Entrevista a Marco Mendoza, bajista de Thin Lizzy, Whitesnake, Journey y Ted Nugent: ‘Un concierto es la terapia psicológica necesaria para poder soltarse y seguir adelante’

Si Marco Mendoza viene a nuestra ciudad valía la pena probar de hacerle una entrevista. Aceptó sin problemas estando él ya en Barcelona y preparando los bártulos para ir hacia Vitoria. Este tipo ha estado con muchos de los grandes nombres de la historia del rock y desde que empezó a sus 16 años que no ha parado quieto. Tampoco durante la pandemia.

Es un auténtico privilegiado, pero la suerte no es algo que sea producto del azar y hay que ayudarla. Mendoza ayuda a la suerte para que siempre la moneda caiga de cara. En la entrevista hacemos un poco un recorrido por toda su vida, desde su infancia en Tijuana hasta los grandes escenarios. Y mi momento favorito: Cuando conoce al Bill Ward de Black Sabbath en las sesiones de alcohólicos anónimos.

Hola, Marco, veo que ya andas por Barcelona y sé que empiezas el sábado en Vitoria. Empecemos por lo primero: ¿Por qué el título de “Take It to the Limit” para esta gira?

Bueno, es una historia muy larga… Ya ves lo que pasó en 2020: la fiesta del Corona destruyó todo, todos los planes, y el single del nuevo disco que iba a salir en 2020 era precisamente este: “Take It to the Limit”. Era el sencillo a sacar y fue la primera canción que escribimos en el estudio. Y nos gustó porque es una canción con mucha energía: “Take It to the Limit”. Es una frase en inglés que es muy pegadiza: “Take It o the Limit” y también es una frase muy usada. Los Eagles tenían una canción titulada así (la canta). Y así resultó la canción. La verdad es que cuando escribimos canciones no las pensamos mucho, nos mueve el instinto y nos da siempre buenos resultados el hacerlo así. Entonces ese iba a ser el título del álbum… pero ahora no sabemos qué vamos a hacer, sinceramente… Tenemos que planear algo para el 2022 y andamos en eso ahorita.

Supongo que eres consciente que en España la cosa con el Coronavirus está complicada. Lo que no sé es si hay sillas ni qué formato va a haber en tu concierto. ¿Os han dicho algo?

Prefiero tener poca información y estoy tratando de no involucrarme mucho en la organización. Prefiero no tener presiones y conceptos previos. Creo que hay bastante capacidad, así que vamos a ver qué pasa. Yo vine para acá con la propuesta hecha de que iban a cambiar las cosas, pero el día a día de cada país es diferente. Yo voy a Holanda, voy a Bélgica, Francia, Alemania, Inglaterra… y ahorita estoy hablando de poder ir también a Dinamarca y Rusia. Entonces vamos a ver qué pasa pues. ¡Pero ya era hora! era hora de salir, porque después de tantos años, imagínate estos dos últimos cómo han sido…. Mucho tiempo y se ha hecho muy largo. Lo que nos ha pasado es algo que cuesta de creer. Yo he tenido la fortuna de trabajar mucho y de estar constantemente saltando de un proyecto a otro, o una gira, o un disco… No me puedo quejar. Entonces, cuando esto ocurrió, fue algo que, como decimos los mexicanos, “me sacó de onda”. Nos cogió a todos y ahora tenemos el hambre y la sed de salir y tocar en vivo, o en directo, como dicen ustedes en España.

Esta gira es muy importante para mí y también quería salir para avisar a mis amigos, a mis fans de que aquí estamos. ¡Todavía estamos aquí! Tenemos música nueva que va a salir el 2022 e intento que todo esto no me saque de onda, del negocio. Porque si te quedas fuera puede ser muy nocivo… Así que estamos esperando que los resultados sean buenos. Vamos a ver qué pasa… Yo creo que la gente también tiene muchas ganas de salir y escuchar música en directo, dejar atrás la crisis del Corona y todos los problemas que ha causado, eso es lo que necesitamos todos. El concierto es la terapia psicológica para soltarse unas dos o tres horas con música y divertirse para poder seguir adelante. Así que, sinceramente, yo pido poca información sobre las condiciones de las salas, pero no me meto mucho.

