Desmontando a… Mark Tremonti

Dentro de muy pocos días, el próximo martes, 6 de noviembre, tendremos sobre el escenario de la Sala Salamandra de L’Hospitalet de Llobregat a Mark Tremonti, un virtuoso de las seis cuerdas que actualmente milita en las filas de Alter Bridge, pero que esta vez se presenta en «solitario» liderando su solo project Tremonti. Abriendo la noche estarán los británicos The Raven Age y los franceses Disconnected.

Miradle qué majo él como os saluda a tod@s…

Pues bien, un artista de su calibre se merece que le prestéis un poco de vuestra atención, y aquí en Science of Noise, que estamos muy al quite de todo, os queremos diseccionar un poco al artista para que sepáis quién se esconde tras esa apariencia de chico duro del metal.

Sus inicios

Mark Thomas Tremonti (nacido el 18 de abril de 1974 en Detroit, Michigan) estudió en la escuela pública, donde hizo muchas amistades. Más tarde, por diversas razones, su familia decidió mudarse a Wilmette, Illinois, donde tuvo que empezar a hacer amigos de cero. A la edad de 11 años, Mark comenzó a escuchar hard rock y metal, metiéndose de lleno en artistas como Kiss, Celtic Frost y Metallica, hasta el punto de adquirir su primera guitarra en 1985. Mark se apuntó para tomar clases de guitarra, lecciones que abandonó poco después debido a malentendidos con su profesor, convirtiéndose así en autodidacta. Tremonti aún era un adolescente cuando a su madre le diagnosticaron una grave enfermedad. La noticia le golpeó enormemente y le llevó a encerrarse en sí mismo. En 1990 se mudó con su familia a Orlando, Florida, donde pronto comenzó a fumar y llevar camisas de Megadeth en lugar de uniformes escolares. Durante este tiempo, Mark conoció a Scott Stapp.

Mark se matriculó en la universidad y continuó dividiendo sus días entre los estudios y la guitarra. Mientras tanto, habiéndose convertido en un gran amigo de Scott, decidieron entre ambos montar una banda. Tras una audición, decidieron contratar a Scott Phillips como batería y a Brian Marshall como bajista, naciendo así su primera banda, Naked Toddler. Marshall, sin embargo, había sido parte de una banda llamada Creed y propuso cambiar el nombre, y así lo hicieron.

Ya bajo el nombre de Creed, lanzaron su primer álbum en 1997, My Own Prison, que tuvo mucho éxito.

Creed

A finales de los años 90, Creed emergió de entre todo un mar de bandas post-grunge para convertirse en una de las bandas de rock de la década que más discos vendió. En un momento en el que las bandas de Seattle estaban inactivas o experimentando con sonidos menos comerciales, Creed se erigieron en portadores de la antorcha del hard rock, sucio y directo, y fueron ampliamente recompensados, vendiendo millones y millones de álbumes en tan solo unos años. Aún así, ese éxito de público y ventas no llegó a cuajar entre la crítica especializada. Muchos críticos criticaron la música de la banda, y su líder Scott Stapp fue «atacado» por publicaciones de la época debido a su deficiente ironía (no tenía un gran sentido del humor que digamos) y su amor por Jesús, pues en sus letras siempre han habido referencias religiosas, si bien su bajista niega que fueran una banda de rock cristiano, tal y como nos contó él mismo en esta entrevista que publicamos hace poco más de un año. Sin embargo, las críticas no lograron hacer descarrilar a la banda, que entró en el nuevo milenio como un gigante comercial aparentemente imparable. En última instancia, fue el abuso de sustancias de Stapp y su comportamiento cada vez más errático lo que puso fin al apogeo de Creed en 2004. Los miembros restantes se asociaron con el vocalista Myles Kennedy para formar Alter Bridge, mientras que Stapp siguió brevemente una carrera en solitario antes de volver a reunir a Creed a fines de 2008.

