Los peores conciertos de mi vida: Thirty Seconds to Mars en el Sant Jordi Club – Barcelona, 18 de diciembre de 2010

Formados en 1998 por el actor Jared Leto (voz y guitarra) y su hermano mayor Shannon (batería), Thirty Seconds to Mars tuvieron su época de mayor éxito en la década de 2000 gracias a una mezcla en evolución de rock alternativo, pop, neo-progresivo y hard rock. La banda ya se ganó un buen puñado de fans con su genial y homónimo álbum debut de 2002, pero fue gracias al segundo, A Beautiful Lie (2005), que obtuvieron un disco de platino. La popularidad fue en aumento; obviamente, que el eterno jovencito estuviera al frente ayudó, asegurando a la banda una presencia frecuente en la MTV y allanando el camino para toda una serie de giras exitosas que estaban por venir.

A pesar de su creciente popularidad, Thirty Seconds to Mars se vio envuelta en una guerra con su sello, EMI/Virgin Records, después de que la banda intentara firmar con una nueva discográfica después de la gira A Beautiful Lie, lo que llevó a EMI a demandarles, alegando que estaban obligados por contrato a producir tres álbumes más antes de firmar con otra compañía. La banda cedió y publicó en diciembre de 2009 This Is War, su tercer álbum. El álbum marcó una nueva trayectoria en su estilo musical, implementando una dirección más experimental inspirada en el rock progresivo, la new wave, la música industrial y el heavy metal. Líricamente, es un disco conceptual formado por las luchas personales de la banda y su batalla legal con EMI, y hay quienes incluso lo consideran una ópera rock. Se estaba cultivando el terreno para que el trío se embarcara en una nueva gira mundial: el Into the Wild Tour.

La también conocida como Hurricane Tour o Closer to the Edge Tour fue su segunda gira mundial, a través de la cual la banda giró por los cinco continentes durante un período de… ¡dos años! Además de tocar ante grandes audiencias, la gira encabezó varios festivales en Europa y Australia. De hecho, tocaron tanto, tantísimo que pulverizaron el récord mundial de más conciertos en directo durante un ciclo de un solo álbum, con 300 shows. El espectáculo número 300 tuvo lugar el 7 de diciembre de 2011 en el Hammerstein Ballroom de Nueva York.

Si tiramos atrás en el tiempo aproximadamente un año, pillamos a la banda en pleno tour europeo, recalando en el Sant Jordi Club de Barcelona un 18 de diciembre de 2010 en el que iba a ser su último concierto en Europa antes de dar inicio a su gira americana. Los portugueses More Than a Thousand, quienes acababan de publicar el que a la postre sería su penútlimo trabajo Vol. 4 Make Friends and Enemies, ejerciendo de teloneros. La popularidad de Jared, Shannon y Tomo (bajo) era tan grande en aquella época que un@ no podía más que esperar con ansia su show en la Ciudad Condal. La banda saldaba, por fin, su deuda histórica con Barcelona, escogiendo la ciudad para cerrar la gira Into the Wild que a lo largo de 14 meses les había llevado a visitar 27 países del mundo, 89 ciudades y actuar frente a 1,4 millones de personas.

El recinto del Sant Jordi Club se ponía sus mejores galas para recibir al trío (más algún que otro músico adicional), pero hay que recordar que iban a actuar en el peculiar espacio (penoso, bajo mi punto de vista) destinado a los directos menos multitudinarios de la ciudad; si eres grande, vas a Lluís Companys o al Palau Sant Jordi. Digamos que la venta de entradas no fue tan bien, quizá por el hecho de que aquella misma noche, justo a la misma hora, el Barça le estaba endosando al RDC Espanyol un sonoro 1-5 en el RCDE Stadium de Cornellà-El Prat.

La actuación de los lusos pasó con más pena que gloria; apenas estuvieron 20-25 minutos sobre las tablas del Sant Jordi Club. Por suerte, seis años más tarde pude disfrutar de ellos, junto a los también portugueses Hills Have Eyes, en la más pequeña de las Razz durante su gira de despedida.

