Entrevista a Frank Thorwarth, bajista de Tankard (II): ‘Lo del amor por la cerveza surgió en los 80 y ya no hay razón por la que cambiar’

En esta segunda de la parte de la charla con el gran Frank Thorwart toca hablar de temas profundos y banales, que, al fin y al cabo, es lo que caracteriza a Tankard en esencia. Son una banda que parece de puro cachondeo, por un lado, pero si profundizas en letras y temáticas verás que hay mucho más que cerveza y fiesta.

Pasamos de hablar de la canción que sonará en el funeral del bajista a los discos locos de Tankwart en los que el grupo versionaba a Raffaella Carrá, Heino, Dschinghis Khan y Manolo Escobar. El retorno del formato casete, los primeros años en Noise Records o el disco incomprendido del grupo: Tankard (1995).

La canción más larga del disco Pavlov’s Dawgs es “On the Day I Died” y está al final del álbum. ¿Por qué esta canción y por qué al final?

De alguna forma te puedo decir que es mi canción favorita del disco, e incluso, le he dicho a mi mujer que, si algún día muero, quiero que esta composición suene en mi funeral. Digamos que es la canción más lenta de todas y trata sobre los pensamientos que uno tiene el día antes de que vaya a morir. Hay frases como: “¿He rendido todas mis cuentas pendientes? ¿Hice todo lo correcto?” Esos serían los pensamientos que tendría yo, son las cosas en las que uno suele pensar cuando va a morir… y eso sucederá algún día. Me encanta la canción y me encantan las letras. También la música, y como te he mencionado antes… sonará el día de mi funeral.

Parece que hay una edición especial en formato casete en marcha para este trabajo. Después de la vuelta del vinilo parece que el formato casete vuelve a la carga…

Me he enterado de ello… no lo he visto físicamente todavía, pero sé que estará disponible en este formato. Yo tengo todavía algunas cintas antiguas de la década de los 80, pero estoy segurísimo que no funcionarían si las pongo. Llevan en mis estanterías décadas enteras. Han pasado ya más de 30 años, pero me parece muy gracioso que lo editemos en casete. Supongo que es algo “interesante” para la gente, aunque para mí es “extraño”.

Cuando yo era un chaval me compraba los discos en vinilo y luego los pasaba a casete para poderlos escuchar en el coche. Eso lo hacía para no dañar el vinilo. Ya sabes, los vinilos son muy delicados… Odiaba que el vinilo se rayara, por lo que lo pasaba todo a casete. Así que editar el disco en casete es como volver a los 80, es muy divertido. Veremos cómo funciona (risas). Igual dentro de poco volvemos al gramófono.

Sí, es un retorno en toda regla…

Es que quizá la gente está un poco harta de que todo sea en formato digital. Todo es muy estéril… escuchas los discos sin tener nada en tus manos. Te lo bajas en formato MP3 y es muy impersonal, no hay esa sensación de poseer el disco. Creo que esta sería una de las razones por las que vuelven otros antiguos formatos. La gente demanda los viejos formatos en los que se editaba antes la música.

Considero que es algo bueno para las compañías de discos, pero yo te confieso que mi formato favorito es el CD. Tengo millares de ellos.

También es mi formato favorito, y si te digo la verdad, es que no tengo ni tocadiscos para escuchar mis vinilos. Y eso que tengo muchísimos discos en vinilo. Debería ponerme a digitalizar todo ese material, pero todavía no he tenido tiempo para dedicarme a ello.

He visto que ahora habéis sacado un pack especial llamado For a Thousand Beers con todos los discos de la era Noise que va con un DVD. ¿Es una celebración perfecta para vuestros 40 años de carrera?

No realmente, pero sí que encaja con lo que dices. Fue una idea de la gente que posee los derechos de nuestros muchos discos en la etapa en Noise (los primeros discos). Es la discográfica BMG. Tuvieron esta idea y encajaba con nuestro 40º Aniversario, pero nosotros vemos más la celebración de nuestra carrera con el nuevo disco que sacamos ahora.

Todo formaría parte de este aniversario. Digamos que la gente de BMG quisiera hacer este pack es algo muy divertido porque hay allí muchísimos videos, muchísimas fotos, y eso es genial poderlo ver. Éramos muy jóvenes y delgados, no como ahora que estamos muy gordos (risas).

Manowar son los reyes del metal y Tankard los reyes de la cerveza. Si hay una banda que son los reyes de la cerveza no hay duda: Tankard es la indicada. ¿Por qué ese amor a la cerveza por encima de todas las cosas?

Exacto… porque tiene un sabor delicioso, aunque… realmente quizá no haya ninguna razón en particular. La idea surge simplemente de pasarlo bien. Una cosa llevó a la otra, pero no había ninguna intención premeditada para ello. Sucedió en los 80 y lo fuimos desarrollando poco a poco. Simplemente surgió y hemos aprendido a convivir con ello.

