimamente he reseñado el de Saga, Blackmore’s Night (que siempre son acústicos), el de Bonfire y el vuestro.

Sí, posiblemente sucede que es un momento apropiado o favorable para ello. Creo que para nosotros el hacer un concierto eléctrico, en estos momentos de distanciamiento social, resulta bastante complicado, a pesar de que lo echamos mucho de menos. Tocar un unplugged de estas características no es como tocar punk rock, porque muy probablemente tienes que aprender algunas cosas con instrumentos nuevos o poco habituales, pero siguen siendo estilos que siempre hemos escuchado. Nos es natural también el hecho de tocar estos géneros musicales.

«Descarrila» ha sido el primer single, creo, pero a mí la que más me ha gustado, de verdad, es «LockTown», la primera del disco, y entiendo que es una canción especial porque por algo abrís el álbum con ella.

Absolutamente sí. Es un poco la introducción porque todos los discos de Talco y de Talco Maskarade siempre van e irán con introducción. Un poco es como una llamada, una alerta al que escucha que está ante un experimento y que todo suena muy autobiográfico. Este disco es como decir: «yo estaba escribiendo punk rock y, de repente, hay un confinamiento, y eso es lo que nos ha tocado vivir«. Un poco habla de la forma de vivir en estos momentos tan duros y mi punto de vista ante este momento vital.

A nivel de instrumentos he podido discernir acordeones, violines, banjo, saxo, no sé si algún ukelele… ¿Pensasteis en algún momento que esto igual podía no gustar a vuestros fans?

Esto no te lo sabría decir… Puedo afirmarte que en los primeros conciertos hechos en acústico funcionaron la mar debien y parece que a la gente les gustó. Pero como te decía antes: era un deseo que tenía y no me preguntaba sobre si gustaba a la gente o no. Los primeros mensajes que me han llegado desde las redes sociales opinando sobre el disco han sido todos muy positivos, así que esperamos que vaya siguiendo esta tónica.

Y antes de hacer este unplugged vi un vídeo en YouTube y hablabais de que Talco, como banda, tuvo un par de momentos en este último año en los que estuvo a punto de separarse. Entiendo que esta misma situación es la que os ha dado fuerza para continuar…

Sí, no ha sido algo grave. Pero claro, después 15 años sin parar, uno se da cuenta un poco del cómo va uno de cansando de todo, y vas acumulando ansiedad… Yo, y a mi edad, he tenido momentos en los que me estaba explotando todo y la situación que vivía hacía preguntarme si valía la pena seguir. He tenido muchos momentos en los que me sentía totalmente agotado. Estaba muy estresado, especialmente en los últimos meses del año pasado. Al final, considero que no me ha ido mal del todo estos tiempos que estamos viviendo porque he podido parar y recargar las pilas. Al final hay dos cosas que realmente importan y que quedan enfrentadas: una es la música y la otra es la vida frenética que te toca vivir. Y estas van muy ligadas…. A veces la segunda mata a la otra, y en este caso he comprendido que mi pasión por la música siempre ha sido la misma. Así que decidí que debía continuar con Talco (risas).

Mucho mejor para todos que hayas optado por continuar. Una de mis debilidades es «La danza dell Autunno Rosa». Añado que me encanta que el grupo cante siempre en italiano, creo que eso lo hace especial. Si fuera en castellano no creo que me gustara tanto pues ya hay varias bandas que lo hacen. Te quiero preguntar sobre de qué habla «La danza dell Autunno Rosa». Parece un himno revolucionario.

Sí, es así. Es un himno y también una crítica, una crítica a Italia de los últimos tiempos. En las décadas de los 60 y 70 había una lucha en la que había mucha participación por parte de la gente, el pueblo estaba muy comprometido. Ahora todo esto se perdió, se perdió de parte de las instituciones y todo ha ido derivando hacia la corriente de la moderación. Desde los 90 hasta la actualidad se ha ido cambiando el otoño rojo por algo mucho más moderado y light. Es por eso que la canción cambia el rojo revolucionario por el rosa de la moderación y lo políticamente correcto…. Y esta es una metáfora sobre los movimientos de las instituciones actuales y de que la izquierda va quedándose escorada más hacia el centro quedando todo institutocionalizado (risas).

