Las 5 mejores canciones de Dropkick Murphys según… Science of Noise

Fotografía: Webb Chappell

No hace demasiado que la buena gente de HFMN Crew anunciaba el lineup de su edición del Barna’n’Roll de este año, que tendrá lugar el 28 de julio en el Poble Espanyol, como suele ser habitual. De las seis bandas anunciadas, hay una que destaca por el encima del resto y que nos hace especial ilusión poder ver en vivo este verano.

Tomando como referencia la música Oi! británico, el hardcore estadounidense y la música tradicional irlandesa, los bostonianos Dropkick Murphys se han ganado la reputación de ser una de las bandas de punk celta más célebres de Estados Unidos. El grupo se formó a finales de la década de los 90 como un conjunto punk que practicaba una música relativamente sencilla, pero a lo largo de los años comenzó a incorporar instrumentación y melodías del folklore irlandés más tradicional a su sonido rebelde. Con canciones que hablaban sobre los problemas de la clase trabajadora, la solidaridad callejera y las alegrías que se pueden encontrar en el fondo de una botella, los Murphys se ganaron tanto a los aficionados tradicionales del punk como a los fans más juerguistas, particularmente después de que su canción «Shipping Off to Boston» apareciera en la película The Departed de Martin Scorsese, ganadora del Oscar en 2006. En los años siguientes, la audiencia de la banda aumentó significativamente gracias a álbumes como Going Out in Style (2011) y 11 Short Stories of Pain & Glory (2017).

Pues bien, los cinco miembros más borrachos y juerguistas de la redacción de Science of Noise, se reunieron hace unos días en el Flaherty’s Irish Pub de la Plaça Joaquim Xirau de Barcelona para confeccionar este Top 5, que recoge los que, según su ebrio parecer, son los cinco mejores temas de los de Boston.

 


«Bar Room Hero» por Jordian Fo

Álbum: Do or Die (1998)
Discográfica: Hellcat Records
Autor: Ken Casey

De lo mejorcito que ha salido de Boston son los Celtics, los macarras de Blood For Blood y los celtas de Dropkick Murphys. Como ahora los que nos ocupan son estos últimos, repaso sus discos y me quedo con “Bar Room Hero”. La justificación no admite réplica: es la primera canción suya que escuché y me enganchó totalmente. Estaba incluida en un magnífico CD recopilatorio publicado por Hellcat Records (la discográfica de Tim Armstrong de Rancid) en 1997 titulado Give ’Em the Boot. Entre muchas bandas de ska y reggae (The Slackers, Hepcat, The Skatalites, Voodoo Glow Skulls) y buenas bandas de punk (Union13, U.S. Bombs, F-Minus o los propios Rancid), allí estaban metidos los Murphys representando a Boston como pocos lo saben hacer tan bien.

Su curiosa mezcla de punk-rock y folk irlandés alcanza en esta canción su cota más alta de inspiración. El tema empieza con la gaita (el instrumento que más personalidad les otorga desde siempre) y se va liando poco a poco: coros de taberna, nostalgia del emigrante irlandés en una gran ciudad de los Estados Unidos, mucha energía hooligan, un cambio de ritmo espectacular a los dos minutos de tema y luego volvemos a arrancar para liarla de nuevo.

Siento un gran respeto por esta banda porque me transmiten humildad y autenticidad; y estas dos cualidades en el mundo de la música deberían ser muy apreciadas por todos. Además, aunque en sus directos el toque folkie quede enmarañado entre el sonido y sea complicado sacarle el máximo partido a la sección de vientos, los de Boston siempre cumplen sobre el escenario. Let’s go Murphys!


«Ramble and Roll» por Rubén de Haro

Álbum: Sing Loud, Sing Proud! (2001)
Discográfica: Hellcat Records
Autores: Al Barr, Ken Casey y Matt Kelly

Menudo trallazo rockero el corte número 13 del tercer trabajo de los Murphys, Sing Loud, Sing Proud!. Una puta bomba adrenalínica que me hace subir las revoluciones de mi carburador interno cada vez que la escucho.

Si estás orgulloso de Irlanda, te encantará este álbum; bueno, la portada, en la que se muestra un mural dedicado a la banda que hay en la zona sur de Boston, concretamente en el lateral de la licorería Al’s Bottled Liquors -en la confluencia de West Broadway y C Street-, aunque mítica, me parece horrible… por no hablar de la tipografía empleada. Para el fan promedio de Dropkick Murphys, puede sonar demasiado irlandés. Sin embargo, realmente es un gran álbum que me trae unos recuerdos inolvidables de mi adolescencia. Ahora que lo he «revisitado» para escribir estas líneas, noto que exuda una increíble cantidad de energía, requisito indispensable para este tipo de música. Cantos taberneros épicos ideales para interpretar en medio de un grupo de borrachos saltando y aplaudiendo. Una excelente cosecha de música para fiestas, peleas de bar y desinhibición.

Este himno del punk celta es una canción increíble (la 13 de 16, como adelantaba) que habla sobre la buena vida en la carretera, que en una banda de este estilo es como hablar de pubs, Guinness y sudor por un tubo. Quizá soy yo, pero ese piano me sabe a gloria y suena tre-men-do; lo prefiero mil veces antes que las gaitas que repiquetan cada dos por tres durante todo el plástico… ¿pero qué sería de la música celta sin ellas? Estamos ante una de las canciones más punk de la banda, y también es una de mis favoritas.

