Entrevista a Alexander Krull, líder de Atrocity (II): ‘En estos tiempos de guerra, los algoritmos de YouTube y Facebook nos bloquean por llamarnos Atrocity’

Siempre que hablamos de Atrocity solemos pensar en que fueron los pioneros del death metal, pero no tenemos en cuenta otro de sus más grandes logros: fueron la primera banda de metal que hizo versiones de las canciones pop de los 80 llegando a grabar un disco entero que les llevó a lo más alto de las listas: Werk 80. Ahora hay proyectos inspirados en esa era y muchísimas bandas que desde 1997 han ido grabando alguna versión metalizada de los clásicos de la década de las hombreras.

Hablamos también de uno de los templos míticos del heavy metal en Alemania que cerró en tiempos de pandemia: el Rockfabrik de su ciudad Ludwisburg, del origen del nombre del grupo y los problemas derivados, ya sea por su significado o por la irrupción de otra banda norteamericana con el mismo nombre.

Y finalmente aparecen en la conversación bandas y personajes tan dispares como los catalanes Kosto and Full, Pink Floyd, Metallica o Lemmy Kilminster. Lo que no esperábamos era descubrir la conexión que tiene el grupo con la brujería y que su gran sueño de directo es llegar a tocar suspendidos en el aire. ¡Cosa de brujas!

Qué importante fue el disco Werk 80 porque sé de buena tinta que a muchos metaleros que no estaban interesados en el metal extremo y las voces guturales les encantó ese disco de versiones de los 80… (le enseño el disco)

Sí, sí, sí… ¡exactamente! Pero es que mucha gente le gustó alejada de todo eso. El caso es que era 1997 y en esos tiempos había muchísima gente apoyando al black metal y a bandas como Mayhem, cargados de pinchos que allí estaban, en nuestros conciertos, cantando “Send Me an Angel” (risas). ¡Eso era genial!

Pienso que fue un disco muy importante, y recuerdo antes de sacarlo a alguien que me vino y me dijo… Bueno, no te diré quién, pero era un músico que me llamó entonces y me dijo: “Alex, ¡cómo vas a hacer esto! Vas a destruir Atrocity”. “¿Cómo que voy a destruir la banda?”, dije. “¡Es muy peligroso! No deberías hacerlo…”.

Lo más divertido de todo es que ese mismo músico, me llamó un año después y me dijo si estaba yo interesado en hacer un Werk 80 con su banda… (Muchas risas), cosas como estas sucedieron tras ese disco. Es totalmente verídico, a “él” le encantó el disco y le sigue gustando mucho.

Yo es que creo que fue una decisión muy valiente pues en esos tiempos en los que el metal extremo vivía un auge total, este tipo de ideas no iban a ser populares para nada… Y la cosa funcionó, ¡y de qué manera!

Es totalmente cierto y te diría que fue nuestro mayor éxito a nivel de ventas y popularidad, y de largo. Luego, años más tarde, vino el Werk 80 II y volvimos a entrar en las listas de discos más vendidos. Esas listas no es algo que me quite el sueño, pero es que llegamos a entrar en los charts de DJs y el disco nada más salir se agotó en las tiendas, fue una locura… Me llamaron de la discográfica que tenían que reclamar discos a Austria para poder satisfacer la demanda alemana.

Todo estaba agotado. Llegamos a entrar en el Top 10 y la mejor posición a la que llegamos fue al Top 5 y… no se editaban más discos. En las discotecas góticas pinchaban esas canciones hasta el punto que cinco de esos temas estuvieron en las listas de DJs de la época. Obviamente eso no volvió a suceder, nunca habíamos esperado que sucediese algo así y estábamos abrumados. Ni lo vimos venir.