Ya no hay razón por la que tirar hacia atrás y tampoco queremos cambiarlo porque los cuatro músicos que formamos Tankard tenemos las mismas ideas y nos gusta ir en esta dirección. A todos nos encanta ir de fiesta, tomar una cerveza y hablar de todo un poco, así que todo encaja. Pero también te diría que si lees nuestras letras verás que realmente tampoco hay muchas canciones que traten sobre la cerveza exclusivamente.

Y especialmente en Pavlov’s Dawgs. La única canción divertida con letras cachondas es “Pavlov’s Dawgs”, la primera. Todas las otras tocan temas muy serios. Es una ironía todo en sí mismo, o digamos mejor… que es una sátira. Es igual como lo puedas ver, pero hay letras muy serias en nuestro material.

Es que una de las cosas que más me gustan de Tankard es vuestro sentido del humor. Creer que Tankard solo habla de cerveza es no conoceros. Hay crítica social y cosas muy actuales y que dan mucho que pensar, especialmente en este último disco. Aquí tocáis temas muy actuales, la verdad. Creo que vuestro sentido del humor os hace diferentes a muchas otras bandas de estilo similar.

Sí, eso es un poco lo que somos nosotros. Pero también te hablo en plata: no planeamos que las cosas surjan así. Obtener ideas para las canciones y las letras es algo que surge de viajar juntos y de tocar juntos. Si al viajar alguien tiene una buena idea la apuntamos y pensamos en ella. Así es como las hemos ido recopilando a lo largo de los años. Terminamos con una buena colección de ideas y las ponemos juntas, las enlazamos con las letras y tratamos de no desviarnos de la idea primigenia. A veces es un simple nombre.

Hay un buen ejemplo para ilustrarlo bien: la canción “A Girl Called Cerveza”. Simplemente estábamos viajando. Y no sé ahora decirte si surgió en España o en Suramérica pues ya ha pasado mucho tiempo. Bebimos unas cervezas y tuvimos claro que debería existir una chica llamada cerveza (risas). Y de esa idea surgieron las letras del tema. Así es como funcionamos: alguien tiene una idea, lo ponemos en común y alguien de la banda intenta hacer las letras. Y sí, para nosotros es muy importante el que las letras de las canciones sean muy buenas. Eso es lo más importante.

Siempre se dice que Tankard, Sodom, Destruction y Kreator son el Big Four del thrash metal alemán. ¿Qué otras bandas germanas consideras que merecen otro lugar en el big four alemán y hacer un Big 5: ¿Quizás Assassin o Warrant…?

Ostras… la verdad es que hay muchísimas bandas buenas que lo merecen y quizá, la primera que me viene a la mente, sería Exumer. En el pasado había otras de muy buenas como Deathrow. Hay mucho recorrido desde entonces y han surgido muchísimas bandas y desgraciadamente, muchas de ellas, ya no están aquí. Y supongo que lo del Big Four es porque fuimos las primeras en parecer. Coexistimos con otras, pero eso quiere decir que seguimos en activo. Ha habido buena suerte (risas).

Yo te diré que me gustaron mucho Warrant, que sacaron un solo disco.

Sí, eran buenos, me gustaban.

Actualmente trabajáis con la discográfica Reaper Entertainment. ¿Por qué dejasteis Nuclear Blast y os decidisteis por Reaper Entertainment?

La respuesta es muy fácil: el jefe de Reaper es Florian Milz quien estuvo trabajando en Nuclear Blast para nosotros. Él hacía las notas de prensa y nos hacía toda la agenda de promoción. Como sabrás, Nuclear Blast tomó otra dirección y ya lo de sello independiente ha quedado atrás. Flori se juntó con otros ex de Nuclear Blast y empezó una nueva compañía, por lo que para nosotros era un paso muy lógico. Hablamos con la gente que estaba en Nuclear y no hubo problemas ni malos rollos: tuvimos la oportunidad de cambiar.

Estamos encantados con Reaper, y en el fondo nada ha cambiado, tenemos la misma gente con la que trabajábamos antes. Estamos en el top 5 de las bandas de la escudería y no en el número 1000 que podríamos estar con Nuclear Blast. Esto es mucho mejor. El contacto es directo y conocemos perfectamente a la gente con la quien trabajamos. También quiero añadir que los años con Nuclear Blast fueron muy buenos… Ninguna queja.

Tankard comenzó con Noise Records y tengo que decir que en los años 80 y 90 Noise era mi sello discográfico favorito. ¿Cómo fue la experiencia de estar con la gente de Noise?

Fue muy divertido. Nosotros nunca pensamos en llegar a tener un sello discográfico… eramos unos chavales de instituto. Hacíamos ruido en el sótano y llegamos a ensayar en una iglesia. Pudimos grabar dos demos, la primera Heavy Metal Vanguard y la siguiente fue Alcoholic Metal. Increíblemente con la segunda conseguimos fichar por Noise Records. Se la mandamos a muchas compañías, pero fueron ellos los que nos dieron el “sí”. Fue emocionante lo de recibir ese contrato.