La letra es simple pero efectiva. Personalmente me quedo con ese puto coro que ojalá tod@s pudiésemos corear a pleno pulmón, como si la vida os fuera en ello, este verano en el Poble Espanyol de Barcelona. Y digo «ojalá», pues no la tocan (casi) nunca en vivo:

«‘Cause I was born to ramble I was made to roll
Living my stickin’ life in yesterday’s rock and roll.»

Personalmente, creo que este podría ser mi disco favorito de ellos; contiene tantos clásicos… Hazte con él y repite conmigo: «‘Ramble and Roll’ es un puto himno».


«Worker’s Song» por Jordi Tàrrega

Álbum: Blackout (2003)
Discográfica: Hellcat Records
Autor: Ed Pickford

La irrupción de los Dropkick Murphys fue para un servidor un sueño hecho realidad pues siempre fui fan irredento de The Pogues, de Shane McGowan en especial y del legado de The Dubliners, Thin Lizzy y demás bandas que llevaron a su terreno la maravillosa herencia musical de Irlanda, pero especialmente subrayo lo de The Pogues, pues fueron una banda tremendamente especial y auténtica. McGowan fue realmente un personaje irrepetible, y a pesar de que sigue en este mundo, poco queda de ese enfant terrible de antaño.

Dropkick Murphys les toman el relevo desde Boston a The Pogues décadas más tarde y fusionan el punkcon el cancionero tradicional de la isla Esmeralda. Blackout es mi primer contacto con ellos y no podían encandilarme más con canciones de la talla de “Kiss Me, I’m Shitfaced”, la brillante “The Dirty Glass” o la tremenda versión del “Fields of Athenry”. Pero sería la versión de Ed Pickford pasada por su filtro y titulada “Worker’s Song” la que tocaría en lo más hondo.

“Worker’s Song” es un himno obrero, con una letra dura y certera, una canción de las que unen a la turba, se levantan las cervezas y en las que en sus “3:32” te dan ganas de hacer una revolución. Uno no puede estar más de acuerdo con esa letra y más cuando suena la gaita de Joe Delaney a la vez que Al Barr te convence con su característica voz apoyada por esos coros hooligans. Justo lo que tiene que ser el punk rock celta.

Hace años con la difunta banda Nonnó Emperatroz versionamos el “Worker’s Song” a doble bombo y en catalán. Y ahora que no me miran mis compañeros aprovecho y cuelo un vídeo…


«I’m Shipping Up to Boston» por Beto Lagarda

Álbum: The Warrior’s Code (2005)
Discográfica: Hellcat Records
Autores: Al Barr, Ken Casey, Matt Kelly, James Lynch, Marc Orrell, Scruffy Wallace y Tim Brennan

Hace muchos años que sigo bastante de cerca a Dropkick Murphys, siempre les he considerado una banda especial, con un sonido muy único. Capaces de fundir el punk con la música tradicional celta como ninguna otra banda. Los de Boston son el máximo exponente de un estilo festivo y alegre.

Sí, he tirado de hitazo y me he permitido el lujo de escoger su himno, “I’m Shipping Up to Boston”, una canción que no necesita presentación, pues sería raro que a día de hoy alguien no la haya aún escuchado…

Situada en el quinto disco de estudio titulado The Warrior’s Code (2005). La versión original de la canción se publicó en 2004 en Give ‘Em the Boot IV y se volvió a grabar para su álbum The Warrior’s Code. Disco que por cierto obtuvo el certificado de oro en ventas. La canción ganó atención mundial por su uso en la banda sonora de la película The Departed (Infiltrados) de Martin Scorsesse, hecho que impulsó la popularidad de la banda.

La letra de la canción surgió de entre los archivos del escritor Woody Guthrie. En ella se describe a un marinero que ha perdido una pierna ortopédica y se embarca rumbo a Boston para «encontrar mi pata de palo». Los Murphys pusieron música a la letra, algo que ya hicieron con la canción «Gonna Be a Blackout Tonight», del álbum Blackout (2003).

El vídeo no tiene desperdicio, muestra a los Dropkick Murphys interpretando la canción en el paseo marítimo de East Boston. También se ve a la banda «pasando el rato» con gamberros mientras son perseguidos por agentes de policía de Boston. Más tarde, la parte de «pasar el rato» se sustituyó por imágenes de Infiltrados para un segundo vídeo relacionado con la película.


«Rose Tattoo» por Carles Amat

Álbum: Signed and Sealed in Blood (2013)
Discográfica: Born & Bread Records
Autores: Al Barr, Ken Casey, Matt Kelly, James Lynch, Jeff DaRosa, Scruffy Wallace y Tim Brennan

«Rose Tattoo» es una canción nostálgica con el sonido típico folk de Dropkick Murphys, incluso diría que tiene un aire a canción pirata. En ella nos hablan de tatuajes que representan a personas a las que queremos y recordamos. Ken Casey, el bajista y cantante de la banda, tiene esa rosa tatuada en el brazo y es un recuerdo en memoria de su abuelo, quien le crió después de la muerte de su padre. «Él me enseñó la mayoría de las cosas que me hacen ser quien soy hoy», dijo Casey en una entrevista. En el videoclip aparecen varios tatuajes de fans del grupo.

La canción fue grabada de nuevo con la voz de Bruce Springsteen y relanzada el 14 de mayo de 2013 como parte del Rose Tattoo: For Boston Charity EP, que se lanzó poco después del atentado con una bomba en la maratón de Boston en abril de 2013. La versión con Springsteen alcanzó el puesto 25 en el Billboard. El video con Bruce Springsteen está grabado en el estadio de beisbol de los Boston Red Sox y el Boss canta desde su estudio y sale en directo por el videomarcador.

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