Lo más divertido de todo es que los chicos de la distribuidora, que eran unos tipos normales (no metalheads), me mandaron una lista de canciones que querían que preparásemos para el siguiente disco. A mí y a a la discográfica. “Álex, para el siguiente disco, nos gustaría que hicieras esta canción” (risas). Y de verdad que lo llegaron a mandar a Mexico Records

Cosas como estas son las que hacen especial a Atrocity. Muy probablemente fuisteis la primera banda en indagar en las canciones más populares de los 80 y a la vez conseguisteis que se acercara mucha gente a lo que era vuestro grupo…

Lo mejor de todo es que hubo gente que me decía que me debería ceñir a repetir lo mismo: repetir un Werk 80 o que me centrara en hacer canciones de vampiros, manteniendo esa onda… Mucha gente opinando y diciéndote lo que deberías hacer, pero… yo no hago esto para tener ventas y éxito. Claro que me gustó tener esos números y esa trascendencia, es mi trabajo y es de lo que yo vivo, y más allá de ello y de que es también mi pasión, tengo un hijo al que darle de comer.

Por cierto, mi hijo ha crecido y ya empieza a trabajar y va a tener que vivir de lo suyo (risas). Pero volviendo al tema… yo creo que las cosas no hay que forzarlas y sé que nunca voy a poder contentar a todo el mundo. Yo sé que, si como grupo marcamos un único estilo, en el caso de Werk 80, muy posiblemente hubiésemos tenido mucho más éxito, pero sólo a nivel comercial. Todo el mundo me lo decía… Pero yo prefería grabar un nuevo disco, con otro concepto e ideas nuevas. Y así marchó la cosa…

Gente como tú aprecia las dos orillas, lo más duro y el Werk 80, y le gustan las dos caras del grupo, pero para nosotros, posiblemente, la mejor forma de expresar nuestra música como artistas era el ser flexibles y tener esa variedad. Para mí eso es lo bueno y es algo que aprecio en otros artistas.

Eres de Ludwisburg y allí hay una sala llamada el Rockfabrik. Siempre tuve la sensación de que esta ciudad es el lugar de Alemania donde hay más metaleros. ¿Me equivoco?

¡No estás equivocado para nada! (Alex me enseña su camiseta que lleva y curiosamente es del Rockfabrik de Ludwisburg). Ese fue el primer templo de metal en Alemania, y cuando te digo que lo “era” te hablo en pasado porque tuvieron que cerrarlo en enero de 2020. Uno de mis amigos era el propietario del edificio y lo echaron después de muchísimos años.

Es una lástima y a la vez una demostración de las dificultades que tienen las salas para sobrevivir, y más con la pandemia. Yo estuve dando una charla para la gente sobre el cierre del emplazamiento y allí había unas tres mil o cinco mil personas presentes para apoyar el no cierre de la Rockfabrik, y… es una vergüenza, la verdad. No volveremos a rockear allí. Y es que para muchos músicos significaba mucho más que un simple club rockero. Era el sitio favorito de Lemmy de Motörhead cuando venía a tocar en Alemania. Si miras el disco Master of Puppets verás a los Metallica a su paso por la sala.

Para Alemania mismo era algo muy importante y un poco nosotros éramos la banda residente de allí. Ensayábamos en la misma sala y nuestro mánager era el propietario del sitio, así que puedo decirte que esa fue mi escuela de rock. Fue como mi segunda madre o mi segundo hogar… ¡O incluso la primera de ambas! (risas). Iba allí cada día de la semana y era un sitio de leyenda. Recuerdo muchísimos momentos allí y te diría que fue algo muy importante para mucha gente.

En 1985 había una banda de Estados Unidos llamada Atrocity (le muestro un disco de ellos).

(Risas) Creo que ellos empezaron en 1987… ¡Nosotros estábamos antes que ellos! (risas).

¿Alguna vez tuviste problemas con el nombre de Atrocity?

No… Es un poco triste porque nunca llegamos a conocerles. En esos tiempos tampoco sabíamos de su existencia, pero en el caso de que alguien tuviese que cambiar el nombre… les tocaría a ellos puesto que llegaron después (risas). Eso es lo que he escuchado de la gente que me lo ha contado. Yo les hubiera dicho que no pasaba nada, pero que todo el mundo nos considera a nosotros como Atrocity.