Alter Bridge

La nueva banda resucitó la parte instrumental de Creed. Después de la disolución de la banda en 2004, Mark Tremonti y Scott Phillips eligieron a su todavía compañero Brian Marshall para el nuevo proyecto. El ex líder de Mayfield Four, Myles Kennedy, no tardo en subirse a bordo, y Alter Bridge hizo su debut en agosto de 2004 con One Day Remains. Escrito en gran parte por Tremonti, el disco trató de tirar por unos derroteros más hard rock / metal que el grandilocuente post-grunge de su banda anterior. Después de recorrer el mundo para promocionar el álbum, la banda decidió abandonar Wind-Up y firmar con Universal Republic. A finales de 2007, el sello lanzó Blackbird, un álbum «creado más entre todos», no solo por Tremonti. En 2009, la banda se tomó un descanso cuando Creed se reunió para ir de gira, y Kennedy se unió a la banda de Slash (Guns N’ Roses). Sin embargo, Alter Bridge pronto volvieron a estar juntos y su tercer álbum, AB III, fue lanzado en 2010, seguido en 2012 por la grabación en directo de su show en Wembley. Después de la gira, la banda regresó al estudio para grabar su cuarto álbum, el aclamado y genial Fortress (2013). En 2016, la banda lanzó su esperado quinto trabajo de estudio, The Last Hero, que incluía el single «Show Me a Leader». Tras embarcarse en una gigantesca gira para su promoción, la banda decidió grabar en vivo su actuación en el O2 Arena de Londres en septiembre de 2017, junto con una selección de rarezas, antes de que la banda grabara las dos noches en las que se adueñaron del Royal Albert Hall. El álbum en vivo resultante vio la luz exactamente un año después de su anterior trabajo, y esta vez contó con la Parallax Orquestra como respaldo. La moda iniciada por Metallica en 1999 con su S&M todavía hoy tiene tirón.

Tremonti

El proyecto en solitario de Mark Tremonti se formó en 2010 para dar salida al lado más metal del artista, para poder hacer llegarnos aquellas composiciones que, debido a su estilo thrash más directo, «no eran adecuadas» para su banda principal. Para ello reclutó a los antiguos miembros de Submersed, Eric Friedman y Garrett Whitlock, y entraron al estudio en 2011 para dar forma a su álbum de debut, All I Was, durante el período de tres meses en el que Myles Kennedy, salió de gira como vocalista de Slash. El álbum, que fue muy bien recibido por la crítica, mostró un sonido notablemente diferente del trabajo anterior del guitarrista: pesado y rápido thrash metal con una gran influencia de Metallica, pero con un núcleo muy melódico con toques post-grunge. En el año 2015 publicó su segundo trabajo, llamado Cauterize, el cual se grabó al mismo tiempo que Dust, de se publicó en 2016 y que contó con la colaboración del bajista Wolfgang Van Halen, hijo del célebre líder de Van Halen. 2018 vio el lanzamiento del cuarto álbum de la banda, de un corte más progresivo, A Dying Machine a través de Napalm Records, con los que también había firmado recientemente Alter Bridge.

Su estilo y su forma de tocar la guitarra

El feeling y la técnica de Mark Tremonti no surgió de la noche a la mañana. Sus riffs tienen ese pesado crujido que a uno tanto le encanta escuchar pero, a la vez, tienen un cariz muy clásico. Sus interludios son increíbles. Es una artista tan prolífico que, lo mismo que crea una canción realmente pesada, puede también ralentizar el tempo y crear maravillas como «In Living Memory», dedicada a la memoria de su fallecida madre.

Su forma de tocar la guitarra explotó realmente al disolverse Creed, donde quizá no tenía la suficiente libertad para tocar lo que realmente él quería o, simplemente, donde no encajaba del todo al no poder tocar solos largos o jugar con la velocidad.

Cabe recordar que es autodidacta, como la mayoría de los genios que se esconden tras las seis cuerdas, como por ejemplo Hendrix o el fastuoso Nuno Bettencourt (Extreme). Pero, ¿por qué aprender por uno mismo cuando un profesional puede enseñarte? La respuesta, en el caso de Tremonti, es muy sencilla: si tu profesor de guitarra no puede enseñarte a tocar como Metallica, mejor buscarse otro o aprender por uno mismo. Esa fue la razón única por la que no asistió a clases de guitarra. El artista no podría estar más contento por la decisión tomada, porque fue un proceso que le dio y le hizo descubrir su propio sonido.

