Carpenter Brut: Serie B y sintetizadores para todos los públicos

Que el synthwave de nueva generación, o más conocido actualmente como retrowave ha llegado para quedarse es ya un hecho. Coger todo lo que en los 80 molaba, meterlo en la caja de un Amstrad, agitarlo y traerlo hasta el siglo XXI es un modus operandi que lo hemos estado viendo en televisión, música, videojuegos desde hace ya unos años. Y dentro del amplio mundo de los sonidos renovados quizás ha sido el francés afincado en Poitiers Franck Hueso, más conocido con su peliculero alter ego: Carpenter Brut. Que decir tiene que el pequeño Hueso ha mamado del gran director de cine sus atmósferas creadas con sintetizadores de línea gruesa para crear el monstruo de tres cabezas sobre las tablas junto con el guitarrista Adrient Grousset y el baterista Flourent Marcadet, ambos pertenecientes a la banda de metal francés Hacride, para hacernos bailar cual Michael Myers en una orgía de sangre adolescente de cheerleaders.

GosT

Nada como para caldear el ambiente como un poco de misa negra dirigida por el mismísimo príncipe de las tinieblas. El personaje GosT nos trae un aura de misterio en la que la reencarnación de Baalberith nos llena los oídos del synthwave más oscuro, o como quiere ser conocido por el mismo productor, slasherwave. Ataviado con una magnífica túnica negra y mantilla que cubría la totalidad de su rostro solo nos hacía rememorar a una viuda desconsolada que sucumbe a los poderes del averno. Los sintetizadores sobre el escenario estaban presentados en un púlpito con una calavera de brillantes ojos rojos, y dos columnas a sus laterales con simbología satánica: era su carta de presentación para darnos a conocer su último trabajo bajo el nombre de Possessor (2018).

Su sonido que varía desde el techno house francés más musculoso de Justice hasta los más oscuros Depeche Mode iba dando forma sobre el escenario a un auténtico recital electrónico que hacía mover poco a poco a una sala principal de Razzmatazz con un muy importante aforo, solo quedando los laterales posteriores cubiertos por la ya famosa lona. Aunque la mayoría de su show esta basado en sonidos muchos de ellos pregrabados, en contadas ocasiones cogía un bajo distorsionado o se acercaba al micrófono para, con voces que variaban desde el death metal más gutural a la música goth tipo Bauhaus o industrial a lo NIN, complementar una performance más cercana a un DJ que a una banda. Fue de estos últimos con los que se atrevió a ponerse en el papel de Trent Reznor para hacer una regular versión de «Head Like a Hole» para poner cierre a un más que aceptable pre-calentamiento.

Carpenter Brut

Este año es el año de Carpenter Brut, esto es así. Si tengo que decir por qué es porque han logrado encandilar a metaleros, poperos, electrónicos y góticos con su retrowave peliculero, pasando por festivales como el Primavera Sound o encargarse del mismísimo cierre del festival metal francés por excelencia, el Hellfest. Lo sé, porque yo estuve allí en esas dos ocasiones, y lo que hacen es pura fiesta.

El trío capitaneado por Franck a los mandos de los teclados y sintetizadores va dando forma a una auténtica película ochentera, acompañando los temas de un muy buen dispositivo de luces y visuales originales de la banda, en la que se pueden ver cortos en los que la música es su banda sonora que te hacen recordar a aquellas obras maestras del propio John. Una vez iniciada la sesión con «Lether Teeth», tema que abre su último trabajo, las palomitas estaban servidas. Quizás un poco bajo el sonido para mi gusto, pero pudimos disfrutar y sobre todo tararear muchos de sus temas de sus dos álbumes Trilogy (2015) y Lether Teeth (2018), como fue el caso del gran «Turbo Killer».

Imposible que no se vayan los ojos a otro de los grandes protagonistas del espectáculo, los visuales, donde podemos ver auténticos homenajes a clásicos del cine de serie B del los ochenta, por donde pasaban momias, cheerleaders, asesinos en serie, desnudos sangrientos… una obra maestra que tiene sin duda un protagonismo no secundario en el conjunto del espectáculo. Por otro lado, y a pesar de ponernos el formato karaoke en las pantallas, echamos de menos alguna colaboración para los pocos temas con letra, como ya tubo lugar en alguna ocasión en «Beware the Beast» en la que el cantante de Grave Plessures, Mat McNerney, colabora directamente. Un concierto de aproximadamente una hora y 10 minutos, que puso su broche de oro con un «Maniac» de Michael Sembello, o más conocida como el tema de la película Flashdance (1983).

Destacar que en los últimos meses de carretera y sus actuaciones en los festivales mencionados les ha dado mucho rodaje sobre las tablas, y de aquel concierto el pasado junio en el Fórum de Barcelona a el que vivimos esta noche hay muchos detalles de mejoría. Como trasmiten al público, como enlazan las canciones y como juegan con los temas más calmados sin llegar a apagarte. Sin embargo, aun persiste cierta sensación de vacío, de quedarse uno incompleto en sus shows, puede que falte algo que los acerque más al personal. Quizás sea el reto para una banda que ya se ha hecho hueco en las fiestas de metaleros y poperos. Lo que no cabe duda es que salimos del bolo con ganas de farra.

Setlist Carpenter Brut:

Leather Teeth
Division Ruine
Roller Mobster
Beware the Beast
Wake Up the President
Chew BubbleGum and Kick Ass
Turbo Killer
Paradise Warfare
Cheerleader Effect
Meet Matt Stryker
Monday Hunt
Inferno Galore
SexKiller on the Loose
Disco Zombi Italia
Hairspray Hurricane
Le Perv
Maniac

Álex Añez