Diablo Swing Orchestra hace nuestras delicias y llena en su primera actuación en España

En una semana llena de conciertos, siempre viene bien un poco de fiesta buenrollera, como la que nos trajeron el pasado jueves la gente de Diablo Swing Orchestra. Como nos indican con su nombre, su música es de lo más variopinta, tocando palos distintos en cada canción. Pero no os dejéis engañar, porque a pesar de contar con un chelo, un teclado y dos vientos, fundamentalmente son una banda de rock duro. Así lo demostraron en Bóveda, con un espectáculo que por bien poco no consiguió llenar la sala marinera.

El público les esperaba impacientes bajo luces rojas, y se veían muchas camisas hawaianas y atuendos de lo más coloridos, como los que llevan ellos para tocar. Tras una intro de rigor, hacían aparición entre júbilos y empezaban el guateque con «Guerrilla Laments» . El sonido empezaba haciendo bola, pero por suerte durante este primer tema fue mejorando hasta que todo se oía con bastante claridad. Siempre soy escéptico ante la idea de meter grupo con tantos instrumentos en una sala como esta, que no es conocida por gozar de la mejor acústica, pero en esta ocasión les salió bien la jugada.

Con ocho miembros sobre las tablas, quizás estuvieron un poco apretados, pero enseguida se soltaron con el swing metalero de «A Tap Dancer’s Dilemma» o la curiosa «Out Came the Hummingbirds», que me recuerda a una mezcla entre Rammstein y Die Antwoord. Después de cada uno, siempre había expectación por ver con qué nos iban a salir a continuación. Viajamos brevemente a Japón con «Black Box Messiah», tuvimos un momento emotivo cuando Kristin Evegård se sentó al piano para cantar «Ode to the Innocent» en solitario y nos pusieron a cantar en castellano con «Celebremos lo inevitable». Le dieron un buen repaso a su discografía, presentando también el más reciente Swagger & Stroll Down the Rabbit Hole (2021).

La calidad de cada uno de los músicos se podía apreciar a leguas. Todos contribuyendo con voces o coros en algún momento de la actuación, y cambiando de instrumentos frecuentemente. Tanto Kristin Evegård Como Daniel Håkansson son capaces de utilizar el registro operístico para piezas rimbombantes como «Lucy Fears the Morning Star» o «Bedlam Sticks», y otros más suaves según les convenga. El trompetista Martin Isaksson también se sentó al piano en alguna ocasión y hasta el chelista Johannes Bergion tomó la voz principal en la divertida «Saluting the Reckoning», cediendo su instrumento a alguien del público para que se lo guardara mientras tanto.

Y para acabar, de vuelta a sus raíces con dos cortes de su primer disco The Butcher’s Ballroom (2006). «Infralove» y «Balrog Boogie» fueron un buen chute de intensidad para el final del show. Y «Vodka Inferno» ya fue la guinda del pastel, con la mezcla de swing y metal con la que tanto brillan para despedir el primer concierto en España en la historia de la banda. Dada la buena respuesta que tuvieron, seguro que no será la última. Ah, ¡y van a necesitar una sala más grande!

Setlist:

Guerrilla Laments
Knucklehugs (Arm Yourself With Love)
A Tap Dancer’s Dilemma
Saluting the Reckoning
Out Came the Hummingbirds
How to Organize a Lynch Mob
Black Box Messiah
Superhero Jagganath
Lady Clandestine Chainbreaker
War Painted Valentine
Ode to the Innocent
Lucy Fears the Morning Star
Celebremos lo inevitable
Jig of the Century
Honey Trap Aftermath
Exit Strategy of a Wrecking Ball
Voodoo mon amour
Bedlam Sticks
Infralove
Balrog Boogie
Vodka Inferno

Aleix Besolí

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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.

También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.