Estoy muy de acuerdo pero no creo que sea algo propio de Italia. Es algo un poco global y sucede en todo el mundo, creo que estamos un poco anestesiados…

Sí, es el panorama internacional imperante ya desde los 80. Yo viví los 90, y en cierta manera todo arranca desde que cayó el Muro de Berlín. Se fueron difuminando los dos bloques de la guerra fría y ya no se tenía la necesidad de reconocer a Marx por un lado y al bloque de los Estados Unidos por el otro. Ser de izquierdas no tenía por qué ser algo cercano a lo soviético, podía ser algo más o algo diferente. Pero lógicamente, la mayoría de la de los movimientos posteriores tomaron esa izquierda de la Unión Soviética como ejemplo, y eso fue un gran fallo. También el cine ayudó a fijar esa idea en nuestra cultura, y claro, si piensas en esa izquierda concreta, probablemente no haya mucho futuro. Eso fue un gran error de las izquierdas.

Bueno, ya que estamos en política, te iba a preguntar porque he visto hoy en la televisión: ¿Mario Draghi puede ser presidente de Italia?

Sí, esto puede pasar. Yo te puedo decir que en lo personal que no me siento representado por ningún partido político de los que hay ahora en Italia. Estamos viviendo un momento muy malo, además de la pandemia. Lo que ha hecho por ejemplo Mateo Renzi, ha sido bastante grave, porque en un momento de pandemia ha hecho una campaña de vacunas para ahorrarse un eventual confinamiento. Eso me parece a mi muy, muy grave. Este cambio de gobierno se ha hecho solamente porque se está pensando en el dinero. Están discutiendo de economía, de recoger beneficios, y ya sabemos como funciona todo en Italia… (risas). Sabemos que el euro manda y que han decidido ciertas personas poner un presidente determinado, y claro, esto es obra de los bancos. No es algo muy feliz para nosotros, la verdad.. ¡España e Italia son muy parecidas! (risas) Especialmente en el nivel de intereses y de corrupción de algunos partidos. Por desgracia somos muy parecidos (risas).

Volvemos a la música… Me gustan muchos estos unpluggeds que están surgiendo en plena pandemia pues están muy trabajados. No son simplemente se limitan a pasar de guitarra eléctrica a guitarra acústica y mantener la velocidad. Aquí cambiáis de tempos, trabajáis mucho los arreglos. Está todo muy pensado.

Sí, creo que todo ha quedado de forma muy natural. Hay que entender también que si se toma la decisión de hacer un acústico es para trabajarlo y desarrollarlo. Hay que estudiarlo muy bien, experimentar, hacerlo lo mejor posible. Si no lo trabajas puede quedar todo un poco superficial, un poco ridículo el decir: «Vale, cambiamos una guitarra eléctrica por una acústica y tocamos la misma forma«. Había que arreglarlo todo de otra manera también para dar valor al proyecto. Ten en cuenta que nosotros tenemos nuestros límites que son justo lo que sabemos hacer. En el fondo el nivel técnico es lo que te pone esos límites. Es lógico, somos la banda que somos, y tampoco pretendíamos ser la mejor en ese campo, nunca ha sido nuestro estilo el creérnoslo. Aquí hay respeto hacia nuestro nivel, la búsqueda de experimentación y el intentar de hacer algo un poco diferente. Todo esto suma y nos hace crecer como banda y músicos.

Y hablando de la portada… ¿por qué una barca y máscaras… ¿Hay un homenaje a V de Vendetta o a la serie La casa de papel?

