Einherjer – North Star

Puede que Einherjer siga siendo una banda un tanto desconocida en estos lares. Siempre me ha parecido abrumador ver como el movimiento fanboy nacional de estilos como el folk – viking metal se ha acercado más al sonido de bandas a priori más simplonas como Finntroll, Korpiklaani o Ensiferum en vez de abrazar los verdaderos titanes del subgénero como Borknagar, Skyclad, Cruachan, Moonsorrow o, el caso que nos ocupa hoy, Einherjer.

Einherjer fueron pioneros en este estilo mal etiquetado comúnmente conocido como el metal vikingo. Vamos a ver como contextualizamos el tema del viking:

El viking metal es un subgénero de la música metal con raíces en los álbumes Blood Fire Death y Hammerheart de Bathory. Esos lanzamientos crearon una transición limpia de la música black metal anterior para encarnar lo que ahora se conoce como viking metal. Algunas de las características más comunes del metal vikingo son voces potentes y limpias y coros «épicos», riffs y percusión galopantes, teclados ricos con himnos, el uso de instrumentos de música folk nórdica como violines, flautas y cuernos; así como una atmósfera fría y triste. Además, las bandas suelen incorporar chillidos y ritmos explosivos de black metal. Además, como sugiere el nombre, el contenido lírico de la música a menudo se centra en la mitología nórdica y la época vikinga.

Lo primero y más importante de todo esto está en la clave de la etiqueta Folk. Las bandas folk usan elementos folclóricos variados de su legado como civilización. En ésta caso concreto, Einherjer son Noruegos. Y como es bien sabido, los vikingos fueron un movimiento profesional nórdico establecido entre lo que hoy conocemos como Noruega, Suecia y Dinamarca. O sea que, Bathory fundó un subestilo y Einherjer lo moldeó unos años más tarde llevando el sonido hacía terrenos más oscuros. Y con todo esto solo quiero afirmar que sí, tanto Bathory como Einherjer SI son bandas de viking metal.

Con North Star, los pioneros Einherjer lanzan su octavo estudio álbum. El álbum marca el regreso de la banda a Napalm Records después de 25 años. Con el sello lanzaron su fantástico debut titulado Dragons Of The North (1996) y después abandonarían el sello para fichar por Century Media.

La banda nos presenta su octavo disco en el que siguen siendo musicalmente fieles a sí mismos y con él, refuerzan un poco más su leyenda. En North Star encontramos los sonidos creados por Bathory elevados a su máxima expresión épica, gracias a unos suntuosos y muy decentes teclados, riffs de guitarras densos, bajos omnipresentes, guitarras acústicas, una voz que coquetea constantemente con el black metal y canciones que por lo general no pasan de medios tiempos, manteniendo un ambiente épico digno de una de los mejores bandas de viking metal hasta hoy día.

North Star se grabó a raíz de la pandemia Covid-19 en el estudio Borealis, propiedad del miembro fundador y cerebro de la banda Frode Glesnes. La producción se vincula perfectamente con su predecesor Norrøne Spor y hace que North Star sea probablemente su álbum más poderoso hasta la fecha.

El duo de canciones inciales del álbum, «The Blood And The Iron» y “Stars” nos sacuden y orientan de forma excepcional. La primera es un tema que muestra perfectamente todo lo que va a acontecer a lo largo de North Star. Tormentas eléctricas graves que atraen al oyente desde el primer segundo. Mientras que «Stars» se basa más en los paisajes sonoros atmosféricos con acordes muy oscuros.

A lo largo de todo el disco, los riffs más melódicos se funden con growls temibles y un atronador juego de batería. Canciones cargadas de épica pese al corto minutaje de las mismas. Todo un acierto por parte de la banda. También encontramos solos fantásticos y rellenos con efectos sonoros imprescincibles.

North Star es un disco excelente, un disco que nos muestra fielmente cómo deberian sonar las bandas que se quieren encasillar dentro del viking metal. Un disco épico y contrastado, oscuro pero melódico. Ligero pero pesado. Un disco muy disfrutable.

Beto Lagarda

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