Crónica y fotos del concierto de Eclipse + Big Mouthers - Razzmatazz 2 (Barcelona), 7 de diciembre de 2019

Eclipse cantan Victoria en Barcelona

Datos del Concierto

Bandas:
Eclipse + Big Mouthers
 
Fecha: 7 de diciembre de 2019
Lugar: Razzmatazz 2 (Barcelona)
Promotora: RockNRock
Asistencia aproximada: 500 personas

Fotos

Fotos por Jose Antonio Serrano Sabaté

Nuestra Previa

Eclipse – Paradigm

De nuevo tenemos al golden boy del hard rock escandinavo con disco bajo el brazo, y lo hace en su mejor faceta: con su propio grupo, Eclipse. El disco, Paradigm (2019), nos llega tras la sorpresiva noticia de la salida

Eclipse – Monumentum

Me disponía a hacer esta review de forma adulta, objetiva y madura, pero no soy capaz. La vena groupie salta cada vez que doy al play y este monumento de disco (chiste fácil y obvio) empieza a sonar. Lo han

Una mañana de mudanza, una noche con poco dormir y mucho sueño y el frío, a pesar del sol que brilló, hizo que el último concierto de la temporada al que asistía me diera pereza. Sí, debo reconocerlo. La idea de quedarme en casa, con una mantita y leyendo un libro me atraía más que ir a ver a una de mis bandas favoritas, y es que prodigarse tanto por estos lares, y últimamente meter demasiadas secciones acústicas en sus shows, hacía que el hype estuviera ausente. Pero a las seis de la tarde salí hacia la Razzmatazz 2, que uno tiene que cumplir con sus obligaciones.

El tráfico mítico de la ronda litoral (algo así como lo que dijo aquella tipa cuyo nombre prefiero olvidar sobre los atascos de Madrid) hizo que llegara con el tiempo justo para la apertura de puertas, y lo que a priori era un contra (soy de los que me gusta llegar muy puntual a los sitios), rápidamente fue un pro: nada de cola, coger la entrada en taquilla y rápidamente para adentro, a ver el merch (en esta ocasión no me pareció nada del otro mundo) y a intentar coger buen sitio por si una púa volaba. No fue posible, así que me arrimé a la barra a apoyarme. Me imaginaba, eso sí, una sala muy a medias. Puente, tantas visitas del grupo (sobre todo si contamos los conciertos acústicos a los que se han aficionado), bolazo al día siguiente… no sé, me temía lo peor.

Desde que los conocí con el Bleed and Scream (2012), los de Martensson han subido como la espuma en cuanto a mis gustos predilectos. Sí bien es cierto que varios de sus hits empiezan a parecerse demasiado (y me viene rápidamente a la cabeza los temas con los que acabarían el show, “I Don’t Wanna Say I’m Sorry” y “Never Look Back”), tienen un gancho, tanto en disco como en directo (esto lo puso en entredicho su última actuación en el Rock Fest), que me gusta, así que sí, soy uno de sus incondicionales. Por si fuera poco, venían a presentarnos Paradigm (2019), uno de los discos que ocupará posiciones de privilegio en mi top 5 anual.

Pero antes abrían Big Mouthers, de los cuales sólo sabía que tocaron en este pasado Rock Fest, a pesar de que no les vi, y que tienen una legión de fans. Creo que no me equivoco mucho si digo que conté más camisetas de los catalanes que de los suecos, y ya es decir. Así que, en principio, la cosa prometía.

Big Mouthers

Lo que empezó como una banda de covers hace tiempo que dejó de serlo, y los amantes del estilo lo agradecemos. Su hard rock ultra melódico, en ocasiones rayando el AOR, con toques sutiles de teclados (pre-grabados en el show) e, incluso, de saxo, me encandiló. El concierto fue ayer y hoy ya me he escuchado su lanzamiento Wishes (2018) un par de veces. Decir que si lo hubiesen lanzado este año, estaría en la primera o segunda posición de los discos nacionales que más me han gustado.

A su actuación, que ahora comentaré, solo le pongo una pega, y es extensible a los cabezas de cartel: el sonido, demasiado alto, hacía que no se pudiese escuchar todo lo bien que debería haberse escuchado, y los coros eran apenas audibles, al menos desde mi posición. ¿El resto? Bolazo de una joven banda que supo aprovechar muy bien su oportunidad.

