El retorno del mejor hard rock de la pasada década: Wig Wam

“El Shock Rock tiene la habilidad de sorprender al público. Y esa capacidad de sorprender dependerá del momento histórico en el que te encuentres. Lo que antes te hacía aguantar la respiración, ya no lo consigue”. (Glam)

Wig Wam vuelven este 2020, un año poco dado a las buenas noticias. A principios de los 2000 empezó esta banda noruega hecha a imagen y semejanza de las grandes agrupaciones de hard rock glam de los 70 y 80. Son un revival de los tiempos en los que la imagen y la música iban de la mano, y lo más sorprendente de todo es que surjan desde un país como Noruega, poco dado a las bandas de hard rock melódico. Saltaron a la palestra cuando ganaron su particular Operación Triunfo noruego y tuvieron la posibilidad de participar en el festival de Eurovisión de 2005. Quedaron en un sorprendente noveno puesto y su repercusión posterior en Escandinavia fue enorme. Personalmente recuerdo ver su actuación y tener la sensación de que estaba ante un grupo capaz de componer éxitos rompe-listas al nivel de Bon Jovi o de Europe. Casi nada… Los tres primeros discos que grabaron son para enmarcar pero en el cuarto todo se rompió un poco. Eran una de las bandas, dentro de su género, con más proyección internacional. Su éxito en el Japón cofirmó que eran una promesa que pasaba a ser realidad. Sus disfraces, pirotecnia y fuego acaban de redondear un producto casi perfecto. Desgraciadamente las cosas se torcieron.

Trayectoria y éxito eurovisivo

La banda se forma en 2001 en la localidad noruega de Østfold después de que sus miembros estuvieran probando fortuna en diferentes combos musicales. Ninguno de ellos tuvo suerte alguna, pero sí que consiguieron con ello foguearse y conseguir las tablas suficientes para crear un proyecto con cara y ojos. Los objetivos estaban más que claros: llegar a ser una banda popular, accesible y escalar hasta lo más alto de las listas de su país. El grupo lo forman cuatro tipos que esconden sus nombres tras seudónimos. Tenemos pues a Sporty a la batería, a Flash en el bajo, a Teeny en la guitarra y a Glam en las tareas vocales. El mismo Glam es un habitual de la escena noruega de musicales tipo “El Fantasma de la Ópera”. Se pusieron manos a la obra y se dejaron la piel en todos los escenarios del país consiguiendo la repercusión esperada. No eran ningunos chavales ni tampoco unos novatos sino gente muy preparada que conocía perfectamente el negocio.

Sus temas facilones, de estribillo melódico combinados con una imagen matadora les hicieron acreedores de una pequeña legión de fans acérrimos llamados Wig Wamaniacs. Si buscamos el origen del nombre podemos sospechar de que es un homenaje a un tema de una banda de glam de los 60-70 que ha protagonizado algún reportaje en esta web: The Sweet. “Wig Wam” era el nombre de una de esas composiciones de pop dulce chicle de fresa que realizaron en sus inicios. Tan pegajosa como cautivadora… Lo que sí está claro es que los The Sweet eran uno de los más claros referentes para Wig Wam, los otros obviamente eran Kiss.

Creo que sorprendimos a todo Europa en 2005 al presentarnos a Eurovisión. Éramos algo muy diferente a lo que ellos estaban acostumbrados. Y eso les chocó. Pero creo que Lordi les chocó aún más que nosotros el año siguiente porque ¡ellos eran aún peores que nosotros!” (Glam)

Antes de su explosión eurovisiva, en 2004, el grupo probó fortuna en el Melodi Grand Prix de ese año, pero sólo quedaron terceros. Ese mismo año la banda lanzó una joya de álbum llamada: 667… The Neighbour of the Beast. Un título humorístico que alude a la asociación de el número 666 con el diablo. Evidentemente el número 667 sería el “vecino de la bestia”. Buenas composiciones, gran tarjeta de presentación y mucho buen humor en títulos y letras. El disco se puso a la venta en su Noruega natal y en Suecia consiguiendo una moderada repercusión. La verdad es que contiene un alucinante número de hit-singles radiables por las FM. Bon Jovi mataría hoy día por un disco así, pero Noruega no tiene el glamour de los Estados Unidos de América ni de Inglaterra, así que tocaba pelear duro.

