Nick Cave & The Bad Seeds – Henry’s Dream (Especial 30º Aniversario)

El bueno de Nick Cave nunca ha creado un disco malo. Ni mediocre. Puede gustar menos o más. Puede caerte más o menos bien, o mal. Pero nadie puede dudar de que es uno de los mejores compositores de música de todos los tiempos. El australiano siempre va más allá, en creación y sobre todo en actitud. Capaz de salir a flote tras las debacles, Nick Cave es inimitable. Genio y figura, a la altura de los más grandes.

Hace treinta años nos regaló Henry’s Dream (1992), uno de los discos más queridos por los fans. Y uno de los discos más odiados por el propio Nick. Su afán perfeccionista no quedó del todo conforme con el resultado de su séptimo disco. Cave no quedó satisfecho con el trabajo de David Briggs en la producción.

Para comentar Henry’s Dream es necesario viajar un poco atrás en el tiempo, concretamente a su anterior trabajo, The Good Son (1990). En ese momento, vimos un Nick enamorado que decidió olvidar el rock macarra para abrazar unos sonidos más orquestales, el piano pasó a ser el hilo conductor del disco. Ese disco inquietó a los fans más aferrados al pasado de Nick y los Bad Seeds y ganó una nueva multitud de nuevos fans.

Henry’s Dream fue el primer disco con Martyn P. Casey en el bajo y Conway Savage en el piano. Se trata de un disco musculoso que recupera la esencia más macarra de los de Melbourne. Un disco con joyas atemporales como «Papa Won’t Leave You Henry», «I Had a Dream, Joe», «Brother, My Cup Is Empty», «John Finn’s Wife» o «Jack the Ripper». También deja momentos de belleza como en «Christina the Astonishing», «Loom of the Land» y sobre todo “Straight to You”, una combinación de intensidades que equilibran el disco de una manera increíble. Posiblemente, estamos frente al primer disco de la banda en que es todo ello consistente.

La pieza que abre el disco, “Papa Won’t Leave You, Henry” es una descripción emocionante de este mundo. Temática casual como hablar de alcohólicos en “When I First Came to Town”, amantes condenados en la deliciosa “Loom of the Land”. Maridos engañados en la dura “Jack the Ripper” y adúlteros oportunistas en la rockera “John Finn’s Wife”.

Los motivos líricos se basan y amplían muchos de los motivos favoritos de Cave: referencias bíblicas, tradiciones populares, baladas de asesinatos y mucha sangre. “Straight to You”, otra majestuosa canción de amor del maestro de las canciones de amor. La canción es una súplica a tiempos mejores, todo arrastrado por el majestuoso piano y el órgano.

En lineas generales, Henry’s Dream es un disco redondo y hermoso. Un disco con cierta aroma gótica, cierto estilo post punk, pero sobre todo, un disco puro de Nick Cave & The Bad Seeds. Un trabajo redondo lleno de gemas, no himnos, pero si canciones brutalmente pensadas y magistralmente ejecutadas.

Beto Lagarda

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