El ahora quinteto demostró tablas y técnica. Si bien es cierto que su pareja de guitarras estuvo un poco parado (pero demostrando que van sobrados haciendo lo que hacen), su frontman, Nacho, dejó un gran sabor de boca, tanto por su voz como por su desenvoltura en escena. Iván al bajo estuvo bastante más movido que sus compañeros de las seis cuerdas, y el batería, cuyo nombre no pillé, no desentonó un ápice.

Los ocho temas que tocaron se hicieron cortos. Destaco “Where the Sinners Get Lost”, canción en la que invitaron a un saxofonista al escenario y lo clavaron todo. Ya he dicho en alguna ocasión que el saxofón es el instrumento cuyo sonido más me gusta, así que si lo unimos a hard rock de calidad, cuadramos el círculo.  Del resto, destaco “Keep the Faith”, pedida a gritos y bailada pos sus incondicionales, y la tremenda versión del “My Way” de Sinatra con la que cerraron.

A todo esto hay que sumarle que, antes de que la noche acabase, ya me habían pasado el setlist, cosa que demuestra lo majos, profesionales y buena gente que son. Estoy contento, el futuro del hard rock patrio está en muy buenas manos.

Setlist Big Mouthers:

Wishes
Stupid War
Where the Sinners Get Lost
Taste of Love
Fantasy of Love
I Don’t Wanto to Live Forever
Keep the Faith
My Way

Eclipse

Mientras preparaban todo y hacían las pruebas de sonido eché la vista atrás y vi que, como casi siempre, me había equivocado. De poca gente, nada. Tres cuartas partes de sala, o más, llenas. Y llenas de todo tipo de público: jóvenes y abueletes (literalmente), mucha greña y mucha calva, paridad entre chicos y chicas, much@ groupie, caras conocidas, otras que no… un jolgorio.

Estaba observando la fauna cuando los altavoces empezaron a escupir trozos de canciones, como si se estuviese buscando un dial en particular en la radio (muy en la onda de alguna versión del “Detroit Rock City” de Kiss). Megadeth, Scorpions… pero la más coreada fue el “I Want Out” de Helloween. ¡Esa es mi gente! ¿Y todo para qué? Para lo previsible: primeros acordes de “Viva la Victoria” y el cuarteto a escena, uniformados como en el vídeo y con Erik sujetando una guitarra eléctrica. ¡Esto sí es novedad! Sonó como debe sonar este tema en directo: festivo, potente, alegre, reivindicativo e invitando al público a que cantase, saltase y se lo pasara en grande.

Antes de seguir, un apunte: Victor, el nuevo bajista, se movió más en los tres primeros temas que Magnus Ulfstedt en los cuatro conciertos en los que le he visto. Su integración es total (supongo que ayuda que el batería sea tu hermano), su buen hacer está fuera de toda duda y su entrega le imprime una energía al directo de los suecos que el ex miembro no era capaz de transmitir (y ojo, no estoy diciendo que Magnus no lo hiciese bien, ¿eh?). Un show por sí mismo, el de Victor.

Sigamos. Sin tregua, y también como era de esperar, “Mary Leigh” y “Blood Wants Blood” sonaron atronadoras, mejorando sus respectivas versiones en disco. El público se lo pasaba muy bien, y a pesar de los pequeños problemas de sonido que he comentado anteriormente, aquello era un rodillo, muy diferente a la agridulce actuación en su último Rock Fest. En ese momento Erik dejó la guitarra para gritar-cantar aquello de “this is an emergency”, y volver loco a los asistentes con la que, quizá, es mi canción preferida del grupo. Sí, “The Storm” sonó como eso, como una tormenta. Todo esto, los cuatro temas, sin tregua alguna.

Ahora fue cuando paró, saludó y dijo su frase típica y casi tópica: “we are Eclipse, from Stockholm, Sweden”, y la gente de nuevo a volverse loca. Martnesson tiene gancho y carisma, y no necesita de demasiados aspavientos para hacerse enteramente con el público. ¿Qué pide más gritos? Nada, unos pequeños movimientos de mano y los tiene. Su entrega es total, su energía, brutal (aunque ahora la comparte con los hermanos Crusner), una fiera en el escenario.

“Vertigo” y “Jaded”, de su anterior trabajo, siguieron la estela. Así debe ser un concierto de Eclipse, tienen temas y actitud para ello, y el público responde a las mil maravillas. Pero no, no puede ser todo así, y Erik cogió la acústica mientras bajista y batería dejaban el escenario y empezaban a tocar “Shelter Me”, que sonó muy bien, pero lo mejor es que a medio tema la base rítmica volvió para tocarla como es (y como debe ser). Sonó muy bien, aunque para los directos yo prefiero canciones más aceleradas. De esta misma forma, con guitarra acústica, sonaron la brutal “The Downfall of Eden” y “When the Winter Ends”. Por supuesto, entre canción y canción no faltaron las odas a la ciudad y al público, que siempre es el mejor.

