Burzum – Filosofem: 25 años de la obra capital del black metal

Ficha técnica

Publicado el 31 de enero de 1996
Discográfica: Misanthropy Records / Cymophane Productions
 
Componentes:
Varg Vikernes - Voz, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, batería, sintetizador, teclados

Temas

1. Dunkelheit (7:05)
2. Jesus' Tod (8:39)
3. Erblicket die Töchter des Firmaments (7:53)
4. Gebrechlichkeit I (7:53)
5. Rundgang um die transzendentale Säule der Singularität (25:11)
6. Gebrechlichkeit II (7:52)

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Y de repente, en 1996, Varg Vikernes nos mató a todos con Filosofem.

Esta bien podría ser la frase que resumiese la vida del controvertido Varg. Odiado por el 99,9% de la comunidad metálica, es preciso y necesario aquí separar la vida privada y la vida profesional de Vikernes.

Es más que evidente que el noruego tenía demasiadas cosa malas en su cabeza. Rectifico, sigue teniendo. Pero soy partidario de creer en que la pena ha sido pagada, pues sus 21 años encarcelado fueron la penitencia de sus despreciables actos. Detrás de esta faceta polémica, escondido tras la careta de la maldad, existe un Varg con una faceta artística asombrosa. Y Burzum ha sido el conducto, la forma o el medio de expresión de esta faceta.

Filosofem, el disco que nos ocupa, es seguramente el disco más completo del black metal como concepto global. Muchos no compartiréis esta afirmación, algunos citaréis a Dissection, Emperor o Darkthrone. Incluso alguno citará Bergtatt (1995) de Ulver. Pero en los términos del black metal más primigenio, Filosofem gana por goleada.

Este disco comprende la esencia principal del black metal noruego, discos sin tratamiento ni producción, tan fríos y afilados como la larga noche nórdica. Voces tan exasperantes que son capaces de provocarte escalofríos. Distorsión de guitarras y ruido. Las atmósferas son opresivas y logran transmitir esa sensación de desolación que tanto necesitó plasmar Varg en sus proyectos.

Filosofem fue escrito en 1993 pero no se publicó hasta principios de 1996. Algo parecido pasó con su predecesor Hvis Lyset Tar Oss, que fue grabado en septiembre de 1992 y publicado en mayo de 1994. Filosofem fue último disco de Varg publicado antes de su ingreso en prisión.

Lo primero que impacta cuando te acercas a este disco es la preciosa portada del mismo. Al igual que su antecesor, Hvis Lyset Tar Oss, la portada y el folleto de Filosofem utilizan pinturas del pintor simbolista noruego Theodor Severin Kittelsen. El título de la obra original mostrada en la portada del álbum es Op under Fjeldet toner en Lur (1900). Es interesante citar que otras bandas como Empyrium, Otyg y Satyricon han usado ilustraciones del artista en alguno de sus trabajos. Es uno de los artistas más populares de Noruega. Kittelsen se hizo famoso por sus pinturas sobre la naturaleza, así como por sus ilustraciones de cuentos de hadas y leyendas, especialmente de trolls.

Filosofem cuenta con seis canciones en algo más de 64 minutos de duración. En él podemos encontrar un sonido grabado a propósito en pésimas condiciones. No se usó amplificador para las guitarras, sino el altavoz de un estéreo y algunos pedales Fuzz.. Además Varg usó el peor micrófono que poseía el técnico de sonido, que era el micrófono de unos auriculares.

Si en Hvis Lyset Tar Oss, Burzum exploró la estimulación de la fantasía de los mortales a través de un mundo de oscuridad, en Filosofem nos presenta unos mortales hechizados. Y lo podemos ver en la propia evolución del disco. Los primeros cortes son una avalancha de riffs, blastbeats y guturales sin precedentes mientras que los cortes que cierran el disco son una amalgama de repeticiones melódicas instrumentales que te acaban atrapando como si estuvieras bajo los efectos de un hechizo.

¿Acaso “Rundgang Um Die Transzendentale Saule Der Singularitat” es una canción estándar dentro de un disco de black metal? 25 minutos de repetición instrumental para completar el encantamiento promovido en las cuatro primeras pistas del bloque.

La opción de omitir las voces en las dos últimas pistas completa el citado encantamiento, ya que uno se ha movido más allá de la etapa narrativa en las dos primeras canciones y ha entrado en un plano mágico mucho más abstracto. En “Gebrechlichkeit II” que actúa como cierre si podemos encontrar cierta distorsión de guitarras.

Y reordenando el disco de final a principio, podemos detenernos en las cuatro primeras pistas. Las canciones blackers de Filosofem. Las capas musicales de este disco no se asemejan a nada compuesto por Varg con anterioridad. Capas aplanadas sin florituras y con un solo desenlace, la opresión del oyente en una nueva dimensión. La repetición de estructuras es el principal escollo del disco, pero no en sentido peyorativo, sino como colofón a una idea exquisitamente ejecutada. Lograr mantener la atención del oyente a lo largo de cada largo corte basando su propuesta en la repetición es que el trabajo esta logrado sobremanera.

Pues sin darte excesiva cuenta, has devorado Filosofem y ya reside en ti la contrastada sensación de angustia vs. placer. ¿Acabo de excitarme o eso era sensación de ahogamiento? Que sensación más jodida.

Beto Lagarda
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