Poco después de las 21:30 las estrellas de la noche saltaban al escenario, liderados por un Jared Leto enfundado en su tradicional gabardina y con gafas de sol. Desde el primer minuto, la comunión con l@s extasiad@s fans fue tremenda; acercamiento físico y emocional. El espectáculo empezaba a ritmo de «Escape» y «Night of the Hunter», los dos primeros cortes del álbum que nos venían a presentar. Acto seguido enlazaron con «A Beautiful Lie» y «Attack», de su segundo trabajo, para proseguir con cinco temas más de Time Is War. Hasta aquí, todo bastante correcto. Unos 40 minutos de buen hacer, y la audiencia, tan feliz. Poco o nada podíamos imaginar lo que estaba por llegar…

Hacia la mitad del concierto hubo un momento muy definitorio. En pleno set acústico, que básicamente era Jared solo con una guitarra acústica, y tras interpretar «L490», la genial «From Yesterday» y «Alibi», bajaba la guitarra para preguntarnos: «¿Qué queréis oír? Os toco la que queráis…», y aquí la cosa se empezó a liar. Lo que vino a continuación, y hasta que la banda abandonó el escenario para regresar para los bises, fueron como 40 minutos de un bochorno en el que Leto se dedicaba a tocar cuatro acordes, con más o menos ganas, de las canciones que el público le íbamos solicitando. Un numeroso sector del público pidió «Capricorn (A Brand New Name)», ante la cara de sorpresa del artista por el hecho de que se le pidiera tocar la primera canción del primer disco del grupo. Su sorpresa fue aún más mayúscula al escuchar al respetable cantarla a pleno pulmón. De esta forma quedaba meridianamente claro que la banda también tenía una gran fanbase aquí que los conocen desde sus inicios, razón de más para cesar en su empeño de proseguir con su propósito de interpretar fragmentos acústicos de sus piezas on demand. ¿No le quedaba claro que su primera visita a Barcelona no podía seguir por esos derroteros…? Pues no, se ve que no porque a «Capricorn (A Brand New Name)» le siguieron «Buddha for Mary» (¡joder, con lo guapa que es esta canción!), «Echelon», «Oblivion», «The Greatest Story», «Revenge», una versión del «Bad Romance» de Lady Gaga y «The Kill (Bury Me)». Es decir, varios de sus temas más conocidos y épicos se vieron reducidos a interpretaciones 30-40 segundos en formato unplugged. Como idea ojo, no está mal del todo, pero no te tires más de media hora con lo mismo, y encima tocando solo unos pocos segundos de cada pieza… más aún cuando, a partir de cierto momento, empezaron a escucharse quejas y pitidos provenientes de entre la audiencia que, como yo, estaban ya un poco hasta los huevos de todo aquello. ¿Los tres bises finales arreglaron la cosa? Digamos que ese tremendo temarral que es «Kings and Queens» lo arregla (casi) todo.

Dos horas de concierto empañadas por un invento que creo que les salió por la culata. Al final, Leto levantaba los brazos y confirmaba la comunión público-artista proclamando que Thirty Seconds to Mars daba la bienvenida a Barcelona a su (gran) familia. Solo faltaba no haber sido admitidos después de aquello. Se sellaba así el pacto, prometiendo incluirnos en sus futuras giras… y cumplieron con su palabra, pues la Noche de Halloween de 2013 actuaron en el Olímpic de Badalona, repitiendo en el Sant Jordi Club durante la primavera de 2018 para presentarnos el que, hasta la fecha, es su último trabajo, America.

Mi primera y última experiencia con Thirty Seconds to Mars se saldó con un cabreo más que considerable, y me consta que no fui el único que abandonó Montjuïc con la sensación y la rabia al percibir que nos habían estafado parte del dinero que habíamos pagado por la entrada. La broma acústica era fácilmente prescindible. Joder, cíñete al guión e interpreta -junto a tu puta banda- la mitad de temas en formato acústico, si quieres, pero no nos pongas la miel en los labios y al final, cual coitus interruptus, nos la saques de repente… y sin avisar. Las dos horas de bolo podían haberse quedado tranquilamente en una hora y media la mar de apañá, y tod@s nos hubiéramos ido a la cama tan content@s.

Setlist:

Escape
Night of the Hunter
A Beautiful Lie
Attack
Search and Destroy
Vox Populi
This Is War
100 Suns
Closer to the Edge

Set acústico:
L490
From Yesterday
Alibi
Capricorn (A Brand New Name)
Buddha for Mary
Echelon
Oblivion
The Greatest Story
Revenge (Intro: «Barcelonian Flair»)
Bad Romance (Lady Gaga cover)
The Kill (Bury Me)
—–
The Fantasy
Hurricane (Acoustic)
Kings and Queens

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 570 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.