Harem Scarem – Mood Swings: 30 años del mejor disco de hard rock en una época en la que no se llevaba el hard rock

Ficha técnica

Publicado el 11 de junio de 1993
Discográfica: WEA Music
 
Componentes:
Harry Hess – Voz, guitarra, teclados
Pete Lesperance – Gutarra, coros
Mike Gionet – Bajo, coros
Darren Smith - Batería

Temas

1. Saviors Never Cry (4:04)
2. No Justice (4:37)
3. Stranger than Love (3:59)
4. Change Comes Around (5:02)
5. Jealousy (4:11)
6. Sentimental Blvd. (4:24)
7. Mandy (1:55)
8. Empty Promises (4:20)
9. If there Was a Time (4:59)
10. Just Like I Planned (3:19)
11. Had Enough (3:57)

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El Mood Swings de los canadienses Harem Scarem es su mejor disco (y de largo). Editado en 1993, era su segundo esfuerzo discográfico y la verdad es que todo lo que hicieron posteriormente queda a años luz de este disco, casi perfecto. Una de esas obras que le da al grupo la posición de grupo de culto y que termina siendo adorado en Japón, puesto que allí tienen uno de los paladares más refinados en lo que al AOR se refiere.

La trascendencia del disco quedó sepultada por aparecer en unos tiempos en los que el hard rock estaba en el patio de atrás. Tampoco el hecho de ser canadienses les ayudó especialmente, pero los fans del estilo ven en esta obra un disco maravilloso, y servidor suele pincharlo para disfrutar de una clase y de unos estribillos excepcionales. Lo que más destaca es el altísimo nivel en cuanto a composición, además de tener un vocalista y un guitarra solista fuera de series.

El disco

El inicio con “Saviors Never Cry” ya combina clase y potencia dejando entrever bastante músculo para ser un disco de AOR. Hay muchísimos detalles en la guitarra de un inspiradísimo Pete Lesperance y el estribillo es para enmarcar. Todo camina con un groove muy potente, hay parones, bajadas de intensidad y un plus de técnica que está por encima de las bandas del estilo. Ante todo, es clase. “No Justice” queda marcada por el brillante estribillo y por la combinación de calidad de un Hess espectacular a las voces y un Pete que a la guitarra se sobra sin tirar de excesos ni ser pirotécnico. El solo étnico-arábigo marida sorprendentemente bien con lo que es el tema.

Evocadora y con ecos totalmente Def Leppard se nos presenta “Stranger than Love”, de alma acústica y coros almibarados. Me atrevo a decir que si la graban los británicos sería clasicazo ineludible en sus conciertos. Destacar el pulcro sonido y la impecable producción de Kevin Doyle. Y si todo va para nota la rockera “Change Comes Around” sobresale por esos dejes más Van Halen y ese feeling feliz. Personalmente creo que es la mejor canción del disco por otro estribillo de lo que le pones un marco y lo cuelgas en la pared. Menuda facilidad gastaba el grupo en esta obra… E impecable el bueno de Darren Smith tras los parches.

“Jealousy” demuestra que el grupo era capaz de saltar de un estilo a otro con pasmosa facilidad y de ofrecer temas muy diferentes y variados para lo que es un disco de este estilo. Vuelve Hess a demostrar credenciales a la vez que Lesperance con un imaginativo solo de guitarra. Momento Survivor en “Sentimental Blvd.” con otra gran demostración de que no hay espacio para el relleno. Suele ser una de las que siempre cae en directo, y no es para menos. Temas como este hacen afición. Si te dicen que el disco es un recopilatorio de lo mejor de un grupo en 20 años, te lo crees…

Y del protagonismo de los teclados pasamos a una breve instrumental titulada “Mandy” en la que Lesperance juega a ser Satriani con técnica y sentimiento. “Empty Promises” vuelve a los terrenos Leppard si bien no la destacaría entre lo mejor, igual que la balada eléctrica “If There Was a Time”. Mantienen el nivel con la canción a capela “Just Like I Planned”, otra vuelta de tuerca a lo que es el disco, buscando variedad. Un experimento interesante. Y terminan con “Had Enough” con extra de guitarras en un gran final con pompa y técnica. Un tema total para que Lesperance se luzca apoyado por el bajo de un Mike Gionet que cumple ampliamente en todo el disco.

Veredicto

A pesar de ser un disco reverenciado por todos los amantes del hard rock y AOR su punto álgido no llegó más allá de entrar en las listas canadienses en el puesto 85. Les dio para un vídeo de “No Justice” y poco más. Como la portada del disco, es un fuego que quedó encendido y con los años más gente se acerca a esta gran obra, que puede presumir que no tiene ni un momento bajo. Cuando años más tarde sacaron el Mood Swings II casi que mejor ni hablemos, pues la intrascendencia y la repetición de esquemas es algo que se palpa en Harem Scarem.

En 2017 tuve la oportunidad de ver a Harry Hess y a los Scarem en directo, y bueno… no fue el show soñado precisamente. Un concierto exageradamente corto con los coros enlatados que no llegaron a emocionarnos precisamente… También eso de sacar un disco tan maravilloso en unos tiempos en los que el hard rock estaba casi proscrito de los medios hizo que todo se perdiera en el limbo. Si no les conoces y te gusta el hard rock, es un disco de obligada escucha.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1368 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.