Vuelves a girar con Tommy Gentry de GUN y con Kyle Hughes. Es bueno que repitas con ellos, pero tengo que preguntarte el por qué te decidiste por ellos.

Sinceramente, ellos son unos muchachos que están enamorados de la música y les encantan  todos los aspectos de la música: la grabación, la composición, el tocar en directo… Y son más jóvenes, muy jóvenes, y tienen mucha energía que prende, y claro, yo me contagio de ello, pues es una energía muy positiva. Y también apoyan mucho lo que a mí me interesa, musicalmente, en la dirección que tomo y en lo que trato de hacer en el escenario. Imagínate, yo había tocado con mucha gente famosa de perfiles muy altos, y con ellos nos llevamos muy bien. A ellos lo que más les importa es la música, y a mí también. Entonces conectamos y nos lo pasamos bien, pues ya he hecho varias giras con ellos. Yo prefiero contar con ellos porque ya me conocen, nos conocemos mutuamente, y hay mucho respeto musical y como personas.

Es un buen indicativo de que continuéis los tres juntos.

Sí, aunque desafortunadamente, son buenísimos y en diciembre ya tienen otros trabajos. Van por su lado. Tommy va a trabajar con GUN y Kyle con Bumblefoot de Guns N’ Roses. Y bueno, yo tengo tres formaciones más. Así que, si hay necesidad, si es necesario que use otros músicos, los llamo. También tengo dos guitarristas y un baterista en Dinamarca, que son increíbles, y que cuando surge la oportunidad, les llamo a ellos. Y también tengo músicos en Italia, músicos en Los Ángeles que ya me conocen, que conocen mi música. Lo más importante es que haya buenos resultados, y si por ejemplo Tommy o Kyle no pueden, pues puedo contar con otro baterista, otro guitarrista. Obviamente hay diferente energía, diferentes colores, pero es algo que nos resulta sencillo.

He visto que tocáis muchas versiones y una de ellas la de Stevie Wonder “Higher Ground”. Para ello se necesita una gran voz. ¿Por qué Stevie Wonder? me huelo que es uno de tus grandes héroes, ¿no?

Sí, ya desde que era chico, y cuando me dediqué a la música como profesional, me interesó mucho. Él, pero también especialmente toda la música que salió de la Motown. Es una influencia y una inspiración para mí a muchos niveles. Pude conocer a Steve personalmente en Los Ángeles y se portó increíblemente conmigo. Conocí también a Nathan Watts, un bajista muy bueno que ha trabajado muchos años con Stevie Wonder, y somos amigos. Su carrera fue una de las que más influyó en mi música, pero en general la música americana. Como cantante el nivel de Wonderes altísimo. También me inspiran sus letras y cómo comunica a través de su música. Yo como músico y letrista trato de enfocarme en cosas positivas, la luz, la positividad… Y las letras de Stevie Wonder son increíbles.

Si te parece vamos hacer un repaso a tu trayectoria. Tú naciste en California, en San Diego, pero tu infancia es en Tijuana viviendo con tu abuela allí. ¿Cuándo vas para Estados Unidos? ¿Y cuándo decides que quieres ser bajista?

A los 14 o 15 años de edad yo terminé la secundaria en México, en Tijuana. Ya hablaba inglés, pero no era fluido, así que estuve hablando con mi papá y le dije que quería aprender más inglés. Así que decidimos ir a la escuela en Estados Unidos, en San Diego, pues mi tía vivía allí. Yo la visité y me metí en el instituto. Allí completé un año… pero entonces, fue cuando empezó la fiebre de la música ya que empecé a tocar con mi hermano los fines de semana. Me empezaron a salir conciertos en las escuelas, fiestas privadas y me interesé mucho por todo aquello. Y gracias a esto, llegó un grupo muy conocido de México que se me llevó de gira a los 16 años. O sea, que nunca terminé el instituto, sí, en México, pero no el High School en Estados Unidos. Y así empezó mi carrera: Me enamoré totalmente, me hipnoticé y perdí el control hacia la música y eso me dura hasta ahora.