Creo que ellos tenían un sello de distribución que era el mismo que el nuestro y podía ser muy raro lo de sacar un disco existiendo dos bandas con el mismo nombre. Un tiempo más tarde ellos sacaron un disco y… claro, fue algo muy confuso para los fans. Cuando eso sucedió la gente se preguntaba qué pasaba y quienes eran ya que no sonábamos igual. Fue algo muy raro que una banda empezara con un nombre ya utilizado.

Dime por favor el origen del nombre Atrocity. ¿Por qué elegiste este nombre?

Bien… teníamos el nombre de Instigator y descubrimos que ya existía una banda de punk con ese mismo nombre, así que esa fue la razón por la que cambiamos a Atrocity. Y tenía una canción con el nombre de “Atrocitatis Neuronis”, por lo que los chicos consideraron que ese nombre podía funcionar. Y bueno… para una banda alemana llamarse Atrocity… quizá no era la mejor de las ideas.

Pero en ese momento ni lo llegamos a pensar. Obviamente la gente nos empezó a preguntar si era algo sobre los nazis y sobre la segunda guerra mundial y esos crímenes, y nosotros decíamos que no, que nos parecía simplemente un nombre cool para una banda. En fin… así fue como sucedió todo (risas).

Pues entrevisté a Crematory y les pregunté por su nombre y parece que nunca tuvieron problemas con “su significado”…

Bien, bien… pero con Atrocity hemos tenido algunas movidas debido el nombre… y, de hecho, nos sigue pasando a día de hoy. Tenemos que pensar algo a ver qué hacemos ya que el algoritmo que tiene, por ejemplo, Youtube, nos bloquea a nosotros y a Massacre Records en estos tiempos de guerra. El algoritmo piensa que estamos relacionados con algún crimen de guerra o algo así, o lo que sea. Hemos sido bloqueados en Facebook y en todas estas mierdas de las redes sociales. ¡No lo sé! Pero no vamos a cambiar el nombre del disco (risas).

¿Te acuerdas de un grupo de Barcelona llamado Kosto and Full? Creo que masterizaste su disco hace años.

Sí, sí, sí… me acuerdo de ellos. De eso hace ya muchísimo tiempo (risas).

Vamos a una pregunta difícil: ¿Cuál fue el primer disco que compraste con tu propio dinero?

Juraría que fue el The Wall de Pink Floyd… Yo era un chaval en aquel entonces y recibía regalos y dinero, como todo niño. A la edad de seis años empecé a escuchar a Deep Purple y cosas así, como Rainbow,Whitesnake… y juraría que me compré el The Wall yo mismo con el poco dinero que tenía. Tendría unos nueve años.

¡Es un disco increíble!

Claro que sí, y ¿sabes una cosa? Para mí sigue siendo una fuente de inspiración ya que es un disco conceptual, y continúa siendo importante para mí.

Tener chicas guapas en jaulas es lo que Atrocity solía hacer en el pasado y en algunos festivales como en Wacken, pero… ¿cuál es el truco que siempre quisiste hacer en el escenario, pero nunca lograste?

Atrocity siempre ha tenido una conexión con la brujería y así que me gustaría que pudiésemos volar y tocar a la vez. Pero no al estilo de Kiss con unos cables… A mí me gustaría hacerlo con un efecto visual que nos permitiese estar tocando en lo alto. Estuvimos en contacto con un chico para mirar de hacer algo y no era algo estilo David Copperfield (risas).

En fin, que es algo que tengo en mente y que me apetecería hacer algún día, incluso si fuera para un único show especial, sería increíble poder ofrecer eso al público. A ver si alguien pudiera hacer esta “magia” con nosotros… (risas). De verdad que es algo que siempre quise hacer, pero no con unos cables o con una cuerda. Eso ya está visto… Hacer algo así, como de brujería, sería algo muy cool.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.