Songs of Injustice – Heavy Metal en Latinoamérica: Más de 500 años, ¿de qué?

Como ya hiciera el antropólogo y headbanger Sam Dunn en 2005, en aquel magnífico documental llamado METAL: A headbanger journey, estudiando el origen y evolución del heavy metal , así como su posterior conversión en un fenómeno mundial capaz de unir a personas de diferentes países y culturas en un sentimiento común, aquí tenemos un nuevo estudio concretándonos en Latinoamérica. El profesor Nelson Varas – Díaz nos introduce en las características, muchas de ellas comunes, que definen en metal que se realizan en los distintos países que engloban a Latinoamérica. En esta ocasión nos adentramos en Perú, Méjico, Chile y Argentina (por éste orden) quedándonos con las ganas, a causa de la hora y media de duración, de poder ampliar el conocimiento sobre los referentes del resto de países. Así que estaremos atentos a si, como nos deja entrever al final (toma espoiler), se amplía el documental con una o varias entregas. Estaremos pendientes.

Mi ignorancia o limitado conocimiento acerca del metal que se realiza en Latinoamérica quedaba relegado a unos escasos grupos como Rata blanca, A.N.I.M.A.L., Brujería (no latinos en su totalidad), Acrania (que salen en el documental) y alguno más que me dejo. Es cierto que el acento, como en el doblaje de películas, me echaba para atrás pero después de éste documental he descubierto algunos veteranos de la escena que merecen mis humildes disculpas por tal ignorancia y el mayor de mis respetos.

Y si de desconocimiento se trata, posteriormente al visionado y disfrute de éste documental, descubro que Nelson Varas ya había publicado con anterioridad dos documentales relacionados con el metal en lugares a priori, a causa de los estereotipos, poco metaleros de cara a la galería. Se tratan de “The Metal Islands” y “The Distorted Islands” que engloban el metal realizado en Puerto Rico, Cuba y República Dominicana países más conocidos por los ritmos caribeños.

Como si de una entrevista radiofónica se tratara, el documental empieza en los estudios de Radio Host en el cual Nelson Varas – Díaz explica no como suena el metal en América Latina sino que es lo que dice, lo que quiere explicar y reivindicar. Según nos introduce, antes de ahondar en la concreción por los países que salen representados, el metal latinoamericano explica las injusticias y reivindica su propia historia marcada por tres factores o consecuencias: El colonialismo del siglo XV, las dictaduras del siglo XX y la lucha contra el neoliberalismo que se apropia y privatiza los recursos naturales. Así pues, el metal es la voz común de todos los países para denunciar la injusticia y luchar contra los diferentes sistemas de opresión. Lo que tradicionalmente se denunciaba con la canción protesta o el folk, a partir de los años 80, y seguramente en la década anterior ocurriera con el punk, el resurgimiento del heavy metal en Europa y Estados Unidos da un nuevo medio de expresión y rebeldía a la juventud de la época.

En aquellos años (atención millenials) en los que internet era pura ciencia ficción, la música llegaba por mediación de alguna tienda especializada que se encargaba de importar el metal que se hacía en el exterior, sirva el ejemplo de la tienda chilena Rock Shop, pionera en estos menesteres, además de las personas que vivían en el extranjero y se encargaban de traer algunos ejemplos de los referentes de la época.

El viaje recorre la historia política y social entrevistando a diferentes representantes de los grupos de metal de cada país. La identidad indígena está muy presente así como la reivindicación de la cultura prehispánica, la introducción de instrumentos tradicionales y lenguas indígenas aún vivas entre los campesinos. Un ejemplo es la incorporación del Quechua por parte de la banda peruana Kranium en la canción “El obraje”. Asímismo en Mexico la identidad indígena y campesina, arraigada a la tierra, se ve reflejado en el EZLN (ejército Zapatista de Liberación Nacional) y la icónica figura del Subcomandante Marcos. Terrorismo como el perpetrado por Sendero Luminoso en Perú o el terrorismo de estado representado por las dictaduras chilenas y argentinas con miles de desaparecidos y asesinados son continuamente denunciados por algunos de los grupos que aparecen.

Voces destacadas de la escena son los peruanos Flor de Loto, con su hard rock y Kranium, referentes del metal extremo con raíces, los mejicanos Acrania, con su enrevesada mezcla de samba y metal extremo y Leprosy. En Chile, Crisálida, que estaran presentes en el próximo Rock the Coast malagueño, Massacre, Warpath e incluso la eterna figura del cantautor Víctor Jara, reivindicado por la cultura metalera por sus canciones. Curiosa e interesante es la intervención de Kobi Farhi de los israelitas Orphaned Land, pues lleva tatuado en su pecho la cara del malogrado músico.

En Argentina, Arraigo y Tren Loco, son lo que llaman la futbolización del metal. Ese movimiento de masas que alienta y se reivindica, el “aguante”, la resistencia. Destacan el himno de Tren Loco “Quinientos años ¿de qué?” denunciando la masacre indígena por parte de los españoles que llegaron al continente, aniquilando una raza, una cultura y expoliando bienes y recursos.

Interesantísimo trabajo el que está realizando éste profesor de la Universidad Internacional de la Florida, dándonos a conocer las particularidades de nuestra música en aquellos países cercanos en idioma pero culturalmente tan desconocidos para muchos de nosotros.

Manos a la obra me pondré con los otros dos documentales publicados sobre el metal caribeño antes que se decidan a sacar la continuación de este Songs of Injustice. No perdáis la oportunidad y verlos de forma gratuita en el canal de YouTube de Nelson Varas – Díaz, pues como ha comentado en alguna entrevista, el objetivo didáctico de éstos documentales está alejado de la comercialización.

Salud y Heavy Metal.

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=EV-bNFtQK20

Película completa: https://www.youtube.com/watch?v=Yb4u3Q1APHk

Abel Marín
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Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita. Salud y Heavy Metal.