Clouds – Durere

Nuestra Nota


6 / 10

Ficha técnica

Publicado el 27 de abril de 2020
Discográfica: The Vinyl Division
 
Componentes:
Daniel Neagoe – Voces.
Alex Costin – Bajo.
Luca Breaz – Baterías.
Mihai Dinuta - Guitarras.
Indee Rehal-Sagoo - Guitarras
Irina Movileanu – Violín y voces

Temas

1. Cold Guiding Light (8:03)
2. Empty Hearts (8:45)
3. Images and Memories (6:57)
4. Above the Sea (9:05)
5. The Sailor Waves Goodbye (9:37)
6. A Father's Death (8:48)
7. The End of Hope (7:13)

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Por méritos propios, Clouds, la banda liderada por el músico de origen rumano Daniel Neagoe, se convirtió para muchos (entre los que me incluyo) en una de las bandas cabecera del género cuando irrumpieron con sus dos primeros trabajos, Doliu y Departe allá entre 2014 y 2016 respectivamente. Con ello, rápidamente se posicionaron como una de las nuevas sensaciones dentro de la escena contemporánea del Doom metal y su nombre creció como la espuma, erigiéndose como uno de los conjuntos más sólidos en dicho género.

Con el transcurso natural de los años, se han ido sucediendo más y más álbumes, hasta llegar al disco que nos ocupa, Durere, su quinto trabajo oficial de estudio, siempre flanqueados por el sello discográfico malacitano, The Vinyl Division. Y haciendo un ejercicio de brutal honestidad por mi parte, siempre me ha rondado la sensación de que con el sucesivo paso de los años y, por ende, de los discos, a pesar de que la banda ha seguido editando buenos elepés, se han desinflado. Han perdido chispa. Puede que la salida del guitarrista finlandés Jarno Salomaa (Shape of Despair, Counting Hours) hará unos años atrás pueda ser el detonante o haya influido en dicha opinión sobre esas sensaciones que trato de describir. Puede ser ese el argumento. Eso, o el vínculo/unión entre la banda y el oyente (un servidor), simplemente se haya hecho añicos. Como si un vaso de cristal se rompiera en mil pedazos al impactar contra el suelo.

No obstante, y objetivamente hablando (no de sensaciones), no nos dejemos engañar o llevar a equívocos, esta nueva obra de Clouds incluye los mejores ingredientes por los cuales, su música se hace reconocible desde los primeros compases. Las grandes armas de los afincados en Londres están ahí, que no son ni más ni menos que la explotación a grandes rasgos de elementos como la melancolía, la tristeza y la belleza que desprende a partes iguales su música. Bajo esas tres prismas, Daniel y compañía, se mueven como pez en el agua, como son los casos de la bella y clarísimo singleCold Guiding Light”, “Above the Sea” cuyos ligeros ecos/reminiscencias recuerdan a los gigantes Shape of Despair o la emotiva capaz de poner los pelos como escarpias, “A Father’s Death” en un claro homenaje a su difunto padre, a modo de los ejemplos más característicos de Durere.

Todo ello repartidos en los más de 58 minutos de duración de elepé, donde el papel fundamental que juegan las atmósferas supone la clave para entender la emotividad, desolación y angustia que transmite la música Clouds. Y es que a veces, los recursos y las ornamentaciones tan sutiles como el ofrecido al violín de Irina Movileanu (caso de “Images and Memories”), o incluso las frágiles voces femeninas a modo de arreglo que nos regala en dicho tema, los tímidos escarceos de Andrei Oltean a la flauta o los solemnes y presentes teclados hacen elevar el nivel cualitativo de las canciones y en conjunto al sexteto originario de Rumanía.

La sensación de tener sentimientos encontrados con Durere es latente, está ahí y no puedo quitármela de la cabeza. Existe la posibilidad de que sea el típico caso de la clásica grabación que en un principio pasó desaparecido para ti una vez su publicación y que, pasado un tiempo, tome otra dimensión. El tiempo dictará sentencia. Mientras tanto, aquí dejo plasmadas mis impresiones a día de hoy.

 

Jonathan Pernía
Sobre Jonathan Pernía 36 Artículos
Ferviente y devoto melómano. Enfermizo coleccionista de CD's, vinilos, K7's y fanzines, ya que siento especial predilección por todas y cada una de las ramas del metal extremo o los géneros más underground. No obstante,como buen amante de la música en general, me considero muy open-minded en ese aspecto.
Otra de mis pasiones es la prensa escrita musical. Con sus luces y con sus propias sombras. Poseo una dilatada experiencia en medios como el extinto Pitchline'Zine (2005-2016) del que fui redactor-jefe o Subterraneo Zine (2017-2019).