Es algo muy importante pues a mí me fascina todavía después de 45 años de carrera. En fin, que fue algo que no planeé. Simplemente ocurrió a través de ciertas cosas que me iban pasando… ofertas que surgían y que me enviaban de aquí para allá, y de repente, ya estaba viviendo en Los Ángeles. Así ocurrió la cosa, pues con el simple hecho de que ya vivía en Los Ángeles se abrieron muchas puertas. Fue una gran oportunidad porque me dio a conocer. Conocí a muchas personas en la industria de la música: productores, cantantes, guitarristas… Lo mejor de lo mejor del negocio está en Los Ángeles, ya lo sabes tú. Y luego fue cuando se empezaron a abrir todavía más esas puertas, puertas más grandes y con unas oportunidades increíbles, y ahorita pues aquí andamos… todavía, después de tantos años.

Empiezas en 1990 entrando en el disco en solitario de Bill Ward, el baterista de Black Sabbath. ¡No está nada mal! Sigues en contacto con él? ¿Sabes cómo está?

Con Bill traté de comunicarme hará unos dos o tres años… y no, no pude. Lo más raro de todo es que el vive muy cerca de donde yo vivo pero no pude establecer comunicación. Y todavía recuerdo el día que le conocí. Fue en 1987, el 20 de septiembre de ese año. Decidí emprender el camino hasta la sobriedad. Tenía problemas con las drogas, con el alcohol y entonces llegas ese punto en el que dices: “ya paro”. A través de ese proceso fue como conocí a Bill Ward: en las reuniones de Alcohólicos Anónimos. Lo conocí y él ya sabía de mí.

Bill ya llevaba un poco más de año y medio, y yo un año de sobriedad. Y nos juntábamos… Y nos conocimos y empezamos a conectar. De repente, un día me dijo: “Estoy haciendo un álbum como solista y tengo a Jack Bruce, a Zakk Wylde, tengo a Ginger Baker… Me encantaría que vinieras a tocar. ¿Te interesa?” Y le dije: “Por supuesto que sí”. Y conseguí un poco de dinero para comprarme un bajo, baratísimo, porque ya llevaba mucho tiempo sin tocar. Llegué al estudio y me sorprendió pues me abrió las puertas. Y fue todo por el simple hecho de que estaba sobrio, él lo quería así: rodearse con gente sobria. Esa fue la conexión y me instó para que tocase una canción, pero terminé tocando cinco o seis. Una muy buena experiencia, y claro, luego se me abrieron muchas puertas a través de ese disco. Empecé a trabajar con John Sykes. Trabajé luego con Edgar Winter y luego Thin Lizzy, Ted Nugent, Whitesnake… A partir de entonces fue cuando empezaron a moverse las cosas mucho más rápido.

Siempre has estado bastante ligado a John Sykes y para mí es uno de los grandes personajes, pocas veces accesible. Tus primeros pasos son con él en Blue Murder. ¿Cómo fueron esos años y qué tal con Sykes?

Con John Sykes estamos en contacto, hablamos una vez al mes o cada dos meses. Hace poco estuvimos en contacto y me dejó un mensaje porque está planeando algo… y a ver si resulta. Pero me pidió que no hablara sobre eso. O sea, ya sabes que, si por una cosa u otra no termina de funcionar el proyecto, prefiere no anunciar nada oficialmente. Pero a mí me encantaría salir de gira con él otra vez. Tiene una carrera increíble. Es un guitarrista clásico, y como compositor y cantante es muy especial, tiene mucho talento. John entonces necesita del público otra vez. Se retiró, o digamos que se retiró un poco, y hoy anda buscando las puertas correctas a ver qué se abre. Yo estoy tratando de ayudarle un poco, a ver si se puede organizar algo. Sería buenísimo, ¡imagínate! Yo creo que he hecho seis discos con él.