Aquí hay muchos significados. La máscara que aparece es uno de los símbolos e imágenes de Venecia. Hay también un poco algo de lo que comentas tú… Y sobre el barco te puedo decir que es algo muy importante para mi. Es un «sitio» muy importante para mi porque estuve toda la pandemia pasando mucho tiempo en mi embarcación. Salía y me iba lejos de la ciudad, muy muy lejos. Buscaba ese estado de tranquilidad y paz interior. El barco es algo importante aunque también me iba, siempre que podía, con la bici. Esta forma de tranquilidad es lo que quería expresar en el disco y tenía que aludir a ella de alguna forma.

También me he fijado en que en la guitarra del personaje que aparece en portada hay dos pegatinas de Danny Trejo, un actor que he tenido una vida realmente espectacular… ¿Por qué ese doble homenaje a Trejo?

La verdad es que yo tengo otra banda que se llama así: Danny Trejo. Allí tocamos thrashcore y thrash metal. Pero también te digo que somos muy fans de ver películas y series (risas). Al final decidimos llamarle a la banda como el actor: Danny Trejo.

Yo ya me olía que eras un metalhead porque cuando termina el concierto de Talco suena de despedida una canción de Iron Maiden de fondo y en formato instrumental.

Iron Maiden es mi banda preferida desde que tengo 12 años.

Habéis dicho alguna vez que Ska-P siempre ha sido una banda que os ha influenciado mucho y ahora se cumplen 25 años del disco El vals del Obrero. Me gustaría si pudieras contarnos qué supuso para ti ese disco.

Importantísimo. Yo tenía diecinueve años cuando llegó ese disco a Italia. No llegó como disco físico, pero en esos días estaba Napster. Lo conocí cuando estaba en la escuela y ya te digo que me cambió mucho. Cambió especialmente mi forma de tocar. Fue una de mis grandes primeras influencias cuando empezaba a tocar. Después, con los años, seguramente sería el punk rock la posterior influencia, también escuché mucho metal, punk californiano, también hardcore… Y en el fondo esos son los géneros que toco. Pero tengo que decir que sí, que Ska-P fue una gran influencia al principio.

Yo creo que de Ska-P la gente en España no se da cuenta del nivel que llegan a tener fuera. Es un grupo que es como que aquí se ha quedado como olvidado y continúan siendo muy grandes fuera. Parece como que Ska-P es una cosa del pasado y no lo son, pues tienen presente. Creo que estuvieron tocando en el festival Woodstock de Polonia y allí había 500 mil personas.

Sí, también en Italia son muy famosos y en Sudamérica… La gente piensa en la banda y en su éxito tomando de referencia a su país y a si son exitosos allí. Todas las personas que consideran que una banda tuvo éxito en su tierra y ahora no, suelen pensar que en el resto de los países sucede lo mismo… Piensa que eso es algo que sucede en todo el mundo. Te pongo un ejemplo: Dropkick Murphys. Cuando venían a Italia hubo un periodo que tenían muy poca gente comparando con el resto de Europa. Ahora sucede lo contrario. En Italia pueden creer que los Murphys están creciendo ahora debido que allí está sucediendo. Es difícil de verlo en perspectiva cuando una banda es internacional. Y en algunos sitios los Dropkick Murphys serán considerados algo del pasado mientras que en otros sitios pueden considerarse cosa del presente. Ya te digo, les suele pasar siempre a todas aquellas bandas que tienen un proyecto más internacional. Siempre hay unos países en los que eres más famoso, y otros en los que tu éxito es menor. Creo que justamente eso nos pasó también a nosotros al principio. Talco, por ejemplo, en Italia toca muy poco. Somos muchos más reconocidos en España, en Alemania o en Rusia. Lo vemos como una cosa normal.

Has dicho Dropkick Murphys y es un grupo que me encanta…

Gran banda, a mi me gustan mucho. Creo que la primera vez que los vi fue con la gira del Blackout. ¡Gran disco! También te confieso que para mi hubo un momento breve en que los Dropkick Murphys fueron una de mis bandas favoritas.

