Del dinosaurio que mató a un hombre en Santa Coloma a “la muerte” del Rock Fest

La foto que adjunto en este artículo de opinión es la de un dinosaurio asesino que mató a un hombre en la explanada en la que se hacía el Rock Fest. Un estegosaurio de cartón-piedra que se cargó a un hombre de 40 años a 30 metros del recinto de conciertos. Parece mentira que un dinosaurio de cartón pierda matase a un señor, al que parece ser, se le cayó el móvil dentro, y al meterse dentro del reptil milenario, quedó atrapado dentro en el mismo hasta quedar asfixiado. Otros dicen que quiso pasar la noche durmiendo dentro del reptil… Pero los dinosaurios no se han hecho para dormir… a pesar de que cerca quedaba un campo de sueños: la esplanada del Rock Fest.

La principal hipótesis es que el hombre entró en el dinosaurio para dormir

Días después, un padre y un hijo percibieron un hedor insoportable y descubrieron que el estegosaurio tenía un cadáver en su interior. Lo más chocante de todo es que en un concierto heavy en Razzmatazz pude escuchar a un tipo explicando cómo había sacado el cuerpo de ese artefacto de cartón piedra. Quise preguntarle por los detalles, pero ese tío contaba a una chica que, al sacar ese cuerpo sin vida, había descubierto su verdadera vocación, por lo que… como comprenderán: no quise intervenir… ¡Daba yuyu la conversación!

Lo más triste de todo, es que el dinosaurio no puso de su parte, no atacó al hombre, pero el ayuntamiento de Santa Coloma castigó al reptil y lo ha aparcado dentro del parque municipal de automóviles que se lleva la grúa. ¿Y dónde? Sí, en Can Zam… Posiblemente ese ser del jurásico tardío no tuvo culpa alguna de esa muerte y vivía encantado de estar allí compartiendo recinto con otros seres de otra época cada julio como Ozzy Osbourne, Scorpions, Blue Öyster Cult, Judas Priest o Kiss. Dinosaurios que suenan matadores… como el estegosaurio.

Los dinosaurios no se han hecho para dormir

El caso es que este 2023 nos hemos quedado sin Rock Fest, hecho que me apena mucho puesto que soy de esa generación que en los 90 tenía que emigrar hasta Alemania para poder ver esas bandas que nunca podía ver en Barcelona. Eran tiempos jodidos en los que no teníamos para pagar apenas cervezas en Wacken y soñábamos con tener, algún día, un festival semejante en nuestras tierras. Increíblemente eso sucedió y Barcelona tuvo su Rock Fest después de años de secarrales en Zaragoza, polígonos en el extrarradio de Madrid o en poblaciones varipintas como eran Moncofa o Puerto de Mazarrón.

Perder el Rock Fest es doloroso, y… como en el caso del dinosaurio, tampoco sabemos qué pasó realmente. Hay obras en Can Zam, cierto, y así llevan casi todo el año. Lo que no sabemos es si cuando todo estas terminen se habrá tenido en cuenta el festival. Otros apuntan a que los vecinos están hartos de escuchar berrear a Dee Snider y que estamos en fechas de elecciones. Y hay otros que sospechan que hay otras razones que apuntan directamente a la promotora. Quizá sea la suma de todas, pero nos hemos quedado sin un festival de tres días de heavy metal al lado de casa.

El misterio del hombre que acabó muerto dentro de un dinosaurio en Santa Coloma de Gramenet. ¿Cómo pudo ocurrir?

El problema realmente es que, al igual que el hombre que murió dentro del dinosaurio, parece inexplicable el por qué un festival de renombre internacional, al que podías llegar en metro y con artistas de primera línea, ha terminado muriendo, y cuando digo muriendo, lo digo porque este parche en el Pavelló Olímpic de Badalona (hogar del Joventut) no lleva el nombre de Rock Fest como reclamo y sí el de Barcelona Rocks. De todas formas, hay que agradecer a la empresa (la cual ya no sabemos su nombre porque cambia cada tres meses) siga apostando por el heavy metal en Barcelona-Catalunya y nos ofrezca un día de alegría con Scorpions, Saxon y demás.

Las cosas se pueden hacer mal, el infortunio pandémico puede aparecer, Ticketmaster puede hacer de las suyas, pero a veces la crítica sangrante y destructiva que se hace desde el propio fan hacia la organización del festival tapa lo esencial: que hemos perdido un Rock Fest de tres días en nuestra casa, algo que soñamos durante décadas. Y cuando digo perder un festival, tened claro que todos y todas los/las que os quejáis del cartel, de los horarios, de los precios de la bebida y de los organizadores… vais a perder un festival del que quejarse… Puedes quejarte del Ripollet Rock y Can Mercader, pero no es lo mismo.

El hombre del dinosaurio de Santa Coloma murió por asfixia

¿Y qué pasará con el Rock Fest el año que viene? ¿Volverá la edición de tres días? ¿Se hará en Can Zam? ¿Alguien nos contará algo? Como con la muerte en el interior del dinosaurio… las grandes preguntas quedan flotando en el aire de Can Zam, recinto en el que Justo Molinero de Radio Taxi consiguió el récord de la sardana más grande del mundo. Y en Santa Coloma de Gramenet, una población que vienen a estudiar los japoneses sobre “cómo no hay que diseñar nunca una ciudad”, siguen pasando cosas raras: hoy le ha explotado a un chaval en patinete eléctrico.

Amo Santa Coloma de Gramenet (en donde trabajo en un instituto), amo el Rock Fest (he ido a todas las ediciones) y amo al puto estegosaurio (liberad a Willy). Esperemos que dentro de un año podamos volver a ver a todos los dinosaurios en julio y que pongan al estegosaurio al lado de la guitarra gigante. Pero… molaría que alguien diera explicaciones, ¿no?

El ayuntamiento de Santa Coloma retiró el animal de la zona días después del suceso y lo conserva en un almacén, por si el juzgado que instruye la causa lo reclama

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1367 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.