A ver si se puede organizar algo, pero, mientras tanto, yo ando ocupadísimo. Ahorita quiero enfocarlo todo a los conciertos en solitario. Quiero perderme durante unos seis o siete meses como solista. Se trata de avisar a los fans, al público y a mis amigos que me siguen y que me apoyan, que aquí estoy. Tengo música nueva que va a salir el 2022 y un libro que va a salir a fines del año. Vengan a pasar un buen rato conmigo de concierto.

Bueno, ya que mencionas lo del libro… ¿qué vas a contar en él?, ¿toda tu historia?

No, va a ser algo más fotográfico y mostraré el recorrido de mi carrera desde que comencé en México. Es un álbum fotográfico que habla de todo el recorrido de mi carrera, donde comencé, desde que empecé hasta ahora. Pero también te digo que ya me ofrecieron hacer un libro “pesado”, más de vivencias. Entonces vamos a ver, puesto que yo no me quiero meter en problemas (muchas risas).

¿Y en el concierto traerás merchandising? ¿El libro estará a la venta?

No, el libro sale en un festival en Escocia y sale a la luz en esa fecha. Será en Inverness en el Monster Fest. El concierto es 13 de noviembre y el 14 sale el libro. Entonces, vamos a hacer un algo especial el 3 de noviembre, que cae en domingo. Con esa fecha ya terminamos la gira, pero ahora, como te dije anteriormente, también me están hablando de Dinamarca y Rusia para girar. Siempre me sucede esto, siempre que saben que ya estoy de gira, que ando tocando, me salen ofertas por muchas partes. La idea sería terminar en noviembre, y yo creo que vamos a terminar porque tengo otros planes para diciembre. Y claro, Tommy tiene sus planes y Kyle los suyos. No tenemos la fecha de cuando sale el disco todavía, pero va a salir antes de que termine la gira en noviembre. Y luego parece que habrá otra gira pues me están haciendo muchas ofertas. Tal vez volvamos a España, si ustedes quieren.

¿Qué tal tu paso por Thin Lizzy? Porque estuviste con ellos muchos años. Uno de tus héroes es Tom Hamilton de Aerosmith, y estuvo con Thin Lizzy de gira.

¡Fueron 22 años hermano! Ni los había contado. Me di cuenta hace poco cuando hice una entrevista que estaba enfocada en la carrera de los Lizzy. Y yo estuve por 22 años, aunque bueno, me fui por un año o dos, pero son casi 22 años. Del 96 al 2018. ¡Wow, muchos años! ¿No es increíble? Imagínate, tienen un catálogo increíble de canciones clásicas de rock. Scott Gorham, Brian Downey, John SykesDowney es único como batería: es inmortal. Así que fue una oportunidad increíble. John Sykes fue la conexión ahí. Les dijo a los muchachos que tenía un bajista que le encantaba… Y fui a la audición, toqué… y ahí me quedé. Los primeros conciertos fueron en el 94 en Japón y se suponía que iban a ser seis o siete fechas nomás. De repente… como que el mundo se dio cuenta de Thin Lizzy, que estaba celebrando la música de Phil Lynott y los Lizzy. Luego empezaron a salir las ofertas, y de eso han pasado ya más de 22 años. Increíble… Es una música buenísima y que influye e inspira a muchos músicos, a muchos grupos y muchas carreras. Fue una gran experiencia, fue muy bonito y tal vez en el futuro haya algo ahí… Me dijeron también que vamos a ver, que a ver qué pasa.

Cuando entró Tom Hamilton a mí me sondearon… pero yo andaba ocupado con The Dead Daisies… Así que les dije que adelante, que Tom Hamilton era perfecto. Es una buena persona y yo soy fan absoluto de él. Luego me dijeron de entrar en 2019 pero yo ya estaba comprometido por otro lado. Veremos en el futuro, a ver qué pasa. Pero no sé si te diste cuenta de que Scott Gorham ya se retiró de los Black Star Riders… Se va a ocupar sólo de organizar conciertos de Thin Lizzy

Espera… a ver, a ver… ¿qué pasa?… ¿dices? Con lo que me has dicho… me da mucho que pensar.