En este punto los que están de pie dejaron a Philip solo en el escenario para que hiciera piruetas con las baquetas mientras hacía un solo con una versión de “Carmina Burana” curiosa (y, supongo, lanzada con triggers). He tocado la batería, me encanta el instrumentos, pero en general creo que sobra en un concierto, aunque reconozco que si se hace así, tocado sobre otra pieza, gana enteros (en esto, el mejor que he visto es a Dani Pérez de Saratoga clavándose un solo espectacular bajo una pieza de música clásica). El joven batería demostró muy buenas maneras, que en cuanto a show y piruetas no es ningún novato, y que nos dijese lo que nos dijese cuando le entrevistamos junto a Henriksson, puede tocar perfectamente “Take Back the Fear”, de nuevo la gran ausente, junto a “Unbreakable”, del setlist. No lo entenderé por mucho que me lo expliquen…

“Take Me Home” trajo de vuelta a los tres músicos restantes, y aunque sonó muy bien, creo que tienen temas que funcionarían mucho mejor en directo, incluso en el mismo Paradigm (imperdonable que no tocasen “38 or 44”). “United”, también de su último trabajo, movió más a la gente. Y de nuevo… no, no puede ser. Los hermanísimos salen del escenario y dejan a los dos miembros de peso del grupo solos, con acústica, y empiezan a tocar… ¡“Innuendo” de Queen! No entera, por supuesto, sólo el trozo aflamenquado. Curioso y divertido, la verdad. Tras las risas, Erik nos cuenta la historia del siguiente tema. Estaban los dos protagonistas en el estudio, y tenían un día malo, de esos en los que no sale ni un riff, ni una melodía ni nada. Empezaban a recoger cuando Magnus agarra esa guitarra acústica, la que Erik tiene en sus manos, saca un riff y en cinco minutos componen un temazo como es “Battlegrounds”. Y todo para que unos años más tarde se la carguen tocándola en acústico. ¡No hombre, no! ¡El tema es demasiado potente como para hacerlo así! Por suerte fue la única que sonó unplugged.

Con los cuatro on stage y sin tocar nada en concreto (es decir, alargando solos de guitarra, haciendo melodías, etc), empiezan a sonar… ¡Black Sabbath! Por las caras que ponían, no sé si “Heaven or Hell” estaba preparada (la de Queen, sí) o fue improvisación, pero fue una entrada brutal para “Black Rain”, que suena mucho mejor encima de un escenario que en disco.

“Bood of My Enemies”, “Stand on your Feet” y una aclamadísima “Runaways” pusieron el punto y final del grueso del concierto. Antes de tocar esta otra, y aún sonando a cliché (según palabras literales de Erik), nos volvió a repetir que la razón de todo, de cualquier grupo de música, es el público. No importa si eres AC/DC, una banda local de versiones (¿aludía al pasado de los teloneros de esa noche?) o a un grupo que acaba de sacar la primera demo. Todo es por y para el público. También agradeció muy encarecidamente, y desde aquí nos unimos, a RocknRock por el trato recibido durante tantos años.

Tras el descanso, y como ya he dicho al principio, “I Don’t Wanna Say I’m Sorry” y “Never Look Back” pusieron, ahora sí, el punto y final, con el frontman dando una bandera del grupo al público para que la hondease.

Bolazo para acabar el año. Quizá yo hubiese hecho cambios en el set list (y desde luego le metería electricidad a “Battlegrounds”), pero esto es algo tan subjetivo que no puedo presentar queja. Tampoco puedo estar del todo de acuerdo en algo que dijo, que Paradigm es su mejor trabajo hasta la fecha (aunque estará en el top anual, eso seguro), pero como lo anterior, es totalmente subjetivo. Erik Martensson demostró por qué es el chico de oro del hard rock escandinavo, por qué su grupo sube a cada día que pasa, y que si no se desvían tendremos buenos conciertos durante años.

¡Hasta el año que viene, conciertos!

Setlist Eclipse:

Viva La Victoria
Mary Leigh
Blood Wants Blood
The Storm
Vertigo
Jaded
Shelter Me
The Downfall of Eden
When the Winter Ends
Take Me Home
United
Battlegrounds
Black Rain
Blood Enemies
Stand On Your Feet
Runaways
I Don’t Wanna Say I’m Sorry
Never Look Back

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 383 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.