The Cure – Faith: 40 años de un disco monocromático gris

Ficha técnica

Publicado el 14 de abril de 1981
Discográfica: Fiction Records
 
Componentes:
Robert Smith - Voz, guitarra, teclados
Simon Gallup - Bajo
Laurence Tolhurst - Batería

Temas

1. The Holy Hour (4:25)
2. Primary (3:35)
3. Others Voices (4:28)
4. All Cats Are Grey (5:28)
5. The Funeral Party (4:14)
6. Doubt (3:11)
7. The Drowning Man (4:50)
8. Faith (6:43)

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Antes de empezar con la reseña del cuarenta aniversario de Faith me gustaría detenerme brevemente en un tema que considero fundamental en el sonido que adquirió la banda por aquel entonces y que por si solo ya valdría para un reportaje: “A Forest”. La manera en cómo se fue gestando “A Forest” (preconcebido inicialmente como “At Night”) y todo lo que rodeó a la composición y grabación del mismo se me antoja cómo un embrión de Faith, como ya veremos, el disco más gris de The Cure.

Cuando Robert Smith y los suyos estaban componiendo las primerísimas versiones de “A Forest”, el bajista Michael Dempsey no estaba a gusto con la dirección más siniestra que estaba tomando el grupo y decidió abandonar la banda, siendo Simon Gallup el substituto de éste. La entrada de Gallup, paje de armas de Smith en las diferentes etapas de la banda fue clave en el cambio de sonido que la formación de Crawley estaba buscando. “A Forest” fue el single de Seventeen Seconds (1980) y dio el pistoletazo a la época más oscura de la banda, una etapa que el propio Robert Smith ha dicho en más de una ocasión que le gustaría olvidar, y es que no pasaba precisamente por uno de sus mejores momentos.

El Robert James Smith de apenas 20 años recién cumplidos pasaba por una crisis existencial y de fe que le amargaban profundamente, comienza a cambiar de look y sus pensamientos se vuelven más fúnebres y negativos. Aunque pertenece a los suburbios de la gran Londres, la deprimente y aburrida Crawley está lejos de todo, no hay nada para divertirse, le asfixia, y se opone rotundamente en convertirse en un gris operario de fábrica a turnos de 12 horas. Mucho tiene que ver también en ese sonido que Smith buscaba para la banda el estar tocando de manera esporádica con Siouxsie and the Banshees en aquella época:

“Era todo tan diferente de lo que hacíamos en The Cure… Antes de tocar con ellos, yo quería que fuéramos como los Buzzcocks o Elvis Costello, los Beatles punk digamos. Pero ser un Banshee realmente cambió mi actitud hacia lo que venía haciendo.”

Después de un nada despreciable Three Imaginary Boys (1979), el lavado de cara con Seventeen Seconds y metiendo un tema como “A Forest” en las listas de UK, la banda comienza a componer su tercer disco, teniendo muy claro que en ese momento una atmósfera monocroma gris sobrevolaba sus cabezas y directamente se vería reflejada en cada una de sus composiciones. Tanta depresión y malas vibraciones hicieron que Matthieu Hartley abandonase la banda, teniendo que encargarse del teclado el mismo Smith. En ese justo momento tanto Smith como el batería Lol Tol-Hurst crean un vínculo afectivo entre ellos que usan como escudo ante tristes problemas familiares, en este caso, la madre de Hurst sufría una enfermedad terminal (falleció a los pocos días de que se editarse Faith) y la abuela de Smith había muerto dejando un vacío bastante importante en el líder de la banda. Al empezar a componer el disco ellos dos mantienen largas charlas en torno a la angustia, la pérdida, el dolor o la fe. De esas charlas nacen especialmente dos temas: “Funeral Party” y “All Cats Are Grey”. El primero de ellos es uno de los que más me gustan del disco, es una composición de luto, dolorosa y melancólica; una despedida a los abuelos de Robert:

“Two pale figures
Ache in silence
Timeless
In the quiet ground
Side by side
In age and sadness”.