“Usamos humo, fuegos artificiales, cañones, bombas… todo lo que podamos utilizar para darle un toque al concierto. Pero muchas veces no podemos traer nada de eso porque algunas salas no están preparadas para eso. Entonces es cuando dependes de ti y sólo de ti. Eres tus propios fuegos artificiales”. (Glam)

La opción “fácil” (hasta cierto punto) era la de colarse en el Festival de Eurovisión, con otro intento. Tarea complicada para un grupo de hard rock. El festival se celebraba en Kiev, así que decidieron participar con la pegadiza e hímnica “In My Dreams”. Un tema excepcional al que le deben toda su fama. Su siguiente disco, que incluía el mencionado tema, se tituló Hard to Be a Rock ‘n Roller. El grupo consiguió un meritorio noveno puesto en el festival de Kiev, pero la primera piedra hacia el éxito estaba puesta. El tema era excepcional y la publicidad generada con su participación desató la wig wamania en Escandinavia. 19 semanas estuvo la canción en las listas noruegas llegando incluso tres de ellas a estar en el primer puesto. Curiosamente los representantes de Letonia acusaron a Wig Wam de haber plagiado el riff de su canción. Finalmente se echaron atrás. Ese año fue el más prolífico y exitoso de la banda. Incluso llegaron a editar su DVD Wig Wam Symphonic.

En 2010 el grupo sacó otro gran álbum como es Non Stop Rock ‘N Roll, otra colección de himnos perfecta en la que aparecen varios temas candidatos a ser singles. La banda sigue en estado de gracia y su popularidad les llevó a nuestras tierras en la gira de apoyo del disco. Constantes cambios de vestuario, mucha pose, mucha actitud glam, algo de macarrismo, pero sobre todo: muy buenas canciones y muy bien defendidas por el grupo. Realmente hace 10 años eran junto a The Poodles y HEAT las emergentes grandes referencias del hard rock europeo. El final con “In My Dreams” con un Glam vestido con plumas de indio fueron apoteósicos. Curiosamente los The Sweet también interpretaban su tema “Wig Wam” vestidos con las plumas de un gran jefe indio.

Separación y retorno

Wall Street aparece en 2012 y desde la primera escucha ya ves que algo ha cambiado. No hay frescura, la temática es más trascendente y poco festiva, hay guitarras más duras y los hits no llegan ni por asomo a lo facturado anteriormente… pero sigue siendo un gran disco de hard rock. En 2013 el grupo finiquitaba su carrera. Teeny (Trond Holter) el guitarrista, que era el principal compositor, ha sido el que más ha asomado la cabeza en varios proyectos de suerte dispar. Hubo un disco en solitario bajo el nombre de Holter y basado en la vida de Vlad Tepes el empalador, el supuesto primer vampiro. La temática vampírica se repetiría pues unió fuerzas con todo un Jorn Lande en un disco conceptual titulado Dracula. Swing of Death. La intrascendencia del disco fue total hasta el punto que Jorn Lande llegó a tocar en Ripollet Rock y Holter hacía de guitarrista de apoyo. No tocaron ni un tema de este disco, pero pude hablar con el bueno de Teeny un ratito.

Un rayo de luz asoma este 2020 bajo el nombre de “Never Say Die”, el nuevo tema de Wig Wam. El inicio del videoclip ya te muestra como el grupo revive desempolvando ropas, instrumentos y pinturas de guerra. No son muy conocidos en estos lares, pero el nivel de hard rock que poseen es enorme. Veremos cómo les sienta esta resurrección. El tema del vampirismo y el no morir nunca es lo que más domina Holter.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.