Entonces, siendo un amante del punk rock, el día que tocasteis en el Barna’N’Roll entiendo que fue un momento increíble para vosotros puesto que tocasteis entre Propagandhi y Offspring. ¿No estabas nervioso?

Sí, sí… estábamos muy nerviosos. Pero también te digo que yo siempre estoy nervioso. Pero al mismo tiempo también estoy tranquilo. Te diría que es antes de salir a escena es cuando me siento nervioso, pero una vez en escena ya me siento totalmente relajado, porque siempre intento siempre vivirlo al máximo. Aunque eso de salir después de Propagandhi… se hace muy duro (risas).

El hacer una canción sobre Maradona entiendo que os abrió muchas puertas. El futbol siempre es un gran escaparate. En España hay otra canción de Maradona muy conocida, de Andrés Calamaro… y ambas son muy buenas.

Sí, soy muy fan del fútbol porque he jugado desde los dos o tres años, y sí, soy un fan total, aunque ahora el fútbol es otra cosa… tiene demasiados intereses del poder y del Estado. Pero yo pienso en el juego, en lo que me gusta, lo entendido casi como un arte. Es por eso que he hablado de Maradona en ese tema. Obviamente sé que existen estas polémicas y que fue todo un personaje. Pero si te soy sincero, yo considero su fútbol como arte y el resto no me interesa. Lógicamente no te voy a decir que tuvo una vida edificante, pero a mí me interesa lo que ha dado este tipo al arte que es el fútbol. Él es el mayor intérprete.

Otro tema que abrió muchas puertas es el de «Sant Pauli». Yo he ido 16 veces a Wacken y recuerdo que allí jugaba el primer equipo del Saint Pauli contra periodistas y fans borrachos. Y bueno, creo que es genial, que eso ya dice mucho del espíritu del equipo. He leído que han adoptado vuestra canción como himno oficial, ¿no?

Sí, eso es. Creo que lo del Saint Pauli tiene una situación única en Europa, porque si te fijas, hay muchas realidades por Europa a pesar de que en Italia los tifosi son más de extrema derecha. El caso del Saint Pauli es una cosa única y es muy grande, porque estamos hablando de un club de Segunda División. Es un equipo de segunda y ha estado incluso en tercera, pero para el centenario de su fundación pudieron llegar a la Primera División alemana. A pesar de no ser un club puntero tienen un montón de gente detrás que les empujan y el club es de los socios, como el Barcelona (risas). El caso es que el Saint Pauli tiene algo de especial y también fue uno de los primeros clubs de Alemania que echó a los tifosis de extrema derecha.

Entonces, supongo que habéis tocado mucho por Hamburgo, ¿no?

Muchísimas veces. Es una de las ciudades donde tocamos en la que más público tenemos. Si te digo las ciudades en las que tenemos más público serían Barcelona, Catalunya en general, Madrid, Hamburgo y Berlín. Éstas serían las ciudades más grandes para Talco. ¡Ah! también Moscú. En general, suelen ser las capitales y algunas ciudades más. Y te diría que la que más público consigue estaría entre Madrid y Barcelona.


Bueno, está genial, son las dos ciudades más grandes que, a pesar de lo diferentes que son, también son las que más se parecen en España. Precisamente en España se hizo muy popular la serie La casa de papel en la que sonó ese clásico libertario «Bella Ciao». Vosotros ya la tocabais antes y desde el boom de la serie, así que cada vez que la tocáis debe ser una auténtica fiesta.