Musicalmente es un tema de tempo lento, denso, donde Smith está excelente en las voces, transmitiendo todo aquel lamento que tiene en su interior.

La portada del disco siempre supuso un misterio para mí, ya que hasta hace bien poco no he sabido realmente lo que era. A simple vista siempre la había asociado a un ojo o una cara (cosas mías…), pues bien, resulta que hasta que no leí una entrevista a Andy Vella, principal diseñador de las portadas de The Cure junto a Porl Thompson , no supe que la foto corresponde a las ruinas de la Abadía de Bolton. Es una instantánea polarizada de uno de los lugares que Smith frecuentaba con la familia cuando niño y que en aquel momento le traían tristes recuerdos sobre la infancia, la inocencia y sus creencias.

Esa infancia y esa inocencia están expuestas en el tema que abre el disco, “The Holy Hour”, donde el bajo de Gallup va a marcar toda la pauta del siniestro tema. Si uno viene de los The Cure de otras épocas, únicamente con escuchar esta apertura se da cuenta de que aquí no va a encontrar ni un “The Lovecats”, ni un “Friday I’m In Love”, no, aquí Robert Smith y los suyos están jodidos, muy jodidos, y con pocas ganas de fiesta, aun así “Prime” es un tema bailable, rápido, un destello de color entre tanto gris. La sección rítmica es palpitante y aquí Smith usó un bajo de seis cuerdas como si de una guitarra se tratase. Es otro de mis temas preferidos y juntamente con la furiosa “Doubt” son los dos cortes que más se asemejan a los sonidos del primer disco de la banda, pero no nos vengamos arriba, que el baile ya se terminó.

“Other Voices” es aterradoramente triste y el tono vocal de Smith vuelve a ser un lamento en toda regla, parece un fantasma con esos efectos de eco que adornan su canto. Es el pasillo perfecto que lleva a la parte más oscura del disco, la de los ya comentados “All Cats Are Grey” y “Funeral Party”.

El final del disco sigue esa línea angustiosa y desoladora con “The Drowning Man” y “Faith”, sobresaliendo este último, otros de los puntos fuertes del disco que no podría ser cerrado de otra manera. “Faith” se abre con un lúgubre pasaje instrumental donde hay que volver a resaltar la melodía del bajo y esos oscuros sintetizadores. Smith vuelve a estar genial en las voces y nos despide de este asfixiante disco con un:

“Kiss you once and see you writhe
Hold you close and hear you cry
Kiss your eyes and finish…”

Mención especial habría que darle en todo el disco a la base rítmica tan sobria y fúnebre que consiguen Gallup, con un marcado bajo, y Hurst con esas baterías tan marciales.

Ese sonido fue muy buscado por Smith y más de un quebradero de cabeza tuvieron reescribiendo algunos temas, “queríamos ser fúnebres pero apasionados, y simplemente las cosas no funcionaban”, argumentaba el líder de la banda. Tampoco ayudaba la incipiente adición a las drogas y al alcohol por parte de los tres miembros, incluso había momentos que Smith parecía tirar la toalla y se encerraba en si mismo cada vez más y más, esclavo de su vacío existencialista. Finalmente, y después de estar entrando y saliendo de diferentes estudios como el Morgan Studios o Abbey Road (donde Smith terminó de grabar las voces) el álbum vio la luz el 14 de abril del 81, habiendo lanzado semanas antes “Primary” como single.

Hay discos que son muy aptos para escucharlos en otoño porque, aunque sean tristes y nostálgicos, a la vez transmiten al oyente armonía, un halo de luz y de paz; pero olvídate de hacerlo con Faith. El tercer trabajo de The Cure no es fácil de escuchar, es un disco invernal, muy frío, oscuro, y donde no se atisba ni un ápice de esperanza. En él se habla de la muerte, del dolor, de la pérdida de fe o de la soledad, y refleja perfectamente el duro momento que estaba pasando un desubicado Robert Smith. Después de eso, un año más tarde, la banda editó Pornography, uno de sus mejores discos, cerrando así la llamada “trilogía gótica”.

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Sobre Jaime Arjona 86 Artículos
Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.