Striker – Play to Win

Nuestra Nota


8 / 10

Ficha técnica

Publicado el 26 de octubre de 2018
Discográfica: Record Breaking Records
 
Componentes:
Daniel Cleary - Voz
Chris Segger - Guitarra
Tim Brown - Guitarra
William Wallace - Bajo
Randy Black - Batería

Temas

1. Heart of Lies (4:04)
2. Position of Power (3.40)
3. Head First (4:02)
4. On the Run (3:51)
5. The Front (4:02)
6. Play to Win (03:48)
7. Standing Alone (4:56)
8. Summoner (4:04)
9. Heavy is the Heart (4:54)
10. Hands of Time (3:46)

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Si tratásemos de contemplar la realidad a través del prisma de las artes en sus múltiples manifestaciones, lo más probable es que tuviésemos algunos problemas para ubicarnos temporalmente en el momento exacto en el que vivimos. Pese a separarnos casi 40 años, la década de los 80 (o al menos lo que pensamos que fue aquel periodo) parece estar más viva incluso que cuando las reservas de laca mundiales amenazaron con agotarse. Ningún ámbito ha permanecido puro ante la propagación del revival ochentero que lo ha llenado todo de luces de neón a su paso. La música ha sido un terreno especialmente fértil para que germinase una pléyade de proyectos inspirados por la estética de aquellos años, lo cual tiene sentido si consideramos que es de lo poco realmente salvable de entonces (nadie echa de menos la expansión del VIH o las epidemias de crack y heroína, claro). Dentro de la escena del heavy metal, este fenómeno dio a luz a una nueva generación de grupos que tomaban su esencia del sonido y la imagen de la época, en un proceso de vuelta a las raíces que suele repetirse cada cierto tiempo en el mundo de la música. Bautizada como New Wave of Traditional Heavy Metal, esta corriente dio alas a un buen número de grupos alrededor del mundo, con los canadienses Striker como uno de sus mejores representantes. ¿Queréis saber por qué? Pues acompañadnos en este viaje para conocer de primera mano su nuevo álbum y tal vez encontréis algunas claves.

Play to Win (2018) es el sexto trabajo del quinteto de Edmonton, por lo que la etiqueta de jóvenes promesas que parece acompañar perpetuamente a los grupos de su generación se ha quedado un poco caduca. No así el frescor que se aprecia en el álbum desde la primera escucha y que indica la enorme vitalidad que acompaña a este lanzamiento. Mezclado y masterizado por Hendrikk Udd (Firewind, Hammerfall o Powerwolf), supone un giro en la trayectoria del grupo hacia sonidos más propios del hard rock y el AOR en detrimento de su vena más ruda, si bien este cambio no desmerece en modo alguno el esfuerzo de los canadienses. Menos aun cuando nada más darle al play nos encontramos con un tema como “Heart of Lies”, una composición potente y acelerada que parece cogernos de la mano para recorrer a toda velocidad la carretera en un viaje sin principio ni final. La buena labor vocal de Dan Cleary se ve perfectamente acompasada por una base intensa y acerada que ataca a la yugular sin conceder un momento de descanso. Hay que destacar la aportación de Tim Brown y Chris Segger al protagonizar algunos momentos de infarto con sus guitarras para terminar de perfilar un tema que se yergue como uno de los grandes aciertos de este disco. “Position of Power” reduce un poco el ritmo para dejar más espacio a la melodía, conjugada con un estribillo pegadizo y resultón. Se trata de una canción animada y bastante clásica en cuanto a estructura y desarrollo musical, que nos sitúa en las proximidades de los 80.

Y si con la pieza anterior nos encontrábamos cerca, “Head First” se encarga de mandarnos bajo las noches de Sunset Boulevard de una patada made in Los Angeles. Pura esencia de los 80 concentrada en unos coros que bien podrían haber sonado en cualquier sesión del Whisky a Go Go y unas guitarras vibrantes que copan la recta final del tema con un magnífico solo. “On the Run” comienza con una mayor presencia vocal y está revestido de un aire melódico muy propio del hair metal de aquellos años. Esta tendencia queda reforzada con “The Front”, tema con un fuerte regusto a AOR y una base instrumental muy rítmica y marcada, coronada con un estribillo sumamente contagioso. “Play to Win” por su parte juega en la liga del hard rock más potente, dejándonos algunos destellos brillantes. “Standing Alone” concede un momento de relax al apostar por una armonía mucho más tranquila, conducido por una guitarra melódica y suave. Si bien eleva la intensidad a medida que el tema avanza, en todo momento permanece como un medio tiempo sentimental y de aroma dulce, ideal para escuchar mientras dejas vagar la mente entre pensamientos positivos y amables.

El trío de ases que se encargan de bajar el telón son una muestra representativa de lo que esconde este álbum: “Summoner” cuenta con una atmósfera más oscura y pesada, y muestra el lado más duro de Striker al son del magnífico trabajo vocal de Cleary, que da lo mejor de sí para la ocasión. “Heavy Is the Heart” apuesta en cambio por un desarrollo pausado. Esconde una poderosa emoción que subyace a lo largo de todo el tema sin atreverse a romper en ningún momento, pero consigue transmitirla con quietud hasta dispararse al final de la composición. Y “Hands of Time” pone el broche final con una buena lección de hard rock que condensa el espíritu que el grupo ha querido darle a este trabajo.

Play to Win constituye quizá el punto de partida de un nuevo rumbo en la carrera de Striker, y de continuar así solo podemos esperar grandes cosas de ellos. El esfuerzo vertido en este disco ha dado lugar a un artefacto muy bien equilibrado y homogéneo, sin fisura alguna en la superficie. Sin embargo, se echa en falta una mayor personalidad que insufle vida a sus temas y les permita llegar más lejos, así como alguna canción que sirva de estandarte y permita apuntalar toda la obra. En cualquier caso, es posible afirmar que si gracias al pasado podemos disfrutar de grupos así, nos espera a todos un gran futuro.

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Sobre Juan Mari Sauras 56 Artículos
Buscador incansable de experiencias que abran las puertas a nuevos mundos. Nunca hay suficientes libros o música, la frontera de la imaginación siempre puede ir más allá. Obsesionado con los lobos, la noche, lo gótico y demás estereotipos de joven incomprendido. Defensor de los pogos como estilo de vida.