Sí, la tocábamos de mucho antes. La verdad es que nos hace un poco raro porque nosotros, cuando decidimos tocarla, sabíamos que nos estábamos arriesgando ya que podía ser vista la canción como una mera fiesta y que quedase un poco superficial. Nosotros la consideramos como una canción que habla de nuestra historia, por esto la seleccionamos para tocarla. Ahora veo que la gente se toma la canción como algo festivo y totalmente superficial. Como te decía, creo que va perdiendo un poco la connotación que queríamos darle desde el principio y a veces nos hemos preguntado: ¿vale la pena cantar «Bella Ciao» a riesgo que se convierta en una canción de fiesta o deberíamos de dejar de tocarla? Al final lo que creo es que lo que verdaderamente importa es la intención y el significado que tiene para nosotros. «Bella Ciao» es parte de nuestra historia y vale la pena seguir tocándola. Es una de las canciones populares más importantes de nuestra historia y representa un periodo de lucha que es fundamental para entender la historia y lo mucho que nos costó llegar a consolidar las democracias.

Aquí tenemos una banda de folk metal llamada Mägo de Oz que son de Madrid y han grabado con La Pegatina, una onda más festiva y similar a Talco. Ambas bandas han hecho un tema que ha quedado bastante bien y muestra la fusión de estilos. Yo no sé si esto podría exportarse a Italiana, pues en seguida me viene a la mente una banda que hemos entrevistado muchas veces y que son unos cachondos: Nanowar of Steel. ¿Te ves mezclando Talco con metal?

Conozco a La Pegatina y a Nanowar of Steel, y sí: ¡sería fantástico que pasara! Ojalá. Creo que funcionaría bien Nanowar con Talco porque tenemos muchas sonoridades similares.

Necesito que me des tu opinión respecto a algunas canciones que en Science of Noise consideramos perfectas:

«Señor Matanza (Mano Negra): Sí la conozco, y tengo que conocerla, porque es mi base (risas). Es una de las canciones más famosas del grupo. Me gusta muchísimo, pero la canción que más me gusta de Mano Negra es «Sidi H’bibi».

«Killing in the Name» (Rage Againt the Machine): Muy grandes, en Italia fueron fundamentales. Esa canción apareció en mis tiempos de estudiante en la escuela, y se convirtió en la canción que más sonaba en las manifestaciones.

«Silver Bride» (Amorphis): De Amorphis yo tenía los primeros discos ya que empecé a escuchar este estilo cuando yo tenía 13 o 14 años. Es un grupo raro, muy raro, porque empezaron con un tipo de death metal muy melódico y en un cierto sentido tenían también algunas cosas que iban un poco más allá del death metal.

«Child in Time» (Deep Purple): Te diré algo que te parecerá muy raro ya que mi cantante favorito es Bruce Dickinson, y un poco él vendría a ser el «hijo» del cantante de Deep Purple (risas). Pero en general, y a pesar de que les respeto mucho, más allá de los dos o tres temas más conocidos, es una banda que no he entrado demasiado en su música. Eso mismo me pasa con dos o tres bandas clásicas y fundamentales, que no he llegado a escucharlas como debería. También me pasa con Black Sabbath aunque adoro su primer disco.

Y llegamos a la última pregunta: ¿Cómo está Venecia sin turistas? ¿Estáis tranquilos, podéis disfrutar de las calles y los canales?

(Muchas risas) Me gusta mucho, está como nunca. Yo vivo en la periferia y te aseguro que Venecia es más hermosa estando un poco vacía. No estamos acostumbrados y al verla así es un casi poético. También es verdad que es un poco raro y que necesitamos el turismo para la economía de la ciudad. Pero estar sin turistas ha sido algo bonito.

A Barcelona también le ha pasado lo mismo. Que la ciudad descanse de turistas durante un tiempo está muy bien. ¿Y siguen siendo tan caros los cafés en la plaza de San Marcos? Es el café más caro que me he tomado nunca…

Sí son carísimos. Carísimos. El café más caro que te has tomado nunca imagino… Esa es una manera de sacarle el dinero a los turistas. Está comprobado que si caminas a más de 100 metros de la plaza San Marcos el café te cuesta «casi normal».

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1351 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.