Canciones perfectas: «Forty Six & 2» de Tool

Cada cierto tiempo tengo la necesidad moral de hablar de otra canción perfecta de Tool. Aprovechando la excusa de que en unos meses los tendremos de nuevo por el viejo continente de gira, que por cierto no pasa por nuestro país, hoy voy a hablaros de otra canción perfecta de los de Maynard: “Forty Six & 2”.

Ænima

Si quereis un poco de introducción sobre el disco Ænima (1996) os invito a leer el artículo que en su momento mi buen amigo Joan Calderon publicó al respecto. Y si quereis saber un poco más sobre los entresijos de otra de las canciones perfectas del disco, “Stinkfist”, os dejo el link del artículo que un servidor redactó hace unos años.

El título Ænima es una combinación de las palabras «ánima» (que en latín significa «alma» y se asocia con las ideas de «fuerza vital», término utilizado a menudo por el psicólogo Carl Jung) y «enema», procedimiento médico consistente en la inyección de fluidos en el recto.

«Forty Six & 2»: temática e interpretación

Tool vuelve a indagar en las complejidades y los entresijos más profundos de la vida. Sin ser un disco conceptual, todas las canciones abordan la idea de la trascendencia humana a una forma superior de existencia.

«Forty Six & 2» profundiza un poco en la conciencia humana y la naturaleza humana, explorando algunas de las ideas desarrolladas por el psicoanalista Carl Jung, que más tarde fueron abordadas por el místico Drunvalo Melchizedek. A lo largo de la canción, oímos a Maynard cantar sobre la «sombra».

La llamada «sombra» es un concepto psicológico desarrollado por Jung que se refiere a la parte inconsciente de la personalidad. Una especie de lado desconocido de un ser, pero que sigue siendo de gran importancia para el desarrollo de un individuo. En otras palabras, todo lo que crees que no eres, todos los aspectos indeseables y los lados oscuros de tu personalidad que has reprimido para encajar en el molde de la sociedad… todo queda relegado a la sombra.

Para tratar todo esta idea, la banda conceptualiza la temática de la canción en una evolución humana capaz de aceptar esta sombra e integrarla en su yo consciente.

“Hay tres tipos totalmente diferentes de humanos en la Tierra, lo que significa que perciben la realidad única de tres maneras diferentes, interpretadas de manera diferente. (…) El primer tipo de humano tiene una composición cromosómica de 42 + 2. Comprenden una conciencia de unidad que no ven cualquier cosa fuera de sí mismos como algo separado de ellos. Para ellos, solo hay una energía: una vida, un ser que se mueve por todas partes. Cualquier cosa que suceda en cualquier lugar también está dentro de ellos. Son como células en el cuerpo. Todos están conectados a una sola conciencia que se mueve a través de todos ellos. Estos son los aborígenes en Australia. Podría haber algunas tribus africanas que también funcionan así. Luego, está nuestro nivel, que comprende 44 + 2 cromosomas. Somos un nivel de conciencia desarmónico que se usa como un trampolín desde el nivel 42 + 2 al siguiente nivel, 46 + 2 … Estos dos cromosomas adicionales lo cambian todo.”

La canción trata de forma menos abstracta como puede parecer sobre la metamorfosis y las luchas del crecimiento y el cambio personal. El protagonista está «escarbando» en su antiguo yo, tratando de descubrir un camino a través del estancamiento. Está “sacando costras” y “revolcándose en sus propias ilusiones confusas e inseguras”. El coro habla de «El cambio está llegando / Mi sombra / Mi sombra / mudando de piel / Me he estado rascando / Mis costras nuevamente». Se está mudando de su piel vieja y este proceso le causa malestar.

El pre-coro y el puente hablan de su necesidad de metamorfosis y de su elección de vivir, crecer y cambiar a pesar de la incomodidad. En última instancia, debe atravesar su propia sombra para llegar a un lugar de cambio y crecimiento. Él cree que la respuesta a su dilema se encuentra «Cuarenta y seis y dos están justo delante de mí».

La canción finalmente habla de las luchas del crecimiento personal y de cómo debemos atravesar nuestro propio dolor y confusión para alcanzar un lugar de iluminación y comprensión. Es un mensaje de esperanza y perseverancia incluso cuando las cosas parecen sombrías.