Te di mucha información, ¿no? (risas)

Estoy analizando… estoy pensando y tenemos que John Sykes y tú que queréis hacer algo y salir de gira a la vez que Scott Gorham ha dejado Black Star Riders para dedicarse sólo a Thin Lizzy… Vale, me callo. ¡Ojalá salga! (risas)

Pero lo que más me importa ahorita es tocar mis conciertos y que el público conozca mi música, porque, sinceramente, es lo que toca. Hoy en día no tenemos el marketing ni la promoción que existía hace diez años. O sea, ahora es de tocar en directo, e introducir la música, así que, ojalá les guste y les interese. Ese es el propósito de estas canciones, y yo me divierto mucho más. Estoy emocionado y listo para darlo todo otra vez.

Tu última banda fueron los Dead Daisies. Allí hay dinero y grandes nombres. ¿Cómo fue esa experiencia?

Fue una oportunidad increíble, fueron cinco años y medio… y la discografía allí está, con música buenísima. Comenzamos con la primera formación fue con Richard Fortus, a la guitarra, David Lowy, con Dizzy Reed de los mismos Guns N’ Roses, el increíble cantante Jon Stevens… ¡y yo! Entonces Slash y Axl Rose se hicieron amigos otra vez y Dizzy y Richard abandonaron. Y seguimos adelante sin pianista, porque nomás hay un Dizzy Reed. Jon Stevens decidió quedarse en Australia así que entonces le hablamos a John Corabi e hicimos cuarto discos. Fue un tiempo increíble con mucho trabajo, las giras y los álbumes a pesar de que llegó a un punto en el que nos fatigamos todos un poco, pero especialmente John Corabi. Entonces le dije al manager que yo necesitaba descansar unos tres, cuatro, cinco meses… A principios del 2019 yo paré. Y no lo tomaron muy bien, así que empezaron a buscar otros cantantes. Hubo cambio de formación, pues de repente apareció Glenn Hughes por en el radar, y me hablaron y me dijeron que sólo sería cantante. Pero yo ya les dije que no, que es un bajista increíble. Soy un gran fan de él y somos amigos. Hay mucho respeto ahí. Entonces yo les dije que siguieran adelante. O sea, que les di mi bendición. Se juntaron con él y les ha ido bien. Desafortunadamente el Corona apareció y lo paró todo. Muy buenos shows por su parte y el disco está increíble. Me encanta.

Entonces… veo que en todas las bandas en las que estás dejas… siempre dejas una puerta abierta. Esto implica que te llevas bien con todos y que siempre eres una gran opción con la que se puede contar.

Sí, sí, sí, con todo el mundo. Así es la cosa… Porque a la hora de trabajar todos somos humanos y tenemos nuestros objetivos. El tema es no tener grandes egos y dejar que la otra persona siga adelante. Eso es lo que importa. Pues yo he tenido la suerte de que he tenido y siempre me han salido muchas alternativas, me ofrecen por muchos lados, entonces nunca tuve… excesivas preocupaciones. Gracias a Dios las cosas pasan porque pasan, pero los años y la energía que se imprimió a Dead Daisies necesita seguir adelante conmigo o sin mí. Esa es mi lógica. Somos amigos, nos comunicamos muy frecuentemente con todos ellos, y tal vez, en un futuro, habrá otra oportunidad de hacerlo otra vez. Uno nunca sabe, pero sí, imagínate, tengo una trayectoria increíble. Me sorprendo a veces de todo… Por ejemplo, mira, ahora ando ocupadísimo con Journey, acabamos de hacer unos conciertos increíbles. Esta fue también otra oportunidad enorme.

Ufff, Marco, has estado en tantas bandas que vamos a hacerlo más rápido todo. Aquí te resumo tres preguntas en una: Te llaman a la vez Ted Nugent, Neal Schon y David Coverdale…  ¿cuál aceptas?

Ohhhh… Los acepto a los tres.