Nos reunimos con ellos en un bar y no entendimos nada de lo que nos hablaban, pero firmamos (risas). Afortunadamente era un contrato bueno. Obviamente no era el mejor para una banda que empezaba, pero estaba bien. Desde mi punto de vista no me puedo quejar de nada. Lo pasamos genial y aprendimos mucho. Conocimos a Karl- Ulrich Walterbach de Noise, hubo una gran conexión y los discos con ellos tuvieron bastante éxito para esos tiempos, así que te diría que para nosotros fueron años muy bonitos.

Las primeras canciones que escuché de Tankard fueron «Maniac Forces» y «(Empty) Tankard», ambas de tu álbum debut: Zombie Attack. ¿Es posible para vosotros tocar en un concierto y no llegar a tocar “(Empty) Tankard”?

No. Juraría que no hace muchos años llegamos a tocar alguna vez un concierto sin este tema, pero fue debido a que había toque de queda en Alemania y nos quedamos sin tocarla. No la tocamos porque apagaron la electricidad. Normalmente siempre la tocamos. “(Empty) Tankard” es el gran momento y es la última canción de nuestros directos. Nunca la quitaremos del set, eso lo tenemos más que claro.

Es pura fiesta y el riff es maravilloso.

Exactamente…

Pero tengo que confesar que mi disco favorito es The Tankard de 1995. Quizá sea más metal melódico y pesado que thrash metal ¿Por qué cambiaste tu sonido en 1995?

De alguna manera, para nosotros, fue un paso lógico. Andy Burgalopoulos, nuestro exguitarrista, componía de una manera determinada y lo focalizó mucho en las líneas vocales y las hizo más melódicas. Lo vimos todo bastante lógico, y creo que tienes razón. Es para mí también uno de mis discos favoritos de Tankard y suena bastante diferente respecto a los otros. Y juraría que cuando lo sacamos a muchísima gente no le gustó nada.

Incluso a las revistas de heavy metal y prensa especializada no les gustó. Pero ahora ha pasado el tiempo y escucho esta misma opinión favorable hacia ese disco por parte de mucha gente, y no te hablo de hace mucho, es algo muy reciente. Se empieza a valorar y es un disco que a mí me encanta. Estoy muy de acuerdo con lo que dices a pesar de que se aleje bastante del sonido típico de Tankard. Durante mucho tiempo fue mi favorito, pero ahora… Pavolv’s Dawgs es mi favorito (risas).

Hora de hablar de Tankwart de esa locura en forma de dos discos de puro cachondeo. Tengo un disco de Tankwart comprado en Itzahoe, yendo de camino a Wacken. ¿Por qué llegasteis a tocar canciones típicas españolas como “Que viva España”, otras de Raffaela Carrá mezcladas con canciones de Dschinghis Khan?

Sí… en Alemania a este tipo de música la llamamos schlager, son esos viejos hits en alemán que bailaban nuestros abuelos y padres. Casi todos los que tocamos en esos dos discos son temas de los 70s. Eran los 90, éramos jóvenes y empezamos a hacer versiones de esas canciones. La idea era hacer algo divertido, y “Gerre”, nuestro cantante, iba a esta clase de conciertos y le encantaban. Y nos dijo: “Hey tíos, tenemos que hacer un disco de canciones schlager”.

Obviamente le dijimos que estaba completamente loco y que de ninguna manera haríamos algo así. Nos ponía de los nervios con su propuesta, pero al final accedimos a ella. Y fue todo muy divertido. Grabar aquello fue una pasada (canta “Tanze Samba mit Mir” -popularizada en España por Raffaela Carrá), ¡qué divertido! Llegamos a tener algunos conciertos como Tankwart, que fueron una fiesta. Aunque ya te digo ahora que no hay plan alguno para volver a hacer algo similar.

Recuerdo que tocasteis en Wacken Open Air como Tankwart en jueves, pero yo llegué demasiado tarde viajando en autobús. ¿Cómo fue ese espectáculo como Tankwart?

No tocamos en Wacken como Tankwart, aunque… puede que tocásemos algunas canciones. No sería un show completo de Tankwart. Fue una época en la que cuando tocábamos en directo como Tankardañadíamos alguna de esas canciones al directo.

¿Cuándo hablas de schlager entendería que Heino es el máximo representante del estilo? 

Heino sería uno de los máximos representantes del estilo sí. Es un cantante muy famoso en Alemania, pero también hay otros. Creo que de Heino incluimos una canción en uno de los dos discos. Creo que el tema se titula “Edelweiss”, pero no estoy seguro al 100%. Ya lo he olvidado (risas). Ha pasado ya tanto tiempo… de lo que no puedo olvidarme es de nuestra versión del “Tanze Samba mit Mir”. Hubo un video de esa canción y es muy divertido.

¡Y tocabais “Una paloma blanca”!

Sí, fue una canción de mucho éxito en Alemania. A mis padres les encantaba (risas).

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.