Knights Of Blood – Falsa Realidad

Esta es otra de aquellas veces que a uno le da miedo apretar al play para, luego, escribir una review. Son ya varias las bandas que nos hacen llegar sus discos para que reseñemos, y al menos yo, lo siento como una gran responsabilidad (Spiderman style). Estás ju(z)gando el trabajo, el sueño, de personas que le han puesto mucho esfuerzo, mucha ilusión y, a menudo, mucho dinero. ¿Y quién eres tú, si se diese el caso, para decir que su trabajo no vale un pimiento? Al menos, a mí, me da cierto reparo. Y parece que soy el pardillo de la redacción, pues me toca reseñar 3 de cada 4 discos de los mencionados. Bueno, creo que podemos quitar el “parece”.

Por suerte o por desgracia, aunque más la primera, esta vez me toca reseñar un gran debut (bueno, un primer larga duración), uno de esos trabajos que te hace soltar aire al ver que el metal más patrio tiene el futuro asegurado. Knights Of Blood llegan desde granada con un heavy metal clásico pero potente, con grandes guitarras y un bajo atronador. Me da que es de esas bandas que, de ser extranjeras, las valoraríamos más. La producción está más que lograda, aunque a veces parece que la voz esté superpuesta (¡ojo! No confundir esto con que Mireia tenga una mala voz. Para nada, ¡¿eh?!), nada que no sea subsanable con más discos y más euros en futuras producciones. Por si fuera poco, cuentan con tres colaboraciones que más de uno quisiera: Óscar Sancho de Lujuria canta en “Defiende El Metal”, Manolo Parra de Sovengar y José Vicente Broseta de Opera Magna está en “Síndrome”. Quizá, como pega, diría que las letras, sin estar mal, podrían estar algo más curradas. Pero vamos, eso ya es cuestión de gustos.

Este Falsa Realidad (2018) trae 11 temas y, desde el inicio, se ve cual es la línea que llevan. Sonidos potentes y una voz melódica (aunque no falta de mala leche, si hace falta) bailando por encima. Riffs pesados, muchos solos y ritmos poderosos.

Abre el disco el tema homónimo al álbum, “Falsa Realidad”, con unos punteos más que interesantes y un toque gutural en las voces que lo hacen tremendamente interesante.  “Algún Día” es el primer single, o al menos han hecho un videoclip del tema. Es un tema de corta clásico, y aunque la melodía vocal principal puede llegar a hacerse repetitiva, el estribillo es pegadizo a más no poder. La gente saltará en sus conciertos con este canto contra las religiones. Con “Pobres Bajo La Piel” llega un tema más próximo al thrash, al menos en sus riffs. El contraste entre la música y la melodía vocal es interesante, contrastes casi opuestos.

Y si veníamos de la tralla, el inicio de “Perdóname” es justo lo contrario, pinta balada. Pero sólo pinta, ya que a medida que pasan los segundos, la potencia va tomando forma hasta convertirlo en uno de los mejores y más variados del disco. “Defiende El Metal” es lo que reza su título, uno tema del heavy clásico (es en cortes como este en el que digo que la voz de Mireia parece superpuesta) con el bueno de Óscar haciendo de las suyas. Y ahora sí es el turno de la baldada. “Cielo Gris” empieza de forma dulce, acústica y con una voz delicada. Poco a poco la electricidad más power hace aparición, pero no deja de ser eso, “la balada del disco”.

“Necio Perdedor” nos tare el ritmo de vuelta con unas guitarras que escucharás una vez y otra y unos cambios de ritmo muy trabajados. En “Ya No Me Das Miedo” nos centraremos en la letra, un grito muy necesario contra la violencia de género hecho en primera persona. El tema, en sí, es machacón y contundente. “Perdición” es, quizá, el tema más heavy, en cuanto a potencia, de Falsa Realidad. Perfecto para cantar los “¡eh! ¡eh!” en directo.

“Síndrome” empieza con un punteo interesante y una sección rítmica contundente. Poco a poco gana algo de rabia y mala leche, aunque en el tema (y en el disco en general) echo en falta un poco más de velocidad. No mucho, sólo un pelín más de doble bombo. Y llegamos al final con “Knights Of Blood”, otro de los temas de corte más clásico del disco en el que nos cuentan su historia y como los sueños, a veces, se hacen realidad.

Buen disco, el que nos presentan los de Granada, muy bueno si tenemos en cuenta de que se trata de un grupo novel y (supongo) con escasos medios. Quizá,pensando sólo en mis gustos, les diría que le metieran un poco más de doble bombo y que acortasen un poco los temas, pero vamos, quizá tú, lector, opines justo lo contrario. Están aquí para quedarse, y si siguen trabajándoselo de este modo, tenemos Knights Of Blood para rato.

Xavi Prat

Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.