Vale… pero con Ted Nugent parece complicado el tocar con él. ¡Menudo personaje y gran guitarrista!

No… yo me la pasé muy bien con él, con mucho respeto y me trató increíble. Y es un guitarrista legendario y rockero desde el 63. ¡Imagínate! Es historia y su trayectoria es increíble, pues influyó e inspiró a muchos guitarristas y muchos músicos en Estados Unidos. Hay mucho respeto y yo nunca tuve problemas con Ted, ninguno. Sinceramente, fue algo maravilloso, pero también tuve buenas experiencias con Neal Schon, con Soul Sirkus, Whitesnake… Y estoy contento de que de buenas oportunidades no me falten. A veces me pongo a pensar por lo que he pasado y creo que es increíble.

Si es que yo tuve muy claro de hacer esta entrevista porque siempre pensé: “este hombre ha estado con todos”. Incluso estuviste con Dolores O’Riordan de Cranberries.

Sí, hicimos dos discos, y empezamos con el tercero pero desafortunadamente se nos fue. Pero es también una experiencia hermosa, increíble, era muy talentosa. Me dio mucha lástima lo que pasó, porque fue un accidente… pero entonces los dos discos que hizo Dolores son buenísimos. Un poco se desvió de la dirección de los Cranberries. Ella quería hacer algo más duro. Otros tipos de música.

Vale… resumiendo un poco: ahora estás con que vas a hacer tu gira, va a salir el disco, después de esta gira el libro… ¿Y tienes otros proyectos?

Sí, bastantes. Y de alguno puedo hablar… (risas). Uno es un álbum para el sello italiano Frontiers, con Tommy Aldridge y Joel Hoekstra de Whitesnake, Michael Sweet y Nathan James cantando. Es un proyecto en el que la música está increíble.

¡Nathan James es un cantante increíble!

Vale… aparte de este disco hay dos o tres cosas que se están cocinando (risas) y que me pidieron que las mantuviera fuera del radar hasta que se anuncien oficialmente. Así es el negocio… Quieren el impacto. Que de repente anuncien algo y que sea algo que tenga un gran impacto. Pero, en definitiva, hermano Jordi… es mucho trabajo, doy gracias a Dios.

Vale… finalizando. Estoy seguro que si pudieras hacer grupo y ponerle nombre estarían allí John Sykes y Tommy Aldridge… ¿me equivoco?

Sí, totalmente de acuerdo.

Vale… ¿Y quién más?

Oh, ¡bárbaro! Pues te diría que Neal Schon, Ted Nugent, Richard FortusBrian Tichy también. Es que yo tendría tres o cuatro bateristas (risas). Sería una banda de 30 músicos. Pero sí, los años que invertimos con John Sykes y Tommy Aldridge fueron muy importantes para mí, tanto como músico como persona. Si con el favor de Dios hay otra oportunidad de hacer algo con John, que parece que sí, pero… es lo único que te voy a decir del futuro. Y con Tommy de GUN acabamos de hacer este álbum en solitario. Tommy es increíble. Y por ahí andan dos cositas más que espero que se sucedan completamente, ¡gustará a todos los lectores y compañeros de Science of Noise!

Entonces dime cuál sería tu canción perfecta, la que tú crees, o la que se te pase por la cabeza ahora.

Hay tantas… ¿no? Todas las canciones de los Beatles en el Abbey Road. Y luego te diría el “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin. ¡Qué bárbaro! Tengo que decirte que durante muchos años el rock progresivo me encantaba. Bandas como Yes, el “Roundabout”, el Close to the Edge… Las producciones son alucinantes. Y como cantantes ya he tenido oportunidad de cantar con mis favoritos: David Coverdale o Arnel Pineda de Journey. John Sykes que también es un cantante increíble. Dolores O’Riordan, Bill Ward tenía muy buenos cantantes en su disco también. Incluso cantó allí Ozzy Osbourne, con quien hicimos un videoclip: “Bombers (Can Open Bomb Bays)”.

Muchas gracias, Marco. ¡Nos vemos en Barcelona!

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1351 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.