Eclipse – Paradigm

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 11 de octubre de 2019
Discográfica: Frontiers Music
 
Componentes:
Erik Mårtensson - Voz, guitarra
Magnus Henriksson - Guitarra
Magnus Ulfstedt - Bajo
Philip Crusner - Batería

Temas

1. Viva La Victoria (3:12)
2. Mary Leigh (3:06)
3. Blood Wants Blood (3:35)
4. Shelter Me (3:13)
5. United (3:49)
6. Delirious (3:10)
7. When the Winter Ends (4:48)
8. 38 Or 44 (4:08)
9. Never Gonna Be Like You (3:22)
10. The Masquerade (5:31)
11. Take Me Home (3:48)

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De nuevo tenemos al golden boy del hard rock escandinavo con disco bajo el brazo, y lo hace en su mejor faceta: con su propio grupo, Eclipse. El disco, Paradigm (2019), nos llega tras la sorpresiva noticia de la salida de la banda de Magnus Ulfstedt, su bajista y ex batería. Digo sorpresiva porque nada parecía indicar que alguno de los miembros pudiera salir. Así que, si no hay alguna razón que no se haya hecho pública, la salida nos toma totalmente desprevenidos. Pero seguro que encuentras a un substituto digno de la banda.

Lo de Erik Martensson en general, y de Eclipse en particular, es de traca. Tras dos álbumes de los que ellos mismo reniegan, no han sacado disco malo. No sólo eso, sino que parece que disco a disco se superan (esto hay que cogerlo con pinzas, pues hasta a mí me costaría hacer un pódium de sus discos). Cuando salió Monumentum (2017), su último disco hasta ahora, dije que parecía que el nivel global del disco subía aunque, quizá, había menos picos altos, menos hits, que en sus dos trabajos anteriores. En este, su nuevo lanzamiento, digo lo mismo, y lo digo con más rotundidad. No hay temas tan célebres como podrían ser “The Storm”, “To Mend a Broken Heart” o “Bleed and Scream”, pero sin duda el nivel de Paradigm es alto. Y en un año en el que el hard rock no ha tenido momentos altísimos, a pesar de algunos nombres ilustres que han sacado álbum, este nuevo trabajo destaca con luz propia.

Son 11 temas los que componen el disco. Temas cortos, directos y fáciles de escuchar, como siempre. Con el sonido tan característico que tienen los suecos desde Are You Ready to Rock (2008) y, aunque echo de menos algo de velocidad (velocidad de verdad, a lo “Take Back the Fear”), los tipos de canciones e ingredientes que suelen tener: melodías facilonas que te atrapan, grandes líneas vocales sobre guitarras potentes, una base rítmica sólida y unos coros omnipresentes. Sobre el disco, el propio Martensson dice:

Una vez vi a alguien describiendo nuestra grabación anterior como un movimiento de aceleración, aumentando la velocidad a medida que avanzaba la grabación. Bueno, creo que es seguro decir que «Paradigm» retoma donde el disco anterior se detuvo. Tenemos un silbato que sopla unos segundos en la pista de apertura y, a partir de ahí, ¡vamos a toda velocidad! ¡Hemos escrito algunas de las mejores canciones de nuestra carrera y no podemos esperar a que la gente las escuche!

Hombre, tanto como alguna de las mejores canciones de su carrera yo no diría, pero no tiene desperdicio, eso es cierto. El guitarrista, Magnus Henriksson, por su parte, dice:

Viva La Victoria fue la elección obvia para el primer video y fue fantástico trabajar con Patric. Tuvimos un montón de fanáticos que aparecieron en el set e hicimos el video junto con ellos, lo que encaja perfectamente con el tema de la canción.

Y ya que empieza a hablar de temas, vayamos al lío nosotros. Sí, “Viva la Victoria” es el primer single del disco, y es un tema curioso. Me explico. La primera vez que lo escuché, cuando sacaron el video, arrugué la nariz. “Uy, uy, uy”, me dije, interpretando que no era lo esperado. Pero a medida que lo escuchas, le vas cogiendo el punto. Y cuando lo coges, te será imposible sacártelo de la cabeza. Quizá por el estribillo, repetido de manera casi excesiva, quizá por el matiz de buen rollo que desprende o, quizá, porque ese “uy, uy, uy” no era tal. Aquí todo el mundo tendrá que decir lo suyo, pero lo innegable es que en directo funcionará muy bien.

Seguimos con “Mary Leigh”, que también es el segundo single, y según la propia banda es como si AC/DC y Eclipse hubiesen tenido un hijo. Si bien es cierto que en algún momento del riff se puede apreciar algo de los australianos (¿dónde no se aprecia en cualquier banda de hard rock?), el tema es Eclipse total. Medio tiempo resultón y movido. “Blood Wants Blood” empieza con toda la pinta de balda, pero nada más lejos de la realidad. Tema hijo bastardo de “The Downfall of Eden” y “Battlegrounds”, con ese toque a antiguo, a épico (se me entienda aquí) y un estribillo que, depende de cómo lo escuches, puede sonar hasta melancólico. La que sí es la balada es “Shelter Me”. De todas las canciones del estilo que han hecho en su carrera es la que menos me gusta, muy lejos de, por ejemplo, “S.O.S”. Sólo espero que no tenga tanta presencia en directo como la tuvo “Hurt” y, por Dios, que se dejen de cosas acústicas que arruinan grandes conciertos.

“United”, que también conocíamos, vuelve a tener cierto aire a “Battlegrounds”, principalmente por la guitarra acústica presente durante algunas estrofas. Poco a poco va dando paso a ciertas melodías y, en el estribillo, a un riff totalmente eléctrico. El principio, sólo el principio de “Delirious” me suena a Iron Maiden. Esas guitarras son muy de la vieja doncella. Pero poco a poco da paso a un tema totalmente hardrockero, potente y con garra. El estribillo no pararás de cantarlo. “When the Winter Ends” es más suave. No lenta, nada de baladas, pero sí es más dulce, menos potente, a pesar de la guitarra del estribillo.

“38 or 44” empieza con una batería muy interesante, cosa que no hacían desde Bleed and Scream (2012), y da paso al tema más rápido del disco. El riff está conseguido, y también tiene algo de Maiden por ahí. Para mi gusto es una de las destacadas. La potencia, que no la rapidez, sigue con “Never Gonna Be Like You”, en la que el bajo tiene una presencia (escondida) muy interesante, tanto como la melodía principal.

El penúltimo tema es “The Masquerade”, y como si de eso, de un baile de disfraces, se tratase, llega misteriosa en un fade reverso para desembocar en puñetazos encima de la mesa. Medio tiempo para cerrar el puño y alzarlo al aire. De nuevo, la melodía del estribillo no te la quitarás de la cabeza. Y llegamos al final con “Take Me Home”, otro medo tiempo pero esta vez más tirando a power ballad. No está mal, y ciertos detalles de la guitarra son interesantes, pero tampoco me parece de las más destacadas del álbum.

Como decía Martensson más arriba, este Paradigm lo coge donde lo dejó Monumentum. Sigue su misma línea y mantiene su nivel. Yo no me atrevo a decir si es mejor o no, pero si el estilo de música que practica Eclipse te va, estás de enhorabuena. A mí me ha gustado mucho.

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 383 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.