Muchas de las personas que hoy consideramos guitar heroes, como Eddie Van Halen o Stevie Ray Vaughan, pasaron más tiempo en sus dormitorios tocando la guitarra que jugando, como el resto de sus amigos, a béisbol. Mark Tremonti es otro miembro destacado de ese club de «lobos solitarios».

Su equipo

Tremonti tenía solo 11 años cuando adquirió su primera guitarra, una imitación de una Les Paul llamada Tara. Posteriormente se hizo con una Tokai de doble corte, pero desde el momento en que comenzó a aprender a tocar de verdad, siempre quiso hacerse con una Gibson Les Paul. Entonces, a mediados de los 80, su padre le consiguió una Les Paul Studio Lite, que fue su primera guitarra buena, de verdad, y que tuvo hasta que se la robaron estando gira con Creed.

Fue entonces cuando PRS contactó con el artista para ver si quería probar sus juguetitos, y con ellos sigue desde entonces, aunque en la intimidad de su casa, en ocasiones, les ponga los cuernos con alguna que otra Fender.

Las PRS son esas guitarras que nunca pudo pagar cuando era un simple estudiante. La marca le envió a Mark su modelo McCarty del que se enamoró instantáneamente. Tocó esa guitarra exclusivamente durante un tiempo, pero al final quería una guitarra que fuera más adecuada a su estilo y forma de tocar.

Mark Tremonti comenzó a colaborar con PRS en su guitarra de ensueño, que pronto se convertiría en un modelo exclusivo. Necesitaba pastillas que fueran un poco más agresivas y que pudieran complementar su rítmica forma de tocar, que contiene un montón de palm mutting. El mástil de la guitarra necesitaba adaptarse a su estilo, influenciado por el thrash metal, el shred y el blues tradicional. PRS cumplió con estas necesidades.

En la actualidad es uno de los endorsers más destacados de la firma. La Mark Tremonti’s Signature tiene un cuerpo de caoba, parte superior de arce tallado, y un acabado V12 de la marca con una de las 20 opciones de color, un mástil de caoba con diapasón de palisandro, incrustaciones de aves, trémolo PRS con enrutador de bloqueo de fase II, enrutamiento de níquel y pastillas Tremonti-spec’d con volumen y tono para cada una de ellas.

Años atrás, Tremonti solía utilizar el modelo de amplificador Dumble de Paul Reed Smith, y se enamoró de él. Peto actualmente, cuando sale al escenario, utiliza un Bludotone, que vendría a reemplazar al Dumble. Ese es el mismo camino que otros artistas como Carlos Santana, Larry Carlton o Robben Ford tomaron en su día.

Bludotone es una compañía de amplificadores de guitarra intencionalmente pequeños. Cada amplificador se construye uno por uno, a mano, por una única persona de principio a fin.

El primer modelo que tuvo de Bludotone fue el Universal Tone, pero luego obtuvo un Bludo-Drive, que usa en la gira para su tono principal, y un Osiris, que es su respuesta al típico sonido de los Mesa-Boogie Triple Rectifier/Bogner Uberschall.

Pero como buen artista que vive de esto, Mark Tremonti también tiene su propio amplificador: el MT 15 de PRS. Se trata de un amplificador de dos canales que tiene un sonido grande y audaz, lo que lo convierte en un amplificador muy intenso a la par que versátil. No importa si estás grabando, practicando, escribiendo o tocando en una habitación pequeña, ya que este amplificador tiene todo lo que necesitas… o al menos eso dicen los de Paul Reed Smith.

Su diseño se hizo teniendo en cuenta guitarristas más pesados, pero al final tiene mucho que ofrecer a músicos de todos los géneros y estilos.

El MT 15 es el primer amplificador de Mark Tremonti.

Sus influencias

Conociendo a Mark como le conozco (bueno, pues eso), no es muy difícil poder llegar a descifrar qué cinco álbumes se llevaría a una isla desierta…

1. Metallica – Master of Puppets (1986)

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 611 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.