«I choose to live and to grow
Take and give and to move
Learn and love and to cry
Kill and die and to be
Paranoid and to lie
Hate and fear and to do
What it takes to move through

I choose to live and to lie
Kill and give and to die
Learn and love and to do
What it takes to step through»

Que vendría a ser algo así:

«Elijo vivir y crecer
Tomar y dar y moverme
Aprender y amar y llorar
Matar y morir y ser
Paranoico y mentir
Odiar y temer y hacer
Lo que hace falta para avanzar

Elijo vivir y mentir
Matar y dar y morir
Aprender y amar y hacer
Lo que se necesita para atravesar»

La letra, sin embargo, también advierte de que la sombra podría incluso extenderse sobre nosotros y consumirnos. Pero si atraviesas la sombra, podrás llegar al otro lado. Como dice la última parte de la canción:

«See my shadow changing
Stretching up and over me
Soften this old armor
Hoping I can clear the way by
Stepping through my shadow
Coming out the other side
Step into the shadow
Forty six and two are just ahead of me»

Que vendría a ser algo así:

«Mira mi sombra cambiando
Extendiéndose sobre mí
Ablanda esta vieja armadura
Esperando que pueda despejar el camino
Atravesando mi sombra
Saliendo por el otro lado
Paso a la sombra
Cuarenta y seis y dos están justo delante de mí»

Música

La sensación mística del tema se amplifica aún más con el uso de la escala de dominante frigia, de la que se compone la mayor parte de la canción. Además, la mayor parte de la pieza está escrita en compás de 7/8, pero tiene muchas partes polirrítmicas diferentes que complican aún más las cosas. Por no mencionar el alucinante solo de batería de Danny Carey.

La canción está principalmente en compás de 4/4 con algunas secciones de 7/8 entre medias. En la introducción, Danny Carey toca cuatro compases de 7/8 con su ride cymbal sobre el resto de la banda que toca en 4/4, y todos se juntan en el downbeat del quinto compás en 4/4. Durante el puente hay tres compases de 7/8 seguidos de un compás de 4/4. Durante un relleno de cuarteto en particular, la batería está en 3/8, la guitarra toca un compás de 9/8 seguido de uno en 5/8, mientras que el bajo mantiene el tiempo en 7/8. La mayor parte de la canción está escrita en la escala dominante frigia de Re, también conocida como el quinto modo de la escala menor armónica de Sol.

Al final de la canción, la guitarra y el bajo tocan Re5 y Re abierto mientras golpean agresivamente junto con la batería. Esta parte podría representar el implacable golpeteo de uno a través de la sombra y la ruptura a través del otro lado y la consecución de este 46 + 2 estado de ser.

Datos

La canción fue incluida en la lista de las 100 mejores canciones de metal de la historia según Rolling Stone. Concretamente en la posición 53. Fue lanzada como cuarto single del disco el 5 de enero de 1998 llegando al número 22 de la lista Billboard Mainstream Rock.

Ha sido versionada por varios artistas, entre ellos St.Vincent quien publicó su propia versión del corte pero en lugar de irse por la ruta de la distorsión característica del tema, la intérprete decidió hacer algo mucho más sutil y natural con guitarra acústica en mano. También ha sido versionada por los neoyorkinos Brass Against o la jovencita Nandi Bushell.

Desde su estreno, la canción ha sido interpretada en directo en más de 650 conciertos siendo la segunda canción más tocada en directo por la banda solamente detrás de “Stinkfist” del mismo disco. Curiosamente en la reciente gira con ya más de 20 fechas realizadas, la canción ha pasado a ser muy poco utilizada.

Opinión del autor

Es complicado no considerar canción perfecta cualquiera de las canciones que Tool haya creado nunca. Creo que no hay una banda tan perfeccionista en todos los niveles como lo es Tool. Lo que si podemos confirmar es que “Stinkfist”, “Eulogy”, “Ænima” y “Forty Six & 2” están por encima de la media.

Esta que nos ocupa con su temática tan compleja así como el juego de ritmos que comentaba más arriba, creando este misticismo y esa sensación de luces y oscuridades, sobre todo oscuridades, hacen que la canción cobre vida propia y no solo conectes con ella, sino que acabes viviendo dentro de sus pasajes.

Beto Lagarda
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