Bandas olvidadas de ayer y hoy: DÍAS DE BLUES

Si hablamos de hard rock en español, los países suramericanos siempre nos llevaron ventaja. Ya a principios de los 70 había un buen número de discos que, pese a estar en nuestro mismo idioma nunca llegaron a venderse en España, pero que en sus respectivos países fueron en muchas ocasiones una vía de escape para la juventud que se veía en medio de un país convulso como entre otros fue el caso de Uruguay.

Días de Blues se formó en Montevideo en 1972, el mismo año de la disolución del grupo Opus Alfa, donde ya tocaban los tres integrantes que lo formarían: Jorge Barral (bajo, guitarra acústica y voz) Daniel Bertolone (guitarra y voz) y Jorge Graf (batería). Con Opus Alfa habían adquirido una cierta reputación y popularidad que les sería sustancial para la posterior formación de Días de Blues como pioneros del hard rock en Uruguay y como máximo exponente de este género.

Opus Alfa llegaron a grabar en 1972 un disco homónimo muy recomendable, del cual no puedo evitar destacar canciones como el magnífico “Blues de Mi Ciudad” o la poderosa “Calma de un Día” que ya nos permite intuir lo que más adelante veríamos con la nueva formación. Tras la disolución, tres de los cinco integrantes deciden juntarse para formar Días de Blues.

El trio se gestó en un local de Montevideo que solía organizar jams al acabar los conciertos. Los tres subieron a tocar y, al bajar del escenario, ellos mismos se asombraron de lo que acababan de hacer, no quedando otro remedio que juntarse de nuevo para formar la banda. El resultado es una mixtura de heavy blues salvaje con letras muy directas y cargadas de conciencia social.

Hay que tener en cuenta el momento de inestabilidad política y social que vivía el país y que desembocaría en un golpe de estado en 1973, que finalmente acabaría con la disolución de la formación original del grupo.

El primer recital propio fue organizado en menos de 10 días, y tuvo lugar en julio de 1972 en el Teatro Nuevo Stella de Montevideo. Dicho concierto puede ser considerado como uno de los primeros conciertos de hard rock llevados a cabo en Uruguay, tocando las ocho canciones que más tarde formarían parte del LP. Seria en el festival B.A. Rock en Argentina donde su aplastante directo hizo que el sello De La Planta se fijara en ellos para posteriormente editar esta joya de álbum.

Días de Blues (1972) fue grabado en los estudios ION de Buenos Aires a finales de 1972. Pese a tener una buena calidad de grabación, no pierde la potencia y crudeza del directo que les permitió darse a conocer y que a tantos dejó con la boca abierta entre un público que en muchos casos era la primera vez que veía algo semejante. El disco es un bofetón de blues pesado con guitarras generosas en fuzz, baterías sólidas y un sonido en general muy logrado para el momento y el lugar. Abre el disco un slow blues titulado “Amasijando los Blues” con un trabajo de guitarra absolutamente fabuloso. La técnica de Daniel Bertolone queda de sobra demostrada y luce sobre la densa línea de bajo. Le sigue “Dame tu Sonrisa Loco” una canción acústica sobre crítica social con una letra bastante acertada y peculiar. “No Podrán Conmigo” es un temazo de heavy blues también con letras críticas sobre el devenir que en esos momentos atravesaba la sociedad. En medio del disco nos encontramos “Cada Hombre es un Camino”, otro blues lento con un potente bajo y de nuevo el desbarre de calidad en los solos de guitarra.

“Esto Es Nuestro“ es una canción acústica con armónica y pianola que se convirtió en todo un himno bastante apreciado por el público en sus conciertos, debido a la claridad de las letras con las que la sociedad se sentía muy identificada. Cierra el disco “Toda tu Vida” claramente la canción más potente y larga del disco. Comienza con un enérgico riff con el que consiguen un efecto que te descoloca a medida que va encajando con la batería y la voz desgarradora de Jorge Barral. El tema tiene solos de batería, guitarra y bajo donde los tres componentes se explayan al completo hasta transformar el tema en una autentica jam que más tarde acabara volviendo al inicio.

Es un álbum lleno de potentes riffs bien trabajados pero destaca la capacidad que tenían para improvisar, siendo algo característico del grupo incluso en la forma en que las canciones están construidas.

Sin duda es una pieza muy representativa del tipo de rock que se hacía en la escena de la época y uno de los grandes discos destacables del rock suramericano de los 70.

Como ya habíamos comentado, en 1973 el golpe de estado de Juan María Bordaberry hace que el grupo se separe. Jorge Barral emigra a España, Daniel Bertolone a Australia y Jorge Graf permaneció hasta mediados de los 70 en Uruguay, pero acabaría marchándose finalmente a Italia. Es una autentica pena que este hecho no les permitiese a ellos disfrutar durante más tiempo del grupo y obviamente una pena para el público, quedando privados de quizás mucha más música que el contexto no permitió que se llegase a escribir.

Podemos decir que Días de Blues son la muestra de que muchas veces querer es poder y que con empeño y pasión se pueden lograr cosas muy grandes. Muchas veces tener las circunstancias en tu contra hace que creemos algo superior, cuando menos con más valor que lo que podríamos crear teniendo todo tipo de medios y comodidades. Días de blues fue un grupo que influyó no solo el rock uruguayo, sino también en la escena argentina entre otras, aportando algo nuevo, fresco, fruto del empeño y esfuerzo y en medio de un contexto que no lo ponía nada fácil. Es curioso y representativo de esto el hecho de que Daniel Bertolone ni tan siquiera podía permitirse tener una guitarra propia, pero pese a ello logró sonar como todos querían y como pocos sonaban.